La solución definitiva para el problema de las vocaciones
Un sacerdote norteamericano llamado Andrew Greeley ha tenido una idea genial y revolucionaria para solucionar la falta de vocaciones al sacerdocio. Y no se trata de una simple intuición, sino del resultado de una “investigación sociológica sobre el sacerdocio durante más de treinta años”. Ya esto resulta admirable. No le bastó decir “soy sacerdote y tengo una idea bastante precisa de lo que es el sacerdocio, por no hablar de lo que dicen la Teología y la doctrina de la Iglesia sobre el tema”. No, reconoció que quien debe decirnos lo que es el sacerdocio es una ciencia exacta y matemática como es la sociología y dedicó tres décadas a investigar la cuestión sociológicamente.
¿En qué consiste su idea? Muy sencillo. Lo que ha hecho ha sido analizar en primer lugar cuál es el verdadero problema que explica la falta de vocaciones. ¿La falta de fe? No. ¿El secularismo y el consumismo? No. ¿Quizá la hipersexualización de nuestra sociedad? No. ¿La incapacidad o dejación de los padres en la transmisión de la fe a los hijos? No. Mucho más fácil que todo eso. Lo teníamos delante de nuestros ojos y no nos habíamos dado cuenta. El problema está en que ser cura es “para toda la vida” y eso es mucho tiempo.