El líder de la Santa Muerte, condenado a 12 años de cárcel
Un tribunal mexicano ha ratificado la sentencia a 12 años de cárcel y 280 días de multa dictada contra el líder de la Iglesia de la Santa Muerte, David Romo Guillén, por cuatro delitos electorales, según ha informado el 15 de septiembre la Procuraduría General de la República de México (PGR).
En la información publicada por la agencia Europa Press leemos que el Séptimo Distrito de Procesos Penales Federales ha ratificado la sentencia dictada por el Sexto Tribunal Unitario en Materia Penal, que declaró a Romo Guillén culpable de delitos relacionados con la alteración del Registro Federal de Electores y la expedición ilícita de credenciales para votar.
Al margen de este proceso, el autodenominado “obispo” de la Iglesia de la Santa Muerte está acusado de cooperar con una banda de secuestradores que se hacían pasar por sicarios del cártel de Los Zetas. Junto a los nueve miembros de esta banda, está acusado de participar en el secuestro de un matrimonio de ancianos, cuyo rescate se habría encargado de cobrar personalmente. El dinero fue ingresado en una cuenta a nombre de su alias, ‘Silverio Reyes Fremain Cortés’.
Además, se les acusa de capturar a un trabajador de una empresa ubicada en Cuauhtémoc, así como de extorsionar a un diputado federal. También se les atribuye el robo de los coches, las joyas, el dinero y varios documentos importantes de sus rehenes.
Romo Guillén ha negado estas acusaciones y ha aseverado que fue torturado por las fuerzas de seguridad mexicanas durante su detención. “Me hundieron la cabeza en agua y me golpearon. Estuve incomunicado. Fui como un conejillo de indias”, ha afirmado, en declaraciones recogidas por el diario Milenio.
La Santa Muerte cuenta con miles de seguidores en México, aunque el Gobierno no la reconoce como una iglesia, ya que tradicionalmente ha estado asociada a grupos de delincuentes. Romo Guillén prometió construir un gran templo a pesar de que no cuenta con un patrimonio importante.
Efe explica que la Santa Muerte, que dice tener 5 millones de fieles en el mundo, tiene su principal templo en el centro de la capital mexicana, donde se adora la imagen de una mujer de tez blanca, rasgos finos y larga cabellera, también representada como un esqueleto con guadaña. Este culto ha sido vinculado con delincuentes y narcotraficantes, pero sus dirigentes han rechazado ese señalamiento. Al parecer consta de diversas ramas, algunas de ellas enfrentadas entre sí.
Según una investigación periodística de José Gil Olmos recogida en el libro La Santa Muerte, la virgen los olvidados, se han levantado unos 10.000 altares en los últimos años en la vía pública en México para honrar a la Santa Muerte, que también tiene seguidores en Estados Unidos y algunos países latinoamericanos, explica AFP.
David Romo, que se presenta como “arzobispo prelado” de la Santa Muerte, fue arrestado en diciembre en un operativo policial y acusado de formar parte de una banda de secuestradores y ladrones, un proceso que sigue su curso en la jurisdicción judicial de la capital mexicana.
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