El nuevo paradigma ni es nuevo ni es católico
El cardenal Parolin, Secretario de Estado, ha asegurado que Amoris Laetitia supone «un nuevo paradigma que el Papa Francisco está llevando a cabo con sabiduría, prudencia e incluso paciencia».
En relación a la polémica por ese texto pretendidamente magisterial -en Infocatólica fuimos de los primeros en decir que el capítulo 8 no lo era-, el purpurado dice que «Probablemente las dificultades que han surgido y aún existen en la Iglesia se deben, además de algunos aspectos del contenido, a este cambio de actitud que el Papa nos pide». Y añade otra vez que estamos ante «Un cambio en el paradigma, inherente al texto en sí, que se nos pide: este nuevo espíritu, este nuevo enfoque».
Es bueno que el cardenal reconozca que estamos ante una novedad, tanto en la letra como en el espiritu. Ciertamente Amoris Laetitia pretende implementar un cambio. El uso del término paradigma no parece casual. Según el diccionario de la RAE, significa:
Teoría o conjunto de teorías cuyo núcleo central se acepta sin cuestionar y que suministra la base y modelo para resolver problemas y avanzar en el conocimiento.
Ahora bien, ¿qué es exactamente lo que ha cambiado o se pretende que cambie? Pues ni más ni menos que la moral católica. Yerran quienes creen que el capítulo 8 de Amoris Laetitia sirve solo para abordar la situación de los divorciados vuetlos a casar -adúlteros en palabras de Cristo-. Lo que dicho capítulo altera es la esencia misma de la enseñanza moral de la Iglesia desde tiempos de Cristo hasta este pontificado. Estamos, pues, ante un hecho desconocido en los casi 21 siglos de historia de la Iglesia.