Progresistas, Conservadores y Católicos Tradicionales
Leo en Adelante la Fe un artículo de Roberto De Mattei, maestro a quien admiro y aprecio de corazón, titulado Ante la confusión que reina en la Iglesia. En él, el profesor De Mattei advierte de la existencia de dos partidos en el Vaticano: los progresistas y los conservadores, que parece ser que se identifican con los bergoglianos y los ratzingerianos, aunque el propio De Mattei concluye que la división entre ambos bandos no está tan clara y cita para ello a Monseñor Gänsewin:
«Además, recuerda monseñor Gänsewin, entre los papables, “muchos que están considerados más liberales, por emplear un término que todos entienden, fueron ascendidos a cargos importantes durante el pontificado de Benedicto” (Nada más que la verdad). Entre los nombres indicados por el Prefecto de la Casa Pontificia están los principales cardenales del ala progresista, como Jean Claude Hollerich (arzobispo de Luxemburgo, 2011), Luis Antonio Tagle (arzobispo de Manila, 2011) y Matteo Maria Zuppi (obispo auxiliar de Roma, 2012)».
Cada vez reina más confusión y no nos queda más que limitarnos «a vivir y actuar como todos los días, con espíritu de plena fidelidad a la Iglesia y de total abandono a la Divina Providencia».
Efectivamente, cada día hay más confusión en la Iglesia Católica. Y no conozco los intríngulis de los partidos vaticanos, como los puede conocer un vaticanista reputado como don Roberto.
Pero desde mi retiro del mundanal ruido, yo no veo dos partidos dentro de la Iglesia; veo tres: progresistas, neocones y católicos tradicionales.
Progresistas
La primera facción es la progresista, hoy en el poder. Es la camarilla de los obispos que domina, por ejemplo, el sínodo alemán. Son los que piden la bendición de las parejas homosexuales, la ordenación de mujeres, el cambio de la doctrina moral. Son los que defienden o justifican el aborto, el divorcio o la eutanasia; son los que exigen que se comulgue de pie y en la mano porque representa a la Iglesia como pueblo peregrino y caminante… Son los que actúan creativamente en la liturgia, los que llenan sus templos de banderas LGTBI; los inclusivos, sostenibles y resilientes; los que apuestan por los Objetivos del Milenio y por la Agenda 2030; son los oenegeros de la “Iglesia de los pobres”, comunistas de corazón y algunos de carnet, teólogos de la liberación, ecologistas, panteístas, panenteístas, idólatras de la Pachamama, etc. Los progresistas quieren cambiar la Iglesia para adaptarla al mundo. «Fuera del mundo no hay salvación y la Iglesia debe conectar con él, no imponerse».
La única salvación que predican esta banda de heterodoxos es la puramente terrenal, que se identifica con el paraíso comunista o con la cosmópolis kantiana. Y proponen una nueva religión, con un nuevo paradigma (el del Anticristo), en la que no hay infierno ni pecado original; en la que todo el mundo se salva; en el que se niega que la Santa Misa sea el sacrificio incruento de Cristo en la cruz para salvarnos de nuestros pecados. Es la religión de Spinoza, de los masones, de los curas guerrilleros latinoamericanos; la religión del peronismo, del sandinismo, de los círculos espirituales de Podemos. La Iglesia de los progresistas gusta de todas las herejías que ha habido a lo largo de la Historia: son arrianos, protestantes, liberales, comunistas, anarquistas… La nueva religión del Anticristo es un sumidero donde vomitan su odio a Cristo y a la Iglesia todos los herejes hodiernos, donde chapotean las ratas infectas en las aguas pútridas de la herejía.
Conservadores o «Neocones»
El segundo grupo es el que popularmente se conoce como neocón. ¿Qué es un neocón? Un neocón es un católico liberal conservador. Son liberales como los progresistas pero los neocones van a menor velocidad.
Los democristianos, los liberales católicos, valga la paradoja, apoyan la constitución, la democracia, los derechos humanos, la libertad de conciencia, la libertad de expresión, la libertad religiosa… Pero luego se quejan amargamente de los frutos del sistema liberal que ellos mismos apoyan y sostienen: el aborto, las leyes educativas, la eutanasia, las leyes de género, las leyes LGTBI, etc. Tronos a las causas y cadalsos a las consecuencias.
Dios ha sido excluido de la política y la religión es una realidad aparte: bien. La ley de Dios no cuenta; solo la ley positiva, aprobada en el parlamento: bien. Son las mayorías parlamentarias las que aprueban las leyes y dictaminan lo que está bien o mal, de manera autónoma e independiente de Dios y de su Ley Eterna: fenomenal. El bien y el mal no lo decide Dios, sino la estadística. Entonces, ¿de qué nos extrañamos y de qué nos escandalizamos? ¿Por qué se rasgan las vestiduras? Cosechan lo que se ha sembrado. Se aprobó en el 78 una constitución atea y los frutos están a la vista de todos. Sin Dios no hay bien posible. Sin Dios, queda el infierno.
Los neocones reniegan de la Cristiandad, como de algo del pasado que ya no puede volver. Aceptan los valores y la filosofía de la modernidad y llevan años luchando denodadamente por conseguir la cuadratura del círculo: que el liberalismo pueda conjugarse y casar con la doctrina católica; por ejemplo, el concepto kantiano de persona. El ser humano autónomo entiende la libertad como licencia para elegir el bien o el mal, sin freno moral alguno. Y entiende que la persona es digna precisamente por su autonomía moral y porque así es responsable de sus actos. Pero ese concepto kantiano de persona excluye a todos los seres humanos que no son libres, autónomos; que no se pueden autoposeer ni autodeterminar: es el caso de los niños no nacidos, los niños pequeños, los dementes, los ancianos dependientes, los enfermos que no se valen por sí mismos… Esos seres humanos no serían personas y quedarían excluidos: su vida no tiene dignidad. Por lo tanto, siguiendo fielmente a otros pensadores modernos como Darwin o Nietzsche, estos seres humanos sin dignidad ni autonomía deben morir para que no supongan una carga económica y emocional para sus familias y para toda la sociedad: por eso ya casi no nacen niños con síndrome de Down, porque los matan antes de que puedan nacer: «pobrecitos, para no poder llevar una vida digna, mejor matarlos y que no sufran». Y lo mismo con ancianos, discapacitados, enfermos terminales, etc.
Los católicos neocones, obviamente, se espantan de estos razonamientos modernos y se resisten a aceptar que un niño no nacido pueda tirarse a un vertedero como si fuera basura. Porque los católicos neocones son piadosos y defienden la moral de Humanae Vitae y de Veritatis Splendor. Pero han aceptado el veneno del liberalismo. Y así, creen y defienden que sus propuestas a favor de la vida deben ser respetadas y escuchadas como una opción más dentro de una sociedad pluralista. Como si defender la vida y defender el aborto fueran dos opciones diferentes pero igualmente aceptables y tolerables.
Suscriben los valores de la Ilustración y de la Revolución. Han cambiado la dignidad de los hijos de Dios y la ley natural por los Derechos Humanos. Defienden la libertad de expresión y luego se escandalizan por las blasfemias que profieren los impíos; creen en la libertad de conciencia, en la libertad de cultos y en la libertad de enseñanza y defienden que se deben tolerar igual la virtud que el vicio, la verdad que el error, el bien que el mal. Y si a mis hijos los quieren pervertir y adoctrinar en la escuela, exijo el pin parental para que no reciban esos contenidos; pero a los que no les importe o quieran que adoctrinen o perviertan a sus hijos, allá ellos. Así razona el buen liberal. «Todo el mundo es libre de pensar lo que quiera, de opinar lo que le dé la gana y de creer o dejar de creer lo que le parezca oportuno». Nadie tiene la verdad absoluta: todo es relativo. «Tú estás en contra del aborto y yo estoy a favor. Cada uno que piense y que haga lo que mejor le parezca con su vida». ¿A que les suena el discurso? «Tú crees en Dios y eres muy libre de hacerlo; pero yo creo en la energía renovable y estoy en mi derecho».
No olvidemos que los derechos humanos son leyes positivas, sujetas a ampliación, reducción, interpretación, etc. El caso es que el fundamento último de las declaraciones de derechos humanos es el hombre: no Dios. El hombre es soberano: no Dios. El centro es la persona: no Cristo. «Yo no dependo de nadie. Mi vida es mía y de nadie más y hago con ella lo que yo quiero: si quiero servir a Dios y entregarle mi vida, bien; pero si no acepto, puedo rechazar a Dios y no pasa nada». Da igual virtud que pecado. Puedo aceptar la gracia de Dios o rechazarla y soy libre para decirle a Dios que no. Niegan que el hombre depende de Dios como criatura que es del Creador: el barro se rebela contra el Alfarero. El liberalismo, en definitiva, es el «non serviam» de Lucifer y el «seréis como Dios», de la Serpiente.
