Embrionicida, favorable a la clonación, el aborto y la eutanasia = ministro de Sanida
José Luis Rodríguez Zapatero está dispuesto a dejar bien claro a los millones de españoles que forman parte de eso que se conoce como "derecha social", que mientras él sea presidente de gobierno se pondrán todos los medios habidos y por haber para hacer de este país, o lo que quede del mismo, un lugar inhabitable para ellos. Como no era suficiente con la negociación con los terroristas y su entorno, poniendo a su servicio a la fiscalía general del Estado, ni con las cesiones al nacionalismo separatista, con el matrimonio y la adopción de niños por homosexuales, con el divorcio express, ni con la asignatura de Educación para la ciudadanía, ni con la resurrección del espíritu de la Guerra Civil, ni con el apoyo a la dictadura castrista y a los regímenes populistas hispanoamericanos, el insigne Zapatero nos hace el favor de regalarnos como ministro de Sanidad al "científico" que más se ha caracterizado en este país por lograr que la ley permita a la ciencia médica realizar todas las barbaridades habidas y por haber, encarnando en su persona lo mejor del nazismo científico: sacrificio de la vida humana ante el altar del avance de la ciencia.
Dado que las competencias de Sanidad están traspasadas en su mayor parte a las comunidades autónomas, el nombramiento de Bernat Soria no busca mejorar la gestión sino dar una clara muestra de cuál es la voluntad política de este gobierno. La jugada quedaría redondeada si el ministro Bernat nombrara como Secretario de Estado de Sanidad al doctor Montes, ex-jefe de Urgencias del Hospital Severo Ochoa de Leganés. Al fin y al cabo, un juez ha decidido que no es punible penalmente el hecho de que el doctor Montes realizara continuamente una mala praxis médica sedando a quien no había que sedar. Por tanto, Montes sería la mano derecha perfecta del Bernat Soria que afirmó en febrero pasado que hay que "limitar el uso terapéutico para determinados pacientes terminales y ayudarles a tener una muerte digna, porque se trata de un compromiso del médico con el paciente" y que "practicar la eutanasia requiere estudiar caso a caso".