Bajo el ala de un arcángel
Para celebrar la fiesta de los santos Arcángeles, no se me ocurre nada mejor que traer al blog estos versos de Michel Houellebecq, uno de esos ateos que ven claramente el horror de un mundo sin Dios y sienten la poderosa atracción de la fe católica:
Es cierto que este mundo donde respiramos mal
ya no nos inspira más que un asco manifiesto,
un deseo de huir sin esperar las vueltas,
y ya no leemos los titulares del diario.Queremos regresar a la antigua morada
donde vivieron nuestros padres bajo el ala de un arcángel,
queremos reencontrar esa moral extraña
que santificaba la vida hasta su última hora.
Ojalá tengamos la humildad de aprender del ateo/agnóstico que Dios nos envía hoy como profeta en estas líneas. Si Dios se valió de Caifás, de Balaam y hasta de su burra para enviar una palabra suya a los hombres, ¿por qué no va a elegir también a un ateo de vida desastrosa, pero que en algunas cosas ve más lejos que muchos católicos abotargados por la sociedad del bienestar?