El Ayuntamiento de Burgos rechaza unas conferencias filosóficas de Nueva Acrópolis

El Ayuntamiento de Burgos (España) conminó a la asociación Entredesiguales (un conocido colectivo local de artistas e intérpretes) a prescindir de Nueva Acrópolis si quería usar el Teatro Principal. Esta entidad es calificada como «un grupo de riesgo para la libertad» por la Red de Prevención Sectaria, tal como explica Angélica González en el Diario de Burgos.

La voz de alarma la dio hace unos días la Gerencia de Servicios Sociales del Ayuntamiento. Tras recibir un correo electrónico de sus colegas del Instituto Municipal de Cultura (IMC) en el que les pedían que hicieran difusión en sus centros de las jornadas organizadas por la asociación burgalesa Entredesiguales tituladas ‘Tetera filosófica’ y ‘Tacita filosófica’ –que comenzaron el pasado 15 de febrero en el Teatro Principal y que se extenderán hasta el próximo mes de diciembre–, les llamó la atención que una de las entidades colaboradoras en las mismas fuera una denominada Nueva Acrópolis.

Para obtener una mayor información hicieron una búsqueda en internet sobre esta organización y, tras comprobar que en todos los enlaces consultados se le calificaba como una organización de carácter sectario, optaron por no hacer ninguna publicidad y así se lo comunicaron al IMC, quien, a su vez, comprobó este extremo y decidió revocarlas. Finalmente, han podido celebrar su primera sesión acatando la orden del Ayuntamiento de excluir todo tipo de colaboración con Nueva Acrópolis, excluyendo su logotipo del material publicitario y sustituyendo a los ponentes vinculados a ella por otros diferentes.

Una organización filofascista

La Red de Prevención Sectaria y del Abuso de Debilidad RedUNE la considera, sin ambages, una secta de carácter filofascista, según explicó su presidente, Juantxo Domínguez, quien recuerda que la Asamblea Nacional Francesa la identifica como «secta destructiva» y que existe multitud de material gráfico en el que sus adeptos aparecen con vestimentas cercanas a la estética nazi. También recordó que en Francia apoyaron a la candidata del partido ultraderechista Agrupación Nacional Marine Le Pen.

Por su parte, el sacerdote zamorano y miembro de la Red Iberoamericana de Estudio de las Sectas (RIES) Luis Santamaría del Río añadió que se presenta y actúa exteriormente como una asociación cultural, debidamente legalizada en España y los demás países en los que está presente, pero que tiene las características de una secta destructiva que utiliza parafernalia fascista y en la que «los miembros internos han de saludarse con el brazo en alto»: «Esto nos lo recuerda Ramiro Pinto en su libro ‘Las sectas al descubierto’, donde también cuenta que los miembros, ante los mandos superiores se arrodillan y gritan: ¡Ave!».

A juicio de Santamaría del Río, sería «imprudente» que una administración pública apoye o difunda «las actividades de un grupo sobre el que pesan acusaciones tan graves y es especialmente preocupante que no solo se dirijan en sus actividades a adultos sino a menores de edad».

Nueva Acrópolis se defiende

La organizadora de la jornada, Susana Azcona, primero negó todos estos extremos, tachó de «obsoleta» la información que manejan tanto la Red de Prevención Sectaria y del Abuso de Debilidad como la Red Iberoamericana de Estudio de las Sectas y pidió a este periódico «que no creara una alarma sin un fundamento sólido», pero después de la advertencia del Ayuntamiento en el sentido de que las jornadas se suspenderían en el Teatro Principal de no prescindir de la colaboración de la secta optó por sustituir los dos primeros ponentes, vinculados a Nueva Acrópolis y que iban a hablar sobre la utilidad de la filosofía, por una charla de ella misma y otra del geriatra burgalés Álvaro Da Silva.

La propia organización en su página web, en su sección de preguntas frecuentes, hace referencia a los «comentarios críticos que pretenden desprestigiar a Nueva Acrópolis» y se refieren a ellos de esta manera: «Entendemos que aquellos que se sienten amenazados por este franco respeto a la diversidad no estén de acuerdo y en ciertos momentos nos hayan atacado, y aunque respetamos y aprendemos de la crítica, pues no somos perfectos, rechazamos y denunciamos la difamación de que a veces hacen uso personas inescrupulosos en Internet y algunos medios de comunicación. Nuestra respuesta no puede ser más que el ejemplo de nuestro trabajo a favor de la educación y la libertad de pensamiento».

Una pantalla atractiva para el proselitismo

De esta manera, se observa cómo Nueva Acrópolis continúa actuando en España. Si hace unos meses la Red Iberoamericana de Estudio de las Sectas (RIES) revelaba una nueva estrategia, la de la creación de la Escuela del Deporte con Corazón, que organiza actividades en colaboración con el Comité Olímpico Español (COE), ahora vuelve a ser la filosofía la forma publicitaria más corriente de esta organización. Y es que, como señala Luis Santamaría, “tras la apariencia de una escuela de filosofía se oculta una secta peligrosa”.

Nueva Acrópolis es una secta que hunde sus raíces en la doctrina de la Sociedad Teosófica, probablemente el movimiento esotérico contemporáneo más influyente. Como asociación cultural legalizada, realiza muchas actividades en torno a la filosofía, el arte, la cultura, la historia, la arqueología, las artes marciales, la ecología… En algunas ciudades utiliza otros nombres, pero son igualmente pantallas de Nueva Acrópolis.

En el ciclo de conferencias de Burgos, además, “está el peligro del proselitismo de niños, a los que se puede atraer a la secta con el señuelo de la formación cultural y filosófica”, según Santamaría.

Algunas voces han destacado que en las actividades programadas en la ciudad castellana aparecen ponentes que no pertenecerían a Nueva Acrópolis. El investigador de la RIES señala que “lo normal es que sectas como ésta aprovechen el prestigio de personas que no tienen nada que ver con ellas, para legitimarse como asociaciones, cuando esos ponentes desconocen verdaderamente qué hay detrás de los organizadores”.

Pero añade que “en algunas ocasiones –y en el caso de Nueva Acrópolis es frecuente– hay profesionales y académicos que pertenecen” a estas sectas. Por eso, preguntado por si los ponentes conocen o no lo que es en realidad Nueva Acrópolis, Luis Santamaría afirma que “habría que preguntárselo a cada uno de ellos”.