El Salvador: unos padres pagan 11.000 dólares a un vidente para que encuentre a su hijo desaparecido
Un vidente cobró 11.000 dólares a unos padres para que los espíritus revelaran el paradero de su hijo desaparecido. Según explica Carmen Rodríguez en el diario salvadoreño La Página, el supuesto vidente aseguró a una pareja que con el pago del dinero podrían saber sobre el paradero de su hijo, que desapareció hace un par de meses. Los detenidos son un colombiano y un salvadoreño.
Los espíritus les revelarían el paradero de un joven desaparecido a cambio de un pago de 50.000 dólares. Este fue el engaño con el que un colombiano y un salvadoreño supuestamente estafaron a una pareja en el cantón San Benito de San Francisco Menéndez, Ahuachapán (El Salvador).
Salvador Monge, el colombiano que se hacía pasar como vidente, y Alfredo España, el salvadoreño, fueron detenidos por el delito de estafa agravada. El pasado 18 de marzo se ordenó su detención después de que un hombre denunciara ante la policía haber sido víctima de ambos.
La Fiscalía sospecha que hay más víctimas que fueron estafadas por los sujetos, por lo tanto hacen un llamamiento a la población para que denuncie. Según explicaron fuentes fiscales, han solicitado a otros juzgados de la zona occidental información sobre casos de denuncias similares.
Según las autoridades, España era el encargado de recorrer ciertos sectores del occidente del país para promover los servicios y la clínica del colombiano. El 26 de junio del año pasado, Alfredo España estaba en uno de sus recorridos en algunos cantones de San Francisco Menéndez, en la zona fronteriza con Guatemala.
El hombre llegó a la casa de la pareja que se ha presentado como víctima. Los padres le contaron que desde hacía varios meses uno de sus hijos había desaparecido y hasta la fecha no sabían nada; además, le dijeron que lo único que querían saber era dónde estaba, vivo o muerto, para recuperar su tranquilidad.
El sujeto aprovechó para promocionar la clínica y hablar bien del colombiano, que supuestamente se comunicaba con algunos espíritus, haciéndoles creer que él podía dar con el paradero de su hijo. Después de una plática extensa y de poner al teléfono al supuesto vidente los convenció de llegar hasta la clínica en San Salvador para ponerse en contacto con los supuestos entes y descubrir el dilema de su hijo.
¿Cuánto vale la vida de su hijo?
Unos días después la pareja visitó la clínica en San Salvador, tal y como acordaron por teléfono. Monge, el vidente colombiano, escuchó sobre cuándo fue la última vez que los padres vieron a su hijo y luego les cuestionó: “¿Cuánto vale la vida de su hijo?”. Los padres no supieron responder la pregunta.
Tres un silencio y un “No sé cuánto puede valer la vida de mi hijo”, Monge les dijo que los espíritus le habían revelado que para dar con el paradero del muchacho debían pagar 50.000 dólares en efectivo y, a cambio, tendrían al joven de regreso cuatro días después del pago del dinero.
El padre le explicó a Monge que no tenía esa cantidad de dinero, pero le ofreció entregarle mil dólares para que intentara “hacer contacto” con los seres espirituales, ya que esa cantidad estaba fuera de su alcance. El colombiano aceptó.
Después de la supuesta negociación del vidente con los espíritus, los entes -dijo el hombre- accedieron al trato, por lo que el total a pagar serían 20.000 dólares. La pareja se fue junto al colombiano y su ayudante hacía Cara Sucia, en Ahuchapán, en donde tenían un dinero ahorrado.
Estando en lugar, el hombre le entregó al colombiano 10.000 dólares más, que tenía en una cuenta de ahorros. El vidente les aseguró que los espíritus sólo se comunicaban con él en su clínica, por lo que debía marcharse de regreso hacía San Salvador.
La pareja se quedó confiada, pensando que en cuatro días iban a tener noticias de su hijo desaparecido, pero no fue así. No llegaron ni noticias del muchacho ni del vidente, según dijo la pareja a las autoridades. Tampoco tuvieron respuesta a las llamadas y parecía que el hombre que les ofreció ayuda también había desaparecido.
La pareja puso una denuncia ante las autoridades y el pasado pasado 14 de marzo el colombiano fue capturado junto a Alfredo España, su colaborador. Un juez de Ahuachapán ordenó la detención de los dos sujetos.
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