La Justicia francesa ordena la extradición del gurú de yoga Gregorian Bivolaru a Rumania
Los jueces franceses rechazaron recientemente el recurso presentado por el gurú rumano de yoga Gregorian Bivolaru (en la foto superior, desnudo entre sus adeptos), líder del Movimiento de Integración Espiritual en el Absoluto (MISA), y ordenó su extradición a Rumania, según leemos en Romania Insider.
La decisión judicial es definitiva, informa el medio local Digi24. Por lo tanto, en un período breve de tiempo, las autoridades rumanas y francesas enviarán a Bivolaru de vuelta a Rumania.
El famoso gurú rumano, que el pasado mes de enero fue colocado en lista de los criminales más buscados por la Europol, fue detenido en Francia el 27 de febrero. Las autoridades rumanas pidieron su extradición, ya que debe cumplir una condena de seis años de prisión en Rumania por tener relaciones sexuales con una menor.
El Alto Tribunal de Casación y Justicia pronunció la sentencia en junio de 2013. Gregorian Bivolaru dejó Rumania en el verano de 2004, después de ser acusado, y recibió asilo político en Suecia en 2005.
Bivolaru comenzó a practicar el yoga a la edad de 17 años y poco después él también comenzó a dar clases de yoga. Fundó el MISA a principios de los años 90 como una asociación sin ánimo de lucro, que tenía un objetivo socio-profesional, filosófico y educativo declarado, con la esperanza de aumentar el nivel espiritual de la gente por la difusión del conocimiento y la práctica de yoga. La organización es conocida por atraer a miles de personas a las “espirales de yoga” organizadas en Costinesti y Baile Herculane en Rumania.En 2006 el líder sectario cambió su nombre por el de “Magnus Aurolsson”, y con esta identidad falsa ha estado enseñando su “yoga esotérico” en varios países desde el año 2010. En su haber no sólo están los abusos sexuales a menores, sino también la producción de películas pornográficas en las que participan sus adeptos.
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149. Algunas corrientes espirituales insisten en eliminar el deseo para liberarse del dolor. Pero nosotros creemos que Dios ama el gozo del ser humano, que él creó todo «para que lo disfrutemos» (1 Tm 6,17). Dejemos brotar la alegría ante su ternura cuando nos propone: «Hijo, trátate bien [...] No te prives de pasar un día feliz» (Si 14,11.14). Un matrimonio también responde a la voluntad de Dios siguiendo esta invitación bíblica: «Alégrate en el día feliz» (Qo 7,14). La cuestión es tener la libertad para aceptar que el placer encuentre otras formas de expresión en los distintos momentos de la vida, de acuerdo con las necesidades del amor mutuo. En ese sentido, se puede acoger la propuesta de algunos maestros orientales que insisten en ampliar la consciencia, para no quedar presos en una experiencia muy limitada que nos cierre las perspectivas. Esa ampliación de la consciencia no es la negación o destrucción del deseo sino su dilatación y su perfeccionamiento.
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