Los liberales – y repito, los católicos neocones lo son y mucho – no entienden que la libertad de los católicos es la capacidad de elegir el camino que nos conduzca al fin para el que hemos sido creados, que es Dios mismo. Ellos creen que cada uno puede buscar la felicidad donde y como quiera y que el hombre es principio y fin de sí mismo. Sin embargo, todos hemos sido creados por Dios y para Dios y podemos escoger los medios, pero no el fin último. Y esos medios, obviamente, tienen que ser adecuados a ese fin. Para ir al cielo hemos de dejarnos santificar por la gracia de Dios, que recibimos a través de los sacramentos y no olvidar nunca que aquí estamos de paso y que somos peregrinos que caminan hacia Dios, sin saber el día ni la hora en que seremos llamados a su presencia.
Pero el liberal se piensa que él se crea a sí mismo y se hace a sí mismo por sus solos méritos. No cree el liberal que todo lo bueno que tiene es gracias a Dios, sino mérito suyo. Creen (y algunos lo predican desde el púlpito) que Dios nos necesita para cambiar el mundo: como si no fuera Dios omnipotente y tuviera que mendigar nuestra ayuda para algo. Atribuyen la obra de la salvación a sus propios méritos y se creen que van a cambiar el mundo sin necesitar a Dios para nada (pelagianismo). Se olvidan e ignoran el pecado original que ha dejado nuestra naturaleza herida. Se olvidan de que sin la gracia de Dios, no podemos hacer nada bueno. Se olvidan de que somos criaturas en manos de Dios y que vivimos porque Dios quiere que vivamos, porque cuando quiera llamarnos a su presencia, no nos va a preguntar ni a pedirnos permiso. Y nadie sabe el día ni la hora. Se olvidan de que Cristo dio su vida para salvarnos del pecado y abrirnos las puertas del cielo.
Pero el neocón es liberal y como tal, ha expulsado a Dios de la vida pública y lo ha recluido en su vida privada, en la intimidad de su casa. El liberal católico vive en compartimentos estancos e incomunicados entre sí. Puede promover el aborto y aprobar leyes inicuas (eso es vida pública y ahí Dios no está ni cuenta para nada) y asistir el domingo a misa y comulga como si nada (porque esa es mi vida privada y soy un católico fervoroso). Biden es un buen ejemplo de ese catolicismo neocón, liberal, tan aparentemente piadoso en lo privado como blasfemo y sacrílego en su proceder público. Son provida pero cuando alcanzan el poder no derogan las leyes de la “cultura de la muerte” que habían aprobado los progresistas ateos e impíos. Los progres van avanzando; y los conservadores, consolidando lo conseguido por sus colegas liberales progresistas.
En resumen, los católicos progresistas son liberales de primer grado y los neocones son liberales de tercer grado, siguiendo la gradación que hace León XIII en la Encíclica Libertas:
«Hay otros liberales algo más moderados, pero no por esto más consecuentes consigo mismos; estos liberales afirman que, efectivamente, las leyes divinas deben regular la vida y la conducta de los particulares, pero no la vida y la conducta del Estado; es lícito en la vida política apartarse de los preceptos de Dios y legislar sin tenerlos en cuenta para nada. De esta noble afirmación brota la perniciosa consecuencia de que es necesaria la separación entre la Iglesia y el Estado. Es fácil de comprender el absurdo error de estas afirmaciones.
Es la misma naturaleza la que exige a voces que la sociedad proporcione a los ciudadanos medios abundantes y facilidades para vivir virtuosamente, es decir, según las leyes de Dios, ya que Dios es el principio de toda virtud y de toda justicia. Por esto, es absolutamente contrario a la naturaleza que pueda lícitamente el Estado despreocuparse de esas leyes divinas o establecer una legislación positiva que las contradiga».
No se puede ser de misa diaria y promover y votar leyes inicuas. Dios tiene que reinar en la vida pública, en la familia y en los individuos. Y si nos empeñamos en expulsar a Dios de la vida pública no nos extrañemos de que proliferen toda clase de males: corrupción, violencia, mentiras, abusos, violaciones, homicidios…
Si el hombre se niega a depender de un Dios creador y providente, se volverá aparentemente libre para auto-crearse a sí mismo, pero se generarán todo tipo de monstruos, que son la consecuencia de tratar de vivir en conformidad con una libertad absoluta.
Hemos analizado las características de los progresistas y de los conservadores. Los progresistas se parecen - permítanme la analogía - a las tentaciones de primera semana de ejercicios (cuando el que se ejercita anda en los ejercicios de la primera semana, si es persona no versada en cosas espirituales, y si es tentado grosera y abiertamente…), porque son tan burda y groseramente heterodoxos que enseguida se da uno cuenta de que se trata de falsos profetas y malos pastores. Pero los neocones se parecen a las tentaciones de segunda semana: son más sutiles. Se presentan con apariencia de piedad y de fervor, pero llevan dentro el mismo veneno liberal que mata a quien lo prueba: es la cola serpentina que se nos muestra con apariencia de bien pero nos lleva al pecado y a la perdición igualmente:
«Porque comúnmente el enemigo de la naturaleza humana tienta más bajo apariencia de bien cuando la persona se ejercita en la vía iluminativa, que corresponde a los ejercicios de la segunda semana, y no tanto cuando se ejercita en la vía purgativa, que corresponde a los ejercicios de la primera semana».
El Caólico Tradicional (o tradicionalista)
Pero yo quisiera acabar señalando que hay un tercer grupo dentro de la Iglesia: es el más insignificante en número: se trata de quienes nos consideramos católicos tradicionales. Tanto progresistas como neoconservadores llevan años tratando de conciliar la doctrina de la Iglesia con la cultura y la filosofía modernas. Y los frutos ahí están: pura podredumbre y descomposición; la mayor crisis de la Iglesia posiblemente en veinte siglos. Los tradicionales o tradicionalistas somos los que queremos profesar la fe de siempre: la del magisterio de siempre, la de los santos y doctores de la Iglesia: sin novedades, sin inventos, sin evoluciones doctrinales. Queremos vivir y profesar la fe de los mártires que dieron su vida por Cristo.
No debemos rendirnos ante el mundo: debemos combatir al mundo, al demonio y a la carne, que son los enemigos del alma. Queremos y debemos profesar la doctrina que la Iglesia ha enseñado siempre y en todas partes: ese es el depósito de la fe, el conjunto de dogmas, la verdad revelada por Dios que recibimos en la Iglesia a través de las Sagradas Escrituras y de la Santa Tradición.
No solo se trata de reivindicar la misa tridentina: que también. Se trata, en primer lugar, de reivindicar la doctrina de siempre, la fe de siempre. La Iglesia solo puede ser Una en la verdadera fe: un solo Señor, una sola fe, un solo bautismo,un solo Dios y Padre de todos, que está sobre todos, por todos y en todos. Hay que arrancar las malas hierbas de las filosofías modernas y volver urgentemente a la filosofía y a la teología perennes de Santo Tomás de Aquino. Y hay que hacerlo sin mistificaciones, sin falsificaciones ni deformaciones; sin interpretaciones torticeras. No hay que plegarse a las ideologías ni a las modas de este mundo: el incienso solo hay que dárselo a Dios.
Los católicos tradicionales afirmamos que la libertad, cuando es ejercida sin reparar en exceso alguno y con desprecio de la verdad y de la justicia, es una libertad pervertida que degenera en abierta licencia; y que, por tanto, la libertad debe ser dirigida y gobernada por la recta razón, y consiguientemente debe quedar sometida al derecho natural y a la ley eterna de Dios. El hombre debe someterse a la Ley de Dios.
Explica la Libertas que
«la naturaleza de la libertad humana, sea el que sea el campo en que la consideremos, en los particulares o en la comunidad, en los gobernantes o en los gobernados, incluye la necesidad de obedecer a una razón suprema y eterna, que no es otra que la autoridad de Dios imponiendo sus mandamientos y prohibiciones. Y este justísimo dominio de Dios sobre los hombres está tan lejos de suprimir o debilitar siquiera la libertad humana, que lo que hace es precisamente todo lo contrario: defenderla y perfeccionarla; porque la perfección verdadera de todo ser creado consiste en tender a su propio fin y alcanzarlo. Ahora bien: el fin supremo al que debe aspirar la libertad humana no es otro que el mismo Dios».
Creemos que no hay salvación fuera de la Iglesia Católica y que el verdadero ecumenismo consiste en que todos los hombres y todos los pueblos de la tierra se conviertan y reconozcan que no hay otro Señor que Jesucristo y que la Iglesia Católica es la única fe verdadera. Los católicos tradicionales creemos en los dogmas tal y como la Iglesia los ha proclamado: sin tergiversarlos, sin manipularlos para que en vez de decir lo que dicen, digan lo contrario. Los dogmas no evolucionan. La fe no cambia. Dios no se muda: es el mismo ayer, hoy y siempre. No cambia de parecer ni de doctrina caprichosamente.
