¡Ay de los pastores que maltratan a las ovejas de su rebaño!
¡Ay de vosotros los ricos, porque ya habéis tenido vuestra alegría!
¡Ay de vosotros los soberbios que os creéis mejores que Dios mismo y le enmendáis la plana sin rubor ni temor de Dios!
Él hace proezas con su brazo:
dispersa a los soberbios de corazón,
derriba del trono a los poderosos
y enaltece a los humildes,
a los hambrientos los colma de bienes
y a los ricos los despide vacíos.
¡Ay de vosotros los que ahora estáis satisfechos, porque tendréis hambre!
¡Ay de vosotros, los poderosos, los obispos y cardenales que traicionáis al Señor como Judas!
¡Ay de vosotros los que ahora reís, porque vais a llorar de tristeza!
¡Ay de los que sin fe pretendéis bendecir el pecado nefando, los que profanáis la Eucaristía!
¡Ay de los herejes y apóstatas que lleváis la Iglesia a la ruina! ¡Pobres de vosotros!
¡Ay de vosotros cuando todos os alaben, porque así hacían los antepasados con los falsos profetas!
«¡Ay de los pastores que desprecian y maltratan las ovejas de mi rebaño!», dice el Señor.
Por eso, así habla Dios de los pastores malvados: «Vosotros habéis dispersado mi grey, la habéis descarriado y no habéis cuidado de ella. He aquí que voy a visitaros por la maldad de vuestras obras», oráculo de Yahvé.
Porque la tierra está llena de adúlteros; a causa de la maldición, la tierra está en duelo; se han secado los oasis del desierto; los impíos corren tras la maldad y su fuerza es la injusticia.
Porque hay tantísimos sacerdotes, obispos y cardenales impíos… y han llenado Roma y el mundo de sus perversidades, de sus herejías y sus idolatrías; y han profanado el templo santo de San Pedro con sus blasfemias y sus sacrilegios, porque cambiaron a Cristo por ídolos paganos. Y el celo por el Señor me consume.
Y en muchos pastores que deberían cuidar y velar por la salvación de las almas de los fieles del Señor, hemos visto fornicaciones, falsedades y abusos: los que deberían ser santos cometen impurezas y violaciones, viven en la mentira y trabajaban día y noche para que ninguno se convierta de su maldad: son todos ellos como Sodoma y Gomorra. Pretenden que Dios amará y acogerá, no solo a los pecadores arrepentidos, sino que bendecirá incluso el pecado de quien no se convierta. Ya no hace falta cumplir los mandamientos ni confesarse: todos pueden comulgar y todos iremos al cielo. Así discurren estos pastores malvados: herejes que ofenden a Dios día y noche.
Conociendo a Dios y su Ley Eterna, no le glorifican ni le dan gracias, sino que se cerró su entendimiento, viniendo a oscurecerse su insensato corazón; y alardeando de sabios, se hicieron necios y cambiaron la gloria del Dios incorruptible por la Pachamama; y la vida eterna, por la conversión ecológica.
¡Ay de los pastores que tienden puentes al pecado y derriban los muros de contención de la iniquidad!
Dios entregó a los pastores asesinos de almas a los deseos de su corazón; a la impureza, con la que deshonran sus propios cuerpos, pues cambiaron la verdad de Dios por la mentira, y adoraron y sirvieron a la criatura en lugar del Criador, que es bendito por los siglos, amén.
Dios los entregó a su réprobo sentir y a llenarse de toda clase de injusticia, malicia, avaricia, maldad; llenos de envidia, dados al homicidio, a contiendas, a engaños, a malignidad; chismosos, calumniadores, aborrecidos de Dios, ultrajadores, orgullosos, fanfarrones, inventores de maldades, rebeldes a los padres, insensatos, desleales, desamorados, despiadados; los cuales, conociendo la sentencia de Dios que quienes tales cosas hacen son dignos de muerte, no sólo las hacen, sino que aplauden a quienes las hacen por puro odio a Nuestro Señor.
Por eso he aquí que Dios levantará y arrojará de su presencia a todos los herejes y apóstatas y los entregará a eterno oprobio, a eterna vergüenza, que jamás será olvidada.
La sana doctrina está siendo sustituida por la herejía; la Ley Eterna de los Mandamientos, por la primacía de la subjetividad y por la moral de situación (que es inmoral y satánica); el ritual litúrgico, por la improvisación sacrílega.
