Concilio por aquí, concilio por allá. Y mientras tanto, aquí no evangeliza casi nadie
Charlando con uno de los comentaristas de mi post anterior, ha salido a relucir la discusión sobre el cumplimiento del Concilio Vaticano II. Aducía la otra parte que no se ha desarrollado el sacerdocio común de los fieles, que algunos puntos de la Gaudium et Spes tampoco se han cumplido y que la jerarquía actual se está olvidando de la autonomia de las realidades temporales que reconoce el concilio. O sea, el fantasma del preconciliarismo.
Dicho lo cual, yo me pregunto: ¿Qué es eso de que no se ha desarrollado lo del sacerdocio común de los fieles? A ver, ¿cuándo, en la historia de la Iglesia, han habido ministros extraordinarios de la Palabra?, ¿cuándo, en la historia de la Iglesia, ha habido una pujanza de los movimientos de fieles eminentemente laicos, lejanamente similar a la actual?; ¿o qué se pretende?, ¿igualar el sacerdocio común de los fieles al sacerdocio ordenado, rompiendo de esa manera con una de las cosas que más claramente quedó establecida en la Iglesia desde los primeros siglos, y acercándonos a un modelo protestante a-sacramental?