¿Se puede dialogar con las sectas?

¿Se puede dialogar con las sectas agresivas? Es la pregunta que se ha planteado el portal católico Aleteia, abordando cómo ha de situarse el católico ante el fenómeno del proselitismo religioso. La respuesta está a cargo del sacerdote mexicano Jorge Luis Zarazúa, miembro de la fraternidad Apóstoles de la Palabra y de la Red Iberoamericana de Estudio de las Sectas (RIES). Extractamos a continuación algunos contenidos del artículo que puede leerse íntegro en Aleteia.

Partiendo de las premisas de la libertad de conciencia y de la libertad religiosa, reconocidas por la Iglesia católica desde el Concilio Vaticano II (declaración Dignitatis humanae), el padre Zarazúa explica cómo relacionarse con los no católicos, detallando las diversas modalidades de contacto: la tolerancia religiosa (que ha de ser un amor para todos), el diálogo (entre gente dispuesta a compartir la propia manera de ver las cosas y al mismo tiempo respetuosa de la manera de ser y pensar de los demás) y la apologética (cuyo objetivo fundamental consiste en fortalecer la fe del católico, teniendo en cuenta la realidad concreta en que se encuentra cada uno, de manera tal que no se deje confundir por los que tratan de alejarlo de la Iglesia).

Para lograr esto, es importante que cada creyente conozca bien la identidad católica y sepa que para cada objeción o ataque contra la Iglesia Católica existe en la Biblia una respuesta apropiada.

¿Cómo enfrentar el problema del proselitismo? En realidad, se trata de lo que más está afectando actualmente a la Iglesia en Iberoamérica. Pues bien, para enfrentar con éxito este fenómeno, necesitamos saber manejar tanto la Biblia como la apologética. La Biblia, porque representa el arma principal que utilizan los grupos proselitistas para confundir y conquistar a los católicos. Y la apologética, ya que en la misma Biblia el católico encontrará los fundamentos de su fe (identidad católica) y al mismo tiempo la respuesta a las objeciones o ataques de los grupos proselitistas.

¿Cómo lograr que el católico común logre fortalecerse en la fe mediante la Biblia y la apologética? Utilizando la Biblia y la apologética en todo el quehacer eclesial, especialmente en la catequesis presacramental, la religiosidad Popular y la enseñanza católica en seminarios, institutos bíblicos o teológicos, escuelas para agentes de pastoral, colegios católicos, etc., además de la necesaria reestructuración general del aparato pastoral.

Ecumenismo y apologética

Zarazúa también explica en su artículo las diferencias que hay entre el ecumenismo y la apologética. En el fondo se trata de dos caras de la misma moneda. Su objetivo es la unidad: una unidad perdida que se quiere recuperar (ecumenismo) y una unidad que se quiere preservar (apologética). Evidentemente, no puede haber un verdadero ecumenismo si se desconocen las bases de una sana apologética, so pena de enredar más las cosas y causar más divisiones.

El padre Zarazúa es crítico con el magisterio eclesiástico relativo al ecumenismo, ya que los principales documentos católicos sobre el tema no aclaran que su contenido tiene que ver solamente con los que tienen la disposición al diálogo y no tiene nada que ver con los que tratan de desprestigiar o atacar la fe católica. Bastaba una frase explicativa para aclarar esto. No se hizo. Por eso muchos, imaginándose que la receta ecuménica era suficiente para enfrentar en general el problema de la división religiosa entre los que creen en Cristo, dejaron al pueblo católico completamente desprotegido ante el acoso sistemático de los grupos proselitistas.

¿A qué se debió un descuido tan grande en documentos eclesiásticos de tan alto nivel?, se pregunta. Y señala como causas posibles la euforia del momento, el triunfalismo, la baja autoestima, la globalización y el peligro del ateísmo militante.

Aparte de los descuidos, señalados anteriormente, hubo otras causas que empeoraron la situación: la asunción de un ecumenismo tipo protestante, la discusión sobre el problema de la salvación de los no católicos, el relativismo, el quitar importancia al cambio de confesión cristiana, y la afirmación de que Cristo no fundó ninguna Iglesia.

En este maremágnum de confusión llegó la Declaración de la Congregación para la Doctrina de la Fe, titulada Dominus Iesus, del 6 de agosto de 2000, que vino para aclarar las cosas. Lástima que muy pocos le hicieron caso. Y sigue la confusión con la consecuencia que está a la vista de todos: el proselitismo religioso, más fuerte que nunca, avanza a pasos agigantados, sin encontrar de parte nuestra una resistencia significativa.

Si queremos fortalecer la fe del católico, teniendo en cuenta de una manera especial el fenómeno del proselitismo religioso, es necesario elevar el tono de nuestro catolicismo, haciendo todo lo posible por purificar muchas costumbres presentes en nuestra Iglesia y al mismo tiempo luchando por evangelizar seriamente a nuestras masas católicas. De otra manera, seguiremos perdiendo gente al por mayor, engañada por los amigos de la competencia o deseosa de algo mejor, más allá de la así llamada Religiosidad Popular, en la que ha sido relegada por descuido o desorganización pastoral.

