La fe hecha piedra
Hace tiempo, hablábamos en este blog del horrendo adefesio diseñado por Barceló en la Capilla del Santísimo de la Catedral del Palma de Mallorca. Un horror que, lejos de mover a la oración y a la contemplación, provocará pesadillas en los fieles más impresionables. Y probablemente suponga unos añitos más de purgatorio para los responsables eclesiásticos del encargo.
Hoy, me alegro de poder hablar de arte religioso del bueno: Una nueva estatua de San Marón que será colocada en una de las hornacinas vacías del Vaticano y que se puede ver en la foto (en una versión más grande, al final del artículo). Esta imagen impresionante tiene cinco metros de altura, pesa veinticinco toneladas y está esculpida en mármol de Carrara. Es obra de Marco Augusto Dueñas.