No se trata de quedarse añorando el pasado: no somos nostálgicos. No somos románticos que proyectan su ideal en una Edad Media de cartón piedra o de cuento de hadas. Nosotros tenemos claro cuál es nuestro Norte y quién es el Único que nos puede salvar, que es Cristo. Y para ello, hay que dejar de dialogar con el demonio y de halagar al mundo y a la carne. Hay que predicar la verdad, aunque nos persigan por ello, que lo harán. Vaya si lo harán. Pero la vida verdadera es Cristo y morir, ganancia, si es en gracia de Dios. La victoria final es de Cristo que volverá en gloria y majestad a juzgar a vivos y muertos. Y esa expectativa no es mirada al retrovisor, sino esperanza en el futuro: para Dios un día es como mil años y mil años como un día. Levantemos la cabeza, que llegará pronto nuestra liberación.
El verdadero cáncer de la Iglesia es el Liberalismo. Progresistas y neocones son liberales. El catolicismo tradicional es contrarrevolucionario y antiliberal.
Hay que volver a la tradición, hay que volver a Santo Tomás. Hay que volver a comulgar de rodillas y en la boca.
Hay que volver a colocar los sagrarios en los altares mayores para resaltar que Cristo está ahí y es Dios. Hay que acabar con los abusos litúrgicos, con los «ministros extraordinarios de la comunión», con las catequesis de pinta y colorea; con las clases de religión, convertidas en propaganda de la Agenda 2030. Hay que acabar con la herejía modernista. Y habría que recuperar el juramento antimodernista de san Pío X y la oración de León XIII a San Miguel Arcángel.
Somos muy pocos: un puñado de locos. El número no importa. Pero queremos vivir y morir fieles a Cristo, con espíritu de plena fidelidad a la Iglesia y de total abandono a la Divina Providencia.
Que la Santísima Virgen María interceda por nosotros.
Conversión y penitencia.
Como colofón, comparto con ustedes el vídeo de una conferencia de Juan Manuel de Prada, que sintetiza estupendamente el pensamiento tradicionalista. Si no lo han visto todavía, no se lo pierdan.
82 comentarios
Por eso esas categorías me parece que confunden más que aclarar. A mí me gusta "católico" - "no católico", y para eso tengo como criterio el Magisterio de la Iglesia.
Saludos cordiales.
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Pedro L. Llera
Esas categorías, obviamente, no las he inventado yo. Lo único que he intentado hacer es una aclaratio terminorum por si puede clarificar a algún lector. Yo creo que ha quedado bien explicado. Pero evidentemente, toda etiqueta comporta una cierta simplificación de una realidad que siempre es más compleja.
En cuanto al Concilio Vaticano II, yo no lo he mencionado adrede porque para nada me ha hecho falta. Y no permitiré que los comentarios vayan por esos derroteros, polarizando el tema entre defensores y detractores del Concilio Vaticano II. No es ese el tema del artículo. Así que ya advierto que cualquier comentario que se refiera al Concilio va a ser censurado.
Al final, la crisis que vivimos se remonta al nominalismo medieval, al antropocentrismo (humanismo) renacentista, a la reforma protestante, a la revolución liberal... El gráfico del comienzo me parece revelador, aunque tal vez no sea del todo preciso. La crisis del modernismo ya empieza a finales del siglo XIX y san Pío X condena esta herejía de modo preciso y contundente en la Pascendi. Así que el Concilio puede ser un hito en el camino hacia la crisis actual, pero ni siquiera me parece el más relevante. Aunque, por supuesto, puedo estar equivocado en mi análisis.
Editado
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Pedro L. Llera
Gracias. Puedo estar en parte de acuerdo con usted pero no abro ese debate.
Ya he advertido que el debate sobre el Concilio no quiero que se dé en los comentarios a este artículo porque yo no lo menciono en ningún momento.
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Pedro L. Llera
Muchas gracias.
Es exactamente así.
Los católicos lo somos porque creemos íntegra la Fe Católica. Sin contemporizaciones ni complejos. Porque identificamos la única cultura y civilización válida con la configuración con Cristo, lo que implica necesariamente el Reinado Social de Cristo.
Somos tradicionales/istas porque conservamos la Tradición del depósito de la Fe, que Cristo mismo encargó a sus apóstoles, particularmente a San Pedro y a sus sucesores. Y los Papas lo conservan, incluso a su pesar, por el sólo hecho de investir la institución del Papado.
La clave no está en el Vaticano II, y creo que no hay nada que debatir, la clave está en la Liturgia, hay que volver a dar a Dios el culto que se le debe.
Y además, pienso que o se es católico o no se es, o se lucha, con la gracia de Dios, por cumplir los Mandamientos o no, lo demás son mascaradas diabólicas.
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Pedro L. Llera
Yo creo que es más urgente todavía volver a Santo Tomás de Aquino. Sobre todo en los seminarios y centros de formación de religiosos, que es donde se forman los sacerdotes del futuro.
Ir a la misa tradicional por sí solo no garantiza la buena doctrina. Casos conozco.
En cualquier caso, el tema de la libertad en sentido amplio, y más concretamente la libertad religiosa, da para un debate más largo si intentamos leer los últimos documentos de los papas sobre ella (pienso por ejemplo en el de Abu Dhabi) y los ponemos a la luz del Magisterio anterior.
Pasando por la rebelión protestante, las filosofías idealistas, el liberalismo hoy radicalizado, el marxismo hoy vulgarizado. Negación del orden natural y materialismo (véase hoy la ideología de género y el culto al planeta).
Podemos hacer abstracción del concilio Vaticano II como podemos hacer abstracción de la gran Revolución francesa de 1789. En el libro clásico de Paul Hazard "La crisis de la conciencia europea" se explica que todo lo que estalló en la Revolución francesa estaba ya actuante en tiempos de Luis XIV.
Ambos acontecimientos enormes, detonantes de un cambio trágico, respectivamente en la sociedad (desde 1789) y en la Iglesia (desde 1962), pero con raíces muy anteriores.
En realidad católicos tradicionales o tradicionalistas es una redundancia, aunque la expresión sea útil en las actuales circunstancias de confusión extrema. Prefiero católicos firmes en la fe o, con otro matiz, perplejos: perplejos por la escisión entre la autoridad y la Tradición.
Tampoco "neocones" porque los neocones -según este blog- valoran la democracia y la constitución, y en Guinea no hay democracia, hay una dictadura pura y dura, aunque deja hacer misa y que las órdenes religiosas den clase y tengan colegios.
Por lo tanto, la dictadura ecuatoguineana, sin libertades, llena de corrupción y sostenida solo por el petróleo y el miedo, es ¿un magnífico ejemplo de sociedad católica tradicional?
¿O lo sería con un dictador más devoto y religioso?
¿O con un dictador virtuoso en lo personal?
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Pedro L. Llera
Los fascismos son hijos del liberalismo. Pone la arbitrariedad del Estado por encima de la Ley de Dios. En las dictaduras, el Estado es Dios y trata de suplantar a Dios. Son de influencia nietzschena: Dios no pinta nada ni su Ley Eterna, tampoco. Yo, el Estado, el Líder indiscutible soy la ley y legislo para mi interés y mi lucro personal, para mantenerme en el poder a toda costa, para eliminar toda oposición, etc.
La voluntad de poder sustituye a la Ley de Dios. Guinea Ecuatorial es un ejemplo excelente de país fallido, de dictadura que ni respeta a Dios ni a los hombres. Guinea Ecuatorial es una tiranía. Y la doctrina católica no es condescendiente con las tiranías.
El católico tradicional (valga la redundancia) no tiene nada que ver con el fascismo.
Nada.
A ver si se enteran y les queda claro de una vez: la cuestión esencial es si el individuo, las familias y las naciones se deben someter a Dios y a su Ley Eterna o no. Si el individuo, la familia y el Estado pretende ponerse a sí mismos por encima de Dios, no son católicos. Si yo legislo al margen de Dios o contra Dios, no soy católico.
Todas las ideologías dominantes hoy en día son hijas del liberalismo porque todas ponen al hombre o al Estado por encima de Dios y pretenden que el hombre o el Estado sean autónomos e independientes de Dios. O directamente, enemigos de Dios.
Es un instrumento de convivencia que dice que el Estado colaborará con la Iglesia Católica y que no impide a ni una sola persona llegar a ser católico, santo y evangelizador. No es la Constitución Española lo que nos impide llegar a la gente con el exigente mensaje de Cristo.
La Constitución Irlandesa quizá le guste mucho: empieza así "En nombre de la Santísima Trinidad, de quien procede toda autoridad y a quien, como destino último, deben referirse todas las acciones de los hombres y de los Estados..." Es de 1937 y sigue así.
Muy bonito. Con esa Constitución había una iglesia con abundancia de palizas y alcohol, correccionales brutales hasta los 70, mogollón de abusos... y un referendum popular de aborto (no como en España, que lo impone el Parlamento): 64 de participación, 1,4 millones a favor del aborto, 723.000 en contra; sólo ganó el voto provida en Donegal, la zona más rural y de lengua gaélica. Ey, con una Constitución superreligiosa.
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Pedro L. Llera
Todas las Constituciones son liberales y su fundamento es la soberanía nacional: el pueblo es soberano. No es Dios el soberano, sino el hombre, que es el único legislador, independiente y autónomo, al margen de la Ley de Dios.
