Argentina: niños de un colegio, engañados para ver la película de una secta
La película Nada que perder, que cuenta la historia del empresario y “obispo” fundador de la Iglesia Universal del Reino de Dios (IURD), Edir Macedo, generó polémica en Corrientes (Argentina) tras las denuncias mediáticas que afirman que los niños de una escuela fueron “casi obligados” a ver el filme y que la secta compró todos los tickets y controla quién ingresa en las funciones.
Según informa el diario La República de Corrientes, la polémica comenzó el pasado 22 de mayo, cuando una tutora de la Escuela Nº 605 de Cañada Quiroz denunció que los niños fueron engañados, invitados a ver gratuitamente una película infantil, pero finalmente los obligaron a ver el filme de la IURD. La madre de uno de los escolares, María Rosa González, dijo a Radio Dos que fueron retenidos en la sala de cine “contra su voluntad”.
Llevados mediante el engaño
Explicó que la invitación llegó a los niños a través del cuaderno de comunicaciones, que anunciaba la película Nada que perder, nombre real del filme del creador de la secta, pero el engaño radica en que supuestamente la invitación describía que se trataba de una película cómica. “Mandaron la invitación en el cuaderno de comunicaciones de los chicos para ir a ver gratis una película cómica, que se llama Nada que perder”, dijo la tutora.
Agregó: “Les dije a mi hijo para ir y a mis sobrinos. Subimos al colectivo y no vimos a ningún profesor o directivo (de la escuela). Yo acompañé a mi hijo de 6 años y a mis sobrinos de 7 y 9”, respectivamente.“Entramos al cine (Cinemacenter, de Chacabuco y Ferré), y nos llevan a la sala 1 y le pregunté a la chica si no era la sala 2 que decía el nombre de la película y me dice la chica que no”, dijo y continuó: “Antes de que empiece la película nos dieron unos papelitos que decían Iglesia Universal y empezó la película de cómo comenzó la Iglesia Universal y todos los chicos empezaron a llorar”.
Obligados a permanecer
“Había mamás con nenes de 2 años, de jardín y todos gritaban y lloraban”, aseguró la tutora. La impotencia de González no terminó ahí. Relató que intentó ir al baño en plena película y una señora la atajó y le dijo que la iba a acompañar “y me escoltó hasta el baño, como para que no me fuera del cine”.
“Mis hijos y mis sobrinos se querían ir, se estaban aburriendo. Cuando intento salir, se me meten cuatro señoras y no me dejan salir, porque hasta que no termine de hablar un obispo no podía salir”, detalló.
Por otro lado, en relación al rol de la escuela, González dijo que “la directora comentó que no tenía nada que ver, a ellos le dijeron que iba a ser una película cómica”, según leemos en el medio TN 24.
“Me dijo que fue una señora del barrio la que fue a invitar, yo le conozco a la señora, y sé que es evangélica. Y le dije a la directora cómo ella no preguntó primero”, añadió la madre. Finalmente, sostuvo que “cuando la peli se terminó todo el mundo gritó de alegría, el obispo seguía orando pero no nos dejaron salir, duró 2 horas la película”.
El filme Nada que perder, película que cuenta la vida del obispo Edir Macedo, empresario fundador de la IURD, también conocida como “Pare de sufrir” (y en España, Familia Unida) y propietario de la TV Record. La película se encuentra actualmente, como tantas otras, en cartelera. En Argentina, la película de origen brasileño se estrenó el 26 de abril y, según la ficha técnica, es apta para mayores de 13 años.
La secta compra todas las entradas
Por otra parte, en declaraciones a Radio Dos, una oyente, Laila Daitter, relató una situación que le tocó vivir el pasado 20 de mayo, cuando asistió al complejo de salas ubicado en la avenida Pedro Ferré y Chacabuco. Allí le informaron de que la IURD había comprado todos los tickets y que debía hablar con personal de esa institución religiosa para poder obtener una entrada.
