Regalo cadena de plata
La semana pasada, tuve que hacer un viaje de quinientos kilómetros de ida y otros tantos de vuelta conduciendo, en sólo dos días. En condiciones normales, el tour de force automovilístico habría sido una fuente de pesadez, fatiga y aburrimiento. El viaje, sin embargo, fue una delicia, porque me acompañó Juanjo Romero, del blog De Lapsis. Nos pasamos las diez horas de viaje hablando sin parar y, además, hablando de Dios y de sus cosas, el tema de conversación más interesante que puede haber. Disfruté tanto que, cuando llegamos, a la ida y a la vuelta, pensé sinceramente que era imposible ya estuviésemos en nuestro destino, porque no podía haber pasado más de una hora de camino.
Como es lógico, no puedo proporcionar a los lectores un viaje de diez horas con buena compañía para que hablen a placer sobre las cosas que merecen la pena. Pero puedo hacer algo parecido: voy a recomendarles un libro que es como una deliciosa conversación sobre las cosas de Dios con una veintena de cristianos que fueron grandes escritores y pensadores. Se trata de la Catena Argentea, de Jack Tollers.