Pero las naciones, por ejemplo España, existían mucho antes del triunfo de la revoluciones liberales. Antes de 1812 no había constitución. Ni falta que hacía. Y España existía y había leyes y no pasaba nada. Los Reyes Católicos, Carlos I o Felipe II no necesitaban una constitución liberal. Y nunca España fue más grande que con ellos.
Por otra parte, el pecado, el mal, existe y va a existir hasta el fin de los tiempos. Por muchas leyes que aprueben, seguirá habiendo violadores, asesinos, ladrones y corrupción. Si no tenemos en cuenta el pecado original y la necesidad de la gracia de Dios, no hay solución a los males que nos aquejan. Solo Dios quita el pecado del mundo con su gracia. Y por la gracia de Dios, deberíamos aspirar a una patria donde la caridad sea la ley de leyes. Con eso nos basta. Todo lo demás es palabrería hueca.
Lo que no puede ser, no puede ser, y además es imposible.
Me parece que tiene una gran deficiencia teológica Y ha dado un grave anti-testimonio juzgando y atacando a Benedicto XVI y al Concilio Ecuménico Vaticano II.
Está escandalizando a los creyentes y politizado.
Hace dos días el Cardenal Muller fue entrevistado por Lifesitenews, también un blog politizado, aunque de apariencia Provida y católico.
Cardenal Muller elevó el tono de la entrevista en relación al funeral de Benedicto XVI y su interlocutor insistía sobre la traición de los hermanos alemanes de Benedicto XVI y del modernismo.
A todo esto el Cardenal elevó al interlocutor su visión terrenal.
El funeral de Benedicto xvi debe verse como lo que es.
Una gran oración con gran poder el de la Santa Cruz, el Sacrificio mediante el cual creemos estar unidos a la Iglesia Triunfante en los Cielos de los bautizados , que a su vez está unida a los creyentes y bautizados peregrinos en la tierra y unida a la Iglesia Purgante, piensa y espera que Benedicto XVI no irá a la última porque ya vivió el purgatorio en la tierra .
El Cardenal Muller nos dice que hay una errónea ideología de que la Iglesia está atrasada respecto a los tiempos modernos y que debería modernizarse, pero el nos dice que está comprensión de la Iglesia es incorrecta porque la Iglesia nunca puede estar atrasada en el tiempo.
Porque Jesús es la plenitud de los tiempos y nunca puede superarse. Jesús es el único mediador entre el Padre y la Humanidad y aunque la forma de hacer teología, de dar respuestas a los retos de cada época y tiempos cambien, la Revelación no puede cambiar. Jesús el verdaderamente lo nuevo, novísimo, Él es el Alfa y Omega fuera del tiempo.
No se puede hablar de cristianos conservadores, liberales , modernistas, tradicionalistas en la Iglesia. Estas categorías son del poder de este mundo. Son categorías políticas.
Sobre el camino sinodal de los eclesiásticos solo de concluye que es heretico.
La categoría de herético si es factible en la doctrina de la Iglesia
Conclusión
Que tanto ir hacia atrás del Concilio y congelarse en el tiempo como considerarse conservador es también una categoría política.
Solo podemos discutir de heréticos o creyentes..y De Mattei hace política, posicionándose como los políticos en conservadores o liberales
Escandalizando a los creyentes y fieles para configurarles políticamente como votantes en el partido democrático o para desarraigarlos de la Iglesia Católica Apostólica y Romana.
No obstante me gustaría matizar que no todas las constituciones son liberales, y que el concepto de Constitución no nace con el liberalismo sino que ha ido evolucionando con el tiempo, junto al propio Derecho del que forma parte. La mancomunidad Polaco-Lituana tuvo una auténtica constitución anterior al liberalismo, por ejemplo. Y la República romana en su periodo mas clásico tenia normas constitucionales en sentido material.
Pero todo esto es tangencial respecto al artículo que, como digo, me parece aclaratorio y excepcional y pienso tener a mano cuando surja el tema con los católicos que conozco. Gracias.
A los católicos ingleses se les juzgaba por traidores; a los rusos (aunque muchos fueran ortodoxos para el caso da igual) por agitadores o contrarrevolucionarios; a los alemanes, según las cuatro causas que llevaban a la pena de muerte, como pacifistas, por rebajar el espíritu nacional en tiempos de guerra, por escuchar radio vaticana o cosas del mismo tipo....
Hace mucho tiempo, como no sea en Burkina Faso, que no sea mata a un católico por el mero hecho de serlo, siempre se alegan cuestiones políticas aunque el católico en cuestión esté totalmente alejado de ella.
El único católico que estaba a salvo era el católico "p´a dentro" y ahora ni siquiera eso es suficiente porque pueden juzgar intenciones y se quedan tan campantes. Para muchos el mero hecho de respirar de un católico ya es una causa ¿qué causa? Se han inventado muchas como ya he expuesto.
La Constitución de 1978 es atea porque no reconoce a Dios ni se somete a su ley.
Adherir a la verdadera religión, rendir culto público a Dios, someterse a su ley, son deberes de las sociedades para con la verdadera religión y la única Iglesia de Cristo, afirmados por la tradicional doctrina católica, en particular por siglo y medio de magisterio antiliberal desde Pío VI, por ejemplo por León XIII en la encíclica Immortale Dei (1885):
“Los hombres no están menos sujetos al poder de Dios cuando viven unidos en sociedad que cuando viven aislados.
La sociedad, por su parte, no está menos obligada que los particulares a dar gracias a Dios, a quien debe su existencia, su conservación y la innumerable abundancia de sus bienes.
Por esta razón, así como no es lícito a nadie descuidar los propios deberes para con Dios, el mayor de los cuales es abrazar con el corazón y con las obras la religión, no la que cada uno prefiera, sino la que Dios manda y consta por argumentos ciertos e irrevocables como única y verdadera, de la misma manera los Estados no pueden obrar, sin incurrir en pecado, como si Dios no existiese, ni rechazar la religión como cosa extraña o inútil, ni pueden, por último, elegir indiferentemente una religión entre tantas”.
Muy superior a algunos indigestos gazpachos juanpablo-benedictinos que últimamente sufrimos en estas páginas.
Le suplico, me permita añadir algo, y lo hago en mayúsculas , no gritando, sino para intentar salvar almas.
Cuando se menciona al comunismo, no se menciona al socialismo, y no me canso de decir que muchísimas almas que se dicen católicas votan a partidos socialistas. Incluso me atrevo a decir, que, si todo el que se dice católico no votase a éste tipo de partidos ( PSOE, PP,..) no llegarían a gobernar. Pero con mucha frecuencia se cita al comunismo y no al socialismo.
Por ello, aclarar:
NO SE PUEDE SER CATOLICO Y SOCIALISTA
O DECIRSE CATOLICO Y VOTAR A PARTIDOS DE PROGRAMA SOCIALISTA (ejemplo,PSOE, PP ,...)
LEER: ENCICLICAS : RERUM NOVARUM
QUOD APISTOLICI MUNERIS
CUADRAGESSIMO ANNO
OCTOGESSIMA ADVENIENS
SOCIALISMO: ERROR CONDENADO A PERPETUIDAD POR EL MAGISTERIO DE LA IGLESIA
Muchísimas gracias . Dios nos de parte en Su Santísima Gloria. Y lo dicho, lo digo con la mejor intención. Ojalá éste comentario evite, cuanto menos, el aborto de un sólo niño o el asesinato de un ser humano por eutanasia.
Escandalizar a los creyentes , es darles males ideas
Dispersar el rebaño
El problema de vivir en el mundo se plantea todos los días en los asuntos más cotidianos: desde hacer la compra hasta usar la tecnología; las grandes superficies son ultraliberales, no compro y me voy a la tienda de barrio... Uy, este tío es anticatolico, me voy a otro sitio... Uy este sitio es de musulmanes radicales, cualquiera los evangeliza... Uy este otro sitio es de protestantes que se meten con mi llavero de la Virgen, pues no vuelvo. Hoy no compro, ayuno. Voy a leer Infocatolica, uf pero la tecnología es de ultraliberales, anticatolicos, proabortistas y demás calaña... Incluso el email que uso sabe el diablo de quién será... Así con todo.
Utilizamos tantas cosas del mundo que acabamos «conectados» a él, esclavos de él.
¿Cómo vivir en el mundo sin ser esclavo?
Al menos procurar vivir ajustándonos a Dios hasta donde podamos, con su ayuda.
Dios le guarde D. Pedro L, y a todos sus lectores.
Vale.
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Pedro L. Llera
No, no me olvidé. Si dice eso es que no llegó al final del artículo: conversión y penitencia.
Herida la Iglesia con la remoción de BXVI y ahora con su muerte aunque viva ya en la eternidad, aquí la Iglesia peregrina, los creyentes , se encuentran en espera de lal cumplimiento de las promesas de Dios con uns final intervención divina .