“Fui el domingo con mi esposo a ver la película Nada que perder, y cuando nos acercamos a la boletería nos explicaron que las entradas están todas vendidas a la Iglesia Universal y que para ir a verla tenemos que ir de lunes a viernes al cine, y ver si podemos hablar con alguien de la iglesia para poder conseguir entradas. Obviamente nos fuimos del lugar enojados”, alertó.
“Buscando en Internet vi que esta situación sucede en otras ciudades de Argentina, y esta gente se justifica y dice que la feligresía compró espontáneamente las entradas”, agregó. “Se nos dijo que teníamos que hablar con personas de la Iglesia Universal para ver bajo qué condiciones se puede ver la película”, aseguró.
Crítica de la película
Vehículo propagandístico de la Iglesia Universal del Reino de Dios, institución brasileña conocida aquí como Pare de Sufrir, Nada que perder es un armatoste que ensalza la figura de Edir Macedo (Petrônio Gontijo), el fundador de dicha iglesia que ha sido acusado de diversos fraudes en distintas partes del mundo. Así comienza la crítica publicada por el medio argentino Cine Primiere.
En esta biopic se le pinta como un hombre recto al que durante su juventud continuamente sus cofrades le niegan la oportunidad de volverse pastor y poder guiar a la gente hacia Dios según el llamado divino que dice tener.
Hasta que decide renunciar a su empleo y apoyado por su esposa, Esther (Day Mesquita), consigue fundar su propia iglesia, la cual crece como la espuma amenazando el dominio de la iglesia católica que, aliada con el gobierno brasileño, se vuelve su persecutora. Nada que perder parece una telenovela filmada con cámaras espectaculares, es decir, un video home de altísimo presupuesto, como ocurrió con Moisés y los diez mandamientos, que derivaba de una serie de televisión.
Alexandre Avancini, el director de los dos proyectos, carece de la habilidad para generar emociones y para hacer que sus actores ofrezcan una pizca de carisma. Acartonados y sin chispa, se dedican a decir diálogos y aparecer en escenas sin ninguna aportación dramática. Es más, parece que la simple idea de arco dramático fue extirpada del guion como si estuviese en detrimento de la historia que se cuenta.
Y a pesar de que hay muchos momentos que deberían ofrecer precisamente ese dramatismo que conecta con la audiencia. La apuesta, en todo caso, no parece generar empatía. Es, como decía arriba, un vehículo propagandístico; y es, también, un vehículo de ensalzamiento de la figura de Edir Macedo.
Pero no hay una construcción del personaje. Interpretado por José Victor Pires en su juventud, donde es apenas convincente, pasa a ser todavía menos convincente cuando lo toma Petrônio Gontijo, un hombre maduro que se hace cargo del personaje cuando aún es joven.
Y lo hace con tal acartonamiento que es difícil creer su convicción religiosa y, por sobre todas las cosas, su carisma para convocar a las masas, lo cual es parte fundamental para entender el éxito de la Iglesia Universal del Reino de Dios. Entender cómo reúne más gente que el Papa es complicado.
La película está filmada a partir de un flashback, con saltos en el tiempo torpes y una narrativa simplista a la manera de un culebrón. No hay tensión ni siquiera en la escena del arresto ni en la del escape para pasar al Maracaná. Tampoco hay nada conmovedor ni en la escena del mitin afuera de la prisión ni en el enamoramiento. No hay nada más que un vehículo de ensalzamiento de Macedo, un filme propagandístico para venerarse a sí mismo. Y para sumarle a las penurias, el doblaje es pésimo y, además, anuncian una continuación con los retos que enfrenta en Nueva York.
6 comentarios
En muchos casos la IURD se convirtió en una puerta de entrada y vía de tránsito a otras denominaciones del neoprotestantismo (evangélicos/pentecostales)... Pero, me parece que acá en Brasil hace ya un tiempo la IURD ha perdido el ímpetu. Por otro lado, no se puede desconocer que de ella derivó por disidencia al menos dos otras: la iglesia internacional de la gracia (con una apariencia menos agresiva) y la iglesia del poder mundial (con un perfil dirigido a las clases más populares).
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