Nos quieren cambiar la fe. Pero yo no aceptaré nunca esa falsa religión.
¡Pobre de mí! ¿Acaso he nacido para ver la ruina de mi Iglesia y la destrucción de la ciudad santa?
¿Voy a quedarme callado cuando Roma está en manos de enemigos y su santuario en poder de extraños?
Yo seguiré fiel al Dios de nuestros padres: a Cristo, muerto y resucitado, único redentor y salvador. Líbrenos Dios de abandonar la Ley de Dios y la fe de nuestros padres. No obedeceremos las órdenes de nadie para apartarnos de nuestra religión. Hay que obedecer a Dios antes que a los hombres. Los hijos de Dios no estamos en venta. Debemos luchar contra los paganos, los herejes y los apóstatas para defender nuestra vida, nuestra fe y nuestras costumbres.
Ahora mandan los insolentes y los impíos; vivimos un tiempo de tribulación en el que Dios nos castiga por nuestros pecados. Motivos no le faltan. Por eso, tengamos celo por la fe verdadera y arriesguemos nuestra vida por Cristo. No podemos quedar callados. El misterio de iniquidad ya está actuando. La apostasía, a la vista está. Mantengámonos firmes y conservemos las tradiciones que hemos aprendido de nuestros padres.
La venida del Anticristo estará señalada por el influjo de Satanás con toda clase de engaños y de maldades que seducirán a los que se han de condenar por no haber aceptado el amor de la verdad que les hubiera salvado. Por eso Dios oscurece el entendimiento de los inicuos y les envía un poder seductor que les hace creer en la mentira, para que sean condenados todos cuantos no creyeron en la verdad y prefirieron la iniquidad.
Que el mismo Señor nuestro Jesucristo y Dios, nuestro Padre, que nos ha amado y que nos ha dado gratuitamente una consolación eterna y una esperanza dichosa, consuele nuestros corazones y los afiance en toda obra y palabra buena en estos tiempos de iniquidad y tribulación.
En conclusión, temamos al Señor y sirvámosle con integridad y lealtad. Él es un Dios santo, un Dios celoso, que no soportará ni las rebeldías ni los pecados.
27 comentarios
Sagrados Corazones de Jesús, José y María en vosotros confío.
Paz y bien
Y nos de la sabiduría de los sencillos y la valentía de los justos para conocer y decir la Verdad de Cristo ante los que nos han sido dados.
¡Señor, ven pronto a socorrernos!
Dios da el sensus fidei a su pueblo fiel. Con ese sentido, los creyentes reconocen la voz del buen pastor y se dan cuenta de cuando se les habla de la doctrina de Cristo y las cosas coinciden, son de fe y razón. Pero es así si los fieles tienen capacidad de ver y escuchar y entender.
"¡Corazones adúlteros! ¿No saben acaso que haciéndose amigos del mundo se hacen enemigos de Dios? Porque el que quiere ser amigo del mundo se hace enemigo de Dios" (Sant. 4, 4).
el que procede honradamente y practica la justicia,
el que tiene intenciones leales y no calumnia con su lengua...
Recobren la vista los ciegos. Reaccionen los tibios y recuperen su amor.
La gran apostasía estaba profetizada y la tenemos delante de nuestros ojos. El Señor tenga compasión de nosotros y acelere y acorte estos días.
Ven Señor, Jesús.
Si el Papa de la Iglesia Católica no dice eso, sea censurado mi comentario. Pero si el Papa Francosco denuncia esos dos pecados (rigorismo e indiestrismo), por qué mi comentario es censurado en una web de información católica (sobre la Iglesia, cuyo Romano Pontifoce hace esas advertencias)???
Solo se explica por el negacionsmo de ambos pecados, rigorismo e indiestrismo. Podrán censurar, pero Dios, el Día del Juicio Particular, no censurara nada de lo que dijo su Romano Pontifice. Velad porque no sabéis el día ni la hora. El rigorismo y el indiestrismo son pecados graves,,alerta Francesco.
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Pedro L. Llera
InfoCatólica no censura los comentarios de mi blog: lo hago yo personalmente.
Y en este caso, no era censura, sino caridad. Deje de hacer el ridículo, hágame el favor, que da vergüenza ajena leer sus comentarios.
