Más cerca de la unidad
Muy poco a poco, las cosas van cambiando en las relaciones entre católicos y ortodoxos. Por supuesto, siempre hemos tenido una esperanza teologal de que Dios podía hacer milagros y conseguir la reconciliación de la Ortodoxia con la Iglesia Católica. En las últimas décadas, sin embargo, los avances en este campo han hecho que, además de la esencial esperanza teologal, empiece a apuntar también una cierta esperanza humana de que la unidad con los ortodoxos esté más cerca.
Sería difícil resumir todos los hechos que llevan a pensar algo así: desde el impulso a unas nuevas relaciones con Pablo VI, hasta la admiración ortodoxa por la teología de Benedicto XVI y la creación de la “vía anglocatólica” a la unidad, pasando por la estima de Juan Pablo II por el “otro pulmón” oriental de la Iglesia y el inicio de conversaciones teológicas. Las relaciones en particular con los Patriarcas de Constantinopla son muy buenas desde Atenágoras y muchos otros patriarcas y obispos ortodoxos han ido siguiendo este ejemplo de los Patriarcas Ecuménicos.