Japón, bien dispuesto para la fe
Estos días, se ha discutido mucho el tema de la evangelización, a raíz de la elección del nuevo Padre General de los jesuitas, que ha trabajado durante años en Japón. He leído ya muchos comentarios y artículos que defienden que la evangelizacion, entendida como anunciar el Evangelio a los que no lo conozcan para que, con la gracia de Dios, se conviertan al cristianismo, ya no tiene sentido y debería ser sustituida por el diálogo en pie de igualdad entre las distintas religiones.
En este contexto, me ha parecido oportuno tratar brevísimamente el tema de la evangelización de Japón, ofreciendo algunos datos de la admirable historia del cristianismo en ese país. Quizá, si superamos el estúpido complejo de superioridad de nuestra época, podamos aprender algo de los que nos han precedido.

. Entre las mejores novelas de detectives de todos los tiempos se encuentran, a mi juicio, las historias del Padre Brown, de Chesterton. En ellas, el protagonista es un “pobre cura de parroquia”, bajito, anodino y con aspecto despistado que aplica la razón y el sentido común a resolver los enigmas y delitos que suceden en su entorno.
Movido por la natural curiosidad, al enterarme de que el español Adolfo Nicolás ha sido elegido nuevo General de la Compañía de Jesús, navegué un poco por la red, buscando información sobre él y, la verdad, deseando encontrar que es un hombre de Dios y lo que necesite la Compañía para el momento actual. Siempre he tenido un gran cariño a San Ignacio aunque no he conocido a casi ningún jesuita.
He leído que, en la Congregación General de los jesuitas que se está celebrando estos días se leyó un texto del P. Ellacuría, que incluía las siguientes frases: “Y ante este pueblo crucificado, preguntarse: ¿qué he hecho yo para crucificarlo?, ¿qué hago para que lo descrucifiquen?, ¿qué debo hacer para que este pueblo resucite?”. Estas frases me han sugerido algunas reflexiones, a vuelapluma y sin ningún orden sistemático, que quizá puedan tener algún interés.
Ayer por la mañana, este blog superó la cifra de cien mil visitas, acumuladas a lo largo de sus ocho meses y medio de vida. En ese tiempo ha recibido, además, unos 2.500 comentarios de los lectores, más otros tantos que suponen mis respuestas a los mismos.








