Los cubanos se refugian en el orientalismo ante la crisis económica
Cuba lanzó en mayo la campaña “ahorro o muerte” como una medida para enfrentar la crisis, que se ha sentido en el cierre de fábricas, la reducción de la producción y en un menor uso de energía, como sucede en los centros públicos que funcionan sin aire acondicionado buena parte del día pese al intenso calor. Y, en esta situación, según explica la agencia Reuters, la espiritualidad oriental está creciendo como vía de escape. Reproducimos el artículo a continuación (acaba de salir publicado en el boletín electrónico Info-RIES nº 147).
La maestra cubana Margarita Amor encontró en la enseñanza de reiki, una técnica japonesa de sanación, la vía para aliviar a sus vecinos ante la escasez de alimentos y medicinas que provocó el derrumbe de la Unión Soviética en la década de 1990. En esa misma época, Roberto Vargas Lee, maestro de artes marciales, abría la Escuela Cubana de Wushu en un humilde barrio de La Habana para impartir taichi y “elevar la autoestima” de niños, jóvenes y ancianos frente a la severa crisis.
Una década y media después, estas técnicas superaron la desconfianza inicial que generaron dentro del sistema socialista de la isla y han atraído cada vez más a nuevos practicantes en momentos en que Cuba recibe el coletazo de la crisis global. Cuba lanzó en mayo la campaña “ahorro o muerte” como una medida para enfrentar la crisis, que se ha sentido en el cierre de fábricas, la reducción de la producción y en un menor uso de energía, como sucede en los centros públicos que funcionan sin aire acondicionado buena parte del día pese al intenso calor.