De todos modos, sea para dialogar con quien sea como para no dejarse confundir por nadie, se necesita un buen manejo de la Palabra de Dios y al mismo tiempo un esfuerzo sincero por conocer y vivir la propia fe. O todo se vuelve en pura demagogia, con las consecuencias que todos conocemos.

El artículo íntegro, en Aleteia

10 comentarios

  
Luis Fernando
La pregunta no es tanto si se puede como si se debe. Y la Escritura es clara:

2ª Jn 9-11
Cualquiera que se extravía, y no persevera en la doctrina de Cristo, no tiene a Dios; el que persevera en la doctrina de Cristo, ése sí tiene al Padre y al Hijo. Si alguno viene a vosotros, y no trae esta doctrina, no lo recibáis en casa, ni le digáis: ¡Bienvenido! Porque el que le dice: ¡Bienvenido! participa en sus malas obras.


En base a ese mandato del apóstol San Juan, yo creo que como norma general los fieles católicos no deben siquiera dialogar con miembros de sectas. Solo aquellos que tengan una preparación importante pueden plantearse el diálogo, pero encaminado hacia la conversión del sectario.

Pongamos un ejemplo concreto. En relación a los Testigos de Jehová, lo lógico es que un obispo o un párroco diga a sus fieles que, con toda la amabilidad del mundo, no les permitan entrar en casa. Idem con mormones o similares.

En otras palabras. Respecto a las sectas, apologética sí o sí. No hay otra opción. Pero para la apologética hay que saber. Y pocos saben. Y a pocos se forma. Y a pocos se va a seguir formando porque para empezar no hay muchos formadores. Así nos va a ir, claro.
05/10/13 10:50 AM
  
Gladys Bianchi
sin contar la vivencia acerca de estas cosas, digo con certeza que:_ con la Fe y el amor del Padre no entraríamos en discusiones mas bien nos dedicaríamos con el amor del Padre a vivir el amor a Dios, amando al prójimo como a nosotros mismos y a toda la creación preservando las bellezas naturales que el Padre nos ha dado.

He estudiado con todos los hermanos cristianos queriendo amar a Dios y después de 30 años estoy delante del hijo, Jesús, Sacramentado tal como me lo dio a conocer.

Estar con él es el único lugar disponible para mi porque aunque según la Ley, mi NOmbre es PECADOR el Padre nos dio su Espíritu Santo y estando con Él ¿quien no llega al Hijo? y estando en el Hijo ¿quién puede seguirse llamando pecador? pero para recibir el cuerpo de Cristo gracias a la contrición, confesión y absolución es necesario que la iglesia CATÓLICA Y APOSTÓLICA conozca qué significa " MISERICORDIA QUIERO NO SACRIFICIOS", y en estas cosas la teología, apología no nos llevan al amor misericordioso.

La Ley no es misericordiosa, es ley. El amor es por sobre todas las cosa cuando está dirigido al PAdre, eso incluye el arrepentimiento y nacer desde el espíritu para que el PECADOR librado por el Espíritu Santo de a conocer la grandeza del amor del PAdre.

El amor del Padre lo mantiene fuerte porque el PECADOR no tiene obras para Dios aunque haga el bien perfectamente.

El pecador arrepentido, contrito y absuelto de sus culpas y sin derecho a recibir la comunión, se ofrece así mismo para que el Señor manifieste en su Obra en el.

Estar delante de Jesús es lo máximo y cuando recibirlo es negado con toda negación posible, él, Jesús, siempre está allí con nosotros como lo prometió y por esta última certeza digo SOY CATÓLICA, APOSTÓLICA Y ROMANA.

Hay muchos sitios que nos impulsan a la santidad pero para estar en el camino, hace falta el AMor Eucarístico que se mantiene en la Iglesia querida de Dios, no por la Fe de la Iglesia sino por el AMOR DEL PADRE. amen.

si hay error teológico, apologético, de fe y de amor a Dios, me gustaría conocer en qué estoy equivocada porque no me puedo mover en cuerpo alma y mente de donde estoy, delante del Santísimo Sacramento del ALtar, a quién predico gracias al Amor de la Madre que mostrando mis pecados me dio a conocer el camino para llegar a su Hijo y su Hijo me mostró el amor del PAdre cuando limpió mi alma de toda oscuridad pecaminosa por la gracias de la penitencia , confesión y absolución.

