Los Bárbaros Modernos I

La lucha entre la Luz y las tinieblas continúa. Acabamos de celebrar la Semana Santa y estamos en los tiempos de pascua. Cuando Cristo muere en la cruz, las tinieblas cubren el mundo:

Era ya cerca de la hora sexta cuando, al eclipsarse el sol, hubo oscuridad sobre toda la tierra hasta la hora nona. (Lucas 23, 44).

Mira, las tinieblas cubren la tierra,
y una densa oscuridad se cierne sobre los pueblos.
Pero la aurora del Señor brillará sobre ti;
¡sobre ti se manifestará su gloria!
Las naciones serán guiadas por tu luz,
y los reyes, por tu amanecer esplendoroso.
Isaías 60, 2-3

La resurrección de Cristo rompió las tinieblas. El pecado, el mal, la injusticia, la crueldad, el odio, el mal y la muerte han sido derrotados para siempre. Cristo ha resucitado. Verdaderamente ha resucitado. Cristo es el Cordero de Dios que quita el pecado del mundo. Él hace todas las cosas nuevas. El amor de Cristo nos urge. El que está con Cristo en una criatura nueva. Todo es nuevo.

Cuando el hombre se aparta de Dios, inevitablemente, vuelve la barbarie y la civilización deja paso a la bestialidad más cruel. No puede ser de otra manera. La batalla continúa. La lucha no terminará hasta que el Señor vuelva en gloria y majestad.


Los Bárbaros Modernos

Kant, Darwin, Malthus

Desde la Revolución Francesa, el concepto de persona ha ido evolucionando.

Para Kant (1724-1804), la persona es el sujeto de acción moral, que actúa de un modo autónomo y guiado por la razón. El concepto de persona en Kant está ligado al de dignidad. Son personas los que son libres y responsables de sus actos. Detrás del criterio de persona de los liberales kantianos está el modelo de adultos humanos de mediana edad, saludables y jóvenes, los cuales tienen funcionando sus capacidades de racionalidad, autoconciencia, etc., constituyéndose en un grupo de élite.

Quedan excluidos del concepto de persona todos aquellos seres humanos que no cumplen los requisitos enunciados por Kant: los embriones y fetos humanos, los dementes, los bebés recién nacidos y los niños pequeños; los enfermos en estado de coma, etc. Para Kant, no todos los seres humanos que pertenecen a la especie homo sapiens son realmente personas. Y todos lo que no son personas son cosas y carecen de dignidad.

A partir de la idea de Darwin (1809-1882) de que la evolución se produce por la supervivencia de los más aptos, algunos interpretaron que la naturaleza era una lucha continua de todos contra todos y que el motor del progreso era esa lucha. El darwinismo fue reivindicado desde las posiciones ideológicas más opuestas, desde las teorías racistas, que hablaban de la supremacía de la raza blanca, hasta los sociólogos marxistas, que reducían la evolución social a la lucha de clases.

Se dice que la lectura de Thomas Malthus (1776-1834), proveyó a Darwin de una idea fundamental:

«Todas las especies producen más descendencia de la que puede sobrevivir; dado que los recursos alimenticios son limitados, se genera una competencia por ellos; así, solo unos cuantos sobreviven y estos son los que se reproducen. De esta manera, al regularse el tamaño de las poblaciones, se evita la sobrepoblación».

Y ya tenemos encima de la mesa la relación entre la población humana y los recursos naturales necesarios para su supervivencia. He aquí el origen del ecologismo político.