Pero los no creyentes, las fuerzas del mundo ,querrán desesperanzarnos, abrir la puerta del redil ,
Zacarías 13,7
Espada despiértate contra mi pastor y contra el hombre de mi compañía, palabra del Señor Omnipotente. Hiere al pastor y las ovejas se dispersarán, yo volveré mis manos aun contra las más débiles
Se supone que las constituciones son liberales. Y policías, jueces, cargos públicos, funcionarios y militares sólo acceden a sus cargos mediante juramento o promesa de cumplir la respectiva constitución. Así en cualquier país.
En Italia tras la reunificación el Papa optó por el abstencionismo, prohibiendo a cualquier católico participar en el Estado (liberal) italiano. No fue muy bien....
Los que declaran que solo son catolicos si piensan como yo.
Diriamos que son los contrarios a :
Unidad en las cosas esenciales. Diversidad en las no esenciales. En todo la Caridad.
No voy a definir más que, juzgan a todos los demás catolicos y condenan a todos los demás católicos, pero no tiene nada que ver con la doctrina de la Iglesia, el catecismo, y el evangelio
El otro grupo, que yo no me podia creer que podia existir hoy en dia, por las circunstancias que nos tocan vivir, es el de una especie de "quietistas".
Estos viven en un pais, en el que podrian participar en la proclamación de las leyes, tanto con su voto, como participando en la politica directamente y de otras maneras, pero como afirman que no hay que hacer nada porque los que gobiernan son todos iguales y estan todos corrompidos, pues se quedan quietos, mientras los enemigos de Dios que si son muy activos van proclamando cada vez más leyes inicuas y corrompiendo a la sociedad. Una especie de los que prefieren enterrar los talentos...
Jesus, no fue por la vida diciendo que tipo de régimen politico era el mejor. Si, nos hizo libres para amarle o no. En su evangelización en su paso por la tierra, nos enseñó que El es el Camino, la Verdad y la Vida, y como debiamos comportarnos para seguirle, no obligo a nadie a seguirle, aunque si nos dijo que habia cielo e infierno, y que dependia de nuestra decisión el resultado.
A mi me gustaria ser una católica que amara a Jesucristo, al prójimo como manda El y que solo hiciera su voluntad.
Vivimos en donde El ha querido que vivamos, con las circunstancias que El ha querido, y sean como sean, son las mejores para nuestra santificación.
Sin intentar generar debate alguno. La descripción que haces es la realidad visible, es innegable.
Parece más sencillo y simple pensar que hay una Iglesia Católica con católicos dentro, la del Credo.
Todo lo demás está afuera se adjetive como se adjetive, o se es católico o no.
Cristo es un todo y la Iglesia de Cristo es un todo con Cristo, que opera por "Los sacramentos del Nuevo Testamento, instituidos por Cristo Nuestro Señor y encomendados a la Iglesia, en cuanto que son acciones de Cristo y de la Iglesia, son signos y medios con los que se expresa y fortalece la fe, se rinde culto a Dios y se realiza la santificación de los hombres".
El problema es la Fe, que no se advierte presente en las acciones concretas, por ejemplo la Oración Ferviente y Persistente.
Cristo, en su manera tan especial hizo una pregunta "Pero, cuando el Hijo del hombre venga, ¿encontrará la fe sobre la tierra?»"
Si hoy fuera el día...
Es más, si es tal como los presenta, incluidas las caricaturas pienso que para los tres soy in hereje.
Quizás me sienta más cerca de los conservadores, pero ni me molesto en pedir la admisión porque:
- Creo que hay que arrancar las malas hierbas pero esto no corresponde a los hombres, sino a los Ángeles y eso después de la siega. Entonces los Ángeles meterán el trigo en el granero y la cizaña la harán haces y le echarán al fuego.
- Creo en la tradición y por eso respeto al Santo Padre elegido en cónclave por el Espíritu Santo. Que ÉL escribe derecho a veces con renglones que me pueden parecer torcidos y aceptó y respeto totalmente al Papa Francisco como pastor que nos ha sido dada aquí y ahora y unidos a él debemos mantener la unidad.
O sea que como ve... pues como que no.
Y de los otris 2 ni le cuento.
Rezo todos los días y más de una vez, el credo y la salve y casi todos los días el rosario y la Santa Misa y a confiar en la Misericordia de Dios y.... palante.
¿como lo ve?
El creyente sabe que encontrará el alimento espiritual , Dios no le dejara.
Siempre hay santos y obreros del Señor, además podemos ser instrumentos para conversión.
Pienso que ya es visible que el escándalo lo está provocando la gente que se dice católica o apologética, cuando no se da razón de la esperanza, cuando no se confía en el Magisterio verdadero.
Si se sobredimensiona un evento injusto como es un abuso litúrgico y se propaga la idea de que la Iglesia Universal ya no es sacramento de salvación, por webs o por periodistas para provocar la huida del rebaño a sectas o al aislamiento.
Las Misas de rito romano ordinarias son un encuentro con Dios , hay miles de miles Misas agradables a Dios que no se publican .
Aquí algunos numerales del Catecismo sobre el escándalo.
2285. El escándalo adquiere una gravedad particular según la autoridad de quienes lo causan o la debilidad de quienes lo padecen. Inspiró a nuestro Señor esta maldición: ‘Ay de quien escandalice a uno de estos pequeños que creen en mí, más le vale que le cuelguen al cuello una de esas piedras de molino que mueven los asnos y le hundan en lo profundo del mar’ (Mt 18, 6; cf 1 Co 8, 10-13). El escándalo es grave cuando es causado por quienes, por naturaleza o por función, están obligados a enseñar y educar a otros. Jesús, en efecto, lo reprocha a los escribas y fariseos: los compara a lobos disfrazados de corderos (cf Mt 7, 15).
2286. El escándalo puede ser provocado por la ley o por las instituciones, por la moda o por la opinión.
Así se hacen culpables de escándalo quienes instituyen leyes o estructuras sociales que llevan a la degradación de las costumbres y a la corrupción de la vida religiosa, o a ‘condiciones sociales que, voluntaria o involuntariamente, hacen ardua y prácticamente imposible una conducta cristiana conforme a los mandamientos’ (Pío XII, discurso 1 junio 1941). Lo mismo ha de decirse de los empresarios que imponen procedimientos que incitan al fraude, de los educadores que ‘exasperan’ a sus alumnos (cf Ef 6, 4; Col 3, 21), o de los que, manipulando la opinión pública, la desvían de los valores morales.
2287. El que usa los poderes de que dispone en condiciones que arrastren a hacer el mal se hace culpable de escándalo y responsable del mal que directa o indirectamente ha favorecido. ‘Es imposible que no vengan escándalos; pero, ¡ay de aquel por quien vienen!’ (Lc 17, 1).
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Pedro L. Llera
Espera, espera... A ver si la culpa de la crisis de la Iglesia y de los escándalos que se dan casi a diario (por ser caritativo) en ella es de los que escribimos para denunciar esos males. La culpa va a ser del mensajero, ya lo estoy viendo venir.
Entiendo que la crisis venga de la reforma luterana (el libre examen sin criterio alguno) así como de la revolución liberal y rusa (comunismo).
Pero no entiendo que venga del humanismo renacentista ni del nominalismo medieval, porque el renacimiento es un momento de descubrimientos de todo tipo, y el nominalismo medieval lo veo demasiado débil como para iniciar una crisis eclesial.
Me gustaría que, sintéticamente, se pudiera aclarar:
1. ¿Qué punto esencial del nominalismo medieval tiene la potencia como para provocar una tan duradera crisis eclesial que continúa hasta ahora?
2. ¿Qué punto esencial del humanismo renacentista tiene la potencia para causar una crisis eclesial tan larga que dura hasta hoy?
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Pedro L. Llera
Giovanni Pico della Mirandola. Segunda mitad del siglo XV. Simplemente le pongo una cita:
«Cuando Dios terminó la creación del mundo, empieza a contemplar la posibilidad de crear al hombre, cuya función será meditar, admirar y amar la grandeza de la creación de Dios. Pero Dios no encontraba un modelo para hacerlo. Por lo tanto se dirige al primer ejemplar de su criatura, y le dice: "No te he dado una forma, ni una función específica, a ti, Adán. Por tal motivo, tendrás la forma y función que desees. La naturaleza de las demás criaturas la he dado de acuerdo a mi deseo. Pero tú no tendrás límites. Tú definirás tus propias limitaciones de acuerdo con tu libre albedrío. Te colocaré en el centro del universo, de manera que te sea más fácil dominar tus alrededores. No te he hecho mortal, ni inmortal; ni de la Tierra, ni del Cielo. De tal manera, que podrás transformarte a ti mismo en lo que desees. Podrás descender a la forma más baja de existencia como si fueras una bestia o podrás, en cambio, renacer más allá del juicio de tu propia alma, entre los más altos espíritus, aquellos que son divinos».
El fin es admirar y amar la grandeza de la creación: no alabar y dar gloria a Dios y así santificarse para ir al cielo.
«Tendrás la forma que desees»: la voluntad del hombre se hace a sí mismo. Es el hombre quien decide su forma. Ya no es Dios ni su Voluntad, sino el hombre: antropocentrismo.
«Podrás transformarte a ti mismo en lo que desees»: El hombre se autoposee y se autodetermina, al margen de Dios.
