Santos por las calles de Nueva York: El sacerdote más popular del siglo XX
PATRICK PEYTON PROMOVIÓ EL REZO DEL ROSARIO ENTRE MILLONES DE PERSONAS
Pocos sacerdotes fueron tan conocidos en el siglo XX -y sin duda ninguno llegó a tantos millares de personas- como el mediático P. Patrick Peyton, el apóstol del rezo del rosario en familia. Supo usar los medios de comunicación modernos de su tiempo para difundir el mensaje que él veía más necesario en este convulso siglo: el poder de la oración para pacificar los hogares y el mundo entero.
Patrick Peyton nació el 9 de enero de 1909 en la parroquia de Attymass, Condado de Mayo, al oeste de Irlanda, sexto de los nueve hijos del matrimonio entre John Peyton y Mary Gillard Peyton. Su familia vivió en medio de la pobreza material, que se venía arrastrando desde la llamada “gran hambruna” o “hambruna irlandesa de la patata” de mediados del siglo XIX, provocada por una plaga natural en el cultivo de la patata, tan importante en aquel país, pero también por una respuesta negligente del gobierno inglés, que muchos historiadores han visto como claramente intencionada, de modo que algunos han llegado a hablar de intento de genocidio del pueblo irlandés.
Así, uno de los autores del informe sobre dicha hambruna elaborado en Nueva York a finales del siglo XX, afirmaba: “Es evidente que entre 1845 y 1850, el Gobierno británico aplicó una política de hambre masiva en Irlanda con la intención sustancialmente de destruir el grupo nacional, étnico y racial comúnmente conocido como el Pueblo Irlandés… Por lo tanto, durante los años 1845-1850, el Gobierno británico a sabiendas siguió una política de hambre masiva en Irlanda que constituyó actos de genocidio contra el pueblo irlandés en el sentido del artículo II de la Convención sobre el Genocidio [La Haya] de 1948”. Esta hambruna motivó dos millones de desplazamientos y otros tantos emigraron a Gran Bretaña, Estados Unidos, Canadá, Chile, Argentina y Australia en lo que se conoció como la Diáspora Irlandesa. Entre muertes y migraciones, Irlanda perdió más de un cuarto de su población.
Los Peyton vivían en una pequeña cabaña en medio del campo, cerca de las Ox Mountains y sufrían como tantos compatriotas suyos las consecuencias de la hambruna, a pesar haber pasado varias décadas. Por eso, como era habitual en las familias, varios hijos emigraron a Estados Unidos, precedidos por una de las hijas, Nellie, que se estableció en Pennsylvania. Pero la pobreza material contrastaba con la enorme fortaleza espiritual y unión promovidas e inspiradas por su padre, frutos del rezo diario del rosario. En una ocasión el P. Patrick contó que “En la aldea de mi padre donde pase mis primeros diez y nueve años, me llegue a sentir muy cerca de Dios. Los domingos, los caminos como los rayos de una rueda que llegan a su centro, estaban llenos de pequeños grupos de devotos caminando hacia la capilla que estaba al pie de una montana. En esa capilla el sacerdote y los feligreses, la misa donde escuchamos la palabra de Dios y el Tabernáculo reflejaban la presencia de Cristo. En mi casa, María se hacía presente cada noche mientras rezábamos el Rosario en familia.”