Clemence Royer (1830-1902)

Ya en 1869, la economista francesa Clemence Royer señalaba que había límites en el desarrollo económico que vienen dados, según ella, por la existencia de ciertas riquezas «dadas directamente por la naturaleza en cantidades limitadas y que el hombre no puede volver a crear una vez consumidas o arruinadas

«Entre estas riquezas se encuentran las minas y las canteras, que suministran los metales y los combustibles: los animales domésticos y las plantas cultivadas, la caza y la pesca, las especies forestales, las yerbas y los arbustos de las praderas, de los campos y de los eriales, o sea, la fauna y la flora actual de nuestro globo, que una vez empobrecidas en sus formas y en sus tipos no pueden recomponerse, pese a nuestra ciencia y a nuestro saber, que no alcanza a llenar aquellos vacíos, aquellas lagunas. Pero entre ellas figura en primer término la fuerza productiva del suelo, que cuando se agota, no se renueva fácilmente ni con poca lentitud, si es que llega a renovarse

Hoy diríamos que el desarrollo económico no es sostenible y que necesitamos una economía circular. El discurso de Royer en 1869 es idéntico al que hoy tenemos que escuchas a todas horas: sostenibilidad, ecología, recursos limitados, sobreexplotación… No hay nada nuevo bajo el sol…

Royer fue adalid del darwinismo social. La sociedad no debe poner trabas al desarrollo en su seno de la selección natural, evidentemente en la «imitación más fiel que sea posible de la naturaleza», y todo lo que se le oponga es un freno al progreso: por ejemplo, la religión, con su insistencia en la igualdad y la protección al débil que traen como consecuencia «agravar y multiplicar en la raza humana los males que dice querer remediar.»

Los recursos naturales son limitados. No hay para todos. Luego, los más débiles deben perecer. Se impone la selección natural.

Ernst Haeckel (1834-1919)

Cuando se habla de ecología suele citarse a Ernst Haeckel como introductor del término. Haeckel era un propagandista radical del darwinismo cuyas teorías evolucionistas creía de aplicación tanto a la vida irracional como a la sociedad, puesto que «las reglas sociales son, en el fondo, reducibles a las leyes naturales de herencia y adaptación.»

Haeckel crea la Liga Monista Alemana en 1906. El monismo partía de la consideración de que la naturaleza lo era todo y todo estaba sometido a las mismas leyes, es decir, «la concepción unitaria natural del mundo». La Liga Monista tenía los siguientes fines:

«La higiene de la raza y la eugénica (medidas para asegurar la descendencia sana), la reforma sexual y la protección de la madre, el feminismo, la reforma agraria, la reforma escolar (petición de la escuela única y de la escuela del trabajo, de una instrucción moral, no confesional, por lo menos para los niños disidentes), el fomento del movimiento de apartamiento de la Iglesia, la abolición del juramento religioso, la separación de la Iglesia y el Estado, el movimiento pacifista, el idioma internacional, el derecho a la eutanasia (la muerte sin dolor de los incurables, a voluntad de ellos), etc.».

Como ven, la Liga Monista propone todo un programa político que un siglo después ha conseguido alcanzar casi todos sus objetivos.

Haeckel, que aplica la lógica materialista con toda consecuencia, se expresaba a favor del infanticidio, una práctica que –en su opinión– aseguró al pueblo espartano su bienestar y su pujanza física. Así lo expresa el propio Haeckel:

 «Los antiguos espartanos debieron en gran medida sus virtudes, como la fuerza corporal, la belleza física, la energía espiritual, etc., a la vieja costumbre de eliminar a los recién nacidos débiles o deformes […] Pero cuando en 1868 hice mención en una de mis obras de las ventajas de la selección espartana y su contribución al mejoramiento de la raza, un torbellino de violentas críticas se abatió sobre mí desde las publicaciones “piadosas”, como suele ocurrir siempre que la sola razón se atreve a desafiar los prejuicios imperantes y los principios de la fe que dominan la opinión pública».

