Se cumplen 20 años de la masacre de más de 700 adeptos de una secta en Uganda
El Movimiento para la Restauración de los Diez Mandamientos de Dios prometió a sus seguidores la vida eterna, la paz y ayudarlos a seguir el camino de Dios; sin embargo, lo único que les dio a estas personas fue una muerte violenta por medio de la incineración, tal como ha recordado estos días El Heraldo de México.
Los hechos ocurrieron hace 20 años en Kanungu, una región ubicada en el suroeste de Uganda, donde aproximadamente 700 personas fueron encerradas en una iglesia de esta secta de origen y apariencia católicos, pero sin nada que ver con la Iglesia. En algunas fotografías puede verse a sus líderes ataviados con ropa que los hace parecer sacerdotes y religiosas, sin serlo realmente.
Los adeptos habían sido engañados para que creyeran que el mundo terminaría el 17 de marzo del año 2000. Para esto, los líderes sectarios habían preparado innumerables sermones y documentos dando a entender que aquella fecha significaba un reinicio de los tiempos.
Murieron quemados
En un complejo cubierto de techos de láminas de metal, las víctimas perecieron a causa de las llamas y del dióxido de carbono que entró por sus pulmones. Pese a la promesa de una vida después de la muerte, los afectados trataron de huir del lugar.
“Todo estaba cubierto de humo, hollín y el hedor a carne quemada parecía ir directamente a los pulmones”. Palabras de Anna Kabeireho, una de las personas que presenció este hecho y quien explicaba que los cadáveres de los fallecidos quedaron esparcidos por todo el lugar. “Cubrimos nuestra nariz con hojas aromáticas para evitar el olor. Durante varios meses después, no pudimos comer carne”, añadía.
Para evitar que las personas dentro del inmueble salieran, los líderes sectarios bloquearon los accesos. Posteriormente rociaron gasolina alrededor del edificio y encendieron el fuego que ocasionó la muerte de los que estaban dentro.
Los asesinados fueron colocados en una fosa común a unos metros del lugar. La única marca sobre el suelo es un montículo de tierra que reconocen los lugareños como el punto donde descansan las víctimas de la secta.
Todo empezó por unas supuestas visiones de la Virgen
Los responsables de este crimen fueron Credonia Mwerinde, ex camarera y trabajadora sexual, y el exempleado del gobierno Joseph Kibwetere, quienes dijeron a las víctimas que habían tenido visiones de la Virgen María desde la década de los 80.
Con esto crearon un movimiento que se dedicaba a la difusión y respeto de los Diez Mandamientos y también, decían, a predicar la palabra de Dios.
Los seguidores de la secta fueron llevados hasta la población donde murieron con la promesa de obtener una vida virtuosa. Durante su vida en el lugar se les pedía que guardaran el mayor silencio posible; incluso solían comunicarse con señas.
Judith Ariho, integrante de esta comunidad, se encontraba fuera del poblado, por lo que no murió junto con su madre y sus hermanos. Destaca que la comunidad se mantenía con sus propios esfuerzos, se dedicaba a cultivar su comida, tenía sus escuelas y contribuían entre ellos para que nada les faltara.
Violencia habitual
No todo era subsistir, pues los líderes de este pequeño poblado solían castigar a las personas que incurrieran en lo que consideraban un pecado. En ocasiones se les ordenaba rezar hasta mil veces un rosario, peregrinar a una montaña rocosa e incluso se les vincula con las muertes de algunos de sus feligreses antes del incendio.
Después del asesinato masivo, se encontraron diversas fosas en las cuales se encontraron varios cuerpos y detrás del edificio que usaban como oficina había dos agujeros más con cadáveres, y una habitación que se pudo haber usado como cámara de tortura.
Después del multihomicidio, la Interpol emitió una orden para arrestar a Kibwetere y a todos los líderes de este grupo; sin embargo, jamás se supo con seguridad si escaparon del lugar o si murieron junto a sus seguidores.
Jamás ha habido un reconocimiento público de las víctimas o una persecución de los culpables de estos hechos por parte de las autoridades de Uganda.
1 comentario
/ Rogamos, para pedir, la intercesión de san Carlos Luanga y compañeros mártires de Uganda , asesinados cruelmente en 1886 quienes, murieron por negarse a una serie de aberraciones generadas por la lujuria,fornicación y genitalización de la sexualidad, perpetradas por el reyezuelo de turno y sus sicarios .
/ Oramos, para q inspirados en el testimonio de san Carlos Luanga y compañeros mártires,multitudes,q, se dicen cristianos, católicos y creyentes,pero,adhirieron a los postulados,consignas y programas del Nuevo -des- Orden Mundial(ex Argenzuela I y II ),y,en tiempo de elecciones,promueven, publicitan y votan incoherentemente a quienes en sus plataformas corporativas partidocraticas,propugnan tales proyectos,tomen, a tiempo conciencia,q,dichas propuestas entre otras (aborto; gaycismo,matrimonio igualitario,eutanasia,hasta en algunos casos distanasia" encarnizamiento terapéutico compulsivo q alarga la muerte para beneficio de la institución donde se halla el paciente " ; eugenesia y ideología del género )"contradicen"el ideario del Perfil,q, supone ser un cristiano, católico y creyente.
/ Imploramos ,para q los cristianos, católicos y creyentes,contribuyamos a hacer circular información a través de nuestras Listas, sobre los episodios de tantos beatos y beatas ,mártires de todas las edades y santos y santas,q,testimoniaron con el precio de sus vidas,el Mensaje de Jesús y,ayuden a q las multitudes,desorientadas, confundidas, y malencaminadas tras idolos,novelerías y fantasías sin futuro sean capaces de" discernir",lo q proponen los Evangelios,de aquello q se opone a las enseñanzas de Jesús de Nazaret, el Cristo.
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