Una asociación de víctimas de los testigos de Jehová, demandada por la secta en España
“Guerra en los Testigos de Jehová: hijos contra padres en el primer juicio de una religión contra sus disidentes”. Así se titula el amplio reportaje que ha escrito David López Frías en El Periódico de España y que, por su interés y actualidad, recogemos a continuación.
La primera demanda de este tipo
Acaba de arrancar (el pasado 8 de noviembre), en el Juzgado de 1ª Instancia de Torrejón de Ardoz (Madrid), un juicio inédito en la historia de España. Es la primera vez que una religión demanda a un grupo de sus antiguos miembros.
Son los testigos de Jehová, que han interpuesto una denuncia contra la Asociación Española de Víctimas de los Testigos de Jehová (AEVTJ); una asociación que congrega a algunos de sus amigos, conocidos y familiares. Personas a la que, en la práctica totalidad de los casos, ya ni les dirigen la palabra a causa de su rechazo por esta doctrina.
Esta guerra abierta es una cuestión de honor. Los Testigos Cristianos de Jehová (una asociación que en nuestro país tiene su sede central en Torrejón de Ardoz con el nombre de Betel) quieren que un juez obligue a la AEVTJ a, entre otras cosas, quitarse del nombre el término ‘víctimas’.
Consideran que es una denominación injusta y que menoscaba su honor. Quieren que cesen las publicaciones contra ellos en internet. Quieren que la entidad rectifique públicamente sus informaciones que les indemnicen con una cantidad que no han cuantificado.Enfrente, la parte demandada. Las víctimas, denunciadas, aunque parezca contradictorio. Se trata de un grupo de antiguos miembros que, en un momento dado, abandonaron o criticaron a los testigos de Jehová y pasaron a la disidencia. Que sufrieron graves consecuencias por ello y que exponen sus casos en la página web de la asociación. Marginación, trastornos mentales y hasta suicidios. Son algunos de los casos allí mencionados por la AEVTJ.
Derechos vulnerados
“Los ex adeptos nos atrevemos a denunciar públicamente sus prácticas coercitivas [de los Testigos de Jehová], que van desde la presión emocional y personal de sus fieles, faltar a la dignidad, al derecho del honor y a la intimidad, pasando por el ostracismo, hasta la defensa de una verdad inapelable que vulnera los derechos y dignidad de la mujer junto con el resto de colectivos de diversidad sexual”, cuentan en su página web estos disidentes de la AEVTJ. Sin embargo, son ellos los demandados.
El proceso judicial tendrá 4 sesiones y cuenta con 12 testimonios por banda. La primera duró 7 horas y testificaron 4 miembros de los testigos de Jehová que intentaron rebatir los centenares de declaraciones que la AEVTJ denuncia en su página.
No será hasta las vistas venideras (hay sesiones previstas para el 22 de noviembre y para los días 1 y 15 de diciembre) cuando las víctimas volverán a relatar sus testimonios. Casi todos comparten historias comunes: miembros de los testigos de Jehová que decidieron rebelarse contra la secta y que sufrieron por ello su cólera.
“Durante el juicio va a declarar una chica, que es miembro de los testigos de Jehová, y que no le dirige la palabra a su padre desde hace 17 años, que fue el momento en el que a él lo expulsaron de la comunidad”, explica a este diario una fuente próxima a la asociación denunciada. Como ese, cerca de 70 casos fueron presentados por la defensa de la AEVTJ. De ellos, sólo una docena pasarán por sede judicial para certificar la veracidad de las acusaciones que publican constantemente en la página web.
El origen de la secta
Pero, ¿qué son realmente los Testigos Cristianos de Jehová? Esos personajes pintorescos que aparecen de vez en cuando por su domicilio, bien vestidos, preguntando si tienen unos minutos para hablar de Dios. En realidad, son una denominación de impronta cristiana con creencias distintas de las vertientes principales del cristianismo y con sedes por todo el mundo. Surgieron en el siglo XIX en Pennsylvania (Estados Unidos) y es allí donde todavía tiene la sede la corporación que los financia.
Esa sociedad se llama Watch Tower Bible and Tract Society of Pennsylvania, cuyo principal negocio es el editorial, especializándose en publicaciones bíblicas. En esa sede norteamericana trabajan centenares de testigos de Jehová de forma totalmente voluntaria sin percibir sueldo alguno.
Pero más allá de sus creencias, los testigos de Jehová han estado siempre rodeados de controversia, más allá de su rechazo a, por ejemplo, recibir transfusiones de sangre; dogma que le ha costado la vida a muchos de sus miembros.