Así, pues, el infanticidio –piensa Haeckel– es la mejor solución. Pero siempre queda la posibilidad (incluso deseable, como cree el mismo autor) de quitar piadosamente (es decir, indoloramente) la vida, en los casos de graves enfermedades incurables y hereditarias. Prosigue Haeckel:

«Sin embargo, me pregunto qué provecho obtiene la humanidad permitiendo que miles de inválidos, sordomudos, cretinos, etc., sobre los que gravan enfermedades incurables y hereditarias [que por tanto transmitirán a su descendencia, incrementando exponencialmente el número de tarados] sean artificialmente sostenidos y criados hasta edad avanzada. ¿Qué provecho sacan esas mismas miserables criaturas de su vida? ¿No sería acaso mejor y más racional terminar desde el inicio mismo con esas vidas que arrastran una inevitable miseria?»

Nietzsche (1844-1900)

“Dios ha muerto”: la idea de dios es un mero mito creado por la mente humana. Dios no existe. Y por lo tanto, Dios no puede ser la fuente de la moralidad ni de la teleología; es decir, si no existe Dios, los Mandamientos (la moral católica) carecen de fundamento. Y el fin del hombre (teleología) ya no es Dios, sino el propio hombre. El hombre es un fin en sí mismo: su fin no es Dios. Sigue así la idea kantiana del Reino de los Fines, en oposición al Reino de Dios. Nuestra felicidad, nuestro fin, ya no es Dios, sino que cada hombre busca su felicidad a su manera. No hay un más allá. No hay más que el aquí y el ahora. Para Nietzsche, la felicidad se identifica con el vitalismo hedonista: la felicidad consiste en disfrutar de los placeres terrenales, especialmente del sexo, tan prohibido y reprimido por la moral cristiana. Si no hay Dios, vale todo.

El vacío dejado por la muerte de Dios debe ser llenado de alguna manera y entonces, Nietzsche propone el ideal del hombre superior, el Übermensch ( superhombre o suprahombre), con sus propios valores. El superhombre implica el endiosamiento del hombre, que ya no va a reconocer ningún poder por encima de sí mismo. El superhombre es el hombre que está más allá del bien y del mal. Es el hombre que ha superado las restricciones morales del cristianismo y decide por sí mismo su propia moral. Cada hombre decide, según su conveniencia y sus intereses, lo que está bien y lo que está mal. Todo está permitido, salvo aquello que invada la libertad del otro.

«¡Mirad, yo os enseño el superhombre!

El superhombre es el sentido de la tierra. Diga vuestra voluntad: ¡sea el superhombre el sentido de la tierra! ¡Yo os conjuro, hermanos míos, permaneced fieles a la tierra y no creáis a quienes os hablan de esperanzas sobreterrenales! Son envenenadores, lo sepan o no.

Son despreciadores de la vida, son moribundos y están, ellos también, envenenados, la tierra está cansada de ellos: ¡ojalá desaparezcan!»

Así habló Zaratustra, Friedrich Nietzsche

Los débiles y malogrados deben perecer; tal es el axioma capital de nuestro amor al hombre. Y hasta se les debe ayudar a perecer. ¿Qué es más perjudicial que cualquier vicio? La compasión activa con todos los débiles y malogrados; el cristianismo…

El anticristo, F. Nietzsche

Los débiles deben perecer. Nietzsche se manifiesta partidario de un darwinismo radical. Los seres inferiores deben perecer y los seres superiores, el Übermensch, deben ayudar a que los débiles perezcan.

Peter Singer (1946-)

Peter Singer plantea una diferencia entre ser humano y persona. De tal modo que las personas se caracterizarían por su autoconciencia. Son las personas las que son sujetas de derechos. Pero hay seres humanos que no tienen autoconciencia, como los embriones, niños y dementes. Los seres humanos que no son personas (es decir, aquéllos sin autoconciencia) son iguales a los animales, por lo que no gozan de derechos. Un embrión, una persona mentalmente discapacitada, un niño anencefálico son biológicamente seres humanos, porque han sido engendrados por un óvulo y un espermatozoide humanos. Pero no son personas ni sujetos de derechos.

