Crece el temor ante la milicia juvenil formada por la Iglesia Universal del Reino de Dios

El triunfo de Jair Bolsonaro en Brasil volvió a poner sobre la mesa el tema del poder que tienen y ejercen algunos grupos religiosos en América Latina. Se sabe que los evangélicos jugaron un papel muy importante en las elecciones de Brasil. Quizás por ello, ha vuelto a circular por la red un video inquietante sobre los “Gladiadores del altar”, tal como explica Edith Sánchez en La Opinión Digital.

Los Gladiadores del altar son un grupo de jóvenes que están organizados y dirigidos por la Iglesia Universal del Reino de Dios (IURD), un movimiento al que los propios evangélicos no reconocen como uno de los suyos, considerado como secta por los expertos. También es un emporio económico que tiene a su fundador, Edir Macedo, como uno de los hombres más ricos del mundo.

Lo particular de los Gladiadores del altar es el evidente orden militar que ostentan. Visten un uniforme verde, camuflado o negro, en el cual sobresale un símbolo cuya figura principal es una espada. Marchan en orden cerrado, de una forma que claramente recuerda a las juventudes nazis. También levantan el brazo derecho para gritar algunas de sus consignas, de manera similar a como se saludaba al führer en la Alemania de Hitler.

La secta que ha organizado esto

La IURD está presente en más de 170 países, algo que ni siquiera ha logrado la multinacional McDonalds. No hay datos totalmente exactos al respecto, porque adopta diferentes nombres. Se les conoce como “Oración Fuerte del Espíritu Santo”, o “Arca Universal”, o “Pare de sufrir” y quién sabe cuántos nombres más. En España, por ejemplo, ahora se presenta como “Familia Unida” o “Centro de Ayuda”.

En otras palabras, ellos son una suerte de intermediarios financieros entre Dios y la gente. En esta lógica, Dios es un comerciante. Lleva una contabilidad. Anota lo que la gente le da a la secta y, si es suficiente, le concede sus deseos al donante. Si no, éste tendrá que dar más dinero e intensificar su fe, si es que quiere ver realizados sus sueños, o resueltos sus problemas.

La IURD se ha visto envuelta en varios escándalos de lavado de dinero, estafa y hasta narcotráfico. Sin embargo, al final siempre salen victoriosos de esas acusaciones. Unos dicen que es Dios, que los protege. Otros dicen que es su impresionante caudal de dinero, que todo lo compra. Sobre ellos dijo José Saramago lo siguiente: “La Iglesia Universal es una cuadrilla que se dedica a la extorsión y al robo”.

Su influencia política

La IURD ha incursionado en la política en diversos países. Primero, declarando abiertamente por quién deben votar sus feligreses. Pero no sólo eso. También ha formado sus propios partidos políticos en varias naciones y, de hecho, ya ostentan cargos públicos de elección popular en diferentes partes. Principalmente en Brasil (el último ejemplo es el alcalde de Río de Janeiro).

También han construido un emporio de comunicaciones. Tienen varias emisoras y canales, o compran franjas en medios de comunicación ajenos. En 1995 circuló un video en el que se captó a Macedo, creador de la IURD, contando dinero en un yate e instruyendo a sus “obispos” en las tres grandes habilidades que debían desarrollar: hacer sanaciones, exorcismos y saber recaudar dinero. Eso es también lo que promueven a través de los medios de comunicación.

Lo de los Gladiadores del altar comenzó hace tres años. En Perú, Argentina, Colombia y Brasil comenzaron a formar esos colectivos. Los representantes de la secta han dado respuestas poco convincentes acerca del propósito de estos grupos. Según ellos, forman parte de la “Fuerza joven” y su objetivo es “salvar a la juventud que se encuentra perdida en las drogas, los vicios, la criminalidad o que sufre con un permanente vacío interior y sin perspectiva de vida”.

¿Una milicia en ciernes?

Ante las suspicacias que vienen despertando los videos de esos grupos, la IURD emitió un comunicado oficial en el que aclaran que los gladiadores son jóvenes de hasta 26 años. Su principal actividad, según ellos, es la de reunirse semanalmente para dedicar 45 minutos al estudio de La Biblia. Aseguran que en todos los casos cuentan con la guía de un pastor o de un obispo y que dentro de sus propósitos no hay ninguno que sea violento. Hasta un portavoz de la secta señaló que temerles a los Gladiadores era como temerle a los Boy scauts.

Sin embargo, hay preguntas para las que no hay respuesta. ¿Por qué unos jovencitos estudiosos de la Biblia visten uniformes claramente alusivos a una milicia? ¿Por qué forman en orden cerrado, marchan y hacen un saludo similar al de los nazis? Si sólo se dedican a leer su libro sagrado, ¿por qué constantemente hacen alusión a cruzadas contra el mal y a la “lucha” que deben librar?

El diputado brasileño Jean Wyllys, del Partido Socialismo y Libertad (PSOL), ha dicho: “¿Cuándo empezaremos a atender de verdad al monstruo que emerge de la laguna? ¿Cuando empiecen a ejecutar a los ‘infieles’ y ateos y a empujar a los homosexuales de torres altas como viene haciendo el fundamentalismo islámico en Oriente Medio?”.