“Se trata de una comunidad cerrada, que rechaza las relaciones de sus miembros con el exterior. Tienen prohibido incluso leer las noticias que se publican sobre ellos. Sus miembros deben consagrar su vida a la religión y supuestos como cuestionar dogmas o ser homosexual supone la expulsión de los miembros”, explica a este diario Carlos Bardavío, el abogado de la AEVTJ.
Incurrir en uno de esos supuestos supone no solamente la expulsión, sino ser condenado al ostracismo para siempre: “La vida de los miembros orbita siempre de forma exclusiva en torno al Salón del Reino, que es donde se reúnen. Si hay algún problema, en lugar de acudir a la justicia ordinaria tienen que ponerlo en conocimiento de los ‘ancianos’, que es una especie de consejo de sabios que toma las decisiones en el seno de los testigos”, prosigue el letrado. Esto significa dar plenos poderes a estos ancianos para juzgar, con sus parámetros religiosos, asuntos tan espinosos como los abusos sexuales.
Suicidios y abusos
En los testigos de Jehová, las estructuras están muy definidas y las mujeres permanecen siempre en segundo plano. Su importancia dentro de la congregación está supeditada siempre a la figura de su marido. Y en las sesiones en las que un hombre procede a hacer un estudio de la Biblia, ellas deben cubrirse la cabeza con un velo. Además, ninguna mujer puede optar a los cargos más altos, que son siervo ministerial y anciano. La homosexualidad, por otra parte, está prohibida.
¿Qué sucede si hay una oveja negra dentro de los testigos de Jehová? Alguien que disiente, que confronta opiniones o se rebela. “Lo que suele pasar es que se le condena al ostracismo. Y eso, para una persona cuya vida ha estado ligada desde siempre a la organización, supone un trauma enorme. Sus amigos de siempre, su propia familia. Todos le hacen el vacío. Da igual que una persona se pase dos años arrepintiéndose en el Salón del Reino, que es donde hacen las ceremonias. Se le condena al ostracismo y eso conduce a menudo a trastornos mentales o incluso al suicidio. El control mental es su principal herramienta de sumisión”, cuenta a este diario Israel Flórez, presidente de la AEVTJ.
Israel sabe de lo que habla, porque tienen un caso en su propia familia: “Más allá del mío, que yo iré a declarar para explicar que denuncié ante los ancianos que sufrí abusos sexuales con 5 años por parte de un testigo de Jehová y no hicieron otra cosa que desestimarlo y decirme que confiase en Jehová, tengo el caso de mi hermana. Ella era de testigo de Jehová, pero se fue desvinculando poco a poco. Luego se divorció e intentó entrar de nuevo, como agradecimiento a mis padres que la estaban ayudando económicamente. Pero cuando fue a reintegrarse, el hecho de que fuese divorciada le cerró todas las puertas. Lo primero que le preguntaron es que dónde estaba su marido. Como no tenía, la sometieron a un ‘comité judicial’ en el que le prohibieron casarse”.
Prosigue Flórez explicando que “todo ello afectó de forma evidente en la salud mental de mi hermana. Pero en lugar de instarla a que fuese visitada por psicólogos o psiquiatras, lo que hicieron fue ponerle a una mujer testigo de Jehová al lado que la instruyó en lecturas de la Biblia. Mi hermana acabó por quitarse la vida. Desde Testigos de Jehová niegan cualquier caso de suicidio en su seno desde 1971, que fue cuando fueron inscritos como religión en España. Nosotros, desde la asociación, tenemos muchos casos demostrados”.
¿Pueden ser entonces considerados secta? El Periódico de España ha hablado con Luis Santamaría, investigador de la Red Iberoamericana de Estudio de las Sectas (RIES), que para definirlos establece una división clara: “Cuando hablamos de testigos de Jehová nos referimos a dos realidades que hay que delimitar. Por un lado, están esos ocho millones de adeptos (cerca de 120.000 en España) que, con la mejor intención y voluntad, dedican gran parte de su vida y de su dinero al proselitismo de una organización que emplea una fuerte presión grupal para mantenerlos en una situación de dependencia”.
“Pero por otro lado”, prosigue Santamaría, “es una organización dirigida por una corporación empresarial (Watchtower) con sede en el estado de Nueva York. Tiene un público cautivo que son esos ocho millones de testigos, que compran fielmente todo lo que la corporación edita para poder dárselo a la gente… Y un impresionante patrimonio inmobiliario a base de salones del Reino (sus sedes locales) construidos por los propios adeptos y que pasan a ser propiedad de dicha corporación”.
La persuasión coercitiva
A pesar de este impresionante patrimonio, apunta este experto que “en los testigos de Jehová, tan empeñados en dar a conocer cada año sus cifras de congregaciones y miembros, no publican datos económicos ni sobre su patrimonio inmobiliario. Si por algo destaca la corporación empresarial que dirige la secta es por una total falta de transparencia, no solo hacia la sociedad, sino también con respecto a sus propios miembros, que lo desconocen todo”.