Como ven ustedes, Singer no hace otra cosa que seguir el concepto de persona de Kant. Dice Singer: «yo propongo utilizar el término “persona” en el sentido de ser racional y consciente de sí mismo, para englobar los elementos… que no entran dentro de la expresión “miembro de la especie homo sapiens”».

El pertenecer a la especie homo sapiens no tiene pertinencia moral. Singer dice que la relevancia moral del ser humano se debe al cristianismo porque creyó que Dios es el dueño de la vida humana y matarla es ir contra Dios. Además, el Creador habría puesto a los animales bajo el dominio del hombre. Y Singer impugna la cosmovisión y la moral cristiana y propugna una nueva ética, una nueva visión del hombre.

Según esa nueva ética, no habría una conexión directa entre la condición de «persona» y lo que hay de malo en matar. El utilitarismo clásico juzga las acciones en tanto en cuanto contribuyen a maximizar el placer o la felicidad (concepción hedonista) y a minimizar el sufrimiento y la infelicidad. En definitiva, es bueno todo aquello que me da placer y malo lo que me provoca dolor.

Para Singer, «todos los animales son iguales»: y el ser humano no es sino un animal como los demás. Singer rechaza el principio de sacralidad de la vida humana. No a todos los seres humanos les corresponde la dignidad de ser personas; mientras que ciertos animales no humanos, sobre todo los grandes simios, serían personas. Los seres humanos son animales. Nada más.

Singer acepta que un feto humano es un ser humano inocente pero, aun así, no tiene reparos en aceptar como lícito el matar a un ser humano inocente. «No se trata –según Singer– de negar que el feto sea un ser humano, pues es innegable que lo es. Se trata de que, aunque sea un ser humano, no por ello tiene un derecho incondicionado a la vida». Es más, hay casos, según Singer, en que matar a un ser humano sería lo correcto. Embarazos no deseados, por medio del aborto; nacimientos de niños con graves patologías físicas o psíquicas, por medio del infanticidio; vidas que carecen de la calidad mínima para merecer ser vividas, por medio de la eutanasia: he aquí tres casos en que es correcto matar a un ser humano.

La vida de un embrión humano no tiene más valor –dice Singer– que la de un animal no humano con un nivel similar de racionalidad. Singer cree que, puesto que el embrión humano no es persona, no tiene el mismo derecho a la vida que los animales no humanos racionales, que para Singer coinciden con los mamíferos.

Un niño recién nacido no es una persona porque no es racional ni autoconsciente. Así que, al igual que el feto, tampoco tiene derecho a la vida. «La vida de un recién nacido es de menor valor que la vida de un cerdo, un perro o un chimpancé», nos dice Singer.

Desde el punto de vista moral, el aborto y el infanticidio tienen el mismo valor. Si el aborto es lícito, el infanticidio también lo es. Para Singer, el infanticidio debería ser legal con tres condiciones: gravedad de la enfermedad física o psíquica del recién nacido, plazo de un mes después del nacimiento para su práctica y consentimiento de los padres.

Pues bien, el embrión, el feto y el recién nacido no son personas porque carecen de conciencia. Pero éste también es el caso de los enfermos mentales profundos. Luego tampoco ellos son personas. Ahora bien, ¿qué diferencia hay entre quitar la vida a los primeros antes, o hasta un mes después del nacimiento, que quitársela a aquellos enfermos incurables en un estado avanzado de su vida? Desde luego ninguna diferencia esencial. Si el lugar (dentro o fuera del claustro materno) no es criterio válido para determinar la ilicitud de aborto e infanticidio, el tiempo tampoco debe serlo en la práctica de la eutanasia en los casos de seres humanos que, aunque adultos, no poseen el ejercicio de las facultades de las que, según Singer, depende la personalidad. Naturalmente en estos casos de patologías mentales graves la lógica materialista abogaría por tomar la decisión de quitar la vida en el momento mismo del nacimiento (o antes si fuera posible) y no posponerla inútilmente. Lo más acertado sería en realidad –como siempre ha postulado la eugenesia– la decisión de impedir la procreación a aquellos seres humanos transmisores de la enfermedad. En términos de filosofía utilitarista y de minimización del dolor, la esterilización es preferible al aborto, así como el aborto es preferible al infanticidio y el infanticidio a la eutanasia.

