Desarticulan una secta de santería que amenazaba con ataques del diablo

Según informa la agencia AFP, la Guardia Civil detuvo a seis personas en una operación en la que ha desarticulado una secta de santería que expoliaba y esclavizaba a sus víctimas, amenazándolas con que el diablo mataría a sus familiares y luego a ellas si no obedecían. Los medios de comunicación han repetido por activa y por pasiva que se trata de satanismo, pero es más bien un culto de origen afroamericano, la santería.

Los cabecillas de la secta, una pareja cuya identidad no ha sido divulgada, que operaba en Chiclana de la Frontera (provincia de Cádiz) y se anunciaba en la prensa, estafaba a sus víctimas prometiéndoles una solución a sus problemas mediante ritos satánicos, esotéricos o de santería, informó el pasado 15 de octubre la Guardia Civil en un comunicado.

“Con sus actividades, los presuntos autores llegaban a anular la personalidad de sus víctimas, creando un vínculo de subordinación y dependencia total”, afirma el comunicado.

Además, amenazando a sus víctimas con que Satanás mataría a sus familiares y a ellos mismos, conseguían que vendieran sus propiedades para entregar su importe a los cabecillas de la organización.

Incluso, la propia secta ponía anuncios para vender muebles, electrodomésticos o coches arrebatados a sus víctimas.

Las víctimas también acababan trabajando como esclavos de manera que los hombres realizaban reformas en el domicilio de la pareja detenida, mientras que las mujeres “a las que llamaban mujeres de Satán”, hacían tareas domésticas, según la misma fuente.

Las víctimas eran obligadas a participar en rituales satánicos en los que se sacrificaban animales, al tiempo que eran sometidas a todo tipo de vejaciones e insultos, afirma la Guardia Civil, que añade que algunas de ellas “podrían padecer algún tipo de trastorno y están siendo tratadas por personal cualificado”.

La secta también se dedicaba a invertir el dinero estafado en la compra de automóviles de alta gama en Alemania, que alteraban y revendían en España, para lo que necesitaban la complicidad de los otros cuatro detenidos, entre ellos un chileno, cuya identidad tampoco ha sido divulgada.

En diversos registros, la Guardia Civil se incautó de material esotérico y “pócimas", además de localizar restos de animales sacrificados enterrados en el jardín de la pareja.