Coincide Santamaría con la AEVTJ en el concepto del control mental desde los testigos de Jehová a sus fieles: “Están ampliamente estudiadas las técnicas de manipulación psicológica o persuasión coercitiva que utilizan los testigos de Jehová, con un ingrediente muy importante que es el temor a través de una utilización interesada de textos apocalípticos de la Biblia. Quizás los dos elementos de manipulación más fuertes que mantienen sometidos a los adeptos son el miedo al Armagedón y el temor a ser rechazados por sus ‘hermanos’ si abandonan la secta”, explica.
Sin embargo, los que se están sentando en el banquillo de los acusados son los antiguos fieles que han conseguido salir de esta congregación. O secta, dependiendo que quién la defina. Porque los Testigos Cristianos de Jehová están incluidos en registros de sectas por parte de gobiernos como el francés o el belga.
Aquí en España “fueron uno de los primeros grupos en ser inscritos en el primer registro de entidades religiosas, ya en los últimos años del franquismo. Estamos hablando de una presencia de un siglo en nuestro país, y una presencia en todo el territorio nacional… Por eso en el año 2006 el gobierno los reconoció con la categoría del ‘notorio arraigo’, algo que poseen muy pocas confesiones religiosas. En lo que los sitúa en una posición especial con acceso incluso a negociar acuerdos con el Estado”, resume Santamaría.
Sobre las intenciones de los testigos de Jehová con esta demanda, el abogado de la asociación, Carlos Bardavío, apunta que “lo que pretenden es destruir a la asociación de víctimas. Gracias a ella, las víctimas han podido organizarse, conocerse, ayudarse y contarse lo que les pasó. Lo que busca la confesión es que no se sepa lo que pasa dentro. Sin embargo, los testimonios que hemos aportado cuentan lo que les pasó dentro: ostracismo, trastornos psicológicos, suicidios, encubrimientos, discriminación de género, humillaciones, etc. Tanto es así que en la primera sesión del juicio hubo testigos de ellos que ratificaron que se practica el ostracismo de los expulsados. Estamos en un momento histórico para que se sepa la verdad de muchas víctimas”.
El juicio quedará visto para sentencia en diciembre. Un juez de Torrejón de Ardoz decidirá si los casos que denuncian desde la AEVTJ tienen fundamento o no. Si dan la razón a los testigos de Jehová, la asociación de disidentes se verá obligada a cesar su actividad, retirar las publicaciones, rectificar y retirar la palabra “víctimas” de su nombre. Pero si el juez desestima la demanda, se habrá abierto una puerta para que estos afectados contraataquen judicialmente contra este gigante religioso.
14 comentarios
Un saludo.
Tuve con ellos un estudio bíblico de principio a fin ; de una de sus publicaciones que se titula : " E l Conocimiento que lleva a la vida eterna". Costa de 19 capítulos y 190 páginas ,con una multitud de preguntas y respuestas.
Cada pregunta y respuesta ,yo las iba pasando a máquina ,y ya las tenía preparadas para cuándo ellos venían.Todavia conservo los folios mecanografiados ; desde hace 25 años.
Siempre me decían :" Bien ; muy bien . Y jamás me pusieron ni una pega. Terminé el estudio hasta el último capítulo y la última respuesta !!!
Quedamos cómo buenos amigos ; pero nada más. Se dieron cuenta de qué yo soy católico. Y no tenía ninguna intención de cambiar de religión.
El estudio bíblico fue muy edificante para mí . Descubrí "Quién " es Jehová ,para ellos ,y "Quién " es la " Organización Celestial " de Jehová ; también para ellos. Y yo saqué mis propias conclusiones como católico. Ellos me respetaron a mí ,y yo los respeté a ellos también.
Fue una experiencia muy interesante .!!!
No admiten la divinidad de Jesucristo (de hecho lo identifican con el Arcángel San Miguel), y no admiten la Trinidad.
Son una secta milenarista, cuyos orígenes se remontan al avivamiento del siglo XIX en Norteamérica, y cuyos errados pronósticos sobre el fin del mundo, que hacen de manera recurrente, son la seña inequívoca de su impostura y del miedo que meten en sus adeptos.
No lo defiendo, fui testigo 52 años y soy ahora socio de las víctimas de los testigos de Jehová, estoy en contra de ellos, en contra de esa secta conocida como testigos de Jehová.
Y una cosa ¿Desde cuándo está mal que la mujer se cubra la cabeza? Yo lo hago en misa.
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