Como ve, ya en el siglo XV están sentadas las bases de lo que en la Ilustración y en la Revolución llamaremos Liberalismo.
Los males que aquejan a la Iglesia y a nuestro mundo tienen una raíz: el triunfo del liberalismo que aparta a la criatura del Creador. El hombre autónomo e independiente se rebela contra Dios. Se niega a servir a Dios.
Denunciar el mal dando razón de la profecía y de la esperanza es el deber de un católico que evangeliza en redes sociales.
Resaltar el bien de la Iglesia además de la denuncia es un deber.
Cuando Mattei con obstinación ataca el Magisterio de San Juan Pablo II y de Benedicto XVI del Concilio Vaticano II, ya es un indicio que no se debe promocionar o de dudar del grupo que lo apoye.
Opino que las webs sin auténtica unidad que culpan de la apostasía al Magisterio de JPII y BXVI, provocan que los creyentes dejen de asistir a Misa o bien ponerlos en peligro de dudar del Catecismo de la Iglesia, de juzgar a los sacerdotes, de hacerles dudar de Dios en el fondo.
Este método siguen algunas comunidades de los protestantes para captar católicos y posiblemente el carácter de secta de SSPX, pueda ser una trampa para sus lectores.
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Pedro Luis Llera
Mire usted: Roberto de Mattei podrá gustarle más o menos. Pero tampoco el doctor de Mattei es el responsable de la crisis de la Iglesia. Y a Roberto de Mattei no hace falta promocionarlo porque su prestigio está más que reconocido internacionalmente y su fe y su fidelidad a la Iglesia es incuestionable.
Por último, aquí nadie ha culpado de la apostasía al magisterio de Juan Pablo II o al de Benedicto XVI.
No sé muy bien de qué va usted... ¿Cree de verdad que alguien va a dejar de ir a misa por leer mis artículos? ¿En serio? ¿Qué es eso de las Webs sin auténtica unidad?
Creo que usted debería irse a Vida Nueva, a Aciprensa, a la página de la COPE, a Vatican News, escuchar a José Luis Restán o a cualquier otro medio oficialista. Se encontrará usted mejor allí.
Fin
Pd. ¡Qué pena me da, por la humillación que le inflige el obispo, la señora que es obligada a comulgar en la mano! Rezo por ella, para que el Señor la sostenga y no se escandalice de los pastores-lobos como este señor mitrado.
Con todo, en mi opinión , junto con volver a Santo Tomás en los Seminarios, hay que volver al primer anuncio de los Apóstoles. Que Cristo murió y resucitó por nuestros pecados, venciendo a la muerte, ya que éramos esclavos del Demonio por el temor a la muerte que nos dejó el pecado de nuestros padres.
*El dominico, en su ausencia de fe, tiene cierta razón. #Fuera del mundo, debido a la persecución, no hay "salvación"... para el cuerpo/la mente.# La vida martirial en caso de no dejarse arrastrar por las corrupciones mundanas, incluso el martirio, están asegurados. No es, de momento en occidente, muerte de tiro en la nuca. Es muerte social. Los tiros son a las posibilidades, a la cartera, a la imagen, a la salud...
*La Iglesia siempre ha tenido razón, como no podía ser de otra manera. #Fuera de la Iglesia no hay Salvación... para el Alma#.
He vivido ambas realidades (*) de modo desgarrador. Así son las cosas de Dios. Todo por bien de quienes le aman.
De qué sirve ganar este mundo, habría que recordarle al señor dominico... Aprovecho para preguntar de dónde surgió lo de la salvación para todos, más allá de la oferta a través de la cruz de Cristo, que claro está, es para todos. Los calvinistas, entonces, ya no son predeterministas? Y los luteranos? Con el batiburrillo que tienen... Es que es cuanto menos curioso que haya surgido esa idea más o menos al tiempo del poder masónico actual, con logias que derivan en satanismo, es decir, en personas que rechazan abiertamente a Cristo y su Redención.
Que nada nos separe del Amor de Dios.
Si se adhiere completamente, es católico, sin más etiqueta; si no se adhiere, será cualquier otra cosa. No existe punto medio, por el principio de tercero excluido, ya que entre adherirse completamente y no adherise completamente a la verdad no hay tercera posibilidad.
El renacimiento también implicó una especie de malsano interés por el antiguo paganismo, al que se pretendía ver como algo glorioso que la Cristiandad había artuinado. No por nada la Edad Media y el renacimiento son llamados así.
Don Christian
El Pastor herido es Cristo.
La Palabra de Dios también es profética y tiene múltiples planos, y así como en la plenitud de los tiempos, una parte pequeña del Pueblo elegido reconoció el cumplimiento de muchas profecías mesiánicas, así nosotros nos encontramos tras la reciente muerte de Benedicto XVI.
Aquí dejo profecía del A.T de San Pedro y sus sucesores que retomo Jesús para entregarle las llaves del Reino
En aquel día llamaré a mi siervo Eliaquim hijo de Hilcías, 21 y lo vestiré de tus vestiduras, y lo ceñiré de tu talabarte, y entregaré en sus manos tu potestad; y será padre al morador de Jerusalén, y a la casa de Judá. 22 Y pondré la llave de la casa de David sobre su hombro; y abrirá, y nadie cerrará; cerrará, y nadie abrirá. 23 Y lo hincaré como clavo en lugar firme; y será por asiento de honra a la casa de su padre. 24 Colgarán de él toda la honra de la casa de su padre, los hijos y los nietos, todos los vasos menores, desde las tazas hasta toda clase de jarros. 25 En aquel día, dice Jehová de los ejércitos, el clavo hincado en lugar firme será quitado; será quebrado y caerá, y la carga que sobre él se puso se echará a perder; porque Jehová habló
Sólo nos toca ser católicos íntegros.
Antes se los echaba o excomulga, ahora son los que mandan. Como la maxima dice "quien no acepta la doctrina, no puede imponer disciplina", pues ni caso a la jerarquia progre.
Así en el final de los tiempos se profetiza una prueba final en la Biblia y que está descrita en el Catecismo de la Iglesia Católica como "Prueba Final".
Parece que la división se acelera para llevar a los peces a las aguas revueltas desde que la niebla cubrió la cúpula de San Pedro que vimos en el funeral de Benedicto XVI .
Aceleradas por Francisco pero también por otro grupo de personas como Vittori
Las estructuras serán modificadas por presión de Francisco comenzando por los estatutos del Opus Dei, esto incide en la vida sagrada de muchos santos.
Está impostura incluye el ataque al Magisterio de los últimos Papas verdaderos
El Catecismo nos habla de la prueba final que estamos sufriendo y es la sacudida de la fe de numerosos creyentes y su persecución.
La última prueba de la Iglesia
675 Antes del advenimiento de Cristo, la Iglesia deberá pasar por una prueba final que sacudirá la fe de numerosos creyentes (cf. Lc 18, 8; Mt 24, 12).
La persecución que acompaña a su peregrinación sobre la tierra (cf. Lc 21, 12; Jn 15, 19-20) desvelará el "misterio de iniquidad" bajo la forma de una impostura religiosa que proporcionará a los hombres una solución aparente a sus problemas mediante el precio de la apostasía de la verdad.
La impostura religiosa suprema es la del Anticristo, es decir, la de un seudo-mesianismo en que el hombre se glorifica a sí mismo colocándose en el lugar de Dios y de su Mesías venido en la carne (cf. 2 Ts 2, 4-12; 1Ts 5, 2-3;2 Jn 7; 1 Jn 2, 18.22).
Ojalá podáis revisar un oráculo de Dios , cuando recrimina a los malos pastores , dejando a las ovejas sin pastor se habla de dispersión de las ovejas y que Dios mismo vuelve directamente a apacentarlas (Profeta Ezequiel).
Lástima, había puntos interesantes de debate.
Queden todos con Dios.
Me encanta la imagen que abre la publicación, ahí está todo. Luego el artículo la desarrolla, nos sitúa en la escena, nos pone en contexto.
Nos afecta a todos porque la Verdad está ahí fuera y choca con las representaciones que se han hecho y se siguen haciendo, a costa de descentrar la doctrina de siempre por la moda del momento.
La situación presente me recuerda constantemente al mito de Platón (unos pocos logran escapar de la caverna, la mayoría se cree lo que les muestran abajo y cuando los de fuera deciden regresar para contarlo, existe esa obligación moral de revelar la Verdad y desengañar a la gente, no les creen y se revuelven contra ellos)
Si aplicamos el mito para valorar el escenario político no generará tanto conflicto como si lo aplicamos a la situación religiosa ¿Qué cambia? Nuestra situación, ubicación en el mito.
Los blogs no utilizan el recurso del arcano (no deis perlas a los cerdos), de ahí la explosividad de ciertos comentarios al verse interpelados, acusados. Hay un artículo de JM De Prada que explicita esta vía, se titula "La última luz" y recomiendo leer porque va acorde al artículo.
Que tengan un buen día.
Pastor Injusto de la profesia de Zacarías11
Apacenté, pues, las ovejas de la matanza, esto es, a los pobres del rebaño.
