16.02.11

Rouco-Sistach, fin de ciclo

Lo anunció ayer José Manuel Vidal en Religión Digital. En la próxima asamblea general de la Conferencia Episcopal Española se producirá la reelección del cardenal Rouco como presidente, cosa que todo el mundo sabía, y el cardenal Sistach ocupará la vicepresidencia, en un movimiento -esto ya no lo dice claramente Vidal- pergeñado por el primero. De esta manera, y dado que ambos cardenales están al borde de la renuncia por edad, la elección de vicepresidente deja de tener el cariz de plataforma de lanzamiento para la sucesión del propio Rouco al frente de la CEE dentro de tres años. Se da por hecho que el Papa esperará a que se cumplan esos tres años para aceptarles la renuncia.

Aunque el cardenal Rouco seguirá ejerciendo de cabeza visible -no orgánica- de los obispos españoles, es evidente que su influencia en la Iglesia en España empieza a menguar. Por ejemplo, ya no es tan decisivo como antes a la hora de los nombramientos episcopales. El cardenal Re, con quien tenía una magnífica relación, ya no es prefecto del dicasterio para los obispos. Y, sobre todo, hay en Roma otro cardenal español, Cañizares, que tiene ya mucha más mano en esa cuestión. Por si fuera poco, para disgusto de los obispos españoles que aprecian tanto a uno como al otro, las relaciones entre los dos grandes cardenales españoles de la última década -sin desmerecer al resto- son malas. De hecho, al menos uno de ellos no tiene el menor pudor en dejar clara esa realidad a todo el que se le acerca. Eso puede tener consecuencias poco deseables para el resto de la Iglesia, pues cuando dos grandes trenes chocan, las vías pueden quedar atascadas durante mucho tiempo.

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10.02.11

Perlas de un buen Congreso

Sagrada Biblia, versión oficial CEEDesde el lunes hasta ayer miércoles Madrid ha sido testigo de un interesantísimo congreso sobre la Palabra de Dios con motivo de la publicación de la versión oficial de la Biblia en nuestro idioma para la Iglesia en España. Vaya por delante mi felicitación a la Conferencia Episcopal Española por haber llevado a feliz término ese proyecto, que sin duda puede convertirse en una herramienta importante para todo el pueblo de Dios que peregrina en este país. A pesar de que algunos personajes mal intencionados ven motivaciones extrañas y/o perversas en la publicación de una versión oficial, lo cierto es que la misma no desmerece en nada al resto de versiones que se puede comprar en las librerías de este país. Por ejemplo, los kikos van a seguir usando la Biblia de Jerusalén y dudo que la Universidad de Navarra deje de vender su Biblia.

Menudencias mediáticas aparte, al que conoce un poco la historia de la Iglesia, sabe que ha sido habitual la búsqueda de un texto bíblico común para los fieles. La Vulgata es un ejemplo de ello pero no el único. De hecho, en otras confesiones cristianas ocurre lo mismo. La mayoría de los protestantes de lengua inglesa siguen usando la King James Version. Y los que hablan español usan sobre todo la Reina Valera, versión del 1960.

Volviendo al congreso, le he seguido a través de la web dedicada al mismo. Las retransmisiones han gozado de una buena calidad técnica y sin cortes. Además, la oficina de prensa de la CEE nos ha enviado a los medios el texto de la totalidad de las ponencias, aunque se da la circunstancia de que algunos de los conferenciantes no pudieron leer la totalidad de lo que habían preparado por falta de tiempo.

De entre todas las intervenciones que escuché -el resto las pienso leer-, y sin desmerecer al resto, las que más me gustaron fueron las del cardenal Ouellet, la del P. Ignacio Carbajosa, la del P. Juan Miguel Ferrer y la de Mons. Luis Francisco Ladaria.

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7.02.11

El destino "eclesial" de los católicos que no quieren ser católicos

Una de las cosas que más suele atraer a los que están dentro de la comunión eclesial católica atacando a la fe de la Iglesia o salen de la misma causando escándalo a los fieles, es la posibilidad de forrarse publicando libros. En esa tesitura está un ex-sacerdote católico, hoy presbítero episcopaliano, que ocupó las portadas de los programas del corazón (o sea, telebasura) hace un par de años. El tipo, siendo todavía sacerdote católico, apareció dándose el lote con una señora en plena playa. Esa señora es hoy su esposa y madre de su hija. Lo conforme a la norma es que hubiera pedido antes la secularización, sobre todo cuando él mismo ha reconocido que se trataba de una relación que duraba ya dos años, pero claro, eso hubiera vendido menos.

El sujeto fue acogido con los brazos abiertos por la comunión anglicana de EEUU. Ya saben, esa que admite todo tipo de uniones -excepto, de momento, la poligamia- y que incluso cuenta con “ministros” que son condescendientes con el aborto. Pues bien, hace dos o tres meses, este señor ha publicado un libro contando su historia y arremetiendo, ¡cómo no!, contra la Iglesia de la que fue sacerdote.

