Aquellos dominicos holandeses
Como todo el mundo sabe, por razones de audiencia, es habitual que los medios resalten con titulares las noticias escandalosas relacionadas con la Iglesia y, en cambio, releguen al olvido la solución que se ofrece a las mismas, que generalmente se produce al modo pausado y tranquilo propio de la Iglesia.
Quizá los lectores se hayan preguntado qué sucedió con aquellos dominicos holandeses de los que tanto . Me refiero a un grupo de tres dominicos que envió en septiembre del año pasado a las parroquias holandesas un documento denominado Kerk en Ambt. En él proponían, para solucionar la falta de sacerdotes en las diócesis de los Países Bajos, una serie de cambios totalmente revolucionarios.

Como traductor, paso mucho tiempo buscando la palabra exacta (le mot juste, como dicen los franceses) para una frase o para definir un concepto. Precisamente por ello, me alegro cuando encuentro, en un artículo o en un libro, un término que expresa con precisión algo difícil de definir.
Me ha llamado la atención un blog de Periodista Digital, de contenido filosófico, que afirmaba:
No es fácil decidir sobre el peor argumento que he encontrado en mi vida en la defensa de una postura o de una idea, porque hay muchos candidatos para el puesto. Mejor dicho, hasta hoy no me resultaba fácil tomar una decisión, pero, después de leer el recogido hoy por el blog 21RS, la cosa ha quedado meridianamente clara. Se acabaron las dudas.
En vez de cansar hoy a los lectores con mis disquisiciones, voy a aconsejarles una página de Internet que puede que no conozcan y que creo que es muy interesante. Se trata de un , creado por Catholic.net. No se lo pierdan, porque hay decenas de testimonios fantásticos.



