El escándalo benedictino-abortista Forcades sigue adelante
Sor Teresa Forcades se acaba de dar un baño de multitudes en Galicia. Leemos en El Correo Gallego:
Envuelta en una gran expectación, Teresa Forcades participó ayer en el XXVI Foro Encrucillada que se celebró en el Auditorio de Galicia bajo el título genérico Por unha nova espiritualidade.
La sala estaba completamente desbordada. Fue preciso colocar sillas supletorias y muchas personas se vieron obligadas a seguir la charla de pie. La religiosa benedictina, que firmó algún que otro autógrafo, concluyó que en este nuevo siglo la teología no tiene futuro “si no incluye a definitivamente la mujer".
El caso es que un día antes fue entrevistada por ese mismo periódico y, preguntada por el aborto, volvió a dar su parecer al respecto:
“Mi duda es si puede ser licito según la moral católica violar el derecho de autodeterminación de la madre para tratar de salvar la vida del hijo. El derecho a la autodeterminación es tan sustancial y tan absoluto como el de la vida”
Es decir, para esta monja benedictina, el derecho al aborto -o sea, la autodeterminación de la madre- es tan absoluto como el derecho a la vida.
El Cardenal Rodé ya le advirtió de que no siguiera por ese camino. Pero a ella le da igual. Tiene apoyos mediáticos, pseudo-eclesiales, sociales e incluso políticos más que suficentes como para sentirse poderosa en su tarea de rebelarse contra la enseñanza de la Iglesia. Y en la misma, al menos hasta el día de hoy, no hay un solo obispo o superior religioso de Sor Forcades con el coraje suficiente como para pedir a la Santa Sede que ponga fin a este sinsentido.
Un prelado me dijo hace no mucho tiempo que el problema es que desde determinados medios afines al Magisterio dábamos demasiada importancia a estos personajes. Y que no deberíamos de hacerles publicidad gratuita a sus herejías. Pero no ha sido InfoCatólica ni Religión en Libertad, por no salir de España, los que hemos conseguido que el Auditorio de Galicia estuviera ayer lleno a rebosar para escuchar a esta monja hablando de la Virgen María.
Siempre diré que la ciudadana Teresa Forcades tiene perfecto derecho a opinar lo que le venga en gana sobre el aborto, sobre la teología y sobre la Iglesia. Pero no como religiosa benedictina. Y si la Iglesia le permite seguir defendiendo como benedictina aquello que va en contra de sus enseñanzas, entonces se hace cómplice de sus errores. Y cuando digo la Iglesia, me refiero más bien a la jerarquía que mira para otro lado ante lo que está ocurriendo. Somos unos cuantos -supongo que muchos- los fieles que también pertenecemos a la Iglesia y que no nos conformamos, que nos escandalizamos y que alzamos la voz contra este gran absurdo. No queremos estar en la misma Iglesia que los abortistas, pero no tenemos autoridad alguna para evitarlo. Y no creemos que seamos nosotros los que sobramos.
En otras palabras, la defensa del derecho a la vida que hace la Iglesia se ve ridiculizado y pisoteado por la inacción de los pastores ante el éxito mediático de una simple monja abortera. Si aman a la Iglesia, si quieren defender de verdad a los inocentes que mueren antes de nacer en el ejercicio del “derecho a la autodeterminación” de sus madres, hagan ustedes el favor de expulsar a esa mujer, si no se convierte, de la comunión eclesial. Y si para ello hace falta involucrar al Santo Padre, que para más inri lleva el nombre de Benedicto, les ruego y les imploro que lo hagan. Y pronto, por favor.
Luis Fernando Pérez Bustamante