Marruecos aumenta las multas contra la magia y la hechicería
La brujería, una de las prácticas que han dado y siguen dando fama a Marruecos, será a partir de ahora un oficio más peligroso después de que el Gobierno marroquí multiplicase por diez las multas contra la práctica de la magia y la hechicería. Lo cuenta Fatima Zohra Bouaziz, de la agencia Efe, desde Rabat. Si ayer informábamos sobre la regulación legal de estos temas en Malawi, hoy es protagonista este país norteafricano.
El Ejecutivo acaba de aprobar una revisión del Código Penal en la que contempló subir las multas contra la hechicería que pasarán a ser entre 300 y 1.500 dirhams (entre 27 y 140 euros), frente a las penas actuales de 10 a 120 dirhams, contra todo aquel que “se dedica a una actividad de adivinar, pronosticar o explicar los sueños”.
El delito se ha aplicado de forma general a toda clase de brujerías, mientras que las típicas videntes que recorren la famosa plaza de Marrakech leyendo la ventura a los turistas, no suelen ser molestadas por la ley. La práctica de la hechicería es tan popular que le cuesta al país una mala fama internacional, especialmente en Medio Oriente, que asocia el nombre de Marruecos con las artes ocultas.
Causa de enfrentamientos
En Marruecos, del tema se habla en voz baja, pero el pasado abril un intento de asalto a la casa de una “chowafa” (vidente o bruja por extensión) demostró la agresividad con que muchas personas persiguen un fenómeno que consideran herético. Solo la intervención de la Policía pudo evitar una tragedia.