Posibles claves para entender lo que está sucediendo en España (I)
Érase una vez un pueblo que se había regido por jueces y por una ley que había recibido de Dios. Pero llegó una generación que quiso ser gobernada por un rey como ocurría con el resto de las naciones. Y así se lo pidieron a un profeta:
Entonces todos los ancianos de Israel se juntaron, y vinieron a Ramá para ver a Samuel y le dijeron: He aquí tú has envejecido, y tus hijos no andan en tus caminos; por tanto, constitúyenos ahora un rey que nos juzgue, como tienen todas las naciones. Pero no agradó a Samuel esta palabra que dijeron: Danos un rey que nos juzgue. Y Samuel oró al Señor.
Y dijo el Señor a Samuel: Oye la voz del pueblo en todo lo que te digan, porque no te han desechado a ti, sino a mí me han desechado, para que no reine sobre ellos. Ahora, pues, oye su voz, mas protesta solemnemente contra ellos, y muéstrales cómo les tratará el rey que reinará sobre ellos.
(1 Sam 8,9)
El profeta se puso a señalar al pueblo de Israel lo que le ocurriría en caso de tener rey:
Y refirió Samuel todas las palabras del Señor al pueblo que le había pedido rey. Dijo, pues:
“Así hará el rey que reinará sobre vosotros: tomará vuestros hijos, y los pondrá en sus carros y en su gente de a caballo, para que corran delante de su carro; y nombrará para sí jefes de miles y jefes de cincuentenas; los pondrá asimismo a que aren sus campos y sieguen sus mieses, y a que hagan sus armas de guerra y los pertrechos de sus carros.
Tomará también a vuestras hijas para que sean perfumadoras, cocineras y amasadoras. Asimismo tomará lo mejor de vuestras tierras, de vuestras viñas y de vuestros olivares, y los dará a sus siervos.
Diezmará vuestro grano y vuestras viñas, para dar a sus oficiales y a sus siervos. Tomará vuestros siervos y vuestras siervas, vuestros mejores jóvenes, y vuestros asnos, y con ellos hará sus obras. Diezmará también vuestros rebaños, y seréis sus siervos.
Y clamaréis aquel día a causa de vuestro rey que os habréis elegido, mas el Señor no os responderá".
(1ª Sam 8,10-18)
¿Piensan ustedes que el pueblo se echó atrás ante semejante advertencia? Pues no:
Pero el pueblo no quiso oír la voz de Samuel, y dijo: “No, sino que habrá rey sobre nosotros. Y nosotros seremos también como todas las naciones, y nuestro rey nos gobernará, y saldrá delante de nosotros, y hará nuestras guerras".
(1ª Sam 8-19-20)
Lo que ocurrió después ya lo saben ustedes. Y si no, lean la Biblia. Efectivamente, se cumplió lo advertido por el Señor. De hecho, ese pueblo acabó dividiéndose en dos reinos, al frente de los cuales estaban dinastías cuyos miembros, salvo excepciones, parecían competir entre sí para ver cuáles eran más perversos. Abandonaron la ley de Dios y se entregaron al caos.
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