Y tomé para mí dos cayados:
al uno puse por nombre Gracia, y al otro Ataduras; y apacenté las ovejas.
Biblia de Navarra
La abrí hace unos minutos y salió exactamente la profesia Zarariss 11
Esto dice el Señor, mi Dios.
Pues yo no me apiadaré más de los habitantes del pais-oraculo del Senor
Apacienta las ovejas de la matanza, las que sus compradores degüellan impunemente, mientras sus vendedores se dicen !Bendito sea el Señor! Yo me hago rico; y sus pastores no se apiadan de ellas.
Pues Yo no me apiadaré de los habitantes del pais-oraculo del Señor- sino que voy a entregar a los hombres,a cada uno a manos de su prójimo y en manos de su rey, quemachacaran el país sin que Yo le libre de su mano.
Entonces me puse a apacentar las ovejas de la matanza destinadas a los tratantes de ganado, y me procuré dos varas.
A una llame Gracia y a otra Unión. Y seguí apacentando las ovejas.
Eliminé a los tres pastores en un mes, pero perdí la paciencia con ellas y también ellas se astiaron de mi.
Dije entonces:
No os apacentaré más.(Declaratio??).
La que se muera que se muera; la que perezca; que perezca y las que queden que se coma cada una la carne de su compañera.
Tome la vara de la Gracia y la quebré para romper la alianza que había sellado con todos los pueblos.
Aquel día quedó rota, y los tratantes de ganado me observaban conocieron que era Palabra del Señor
Yo les dije
Continuación.
Biblia de Navarra
Zacarias11 , 12....traición de Judas y permisión de un pastor injusto antípoda del Buen Pastor
Aquel día quedó rota, y los tratantes de ganado me observaban conocieron que era Palabra del Señor
Yo les dije:
Si os parece bien ,dadme mi paga y sino dejadlo.
Ellos pesaron mi paga , treinta siclos de plata.
Me dijo el Señor:
-Echa en el tesoro el valioso precio con que he sido tasado por ellos.
Tomé los treinta siclos de plata y los eche en el tesoro del Templo del Señor.
Luego quebré mi otra vara, la Unión, para romper la hermandad entre Judá e Israel.
Entonces me ordenó el Señor :
-Toma el atillo de un pastor necio, pues voy a establecer en el país un pastor que no se preocupe de la oveja perdida ni busque la extraviada, ni cure la herida, ni alimente la sana , sino que se coma la carne de las bien cebadas y les arranque las pezuñas.
!Ay del pastor majadero que abandona el rebaño!
!Que se le clave en su brazo y en su ojo derecho!
!Que se le seque su brazo y se le ciegue el ojo derecho!
La fe incluye el estudio y la oración de la inmediatez de la Palabra de Dios .
Si usted quiere puede profundizar los signos y si usted quiere puede vivir y mantener la caridad, que es el primer mandamiento y la base de nuestra religión.
Precisamente la santidad de Beneficto fue la caridad heroica en sus argumentación.
Hace falta estudiar y amar.
Paz y bien
!
Con todo respeto , lo ideal sería avanzar y profundizar
Y no usar la:
Acusación Ad hominem
Se conoce como argumento ad hominem (del latín 'contra el hombre') 1 a un tipo de falacia informal (argumento que, por su contenido o contexto, no está capacitado para sostener una tesis) que consiste en dar por sentada la falsedad de una afirmación tomando como argumento quién es el emisor de esta. 2 para utilizar esta falacia se …
Un saludo
Parece que no paso la censura mi comentarioque transcribí de la Biblia de Navarra
La respuesta está en Zacarías 11
Interpretación en García Poleja religionenlibertad
Fin
Me imagino que se refiere al fanatismo ultra progre que parasita en la Iglesia. El único que existe.
Parece que usted no ha sabido nada de los últimos 60 años de la Iglesia.
Ni contestar como dama.
Pero Dios está conmigo
Me despido , dándome cuenta que hay muchas acusaciones ad hominem incluidas marcas, benecantistas, chifladura y y no oportunidad de responder con respeto y con la razón y la fe.
Con lo que me llevo la sensación de que hay un grupo de personas muy inflexibles no dispuestas a raxonar
muchísimas gracias por su artículo. Me ha encantado.
En línea con ese artículo y otros que Ud. ha escrito, tenía una petición que hacerle, a modo de carta a los Reyes Magos atrasada: podría, por favor, aconsejarme libros interesantes para mejorar mi formación en Filosofía, Religión, Sociología, etc.?
Muchas gracias por su ayuda
La cuestión se centra en saber si es posible salir de la crisis, o si la misma tenderá a profundizar. Porque es evidente que la crisis existe, pero reconocerla, denunciarla y corregirla conforme a la ortodoxia católica, no basta para salir de ella. La experiencia de varios siglos demuestra la incapacidad de la Iglesia para detenerla. Lo mismo ocurre con los intentos actuales por parte de Pastores y fieles.
Es necesario advertir que estamos combatiendo con las armas del “hombre viejo del pecado”, absolutamente ineficaces para vencer el ataque furibundo lanzado por el demonio que “sabe le queda poco tiempo” (Apoc).
Por esto, Cristo envía a Su Madre para sostenernos en esta batalla final y decisiva en la que la Señora Vestida de Sol pisará la cabeza del dragón.
Pero sucede que a la Virgen se la ignora, se la menciona sólo como comisionada ante Cristo, como gestora secundaria. Se trazan futuros, se prevén los tiempos, con prescindencia absoluta de los anuncios proféticos de la Virgen de que triunfará Su Corazón Inmaculado en el mundo.
Esta es la realidad más grave de la crisis: el negarse ostensiblemente a aceptar la Conducción de María y rechazar los Mensajes que Ella da a la Iglesia y a la humanidad ante los gravísimos momentos que vivimos.
El rechazo a María es rechazo a Cristo, es parte de la apostasía, disimulada por la astucia del demonio; se vale del orgullo para hablar de un Cristo sin Su Madre.
“Quien rechaza a Mi Madre, a Mí me rechaza” (Mens.de Jesús en San Nicolás-Argentina).
Por consiguiente, el complejo entramado de la crisis reconoce una causa principal eminente: el rechazo a María. Se acalla el triunfo de Su Corazón Inmaculado en el mundo, y se acallan sus manifestaciones y mensajes actuales que realiza en cumplimiento de la Misión encomendada por Su Hijo.
Es tiempo de incendiar, arrasar, despreciar y sepultar los cadáveres del error y del pecado, se llamen apostasía, masonería, irracionalismo-nihilista-ateo, marxismo, progresismo, NOM, y demás.
Es tiempo de ocuparnos del Reino que se hace presente en su Nueva Edad de crecimiento. Lo hemos considerado perimido, pero ahí está vivo, clamando por operarios, los ángeles segando la cizaña, juntando el trigo.
¿Nadie se sumará a los trabajos ingentes a realizar? ¿Permanecerán apostrofando, mirando al pasado, paralizados, eruditos en documentos pero ignorantes de lo que Dios habla por Mediación de Su Madre?
Cristo nos convoca a trabajar en la Causa que Él ha confiado a María a fin de que prepare con urgencia el camino a Su Venida.
Debemos llamar a la Conversión a los ocho mil millones de hermanos, llevando los Mensajes de la Virgen hasta los confines de la tierra, como Ella y Su Hijo nos lo piden.
La conspiración de los enemigos tambalea y cae, aumentan las desinteligencias entre ellos, cada cual sigue su propio camino de orgullo. El sistema industrial-agrario-financiero-militar del NOM se desploma, aún cuando intentan ocultarlo.
Urge “edificar un mundo nuevo desde sus fundamentos…restablecer para ello la armonía primitiva” (Pío XII); instaurar la “Civilización del Amor” (S. Pablo VI); “Cruzar el umbral de la Esperanza” (S.J.P. II).
El Reino es el gran Objetivo que debe movilizar a la Iglesia y a toda la cristiandad.
Debe no sólo restablecer el orden en la tierra, sino obtener los frutos que la gran familia de los hijos de Dios debe producir como propios del todo, que ninguna de las partes pueden hacerlo por sí mismas.
Apelemos a las creaturas puestas por Dios bajo el gobierno y potestad del hombre para que sirvan a la Gloria del Altísimo. El universo es un inmenso texto litúrgico ,el Discurso “ad extra” de la Santísima Trinidad que debemos asumir y proferir como cántico de honor y gratitud al Creador, tal como lo hacen ininterrumpidamente todas la creaturas, desde las ínfimas a las galaxias.
“A la maldad, pisadla y la destruiréis. Eso debéis hacer, pisarla” (Mens. de Jesús en San Nicolás, Argentina).
Por ejemplo, explicitar lo implícito siempre es una Evolución legítima.
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Pedro L. Llera
Esta proposición están condenada por el Syllabus:
V. La revelación divina es imperfecta y está por consiguiente sujeta a un progreso continuo e indefinido correspondiente al progreso de la razón humana.
