Queja ante la Congregación para la Doctrina de la Fe
Con ocasión del anuncio de Luis Fernando Pérez Bustamante, en su blog , de su intención de presentar una queja ante la Congregación para la Doctrina de la Fe con respecto a las declaraciones públicas del P. Masiá sobre la virginidad perpetua de Nuestra Señora, se ha levantado una cierta polvareda.
Como siempre sucede, las pasiones se han disparado y han volado los insultos en todas las direcciones. En mi opinión, los insultos no añaden nada. Hablar de “delator”, “chivato”, etc. no tiene más sentido que descalificar a los que usan esos términos sin ninguna justificación. Apelar a la Congregación para la Doctrina de la Fe (ya sea en el Vaticano o en la Comisión del mismo nombre de la Conferencia Episcopal) en un caso concreto, es algo perfectamente legítimo, creo yo.

En los últimos días, el P. Juan Masiá ha escrito una serie de artículos titulados
En una de las iglesias católicas de Bangkok, a más de 10.000 kilómetros de España, me hizo ilusión ver varias imágenes de santos españoles. Una de ellas, colocada en un lugar especial dentro de la iglesia, era de San Francisco Javier, el gran apóstol de la evangelización de Asia.
La mayoría de los lectores habrán escuchado o visto estos días los anuncios que la Conferencia Episcopal ha pagado en radio y televisión para animar a la gente a elegir la colaboración con la Iglesia en su declaración de Hacienda. El lema de este año es “Cada vez más, necesitamos tu compromiso”.








