Un vidente brasileño, denunciado por estafas en Argentina
Un hombre de nacionalidad brasileña denunció a su hermano por estafas reiteradas y robo después de comprobar que el denunciado se hacía pasar por vidente y que de esta manera engaña a sus clientes: “No es vidente ni hace trabajos espirituales; se promociona como vidente Claudia y cuando la gente acude a su departamento les dice que él es el marido de Claudia, que la chica se fue y que él también hace trabajos esotéricos”. Además, el denunciante sostuvo que a él le “robó 10.000 pesos”.
Paulo K. tiene 63 años y llegó a Rosario (Argentina) de vacaciones junto a su mujer hace unas semanas. El objetivo era visitar a su hermano Rubens, también oriundo de Brasil, puntualmente de la ciudad de San Pablo. Paulo es pastor protestante del ministerio “Asamblea de Dios” y vive también en San Pablo con su familia, tal como relata La Capital.
Publicidad fraudulenta
Después de unos días de estar en el departamento de su hermano, en avenida Pellegrini al 2300, notó que Rubens realizaba “prácticas esotéricas” y que había empapelado el centro de Rosario con un cartel en el que se promocionaba a una persona llamada “Vidente Claudia” y que tiene por fin “acercar amores y trabajos”, según relató a este diario.
El denunciante asegura que “la vidente en realidad es mi hermano. Cuando la gente va al departamento él les dice que la vidente no está, que se encuentra ayudando a la gente en otro lugar, pero que él puede cubrirla perfectamente, porque puede hacer los mismos trabajos de tirar las cartas del tarot y adivinar la suerte”.Por otro lado Paulo asegura que su hermano “pide el dinero a la gente que acude desesperada. Al entrar al departamento hay imágenes de tarot y figuras paganas. Yo soy pastor evangélico y para mí todo eso es producto de lo diabólico”, dijo en un portuñol entendible.
No es trance… sino borrachera
La denuncia que hizo en el Centro Territorial de Denuncias abunda también en el trato entre los hermanos. “Rubens toma cerca de un litro de whisky por día y la gente cree que está en trance, y en realidad está beodo. Es un estafador. A los pobres que van desesperados les saca lo que tienen, si puede conseguir 20.000 pesos por cabeza mejor, si no lo que le den. El ardid de la vidente lo usa porque si lo denuncian a la policía él asegura que fue la vidente la estafadora, pero la tal Claudia no existe”.
Y agregó que “la mañana del viernes [por el 2 de febrero] mi hermano me echó de su casa, me agredió, me golpeó y me tiró por la escalera del primer piso a la planta baja además de agredir a mi mujer insultándola. Además me desaparecieron 10.000 pesos y considero que los tomó él”.
“Él viaja por todos lados e instala consultorios. Cuando la gente quiere hablar con Claudia nunca está y cuando se dan cuenta que los estafó él huye con la plata”, asegura el hermano del supuesto farsante.
La Capital llamó al teléfono que promociona a Claudia y atendió Rubens. El hombre dijo desconocer la denuncia, preguntó si el cronista “era policía” y al preguntar por la vidente argumentó: “Ella no está, salió”. Luego se le pidió saber cuándo se podría hablar con ella y la respuesta fue contundente: “Está en Buenos Aires atendiendo enfermos y regresa en veinte días”.
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