Animalismo y Antiespecismo

Para Singer, todos los seres vivos -no solo el hombre- tienen derechos y comportamientos éticos. Dice Singer que «dar preferencia a la vida de un ser simplemente porque dicho ser pertenece a nuestra especie nos pondría en la misma posición que los racistas que dan preferencia a los que son miembros de su raz.

El especismo es una especie de racismo hacia los animales no humanos, a los que el hombre está explotando injustamente. Por ello, Singer se convirtió en un adalid de la liberación animal.

En 1975, Singer publicó su obra más célebre, Animal Liberation (liberación animal), que ha sido probablemente el libro de ética más vendido del siglo XX. Liberación Animal se fundamenta en dos afirmaciones muy discutibles: la consideración del ser humano como un animal más, sin diferenciaciones, y la igual consideración moral y la similitud de intereses de los diversos animales, sean o no humanos.

Singer fundamenta sus tesis en la idea de que el dolor siempre es malo, por lo que no hay que incrementarlo sin necesidad. Y para él, el comportamiento humano causa dolor y sufrimiento a los animales, incrementando con ello el dolor y el sufrimiento universales.

No solo hay que tomar en consideración el dolor de los humanos. Hay que calcular el dolor de los integrantes de otros pretendidos “grupos” (sexos, razas o especies), presuntamente capaces de sufrir. En caso contrario, según él, se caería en el sexismo, el racismo o el especismo.

El “especismo”, concepto acuñado en 1970 por el citado Richard M. Hare, inspirador de Singer, consiste en conceder primacía a una determinada especie, el ser humano, respecto a los demás animales. El “especismo” sería una especie de “racismo” inter-especies animales diferentes. Aunque Singer adopta el especismo, no por ello llega a considerar que la pertenencia a una especie determinada tenga relevancia moral alguna.

Peter Singer plantea que lo que les debemos a los demás animales es procurarles su bienestar. Singer defiende un gradualismo moral, al determinar que se tomen como referencia algunas capacidades cognitivas ajenas a la sintiencia misma (como pensar en un futuro, establecer relaciones significativas con otros) y asume que algunos de los demás animales no humanos no tienen conciencia de sí mismos. Así, sólo considera como parámetro universal el dolor para considerar de la misma manera a los sujetos, independientemente de la especie.

Singer se preocupa por el bienestar animal y por reducir el sufrimiento que se les inflige. No se opone a comer animales criados en “libertad”, que tengan una existencia agradable en un grupo social adecuado a sus necesidades de comportamiento y que se les mate rápidamente y sin dolor. Peter Singer reconoce que sí comería animales que “han tenido una buena vida” y que esto es mejor para ellos que no existir, si no han sufrido para ser producidos.

Singer es también un ecologista militante. El 19 de septiembre de 2021, publicó en El País un artículo titulado “Contra el orgullo del chuletón europeo”, en el que afirma:

«El informe de 2013 de la Organización de las Naciones Unidas para la Agricultura y la Alimentación titulado Enfrentando el cambio climático a través de la ganadería afirma que la carne de vacuno contribuye con el 41% de las emisiones de gases de efecto invernadero (GEI) de todo el sector ganadero, y también tiene la mayor intensidad de emisiones, es decir, las emisiones de GEI más altas por unidad de proteína, en comparación a todos los otros productos animales. Esto se debe en gran medida a que los rumiantes eructan y lanzan pedos de metano, un gas de efecto invernadero extremadamente potente. Como resultado, la cría de ganado vacuno genera, en promedio, seis veces la contribución al calentamiento global que generan los animales no rumiantes (por ejemplo, los cerdos) para producir la misma cantidad de proteínas.»

