10.03.16

Sor Patrocinio no podía caer en el Olvido

Si les digo que tengo la convicción de que Sor Patrocinio es una de las hijas más preciosas de la Iglesia en España, seguramente se pregunten si no me habrá dado un pasmo. Efectivamente, ¿cuántos de ustedes han oído hablar una concepcionista franciscana española del siglo XIX que fue mística, profeta, estigmatizada, visionaria, fundadora?

Semejante alma fue tan bella por obra del Alfafero divino como ha sido desconocida para los católicos de hoy en día. Pero el Señor sabe cuándo y cómo ha de brillar aquello que nace de sus manos para mayor gloria suya. Y para dar a conocer el derroche de sus gracias sobre aquella mujer, que había elegido para adornar de santidad el camino de la Iglesia en España durante prácticamente todo el s. XIX (1811-1891), se ha valido de Javier Paredes, historiador católico, que honra con su trabajo tanto su vocación profesional como su don bautismal.

Don Javier nos ha regalado el libro “Las llagas de la monja". Miren, yo podría hacer una reseña larga, cuidada, con citas de la obra acá y allá. Pero no dejaría de ser una reseña más. Casi es mejor que les copie el mensaje que envié a Javier el pasado 1 de marzo:

“Sor Patrocinio me tiene prendado".

Con eso digo todo. Si en algo estiman ustedes mi opinión, compren el libro. Y si quieren dar un gran regalo a alguien a quien estimen, compren otro ejemplar.

A esto hay que añadir que con el libro del profesor Paredes no solo conocemos la vida de Sor Patrocinio, sino mucha de las claves de la historia de España, no solo del siglo XIX, sino de lo que ocurriría después. Al leer “Las llagas de la monja” vemos persecución religiosa, vermos odio a la Iglesia, vemos superiores religiosos tibios, vemos mártires que, incomprensiblemente, no han alcanzando el reconocimiento de su martirio ni siquiera en forma de beatificación. Mucho antes de que los “rojos” derramaran sangre de católicos en este país, lo habían hecho los liberales, que tan buena fama tienen hoy en muchos círculos católicos aburguesados. Si algo odian los enemigos de la Iglesia es a los santos que demuestran con su vida que lo sobrenatural no solo existe, sino que puede llenar una vida entera. Ese es el caso de esta hija de San Clemente (Cuenca). Por eso buena parte de su vida fue llevada de acá para allá, intentando que tanta santidad no prendiera fuerte en otras almas, especialmente la de la reina Isabel II. 

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9.03.16

Se cancela el Retiro Espiritual del gurú en Huelva

Bien está lo que bien acaba. Nos han confirmado que se ha suspendido el “Retiro Espirirual de Semana Santa” a cargo de Swami Purohit, que iba a celebrarse en la casa diocesana Nuestra Señora de la Cinta de la diócesis de Huelva.

Nadie está libre de cometer un error y seguramente las religiosas responsables del centro no se dieron cuenta de la verdadera naturaleza del evento. Es bastante probable incluso que las engañaran.

En todo caso, una vez solucionado el problema cabe felicitarse por la pronta actuación del obispado. Espero que todo esto sirva para que las casas de retiros espirituales en manos de la Iglesia no se cedan a quienes orgnizan retiros de una espiritualidad que no tiene nada que ver con nuestra fe.

Paz y bien,

Luis Fernando Pérez Bustamante

6.03.16

3.03.16

De la esclavitud del pecado a la libertad de la santidad

Pues el salario del pecado es la muerte; en cambio el don de Dios es la vida eterna en Cristo Jesús, Señor nuestro.
Rom 6,23 

Aquellos a quienes se nos ha concedido el don de amar a Dios -”Nosotros amamos, porque Él nos amó primero” 1 Jn 4,19-, necesariamente hemos de recibir el don de librarnos de la esclavitud del pecado en nuestras vidas. 

