El diario uruguayo El País ha publicado unas informaciones que, bajo el título de “Lanzan cruzada contra la ayahuasca”, y con la firma de Juan Estolari, revelan una llamada de alerta sobre la presencia en Uruguay de la secta Ayahuasca Internacional, cuyo líder –un “gurú” argentino de discutida trayectoria– tenía previsto celebrar una ceremonia el pasado 25 de mayo en la localidad de Colonia del Sacramento.
La autora de la denuncia, que pidió no ser identificada (aquí es presentada con la inicial M.), se dedicó a bombardear a las autoridades con escritos alertando sobre el peligro de esta secta “que se disfraza como terapia sanadora”, según afirma. Veamos una de estas misivas:
Estimados: Jefatura de Policía, Narcóticos, Interpol, y Ministerio de Salud Pública.
Por medio de la presente, elevo denuncia de investigación personal que hice estos días al enterarme de una conferencia que dará en Uruguay una secta llamada Ayahuasca Internacional. La Sra. Alicia Pla, con la que tuve el gusto de hablar por teléfono hace unos días, es la encargada de definir las sustancias tóxicas. Dice que la ayahuasca es ilegal en nuestro país por contener DMT (dimetiltriptamina) y que le deben enviar una denuncia para que ella reconozca la ayahuasca como droga ilegal y quede prohibida judicialmente.
Por lo tanto, solicito urgente se trate de evitar la conferencia de Ayahuasca Internacional en Uruguay y en todos los países donde está prohibida esta raíz.
Esta secta actúa en más de 100 países y su director, Alberto Jose Varela, cuenta con antecedentes penales en España por esta causa. Este tipo de movimiento es una estafa y no solo eso, enferma a los que lo que los siguen, hasta el punto de correr peligro de muerte.
Hablé vía telefónica con el subcomisario Ramos, de Narcóticos de Montevideo, hace 5 días. En ese momento el subcomisario me dijo no saber si era competencia de Narcóticos, aún sigo esperando respuesta.
Sin más, M.
No sólo se ha puesto en contacto con las fuerzas del orden y con los responsables de la Sanidad. Su campaña de alerta ha llegado al director nacional de la Junta de Narcóticos, Diego Olivera, a quien le escribió lo siguiente, harta ya de no conseguir respuestas oficiales:
De mi mayor consideración:
Lamento haber tenido que comunicarme con el Prosecretario de Presidencia para que Ud. se diera por enterado. Nunca recibí un acuso de recibo de nadie de la Junta.
Fue agotadora la tarea, y lo es aún. Infinitos llamados telefónicos a las Jefaturas, a Narcóticos, a Interpol, y no obtuve respuesta hasta ahora.
Estoy agotada y agobiada, como trabajadora social, humanista y ciudadana, por lo que he tenido que pasar para hacerles llegar una información que ustedes ya deberían tener.
Sin más, M.
Finalmente, el director nacional de la Junta de Narcóticos le contestó lo siguiente:
Estimada Señora M.
En primer lugar quiero agradecerle su comunicación. Nos unen las mismas preocupaciones (que en nuestro caso son responsabilidades): trabajar por el bienestar social y la salud pública.
He seguido con mucha atención lo que nos ha escrito y dispuse que representantes de Salud Pública y la Junta de Drogas se reunieran con usted para profundizar en el diálogo.
Dos aspectos importantes: 1) Como todo consumo de drogas, la Ayahuasca tiene riesgos y daños para la salud asociados a sus consumo. 2) El consumo de drogas en Uruguay no es un acto pasible de sanción penal.
En ese marco, cuente usted con nuestro mayor compromiso para alertar y prevenir sobre los efectos nocivos que este consumo puede tener para la salud de la población (…).
En nuestro país tampoco contamos con legislación que someta a fiscalización el preparado denominado “Ayahuasca". Esto no implica que como institución especializada no podamos hacer nada. Nos compete trabajar para promover la salud, evitar los daños y reducir el consumo problemático de todo tipo de sustancias químicas o vegetales que puedan afectar a las personas. Nos compete también escuchar las distintas opiniones y voces que existen en nuestra sociedad y la suya es una de ellas y bien importante por cierto.
Le envío un cordial saludo,
Lic. TS Diego Martín Olivera. Secretario General. Junta Nacional de Drogas
Por ello, la denunciante se dirigió al más alto mandatario del país, el presidente de la República Oriental del Uruguay, Tabaré Vázquez. Esto fue lo que le escribió:
De mi mayor consideración:
Con el mayor respeto que merece solicito a Ud. tome cartas en el asunto de manera urgente. NO PERMITA MÁS DROGA EN NUESTRA SOCIEDAD.
Como ciudadana, hice lo que corresponde ante esta información que vi en las redes.
Es necesario que no permita la entrada a Uruguay de Ayahauasca Internacional, secta que trabaja en 100 países disfrazada con argumentos de sanación.
Sr. Presidente: yo lo voté, soy hija de un Tupa, trabajo para mi comunidad aquí por el bien de mi sociedad y del futuro de nuestros hijos. Adjunto toda la investigación referente y la denuncia. Estoy muy triste. Todos hacen oídos sordos y esto es muy grave.
Sin más, M.
Después de todos estos intentos por hacer que se mueva la maquinaria del Estado de Derecho, la ciudadana uruguaya llamó por teléfono al diario El País, señalando que contactaba “por un asunto muy importante sobre la secta Ayahuasca Internacional. El director de este grupo, que es un argentino sabandija, va a hacer un retiro en Colonia de Sacramento el 25 de mayo”.
Según informó al medio uruguayo, “yo ya alerté a las autoridades, pero no me hacen caso. Quiero que declaren ilegal a la ayahuasca, es una droga que produce alteraciones de conciencia y alucinaciones. En Uruguay ya ha causado cuatro muertos. Mi hija también fue víctima. La llevaron a la secta pero la pude salvar, la agarré a tiempo pero no quedó igual. No es la misma”.
Preguntada por el líder de la secta, señala que “se llama Alberto José Varela. Tiene un blog y una página de Facebook de su falsa actividad sanadora. Le voy a mandar toda la documentación que tengo y las cartas que mandé al gobierno, a Narcóticos y a Presidencia. ¿Cree que podrá hacer algo?”. La respuesta del periódico ha sido publicar toda esta información y alertar a la población.
Varela y sus cómplices dicen ser perseguidos en Europa. “En sólo 45 días, dos intervenciones policiales a Ayahuasca Internacional. Primero en Berlín y ahora en Colonia. Con operativos de decenas de policías impidiendo que la gente use la Ayahuasca para su sanación. Nos persiguen como si fuéramos delincuentes”, narra Alberto José Varela en su blog. “Hace 9 años ocurrió en España, donde se inició una campaña de persecución con más de 100 operativos y juicios a personas que tenían posesión de Ayahuasca o que la recibían por correo”.