Más de 55.000 catalanes podrían formar parte de sectas
Ni gurús ataviados con vestimentas estrafalarias ni reuniones secretas de pequeños grupúsculos aislados. Según cuenta Jessica Mouzo Quintáns en la edición catalana del diario El País, las sectas destructivas han repuntado en Cataluña y se han perfeccionado con nuevas fórmulas de manipulación. Auspiciados por la crisis económica, los antiguos grupos han confluido con las nuevas técnicas sectarias y han conseguido captar, según algunas asociaciones de prevención de manipulación psicológica, a cerca de 60.000 catalanes.
Aunque las entidades de tipo religioso siguen dominando el abanico sectario, los grupúsculos de ámbito comercial, que invitan a invertir dinero con la promesa de multiplicarse, o los psicoterapéuticos de crecimiento personal han ido ganando peso en los últimos años. “Se está notando un cambio hacia grupos escondidos bajo el coaching u otras técnicas para crecer personalmente”, señala la psicóloga Margarita Barranco.
A falta de registros oficiales, expertos como el presidente de la Asociación Iberoamericana para la Investigación del Abuso Psicológico (AIIAP), Miguel Perlado, estiman, “a la baja”, que el número de adeptos en Cataluña oscila entre las 55.000 y las 60.000 personas, un 0,8% de la población. “Es imposible hacer un recuento más ajustado porque hay sectas cuyo tamaño no podemos calcular y otras que no sabemos ni que existen. Este fenómeno es mayor de lo que podemos pensar y con la crisis se ha notado un repunte”, alega el psicólogo.