San Juan nos deja muy claro en qué consiste amar a Dios:

Todo el que cree que Jesús es el Cristo, ése ha nacido de Dios; y todo el que ama a quien le engendró, ama también a quien ha sido engendrado por Él.  En esto conocemos que amamos a los hijos de Dios: en que amamos a Dios y cumplimos sus mandamientos. Porque el amor de Dios consiste precisamente en que guardemos sus mandamientos; y sus mandamientos no son costosos.
1 Jn 5,1-3

No siempre sabemos valorar el glorioso regalo que hemos recibido de Dios, que a pesar de nuestros pecados nos engendró en Cristo para hacernos vivir en la libertad de los hijos de Dios. A pesar de lo cual, muchos vivimos todavía, en mayor o menor medida, atados a nuestra naturaleza carnal, cuando en realidad somos llamados a vivir según el Espíritu:

Los que viven según la carne sienten las cosas de la carne, en cambio los que viven según el Espíritu sienten las cosas del Espíritu. Porque la tendencia de la carne es la muerte; mientras que la tendencia del Espíritu, la vida y la paz. Puesto que la tendencia de la carne es enemiga de Dios, ya que no se somete -y ni siquiera puede- a la Ley de Dios. Los que viven según la carne no pueden agradar a Dios.
Rom 8,5-8

No es poca cosa que entendamos la enorme diferencia entre vivir en la carne o vivir en el Espíritu:

Así pues, hermanos, no somos deudores de la carne de modo que vivamos según la carne. Porque si vivís según la carne, moriréis; pero, si con el Espíritu hacéis morir las obras del cuerpo, viviréis. Porque los que son guiados por el Espíritu de Dios, éstos son hijos de Dios.
Rom 8,12-14

Bien sabe el Señor que aunque hayamos recibido el don de la vida eterna, todavía somos débiles y pecamos. Es por ello que nos concede el regalo del perdón en Cristo:

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1.03.16

P. Chus, ¿desde cuándo la solución a la herejía pelagiana es la herejía luterana?

Sin mérito alguno por nuestra parte, porque de lo que recibimos damos, sin la menor duda InfoCatólica es el portal católico de internet donde más y mejor se escribe sobre la gracia y en contra de las doctrinas heterodoxas que la combaten. En ello se aplicó el P. Iraburu en multitud de posts de su blog “Reforma o Apostasía” (dieron lugar al libro “Gracia y libertad”), en ello se aplican de forma habitual Eudaldo Forment, Néstor Martínez y Alonso Gracián, y en ello nos aplicamos otros blogueros de forma más ocasional.

Si algo nos caracteriza a todos, con los matices que se quieran, es nuestra insistencia en señalar el peligro de la espiritualidad pelagiana y/o semipelagiana. Por eso, me ha causado gran impacto leer en Alfa y Omega el siguiente titular

La herejía que más preocupa al Papa: el pelagianismo en la Iglesia de hoy

Tras dicho titular, llega la siguiente introduccion:

El Papa Francisco no deja de alertar sobre el riesgo de volvernos pelagianos, una herejía condenada por la Iglesia hace siglos y que sin embargo está introducida de manera sibilina en nuestra vida diaria. El dominico Chus Villarroel lleva décadas escribiendo y alertando sobre este peligro, pero sobre todo predicando que el amor de Dios, ante todo, es gratuito, y que «más que hacer, se trata de dejarse hacer»

“No va mal la cosa", me he dicho. Precisamente en mi post de hace un par de días hablaba de ese “dejarse hacer” de la siguiente manera:

El santo abandono en la voluntad de Dios -que no tiene nada que ver con un quietismo estéril- no está precisamente de moda.

Mientras leía la entrevista al P. Chus Villarroel, todo iba bastante bien hasta que he llegado a esta pregunta y su correspondiente respuesta (negritas mías):

¿Cómo se vive la gratuidad en el día a día?

La gratuidad trae consigo que el Espíritu Santo te hace ver que no es tu obra, sino que es obra de Dios. Una consecuencia es que se te quita el peso de la salvación, no lo llevas tú. Y el pecado y la lucha contra el pecado dejan de ser el centro de la vida espiritual, ya no estás centrado en el combate, en los sacrificios, en las cautelas de todo tipo, en la condena, etc. Cuando todo gira en torno al pecado, te olvidas de la fuente. ¿Pero qué importancia tiene tu pecado cuando vives en compañía de Aquel que ha muerto gratuitamente por ese pecado? Aunque lo vuelvas a cometer, por tu debilidad, ya no es lo mismo.

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