8.02.23

El camino hacia la fe católica

El triunfo de San Hermenegildo (Museo Nacional del Prado)

El rey Leovigildo, que profesaba el arrianismo, fue empujado a posturas más radicales contra los católicos por su mujer Gosvintha, viuda del anterior rey Atanagildo.

Las dos hijas del matrimonio entre Gosvintha y Atanagildo se habían casado con reyes francos católicos, por lo que antes de sus bodas abrazaron la fe de sus nuevos reinos. El hecho de que la hija mayor fuera maltratada y asesinada por su marido causó un profundo dolor a la reina visigoda y, posiblemente, fuera la causa de ese resentimiento visceral contra el catolicismo que la acompañó hasta la muerte.

Leovigildo quería conseguir la unidad política de sus territorios y de su población (formada por los propios visigodos, los hispano-romanos y los suevos, cuyo reino había ido conquistando progresivamente). La unidad religiosa era una buena herramienta para lograr esa unificación, y él consideraba la opción arriana como la mejor, puesto que eran católicos todos sus enemigos: francos del norte, suevos del oeste y bizantinos del levante peninsular. Para facilitar las cosas promovieron un semiarrianismo que pudiera resultar más aceptable a la población católica.

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23.01.23

14.01.23

Kempis visigodo

Como estaba previsto, la editorial EDIBESA ha publicado una selección de breves sentencias de los Santos Padres Hispanos (san Leandro, san Isidoro, san Fructuoso, san Ildefonso, san Julián, san Braulio, etc.)

La clasificación original de esta especie de “Kempis visigodo” la realicé por temas, agrupando las referidas a Dios, a la Iglesia, a la oración, a la Vida eterna, y otras cuestiones espirituales. También podrían estar agrupadas por autores, y por tanto siguiendo un orden cronológico. Sin embargo, las características de la colección “366 textos de…” nos exigían distribuirlas en los días del año. En todas aparece el autor, y así a cada lector le pueden servir para su meditación personal decidiendo en qué aspecto de su vida cristiana le puede ayudar.

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27.12.22

Escuelas católicas... visigodas

Jesús MaestroLa educación ha estado siempre presente en la obra de la evangelización de la Iglesia: su presencia en la promoción de la cultura y en la creación de instituciones educativas ha buscado explicar, ilustrar y demostrar el mensaje de la fe, partiendo del conocimiento de la Creación y de las capacidades intelectuales del ser humano.

La Iglesia educa, en primer lugar, para transmitir el mensaje de Cristo a las nuevas generaciones y para que así puedan hacerse cristianas; es lo que llamamos «la iniciación cristiana», que se realiza en cada persona normalmente con la colaboración de la familia, la parroquia y la escuela.

La educación de la Iglesia sirve también para mostrar de manera concreta el ideal evangélico de que todos somos hermanos, puesto que se pretende transmitir el conocimiento a todos, y especialmente a los más pobres. Solo hay que pensar en la cantidad de iniciativas dirigidas a la educación de los más necesitados de la sociedad que ha habido a lo largo de la historia. Esto muestra que el cristianismo no es contrario al desarrollo material y cultural del ser humano, sino que tiene como misión perfeccionarlo y elevarlo mediante la aportación de un sentido trascendente. La Iglesia, como maestra de humanidad, educa para formar personas de manera íntegra y plena, imitando a Jesús, el maestro de Nazaret.

Tras la caída del Imperio romano y la formación de los diversos reinos, proliferaron escuelas episcopales para formar a los candidatos al sacerdocio: el II Concilio de Toledo del año 527 prescribió en su canon I que los jóvenes oblatos, una vez tonsurados, fueran educados por la Iglesia, bajo la tutela del obispo local, por una persona encargada especialmente de su educación, y que vivieran junto al obispo en la «Domus Ecclesiae», la «Casa de la Iglesia». Las escuelas monásticas —que ya habían aparecido con el monacato en Oriente— cultivaban la formación intelectual y la espiritual en los novicios.

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14.12.22