11.08.07

Cristianos de ayer y de hoy (VII): Ambrosio, obispo de Mil

Nacido en la Galia, en el año 340, como hijo de un procurador romano. Siendo aún catecúmeno, fue elegido obispo de Milán por aclamación de los cristianos, que vieron en el a un enviado de Dios para solucionar los problemas causados por el arrianismo.

San Ambrosio de Milán fue un gran teólogo y Doctor de la Iglesia, enamorado de la Sagrada Escritura, compositor de muchos himnos, defensor de la divinidad de Cristo y protector de los pobres a los que entregó todos sus bienes. Era un predicador incansable y el propio San Agustín, tras convertirse, fue bautizado por él.

Leer más... »

10.08.07

Hay sitios en los que no hay que estar

Un tema que preocupaba mucho a los primeros cristianos era el de la incompatibilidad de ciertas profesiones con el cristianismo. Un catecúmeno, para poder bautizarse, tenía antes que renunciar a su trabajo si éste no era adecuado para un cristiano. Por ejemplo, varios trabajos de la antigüedad implicaban la necesidad de participar en el culto a los ídolos, cosa que un cristiano no podía hacer.

No crean que esto es algo del pasado, en nuestro tiempo sucede mucho más frecuentemente de lo que se cree. En el Reino Unido, por ejemplo, se ha aprobado este año una ley que defiende una interpretación radical de los derechos de las personas homosexuales, prohibiendo cualquier diferencia con los matrimonios heterosexuales, incluido en lo referente a la adopción. En consecuencia, las agencias de adopción están obligadas a aprobar, sin posibilidad de objeción de conciencia, las adopciones por parte de parejas homosexuales en igualdad de condiciones que las demás parejas. El obispo escocés de la foto acaba de declarar públicamente que, si se obliga a las agencias de adopción católicas a entregar niños en adopción a parejas homosexuales, estas agencias cerrarán.

Leer más... »

9.08.07

Los documentos de la Iglesia y la catedral de Zamora

Hace algún tiempo, una comentarista de este blog reconocía, algo avergonzada, que no solía leer los documentos eclesiales que se van publicando. No me avergüenza reconocer que a menudo me sucede lo mismo.

La excesiva abundancia de estos documentos hace que sea imposible leerlos todos. Además, los discursos, cartas pastorales, documentos, declaraciones y otros muchos escritos de las diversas instituciones eclesiales, con laudables excepciones, tienden a ser fríos, impersonales, muy pesados y excesivamente largos.

Leer más... »

4.08.07

Mezclemos

Hace años, cuando era catequista en la parroquia de un pequeño pueblo cercano a Madrid, el párroco decidió invitar a todos los catequistas a pasar el día en Guadalupe, como celebración del final de la catequesis de ese curso.

Quienes conozcan Guadalupe podrán imaginar que fue un día bonito, de convivencia, visita del monasterio, paseos, etc. Me llamó la atención, sin embargo, que en toda la programación del día no se había previsto un tiempo para que pudiéramos celebrar la Eucaristía juntos, a pesar de que íbamos con el párroco. Le pregunté al párroco y se me quedó muy grabada su respuesta: “Ahora estamos de vacaciones. No hay que mezclar las cosas”.

Leer más... »

3.08.07