El sofisma en torno a Queiruga
Me ha resultado muy curioso leer los distintos artículos y comentarios relativos a la posible condena de posturas del teólogo gallego Torres Queiruga por la Comisión para la Doctrina de la Fe de los obispos españoles. Mi impresión es que, generalmente, se tiende a plantear la cuestión como un sofisma.
Este sofisma se puede expresar de varias formas, pero, en esencia, se basa en afirmar que los libros de Torres Queiruga han hecho mucho bien a distintas personas y que, por lo tanto, los intentos de la jerarquía eclesiástica por corregir a este teólogo son un abuso de autoridad y algo inaceptable. Se dice o se sugiere que condenar la teología de Queiruga sería condenar todo el bien que han recibido esas personas de sus obras y que eso sería absurdo. Se alegan, además, testimonios personales que dicen que se trata de un hombre bueno, entregado y estupendo.