Maestros: Amor y Humildad
El maestro es un puente entre el alumno y la verdad; y los puentes se pasan, se pisan y se olvidan.
Muchas veces nos falta humildad a los maestros. Caemos en la tentación de la soberbia. Nos creemos muy importantes, casi omnipotentes. Y como no podemos casi nada, nos quemamos y andamos todo el día insatisfechos, estresados, agobiados, quemados. Tenemos que relajarnos: nosotros no somos Dios. Llegamos hasta donde llegamos. Pero solo Dios es Dios. Lo que pasa es que nos falta fe. No acabamos de creer en Dios. Y nosotros creemos que haríamos las cosas mucho mejor que Él. Nosotros no permitiríamos los divorcios que hacen daño a nuestros niños. No permitiríamos las enfermedades ni la muerte de nuestros seres queridos. No consentiríamos las injusticias y haríamos llover fuego del cielo para que acabara con los ladrones, con los asesinos, con los violadores, con los corruptos, con los mentirosos, con los irresponsables, con los vagos que no hacen lo que debieran hacer, con los… Esperen un momento: ¿quedaría alguien vivo sobre la faz de la tierra? Probablemente no. Dejemos que Dios sea Dios. Ni la enfermedad ni el dolor ni el sufrimiento ni nada nos puede apartar del amor de Dios.
Tenemos que pedir fervientemente al Señor que aumente nuestra fe y que nos cambie la soberbia por la humildad de los santos.