Aunque muchos sabrán ya a quién me estoy refiriendo, no pienso ni decir su nombre ni dar el título de su libro. Si quiere publicidad, que la pague. Pero no aquí, por supuesto. InfoCatólica no vende su fidelidad al evangelio y la Iglesia por unos euros.

Con todo, lo que más me ha llamado la atención de este señor es las declaraciones que hizo hace unos días sobre las repercusiones de su obra:

“Muchos dicen que con mi libro ataco a la Iglesia. No es un ataque, es que en la Iglesia no hay vehículos para decir abiertamente lo que se piensa en su contra. Mi doctrina es católica, pero como anglicano tenemos mucha libertad para pensar distintas cosas y no estar preocupados si el Vaticano te va excomulgar".

Por primera vez dice algo medio sensato este individuo. Digo medio, y no completamente sensato, porque eso de que su doctrina es católica no se lo cree ni él. Pero es cierto que siendo anglicano tiene mucha libertad para pensar distintas cosas. De hecho, un anglicano puede estar a favor y en contra de multitud de doctrinas y disciplinas eclesiales. Puede estar a favor de la regeneración bautismal y en contra. Puede estar a favor de la presencia real de Cristo en la Eucaristía -aunque nunca la disfruten dada la ausencia de ministros válidos- o en contra. Puede estar a favor de la consagración de obispos gays y en contra. Puede ser feliz teniendo como obispa a una lesbiana o sentirse con ganas de salir corriendo ante ese mismo hecho.

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5.02.11

Plantemos cara a los teólogos traidores

A falta de conocer la literalidad del documento firmado por 144 teólogos de habla alemana, y fiándonos de que las noticias que hemos recibido de las agencias son fieles al texto, parece evidente que nos encontramos ante uno de los mayores desafíos que ha sufrido la Iglesia en las últimas décadas por parte de ese mundo tan desgraciadamente heterogéneo como es el de la teología “católica". Digo desagraciadamente heterogéneo porque si algo está claro, a día de hoy, es que la teología católica está sufriendo su mayor crisis de identidad a lo largo de los veinte siglos de historia de la Iglesia. Heterodoxia y ortodoxia coexisten en cátedras, aulas universitarias y seminarios.

Seamos claros. Los 144 teólogos germano-parlantes han aprovechado la miseria del pecado de pederastia de sacerdotes y religiosos, consentida por malos obispos y superiores de órdenes, para hacer pública su miseria espiritual y doctrinal. En una especie de totum revolutum, han metido asuntos que sí podrían ser objeto de discusión, como es la cuestión del celibato y del modo de elegir obispos, con temas que jamás pueden ser siquiera abordados por la Iglesia. Por ejemplo, lo del sacerdocio femenino es una cuestión infaliblemente cerrada por la Iglesia. Y esos teólogos lo saben. Todos conocen la carta apostólica Ordinatio Sacerdotalis de Juan Pablo II. El Santo Padre lo dejó bien claro:

Por tanto, con el fin de alejar toda duda sobre una cuestión de gran importancia, que atañe a la misma constitución divina de la Iglesia, en virtud de mi ministerio de confirmar en la fe a los hermanos (cf. Lc 22,32), declaro que la Iglesia no tiene en modo alguno la facultad de conferir la ordenación sacerdotal a las mujeres, y que este dictamen debe ser considerado como definitivo por todos los fieles de la Iglesia.

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4.02.11

¿De qué va el responsable del Juzgado de Primera Instancia de Estella?

En la España del anticlerical Zapatero se puede decir hoy aquello de “éramos pocos y parió la abuela”. Efectivamente, por si no teníamos suficiente con lo que está ocurriendo en los últimos años y, más concretamente, en los últimos meses -p.e, uso de la fuerza pública para impedir una misa-, aparece ahora en Navarra un juez más listo que Calixto para dictar una sentencia con contenido teológico contrario a la doctrina de la Iglesia que se ve afectada por dicha sentencia.

Todo empezó cuando el alcalde de Garisoain se empeñó en que la ermita de la localidad es propiedad del pueblo y no del arzobispado. Entonces presentó una demanda que ha acabado con la sentencia de marras. El alcalde está tan feliz que ahora pide al arzobispado que reconozca que la casa parroquial es también del pueblo. Yo no sé lo que acabará haciendo Mons. Francisco Pérez, pero si dependiera de mí, en los próximos años la romería de Garisoaín la iban a tener que hacer procesionando a la casa del señor alcalde. Y si finalmente se quedan con la casa parroquial, en ese pueblo no asomaría cura alguno hasta que alguien menos “listo” y “fanfarrón” ocupara la alcaldía. Pero como no soy ni seré el arzobispo de Pamplona-Tudela, supongo que la cosa no llegará a tanto.

Con todo, lo más grave no es que la sentencia le dé la razón al alcalde sobre la propiedad de la ermita. No, lo peor es que, según el abogado del ayuntamiento, el juez -o jueza- “hace una exposición muy sentida y clara de la distinción que hay entre la iglesia católica institucionalizada y el pueblo de Dios“. ¡¡¡Y se habrá quedado tan ancha la criatura después de semejante ejercicio de intromisión en un terreno que no es el suyo!!!

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