Es el tiempo de cómo cada cual "se percibe": católico reformista, neo católico, libre pensador, cristiano, protestante, agnóstico, ateo, rigorista, retrocediendo (indietro), hacedor de líos, que no sabe quién es para juzgar, constructor de puentes de una sola mano en salida o como una persona de sencilla vida católica, pecador, que confía en Cristo y tiene Fe, como la cananea, que persevera en la oración sabiendo que sin El no hay nada como dice Sarah y que cree realmente en los sacramentos y que al final su Corazón Inmaculado vencerá...
Lo demás es un roto para un descosido...
Que quieren tapar el sol con un dedo, y el sol representa metafóricamente la verdad.
Increíble. Que desorden de pensamientos, una madeja casi invencible. Pero, Dios es todopoderoso.
Recemos para que encuentren el camino, porque cuesta ver la realidad, no es sin dificultad.
El indietrismo es contrario a la tradición, que es lo que defiende el Papa Francisco. Escuche las palabras del Romano Pontífice:
Y advirtiendo de un peligro actual, el “indietrismo”, es decir, el ir hacia atrás, el Papa Francisco invitó a los teólogos a reflexionar sobre este punto y les recordó que, “la tradición es la garantía del futuro y no una pieza de museo. Y es lo que hace que la Iglesia crezca de abajo hacia arriba, como el árbol, las raíces. Mientras que otro dijo que el tradicionalismo es la fe muerta de los vivos: cuando te cierras ahí. Esta dimensión horizontal, hemos visto, ha hecho que algunos movimientos, los movimientos de la Iglesia, se queden fijos en un tiempo, en una dirección hacia atrás.
Fuente vaticana:
vaticannews.va/es/papa/news/2022-11/papa-francisco-discurso-comision-teologica-internacional-2022-au.html
Y el rigorismo es otro grave pecado, la cara B del laxismo; ni rigorismo ni laxismo; buen hacer de cuño francisquista. También lo explica Francisco:
Volvamos al sacramento de la Reconciliación. Sucede a menudo, a nosotros, sacerdotes, escuchar la experiencia de nuestros fieles que nos cuentan de haber encontrado en la Confesión un sacerdote muy «riguroso», o por el contrario muy «liberal», rigorista o laxista. Y esto no está bien. Que haya diferencias de estilo entre los confesores es normal, pero estas diferencias no pueden referirse a la esencia, es decir, a la sana doctrina moral y a la misericordia. Ni el laxista ni el rigorista dan testimonio de Jesucristo, porque ni uno ni otro se hace cargo de la persona que encuentra. El rigorista se lava las manos: en efecto, la clava a la ley entendida de modo frío y rígido; el laxista, en cambio, se lava las manos: sólo aparentemente es misericordioso, pero en realidad no toma en serio el problema de esa conciencia, minimizando el pecado. La misericordia auténtica se hace cargo de la persona, la escucha atentamente, se acerca con respeto y con verdad a su situación, y la acompaña en el camino de la reconciliación. Y esto es fatigoso, sí, ciertamente. El sacerdote verdaderamente misericordioso se comporta como el buen Samaritano... pero, ¿por qué lo hace? Porque su corazón es capaz de compasión, es el corazón de Cristo.
Fuente vaticana:
vatican.va/content/francesco/es/speeches/2014/march/documents/papa-francesco_20140306_clero-diocesi-roma.html
Pues veamos, cuando uno quiere saber de catolicismo, lee la Sagrada Escritura, el blog del Padre Iraburu, artículos de católicos, libros buenos.
Las citas de Ud. salieron en blanco, al menos, a mi ver. Así que no las puedo responder.
Y de algo que dijo Ud., bueno, Dios es eterno. No hay tiempo para Dios. No hay maldad asociada al pasado, en el pasado vino Jesucristo. Ni bondad exclusivamente asociada al futuro. En el futuro está la gran apostasía y el Apocalipsis, luego la Segunda Venida del Señor.
Recordemos que el catolicismo no endiosa a nadie de nadie. Y es lo que es, por definición de su doctrina. No es lo que diga fulano o mengano.
Cuando uno quiere saber del catolicismo, recurre a las Sagradas Escrituras, a la Tradición y al Magisterio. Las tres fuentes de la Verdad Revelada. Y el Magisterio de la Iglesia con Francisco es lo nuevo que estamos recibiendo de parte de Dios.