La revelación quedó cerrada con la muerte del último de los apóstoles. No hay ninguna verdad revelada nueva que añadir ni nada que quitar. Como usted mismo dice, se puede profundizar la Verdad de siempre. Pero sin alterar su sentido. Pero el depósito de la fe está cerrado, salvo que un Papa decrete algún dogma nuevo, que podría suceder: por ejemplo, María Corredentora.
Ellas comenzaron con cuatro evangelios. Dieron lugar a varios patriarcados. Hoy hay un esfuerzo ecuménico notable con las iglesias de la Reforma y la Ortodoxia. En todas las versiones del Evangelio ha debido ser decisivo que la Tradición actualice una "buena noticia" para los seres humanos. Hace dos mil años que la iglesia decanta su seguimiento de Jesucristo en enseñanzas que ha ido forjando trabajosamente para anunciar el Evangelio de un modo nuevo, epocal y culturalmente comprensible. No debiera extrañar, en consecuencia, que la misma tradición -el modo plural y provisional de transmitir la revelación de la cual la iglesia es custodia- obligue a los católicos a revisar su doctrina y a cambiarla si es necesario. Si en el presente las mediaciones culturales e históricas (los ritos, las instituciones y las doctrinas) hacen imposible que el Evangelio llegue a los contemporáneos ellas deben ser discernidas y, si es el caso, cambiadas.
El tradicionalismo, en cambio, opera como si el Espíritu Santo no existiera: es decir, como si la iglesia no dispusiera de la inspiración de Cristo para continuar transmitiendo el Evangelio en el futuro. El tradicionalismo no admite interpretaciones. Dice de cualquier mediación del Evangelio: "esto siempre ha sido así", "esto no puede cambiar porque es intocable". Es explicable que haya cristianos que piensen de este modo. Han de tener en cuenta empero que algunas tradiciones que encauzaron el cristianismo en el pasado, petrificadas, han asfixiado la vida de los católicos. Y que, de hecho, la iglesia ha cambiado varias de sus doctrinas.
El tradicionalismo, en realidad, no representa la originalidad del cristianismo. La traiciona. El parlamentario tradicionalista quiere verificar el cristianismo en el plano de la legislación como si él tuviera la verdad revelada y los demás vivieran en las tinieblas. Los católicos no poseen "verdades" que pueden hacer valer en el parlamento como "cruzados", como si los demás desconocieran el misterio de la cruz. Lo propio del dogma de la Encarnación que termina en la cruz pero que no se agota en esta, es exigir relacionar y conjugar ambos planos, el de la fe y el de normas que han de ser racionales. La identificación de Dios con la humanidad culmina en el misterio pascual, pero comienza con su apertura y asunción de la realidad humana en todas sus dimensiones. Esto impide confundir una cosa con otra y llegar rápidamente a conclusiones simples.
En suma, no hay que buscar la originalidad del cristianismo en la prevalencia de la doctrina de la Iglesia Católica en la legislación del país. La relevancia cristiana debe descubrírsela sobre todo en el testimonio voluntario de cristianos que, por ejemplo, estén dispuestos a defender la tolerancia y legislar desde esa convicción. Los parlamentarios católicos, en virtud de su propio Credo, no debieran considerarse voceros de las autoridades eclesiásticas ni aplicadores de doctrinas católicas que pueden mediar, pero jamás agotar, la Tradición de la Iglesia. Lo suyo es redescubrir el Evangelio con otros, incluso con no creyentes, como una "buena noticia" para todos y no solo para algunos, no solo para los de hoy sino también los de mañana.
https://opinion.cooperativa.cl/opinion/religion/la-iglesia-catolica-entre-la-tradicion-y-el-tradicionalismo/2020-12-30/160351.html
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Pedro L. Llera
A ver voy a escribir algo aquí, no vaya a ser que alguien pueda pensar que el que calla otorga.
Ese texto del jesuita chileno es un despropósito, un cúmulo de heterodoxias y errores doctrinales, por no utilizar la palabra herejía.
Es un ejemplo paradigmático de lo que en el artículo llamo progresistas: es un texto que ejemplifica muy bien lo que es el modernismo.
Lo han puesto aquí como provocación y yo le he dado paso para dejarles en evidencia.
Retratados quedan. Carecen de temor de Dios. Pero ustedes y yo seremos juzgados y el Juez separará la cizaña del trigo. Y allí será el llanto y el rechinar de dientes.
Conversión y penitencia.
- Cristo fundó una sola Iglesia, la Católica Romana.
- La Fe Católica no se limita a los 4 Evangelios. Tiene 2 fuentes la Santa Tradición y la Sagrada Escritura, y esta última está contenida en ls Tradición.
- Los católicos somos lo mismo que los primeros cristianos, que no tenían los 4 Evangelios.
- En 2000 años ha habido solo una interpretación válida y consistente del Evangelio, la católica.
- Su hato de eslóganes inconexos, es manifiestamente falso y contradicho por la historia y la sola razón. De hecho está expresamente condenado en el Syllabus y la Pascendi. No es más que el falso cuenteo protestante y modernista, en forma de "relato", como le gusta a la progresía. Una mentira que suena bien.
- Si es que tiene buena voluntad, estudie y fórmese, para que no siga haciendo el ridículo.
Antes que nada, seamos fraternos...
"Con los dogmáticos y fanáticos no cabe ni el diálogo ni el pluralismo ni mucho menos la fraternidad universal. El que piensa de otro modo es para ellos un hereje o un enemigo".
"La cortesía es la flor de la caridad". San Francisco de Sales
Que El Señor te bendiga...
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Pedro L. Llera
Lobo con piel de cordero. Con el demonio no se debe ser cortés. Al lobo hay que darle hasta que deje a las ovejas en paz. Aquí somos dogmáticos (la Iglesia lo es) e intolerantes con el mal.
Libertas 23:
«cuando la Iglesia, columna y firmamento de la verdad, maestra incorrupta de la moral verdadera, juzga que es su obligación protestar sin descanso contra una tolerancia tan licenciosa y desordenada, es entonces acusada por los liberales de falta de paciencia y mansedumbre. No advierten que al hablar así califican de vicio lo que es precisamente una virtud de la Iglesia. Por otra parte, es muy frecuente que estos grandes predicadores de la tolerancia sean, en la práctica, estrechos e intolerantes cuando se trata del catolicismo. Los que son pródigos en repartir a todos libertades sin cuento, niegan continuamente a la Iglesia su libertad».
La tradición es muy importante.
Lo nuevo del Espíritu Santo nos santifica.
En el libro la Sal de la Tierra , entrevista al Cardenal Ratzinger se le pregunta por los problemas de la Iglesia.
La teología crítica sería el peor problema, se tiene la teología de la liberación que usa a la religión como instrumento para la paz, seguridad o para la Creación
La teología de la liberación tiene distintas modalidades, la liberación femenina con implicaciones políticas y otra que es de implicaciones antropológicas, con la famosa criatura que se revela al Creador para autocrearse, liberación de la biología y del ser con el gender.
Y luego la liberación femenina con implicaciones paganas unida a la teología de lainculturacion liberación de la extranjerización europea para retrotraerse a las religiones precolombinas y unida a la liberación femenina (Engels) europea y americana, desautoriza la figura paternal de Dios por considerarla patriarcal y llegan al New Age con la madre tierra.
Eso con la modernidad que desprecia a quien se siente con posesión de la verdad, como intolerante pone en riesgo de supervivencia del cristianismo, ese hombre moderno ve que la religión que como la indu solo tiene un concepto inelfable de Dios ,se puede instrumentalizar , y no nos dejarán tener dogmas.
Ante estos problemas y la de los protestantes que se quedaron sin nada de su principio escrituristicos con la ilustración y el método científico para estudiar la Biblia.
Los cristianos sufriendo buscan fe y seguridad en la literalidad de la Biblia(sectas), porque allí esperan encontrar un patria robada.
Pero si la razón de la fe se desdibuja y se convierte en una lucha partidista estás sectas son peligrosas, incluso la tentación de buscar la fe y seguridad en las revelaciones privadas para el Cardenal Ratzinger es peligroso.
Entonces dónde estaría una sana vida defe, de la Iglesia?
dice el Cardenal Ratzinger pero en. " algunas islas, defienden con fuerza las tradiciones.
Y hay también lugares, donde no han sufrido una crisis tan radical, o en los que el fermento de alguna cosa nueva ha tenido un eco mayor.
De todas formas la fe siempre está amenazada en todas partes, eso pertenece a su propia esencia"
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Pedro L. Llera
Ya. Ha tenido suficiente tolerancia.
No monopolice los comentarios.
Y aquí no hay libertad de expresión.
Un comentario como el suyo, directamente hostil a la Fe, no tiene nada de constructivo.
No se olvide de que no creo en las libertades modernas: aquí no hay libertad de expresión. Váyase con viento fresco a Religión Digital, que es la cloaca de todas las herejías.
Dios habla para todos, pero su sabiduria está escondida a los sabios y entendidos, Mt 11, 25-27.
Se revela solo a los sencillos, y llega a decir que si no nos hacemos como niños, no entraremos en el reino de los cielos.
El Espiritu Santo que es Dios, no va a contradecir lo que dijo Cristo que tambien es Dios.
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