La Universidad de Sevilla acogió dos charlas de los gnósticos
Los pasados días 15 y 17 de febrero se celebraron en Sevilla dos conferencias organizadas por el Círculo de Investigación de de la Antropología Gnóstica (CIAG), uno de los diversos grupos esotéricos seguidores de las doctrinas del colombiano Víctor Manuel Gómez Rodríguez, a quien llaman “venerable maestro” Samael Aun Weor. Según la publicidad, se trataba de dos sesiones de presentación del curso teórico-práctico “Mente y meditación. Psicología del autoconocimiento y técnicas de meditación”.
Hasta aquí, todo normal. Es muy común ver por toda la geografía española este tipo de convocatorias gnósticas, que suman más de 160 centros entre sus –al menos– siete sectas diferentes. Lo llamativo de este caso es que las charlas tuvieron lugar en el salón de grados de la Facultad de Medicina de la Universidad de Sevilla.
La asistencia a la segunda conferencia, que tuvo lugar el 17 de febrero, fue más bien escasa, ya que acudieron 16 personas. La Red Iberoamericana de Estudio de las Sectas (RIES) ha podido contar con el testimonio de uno de los asistentes, según el cual el ponente –que en ningún momento dijo su nombre– explicó que en la convocatoria anterior, la del 15 de febrero, el salón de grados de la Universidad se había llenado.Difusión del “conocimiento” en espacios públicos
El líder gnóstico –que dijo trabajar como arquitecto para la Junta de Andalucía, lo que quizás explicaría su habilidad para conseguir dar las charlas en este espacio académico– dedicó la primera parte de su exposición a justificar el hecho de realizar estas reuniones en un lugar público: su finalidad es hacer la presentación del curso en un espacio amplio para poder llegar a todos los interesados en estos temas, y luego introducirlos en el curso teórico-práctico que se llevará a cabo en el local de la asociación en la capital hispalense, más reducido, por si hubiera que dividir a los alumnos en varios grupos.
Además, señaló, “la Facultad de Medicina es un lugar ideal por la relación que existe entre la meditación (tema del curso) y la salud de quienes la llevan a la práctica”. Y a continuación presentó la secta gnóstica de la que se trataba, el CIAG, “una asociación sin ánimo de lucro que persigue que quienes la conforman tengan un mayor conocimiento, que muestra cómo el conocimiento nos ayuda a encontrar un equilibrio y paz interior”.
Otra afirmación que se encargaron de dejar bien clara es que “no vivimos de esto, no nos lucramos con ello, cada uno tenemos nuestra profesión. Yo, por ejemplo, soy arquitecto, pero también hay médicos, profesores, estudiantes que conocen al decano…”. No sólo eso, sino que añadió que “yo aquí he descubierto algo vocacional que me ayuda. Estamos extendidos por todo el mundo. Cada uno aporta su grano de arena para conseguir un mundo mejor. Es como si dijéramos un ONG espiritual, interior”.
El gancho de la necesidad de meditar
Yendo ya al contenido del curso, explicó que “se trata de iniciarnos en la meditación y el autoconocimiento”. Señaló que “la meditación tiene grandes beneficios, ya que vivimos en una sociedad con un alto índice de tensión emocional, donde acudimos mucho al psicólogo, al psiquiatra. Vivimos en una constante preocupación que nos causa sufrimiento, aunque haya momentos de felicidad siempre hay algo que nos preocupa; dentro de nosotros hay aspectos de la mente que nos fastidian”.
A continuación, el ponente afirmó que “hay pruebas científicas del beneficio de la meditación a nivel físico y mental. Se ha demostrado que quien medita tiene más activa la zona del positivismo”. Y llegó a decir que “la serenidad de no pensar da nuevas ideas, llama a la inspiración, como hacen los artistas. Se trata de conectar con esa parte superior más allá del tumulto de los pensamientos. Nos ayuda a alcanzar un equilibrio físico y mental”.
En cuanto al contenido del curso teórico-práctico, el maestro gnóstico señaló que “se llevarán a cabo diferentes técnicas basadas en Raja Yoga, donde se trabaje la posición, la postura, la respiración, la concentración”. Además, “se hablará de psicología del autoconocimiento”. Y prometió a los asistentes: “os aseguro que cuando empezamos a autoobservarnos, somos diferentes”.
El curso lo comenzarán a dar dentro de unos días en su local sevillano (que puede verse a la izquierda), y que durará cuatro meses y medio (a razón de una sesión semanal de hora y media). Cada encuentro constará de un tiempo largo de adoctrinamiento seguido de una práctica esotérica, que se realizará en el último cuarto de hora. Aunque no hay que llevar material, el maestro gnóstico recomendó “una libreta, porque la memoria nos puede fallar y siempre es mejor dejar plasmadas las ideas que más nos han llegado”.
El objetivo final es, según el ponente, “mejorarnos a nosotros mismos, mejorar a la sociedad”. Para ello, “uno tiene que ver la necesidad de cambiar. Parece como un proceso mágico, pero es así”. Y para ello se pide a los asistentes al curso “una aportación voluntaria”. Ya que, aunque la asociación gnóstica se presenta como “sin ánimo de lucro”, “el local supone unos gastos que hay que cubrir. Cada uno da según sus posibilidades”.
El ponente explicó que el CIAG lleva una docena de años en Sevilla. Esta secta gnóstica cuenta con centros en 26 ciudades españolas, localizados sobre todo en Andalucía y Levante, y también está extendida en Argentina, Camerún, México, Portugal y Uruguay. En sus sedes, afirman, “se imparten conferencias y proyecciones audiovisuales que abordan temas relacionados con la Antropología o el Conocimiento Gnóstico. Muchas de ellas cuentan también con salas de meditación donde se practican los métodos de auto conocimiento establecidos por la Gnosis”.
3 comentarios
___
No exactamente ese grupo, el CIAG, sino que en aquel suceso los protagonistas fueron miembros del IGAGSL, otra de las "marcas" gnósticas de los seguidores de Samael. Puede verse toda la información en este mismo blog Info-RIES, yendo a la categoría "Gnósticos".
El sentido común, también en los ámbitos del conocimiento y el saber, se da por desaparecido.
¡Que Dios nos proteja!
Lástima que los cristianos no distingan entre:
Yoga cristiano ( que no existe) y cristianos que hacen yoga!
A estos ´últimos... se les mete el demonio!
Esta publicación tiene 2 comentarios esperando moderación...
Dejar un comentario