Por lo tanto, como también defiende el Foro de Davos o el ministro de consumo, Alberto Garzón, hay que limitar el consumo de carne de vacuno. Lo de los pedos y los eructos de las vacas suena a coña. Pero estos tipos van muy en serio…

La estrategia sería la misma que con el tabaco: propaganda (campañas de publicidad institucional, promoción del veganismo y el vegetarianismo como lo más ético en series, programas de televisión o películas), aumento de impuestos para encarecer artificialmente el producto; y alarmismo sanitario (el consumo de carne roja produce cáncer, así que hay que limitarlo o prohibirlo). Sigue escribiendo Singer:

«La promoción de la carne de vacuno por parte de la UE no sólo socava los objetivos climáticos. El Plan de Lucha contra el Cáncer de la UE reconoce que las carnes rojas y procesadas se han relacionado con mayores riesgos de cáncer. Esa opinión es compartida por la Organización Mundial de la Salud, que cataloga las carnes procesadas, como por ejemplo las carnes tratadas con sal, como carcinógenos del Grupo 1, es decir, productos que se sabe que causan cáncer, y la carne roja – es decir la carne de res, cordero y cerdo – es catalogada como carcinógeno del Grupo 2A, lo que indica que probablemente causa cáncer. En el año 2019, la Comisión EAT-Lancet sobre Alimentación, Planeta, Salud, un organismo de expertos creado por una de las revistas médicas más importantes del mundo, recomendó una dieta que “se compone en gran medida de verduras, frutas, granos enteros, legumbres, frutos secos y aceites no saturados” con algo de marisco y aves de corral, pero “ninguna o una baja cantidad” de carne roja o carne procesada.»

Hay que dejar de comer carne porque no es sostenible ecológicamente. Eso supondría el fin de la ganadería. Y detrás vendrá el fin de la caza, de la pesca, de los productos textiles que usan las pieles, de la industria del calzado, de los productos lácteos, etc. Pero entonces ya estamos dando un paso más: el que dan los veganos.

(Continuará)

27 comentarios

  
África Marteache
Hay mucho bárbaro en la costa porque las dos últimas entradas hablan de ellos.
24/04/22 8:16 AM
  
hornero (Argentina)
DEL PASADO Y LOS BÁRBAROS.

No basta apelar al pasado para detener la catástrofe, puesto que el pasado no la detuvo.

A causa de la esencial insuficiencia del “hombre viejo del pecado”, el espléndido y noble patrimonio reunido por la cristiandad comenzó a deteriorarse bajo la acción de los bárbaros.

La “restauración de la armonía primitiva” (Pío XII), supone la manifestación del “hombre nuevo” nacido en Cristo por el Bautismo (Col 3, 4).

La barbarie tiene por causa el pecado original; es lo propio del "hombre viejo del pecado".

Por esto no se resuelven los males presentes aún recurriendo a cosas excelentes como la antigua Sacra Liturgia, ni al latín, ni a estilos eclesiásticos perimidos, originados bajo normas culturales de una época regida por las monarquías y la nobleza. Merecen nuestra admiración y valoración, pero también la corrección acorde a los “nuevos tiempos de María” que han de sustituir la debacle eclesiástica actual por la nueva realidad que transforma a la Iglesia, a la humanidad y al universo, y los prepara a la Venida del Señor.

Es barbarie pretender que el pasado resuelva los problemas del presente, porque el pasado no los vivió, y porque tal pretensión es un subterfugio que oculta nuestra incapacidad para hacer frente a los males actuales.

Hay una cortedad de vista en Pastores, sacerdotes y fieles que no se percatan del Día que amanece, que ha venido y obra desde la Aurora de María. Porque a la Virgen la consideran no una Madre y Reina, sino una entrometida, una interferencia entre ellos, los eclesiásticos, y Cristo. A lo sumo la invocan mediante el Rosario, procesiones y otras devociones, como intercesora que ayude a conseguir lo que nosotros estimamos conveniente y por los modos que nosotros consideramos.