Consulte por favor los links, son enseñanzas de Francisco recogidas por El Vaticano. Todo oficial, de boca de Francisco.
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Pedro L. Llera
A ver, "Generalísimo":
1.- El concilio Vaticano I lo recordó explícitamente: «La doctrina de fe que Dios reveló no fue propuesta a las inteligencias como una invención filosófica que las inteligencias debieran perfeccionar, sino que fue confiada como un depósito divino a la Esposa de Jesucristo (la Iglesia) para que fuera fielmente guardada e infaliblemente interpretada».
2.- Y Benedicto XVI, en la misma línea, enseñó que «la potestad de enseñar, en la Iglesia, comporta un compromiso al servicio de la obediencia a la fe. El Papa no es un soberano absoluto, cuyo pensamiento y voluntad son ley. Al contrario, el ministerio del Papa es garantía de la obediencia a Cristo y a su palabra. El Papa no debe proclamar sus propias ideas, sino vincularse constantemente a sí mismo y a la Iglesia a la obediencia hacia la Palabra de Dios, frente a todos los intentos de adaptación y dilución, como frente a cualquier oportunismo».
3.- El Papa y los obispos no pueden exigirnos obediencia a sus opiniones privadas y, mucho menos, a enseñanzas que contradicen la revelación y la ley moral. Y como dice el cardenal Müller, «el Papa y los obispos están supeditados a la Sagrada Escritura y a la Tradición Apostólica y de ninguna manera son fuentes de revelación adicional». No hay nuevas revelaciones. Sólo un necio puede hablar de una nueva primavera de la Iglesia y de un nuevo pentecostés.
4.- Somos fieles al Papa cuando éste se hace eco de las tradiciones apostólicas y de las enseñanzas de todos sus predecesores. La definición misma del sucesor de Pedro lo obliga a conservar este depósito. Así nos lo enseña Pío IX en su Pastor aeternus: «El Espíritu Santo no fue, en efecto, prometido a los sucesores de Pedro para permitirles publicar, según sus revelaciones, una doctrina nueva, sino que les fue prometido para conservar estrictamente y exponer fielmente, con su asistencia, las revelaciones transmitidas por los apóstoles, es decir, el depósito de la fe». La autoridad delegada por Nuestro Señor al Papa, a los obispos, a los sacerdotes en general, está al servicio de la fe. Por eso somos sumisos y estamos dispuestos a aceptar todo lo que está de acuerdo con nuestra fe católica, tal como fue enseñada durante dos mil años, pero rechazamos todo lo que se le oponga.
"El indietrismo es contrario a la tradición, que es lo que defiende el Papa Francisco... Y el rigorismo es otro grave pecado, la cara B del laxismo; ni rigorismo ni laxismo; buen hacer de cuño francisquista".
Hermano: Ninguno de esos términos describe actos que sean pecado: primera falsedad. Además, los neologismos y los 'argentinismos' que tanto gustan al Papa Francisco son fuente de confusión, agravio y molestia hacia las personas menos indicadas para serles dirigidos, después de 10 años el Santo Padre pareciera no tomar nota de esto.
El problema no es el significado más o menos confuso que puedan tener esos términos ('indietrismo' y rigorismo) sino a quiénes los dirige y con qué fin. Uno puede creer que el 'indietrismo' lo refiere él a gente aferrada al pasado de manera irracional, pero en realidad lo refiere a aquellos que se oponen a sus innovaciones pachamámicas, irenistas y liberales que se oponen frontalmente a la tradición bimilenaria de la Iglesia y al mensaje explicito de Cristo y los Apóstoles. Eso se llama calumniar y usar el lenguaje como arma arrojadiza de descalificación contra quienes, con razón de sobra, no aprueban su laxitud e infidelidad doctrinal y moral, eso no es lo que se esperaría de todo un Sumo Pontífice de la Iglesia de Cristo.
¿O sea que Dios cambia de opinión según el gusto personal de cada Papa al punto de poner a abortistas, activistas peronistas de izquierda, lgbts en puestos del Vaticano, pactos secretos con el comunismo chino que sigue persiguiendo de cristianos y se dedica a" iluminarnos" con ambigüedad, incoherencias y ataques a fieles a la fe de Cristo? No me haga reir.
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