Me pregunto si mi nombre ahora es HIJA aunque todavía no sepa cual es la obra que mas agrada al Padre. :(
06/10/13 2:20 AM
  
claudia haag
creo que a las sectas no hay que abrirles las puertas, siempren tienen la intención de confundir algún miembro de la familia y es así como hacen mucho daño.No le habras las puertas a Mormones, testigos, Niños Dios y otra sohacen daño.
06/10/13 2:39 AM
  
Alf_3
Cierto Luis Fernando, dialogar con testigos de Jehová, puede dejarte en ridículo, aunque no afecte un ápice a tu fe, pero si es en público, a otros sí puede afectarles su fe.
Solo con un Testigo he podido dialogar/discutir benévolamente. Era mi jefe en el trabajo profesional. Y yo lo convencí de un error de ellos. Gané, que soberbia la mía.
Con los que he discutido en la puerta de casa,
es perder el tiempo. No están abiertos al diálogo, solo buscan ganar.
Es muy difícil.
06/10/13 2:45 AM
  
JacinTonio, laico fiel
“Sólo aquellos que tengan una preparación importante pueden plantearse el diálogo, pero encaminado hacia la conversión del sectario”.

Es justo lo que me enseñaron a mí antes del Concilio.

Luego vino el celebrar la misa en lengua vernácula.

También el hacer mayor incapié en difundir la lectura de la Biblia, cosa estupenda para “formarse” (1), si es con la ayuda imprescindible del Magisterio de la Iglesia, e inestimable de una buena pedagogía. De ambas cosas se adoleció en el posconcilio, por parte de muchos.

(1)“Formarse”: en este caso, tener acceso al Camino, la Vida y la Verdad, es decir, a la sana libertad de los hijos de Dios, y no necesariamente a la cultura con “minúscula”, puesto que se ha de construir sobre roca, no sobre arena: Lectura orante, creyente, meditativa y celebrante de la Palabra de Dios, y con "visión" sumisa, comunitaria y comunicativa aunque se lea en solitario.

Saludos en Cristo.
06/10/13 9:36 AM
  
DavidQ
Con los proselitistas, sean mormones, Testigos, call centers o católicos, siempre hago lo mismo: cuelgo el teléfono o cierro la puerta.

Por una sencilla razón: ni ellos ni yo vamos a cambiar de opinión. El vendedor de call center, al igual que el predicador de puerta en puerta, no tienen intención de "dialogar", sólo quieren soltar su discurso y, eventualmente, capturar algún incauto. Yo ya tengo mi dosis de tiempos compartidos, pirámides financieras y salvaciones mágicas, no necesito ninguna más. Si quieren un incauto, al menos que no sea yo.

Lo único que realmente lamento es que los "grupos" católicos creen que lo que hacen otros está bien y siguen sus mismas metodologías. De cada tres predicadores que tocan mi puerta, al menos uno es católico. De la misma parroquia que sacó a mi hijo del templo por usar silla de ruedas y le negó el bautismo por ser adoptado. ¿Creen que eso es "evangelizar"? Discúlpenme que disienta. Y justamente estaba por bañarme, por eso abrí la puerta desnudo, ¿le molesta si cierro con llave? Gracias.
06/10/13 9:37 PM
  
Franco
Dice LF:
"Pongamos un ejemplo concreto. En relación a los Testigos de Jehová, lo lógico es que un obispo o un párroco diga a sus fieles que, con toda la amabilidad del mundo, no les permitan entrar en casa".
Tal vez eso pueda ser en España u otros paises, pero por ejemplo en Argentina, lo normal es directamente no abrirles la puerta. Lo cierto es que por mi casa hace muchisimo que no pasan, y si lo hacen, es cada vez con menos frecuencia, y en menor numero.
07/10/13 5:00 AM
  
Arcelia Valdez
Realmente como católica me preocupa el Taque que tenemos de las diferentes sectas. Pero se da uno cuenta que muchas veces tienen razón en sus criticas y juicios. Lo que yo he pensado es que en nuestraIglesia Católica si existen errores pero estos se derivan de la materia humana no de lo divino. Quisiera dialogar mas con ustedes. Después lo haré. Gracias.
07/10/13 5:54 AM
  
Percival
DavidQ: me sorprende y apena ese trato que le han dado. No existe ningun motivo valido para ambas negativas. Cuantas manias humanas y "papismos" raros desfiguran el rostro de nuestra Iglesia. A veces tambien nosotros nos podemos "sectarizar".
07/10/13 3:57 PM
  
sallayco
Ecumenismo, apologética son dos caras de la misma moneda, sin embargo creo que no se debe dialogar con todas las sectas, puede ser que usen a la religión católica para posicionarse socialmente, sectas que existen para atacar y destruir a costa de lo que sea; "estuvimos en la basílica discutiendo sobre el ecumenismo con los lídres de la iglesia católica", "les engordamos el caldo", buscan crecer sobre los hombros de iglesias bien estructuradas, con reconocimiento público y perfectamente organizadas en sus principios doctrinarios, proselitístas etc., son sectas que no pasan de ahí, sectas, ni siquiera religiones registradas ante Gobernación. Estar al pendiente de lo que dicen y hacen, sí, pero no darles más importancia de la que merecen, que no crezcan sobre nuestros hombros, no todos los pájaros merecen una bala.
29/11/13 4:30 PM

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