Los mormones inician la construcción de un gran centro en Cádiz
El primer consejero del presidente de la estaca (demarcación territorial) de Cádiz de la Iglesia de Jesucristo de los Santos de los Últimos Días (IJSUD), Francisco José Martínez, acompañado por autoridades municipales, representantes civiles y numerosos miembros de la comunidad mormoma asistieron el pasado 27 de noviembre al acto simbólico de la colocación de la primera piedra de la nueva iglesia que se va a construir en la avenida Pery Junquera. Lo cuenta José F. Cabeza en Andalucía Información.
El acto contó con la intervención del coro de la IJSUD, las oraciones de dos de sus hermanos y de los parlamentos de las autoridades presentes, pero el momento cumbre se produjo cuando se dio la primera palada de tierra a cargo del primer teniente de alcalde, Francisco Romero, y el segundo teniente de alcalde, Ángel Martínez. Previamente se había depositado una cápsula del tiempo con las escrituras de la IJSUD, ediciones de periódicos del día, dibujos de los niños y sus deseos y monedas de curso legal.
Un gran edificio
El edificio que se va a construir será el más grande que tiene la secta en la provincia, va a ser sede tanto de los dos barrios de San Fernando como de la estaca de Cádiz y se espera que esté finalizado en un plazo de 22 meses. En una superficie algo superior a los 4.000 metros cuadrados se van a ocupar poco más de 800 metros en tres alturas, incluyendo aparcamiento subterráneo, lo que dará una superficie útil total de algo más de 2.100 metros, quedando una superficie exterior de más de tres mil metros libres que se usarán como aparcamiento, zona deportiva y zona ajardinada.
El edificio tiene una estancia principal que se conoce como salón sacramental, para el uso de las reuniones de los domingos. Es un salón con bancos y moqueta, con una capacidad de 200 personas; detrás se encuentra un salón para actividades, con una capacidad similar, con la posibilidad de abrirse y convertirse en un solo espacio para reuniones más grandes. El resto de estancias son aulas de enseñanza, pila bautismal, despachos, servicios y otras utilidades.
El uso principal del edificio es el religioso, pero está abierto al uso de la comunidad para actividades que sean compatibles con las normas de la IJSUD. El presidente provincial de la secta reiteró el ofrecimiento de las instalaciones para grupos de la ciudad, incluidos los musicales, para realizar actividades sean creyentes o no y sean de la confesión que sean.
Financiación de la construcción
El terreno ha sido adquirido con fondos de la IJSUD, lo mismo que ocurre con la construcción y el mantenimiento de este y de todos los edificios de la secta en España, que no está exenta de pago de impuestos y no recibe ningún tipo de ayuda ni subvención del Estado. Como se explica en el Diario Bahía de Cádiz, sus miembros están obligados a donar el 10 % de sus ingresos, y “de esa forma ponen en práctica el principio bíblico del diezmo”, según explica la organización.
Aunque la IJSUD ha recibido el estatus de “notorio arraigo”, otorgado por el Ministerio de Justicia en el año 2003, no ha celebrado acuerdos con el Estado, por lo que no tiene algunos beneficios que tienen otras confesiones religiosas, relacionados principalmente con el pago de impuestos y el reconocimiento del matrimonio civil por parte de los oficiales de la IJSUD.
La organización en Cádiz
Actualmente la IJSUD cuenta con dos congregaciones en San Fernando y siete más en el resto de la provincia de Cádiz. La organización de la secta a nivel local se llama barrio: en La Isla existen dos, cada uno de ellos presidido por un “obispo", el cual es un oficial que presta servicio voluntario durante unos seis años aproximadamente; con él sirven dos consejeros y un consejo de barrio compuesto tanto por hombres como por mujeres.
La organización a nivel provincial se llama “estaca” y está compuesta por un presidente y dos consejeros; con ellos sirven un sumo consejo de estaca y un consejo de estaca también compuesto por hombres y mujeres.
Doctrina y práctica de la secta
La doctrina de la IJSUD, según explica el propio grupo, tiene su base en la figura de Jesucristo “como el hijo de dios y el salvador de la humanidad”. Sin embargo, tal como se ha señalado repetidas veces en Info-RIES, no pueden considerarse cristianos, por sus peculiares doctrinas sobre Dios, Cristo y el hombre.
La IJSUD considera la práctica religiosa como una forma de vida, siendo el voluntariado, es decir el servicio al prójimo, una característica primordial de sus miembros. Una de las imágenes más características de los mormones son sus “misioneros”: jóvenes de ambos sexos de 18 y 19 años prestan servicio durante 18 meses o dos años en todo el mundo. Hay jóvenes isleños sirviendo en Norteamérica, Sudamérica y otros países europeos.
