Qué diferencia
La celebración de hoy, día de Todos los Difuntos, me ha traído a la memoria el pequeño pueblo de Turre, en la provincia de Almería, por el que pasé este verano con mi familia. Otro día contaré algunas otras cosas que me gustaron de este pueblo, pero hoy me voy a limitar a un pequeño detalle.
Mientras mi mujer y mi hijo dormían la siesta, mi hija Cecilia y yo dimos una vuelta y entramos en el cementerio del pueblo. Allí, después de refrescarnos con el agua de una fuente, nos llamó la atención una sencilla placa, junto a una de las tumbas. Se trataba de un panteón pequeño, familiar, y quienquiera que lo construyera había escrito en la puerta: “Dichosos los que oran por los difuntos, tienen el oficio de los ángeles del cielo”. Me gustó mucho la frase. Especialmente por su contraste con la mayoría de las tumbas, que se limitaban a proclamar al mundo: “Propiedad de X.”.