Evangelizando a todo un pueblo
San Martín de Dumio o de Braga, apóstol de los suevos.
Nacido en la región de Panonia, en la actual Hungría en el año 520, leyó mucho en su juventud al estoico Séneca, relacionando su filosofía con la doctrina de san Pablo. Ordenado sacerdote se trasladó a Palestina para visitar los Santos Lugares, y allí residió durante varios años, entrando en contacto con el floreciente monacato que se desarrollaba en las montañas de Judea. Se cree que por entonces aprendió el griego, algo que en occidente ya empezaba a ser raro, y tradujo del griego al latín las Sentencias de los Padres Egipcios.
Impulsado por el Espíritu Santo en el deseo de anunciar el Evangelio hasta los confines de la tierra llegó como misionero hasta Galicia, donde influyó mucho en la cristianización y romanización de los suevos allá por el año 560. Su santo paisano, también llamado Martín, obispo de Tours en el siglo IV, había asumido la misma misión de evangelizar a los suevos, tribu originaria de su lugar de nacimiento.