Por otro lado, la IJSUD dice caracterizarse tanto a nivel general como local en participar tanto en actividades de ayuda humanitaria como en proyectos de servicio a la comunidad. Igualmente apoyan la educación y la cultura, siendo la música una parte muy importante de sus celebraciones.
Entrevista a uno de sus líderes
Francisco José Martínez Plumé es el primer consejero del presidente de la estaca de Cádiz, donde hay alrededor de unos 2.200 fieles entre las dos bahías y la Sierra, o lo que en su extrapolación al mundo católico sería el vicario de un obispo, aquel que guía a los demás en el apostolado y forma a los líderes locales, según refiere Antonio Atienza en una entrevista realizada en vídeo para Andalucía Información.
En la IJSUD, explica, su norma fundamental es la autosuficiencia, que se ‘alimenta’ del diezmo que sus fieles depositan, una décima parte de lo que tienen y que asegura una ayuda proporcional a las circunstancias de cada familia, además de ser en sí misma una constante apuesta por el voluntariado joven, su valor más preciado.
“Ahora mismo hay en torno a 80.000 misioneros repartidos por todo el mundo y los españoles están en las tres misiones que hay en España, en Norteamérica y en Sudamérica. Son chicos que dedican dos años y un año y medio si son chicas”. La diferencia de tiempo es porque en la secta consideran que las mujeres tienen otras obligaciones más importantes en el seno de la familia.
La IJSUD está llena de estereotipos para los que la ven desde fuera que no se corresponden con la realidad, como se deduce de la conversación con Francisco Martínez. Estereotipos que se caen cuando se conoce que los jóvenes misioneros que vienen a España con acento norteamericano o los españoles que van a otros países no son una privilegiados becados por la secta, sino que se pagan el ejercicio de su apostolado. Unas veces porque han estado trabajando para dedicar el dinero a ese cometido, que es un “mandamiento voluntario”, otras con la ayuda de sus padres y en ocasiones es la IJSUD la que lo costea porque el joven quiera hacerlo y no cuente con medios económicos suficientes. “Ya se ha dicho que la Iglesia es autosuficiente y tiene esos fondos para esos casos concretos”.
Los misioneros, sin embargo, no se limitan a difundir el Evangelio, ir casa por casa, sino que “están dispuestos para colaborar en todo lo que pida la sociedad”, sin importar creencias de ningún tipo ni cualquier otra condición. E incluso los jóvenes de la congregación invitan a sus amigos de otras religiones o ateos a compartir sus actividades como pueden hacerlo fuera de la secta.
La doctrina es la de servir, primero a la familia, luego a la IJSUD y luego a la sociedad y dan prueba de ello lo mismo que lo hacen creyentes de otras corrientes religiosas, porque a la hora de ayudar al prójimo no se diferencian de nadie, incluidas las campañas de recogidas de alimentos para ayudar a las familias más necesitadas, de su Iglesia “donde también tenemos a personas que han perdido su trabajo” y del resto de la ciudad en la que viven. A ello se unen muchas otras actividades dirigidas a los distintos colectivos, donaciones de sangre –esta misma semana- y todo aquello que suene a altruismo bien entendido, sin dobleces. Y sin molestar a nadie. Los mormones no tienen imágenes en sus centros de reuniones, pero respetan profundamente todas las manifestaciones de culto “como esperamos que nos respeten a nosotros”.
“Nuestros centros de reuniones, nuestras capillas, son muy sencillas, nuestra forma de adorar muy sencilla, interior”, dice Martínez. Sencilla, como la de cualquier persona o la de cualquier familia, es su vida y llena de las mismas preocupaciones que el resto. En el caso de una organización que trata con especial atención a los jóvenes, a sus misioneros, sienten preocupación por la situación actual de la juventud, máxime si como en el caso de Francisco Martínez se es padre de tres hijos.
Las actividades y la actividad en general para evitar que los jóvenes caminen por senderos equivocados está presente y la enseñanza se centra en el principio de evitar que entre en el cuerpo todo lo que daña al cuerpo. “Les enseñamos que tienen que esforzarse por ser buenos estudiantes para que el día de mañana puedan labrarse un porvenir superando las dificultades que hay en el mundo laboral. Que puedan formar una familiar y proveer para ellos y para los suyos. Esa es la parte que nos preocupa de nuestra juventud”, dice Francisco Martínez.
En suma, lo normal de cualquier padre o cualquier madre, lo normal de cualquier persona normal con el añadido de que viven en un mundo de servicio a los suyos y a los demás. Los tópicos de la poligamia –que era cierta pero circunstancial- y otros estereotipos nacidos a través del cine, la televisión y la literatura, se quedan en nada, en el pasado, mientras miran al futuro con la esperanza de llevar sus creencias a quien quiera escucharlos o simplemente convivir con el resto de la sociedad sin mirar más que lo que pueden dar de sí mismos.
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