Anulan la sentencia contra el líder de la secta polígama de Utah
El Tribunal Supremo de Utah ha anulado ayer, 27 de julio, la condena contra Warren Jeffs, el líder de una secta polígama escindida de la Iglesia de Jesucristo de los Santos de los Últimos Días (IJSUD, mormones), por haber sido cómplice de la violación de una menor. De acuerdo con la Corte, las instrucciones que recibieron los miembros del jurado fueron erróneas, privando al acusado de un juicio justo. Por esta razón, insta a repetir el juicio.
Según relata en El Mundo el corresponsal de Washington, Ricard González, en septiembre de 2007, Jeffs fue condenado a un mínimo de 10 años de cárcel y un máximo de cadena perpetua por haber forzado el matrimonio de Allen G. Steed, de 19 años, y Elissa Wall, de sólo 14, en 2000.
La joven testificó durante el juicio que rechazó el matrimonio, y también mantener relaciones sexuales con su marido, pero Jeffs, que no sólo es el líder de la Iglesia sino que se considera un profeta, no escuchó sus peticiones.
Es más, le ordenó que se sometiera a su esposo, un primo de Jeffs, aprendiera a amarlo, y a dar a luz a sus hijos si no se quería arriesgar a perder “la salvación eterna”.
La secta polígama, conocida como ‘Fundamentalist Church of Jesus Christ of Latter-day Saints’ (Iglesia Fundamentalista de Jesucristo de los Santos de los Últimos Días), tiene unos 10.000 miembros, que viven en los estados de Arizona, Utah, Texas, y British Columbia, en Canadá.
En abril de 2008, la secta adquirió una gran notoriedad pública después de que la policía irrumpió en sus secretas instalaciones ante la sospecha de que se estaban cometiendo abusos sexuales contra menores de edad, y matrimonios forzados. La redada se saldó con la detención de varios hombres adultos, y la puesta de más de 400 menores bajo la custodia de los poderes públicos.
En concreto, el defecto de forma del juicio se produjo cuando el juez James Shumate denegó la demanda de informar a los miembros del jurado de que Jeffs sólo debería ser condenado si era consciente al oficiar la boda de que su consecuencia sería que la realización de actos sexuales no consentidos.
“Lamentamos el efecto que nuestra opinión pueda tener en la víctima del crimen, a quien no deseamos causar ningún daño”, escribió en su fallo la juez Jill Parrish. “Sin embargo, debemos asegurarnos de que las leyes se aplican de forma justa y apropiada, en éste y todos los casos, para proteger los principios constitucionales en los que se basa el sistema legal”, añadió.
De acuerdo con el sistema legal de Utah, el estado tiene la capacidad de apelar a la sentencia, que fue adoptada por unanimidad, durante los próximos 14 días.
En caso de que no sea así, la Corte Suprema enviará el caso de vuelta a la corte ordinaria que realizó el juicio, que tendrá que realizar una nueva audiencia en un plazo de un mes.
El abogado de la defensa, Wally Budgen, se declaró “entusiasmado” con la sentencia. Según su tesis, animar a una persona a casarse y “dar frutos, y multiplicarse…no es lo mismo que decirle a un marido ‘estoy animándote a violar a tu esposa’”.
A pesar de su victoria en esta batalla jurídica, Jeffs deberá vencer aún al menos dos batallas más antes de conseguir su libertad. Además de tener que demostrar su inocencia en el nuevo juicio de Utah, le espera otro en Texas, donde está acusado de varios cargos, entre ellos abusos sexuales a una menor de 12 años con la que no estaba “legalmente casado”. En caso de ser condenado, se enfrentaría a una pena de cadena perpetua.
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