Es cosa de bárbaros andar en ensoñaciones, tratar a la Reina como a súbdito, y a la Madre como niñera.

Por eso acallan sus Manifestaciones y Mensajes actuales, ni proclaman el triunfo de su Corazón Inmaculado en el mundo, ni entienden su Aurora, ni entienden la Parusía a la que debemos prepararnos, ni entienden que el Reino crece, que no se detiene en un pasado hecho por los hombres, por noble que sea, pero deficiente como quien lo labró: el “hombre viejo del pecado”.

Cosa de bárbaros es también ignorar que el Sí de la Virgen fue dado, no por su Seno virginal, sino por su Inmaculado Corazón. E ignorar que ese Sí ha traído el nuevo Día.

La Iglesia, esto es, el Papa y los Pastores, juntamente con los sacerdotes y fieles, deben realizar un acto solemne de humilde confesión del FRACASO HUMANO DE LA IGLESIA; somos todos responsables de haber caído en las redes astutas de satanás, a pesar de la sabiduría y virtud de Papas eminentes, de santos predicadores y escritores, de la oración ininterrumpida de monjes y fieles, de la sangre de mártires.

Cosa de bárbaros es haber destruido la belleza de la Iglesia, atropellado sus muros, arrancadas sus puertas, apedreado sus vitrales, profanado sus altares, borroneado sus textos.

A causa de nuestra deficiencia, esto es, de nuestra BARBARIE, el Señor envía a Su Madre a REVELARNOS un nuevo tramo del único Camino: Cristo. Este nuevo tramo es el Corazón Inmaculado de María resplandeciente como Aurora que irradia la Luz de Gloria de Resurrección y Transfiguración de Cristo, a fin de que el mal sea aniquilado y la Iglesia, la humanidad y el universo nos encaminemos a Cristo que Viene.

Los bárbaros rechazan a la Embajadora de Cristo, la hacen callar, niegan sus pliegos Reales; están ocupados con los utensilios de sus cavernas y tiendas, no por sonidos de trompetas.

“La Venida del Señor es inminente y como dice la Escritura, nadie sabe el día ni la hora, pero será y ciertamente para esa hora, debe el alma del cristiano prepararse. Hasta las piedras sabrán de Él; es así hija mía, como quiere esta Madre, dar a conocer la Palabra de Su Hijo” (Mensaje de la Virgen dado en San Nicolás (Argentina) el 26-3-1988).

Bárbaro se es cuando ni se entiende lo que las piedras han de entender.




Es de notar que la Virgen emplea el término “inminente”, con él señala un “tiempo nuevo”, que difiere del de San Pablo cuando escribía la II Tes 2, 1-2: “Por lo que hace a la venida de nuestro Señor Jesucristo y a nuestra reunión con Él, os rogamos, hermanos, que no os turbéis de ligero, perdiendo el buen sentido y no os alarméis ni por espíritu, ni por discurso, ni por epístola como si fuera nuestra, que digan que el día del Señor es inminente”.

María nos descubre de pronto la Novedad por excelencia de la Historia: la proximidad de la Venida del Señor. Es el Hecho que debe movilizar todas las energías sobrenaturales y naturales de la Iglesia. Es el Centro de gravedad que debe orientar los esfuerzos de la humanidad.

Los bárbaros viven en sus tiendas sin que nada ni nadie los inquiete.

24/04/22 9:25 AM
  
Martin M Cavanna
D. Pedro L.
Admiro la fortaleza de su fe firme y su voluntad de enderezar lo que nunca debió salir de su cauce pero, es tal el avance que con este papado ha realizado el progresismo baboso que me duele la inutilidad de su esfuerzo.
En la Iglesia actual, no caben los razonamientos filosoficos ni teologicos. Ni Cristo ni su Evangelio tienen la minima importancia, quedando solamente los amores, teologias chungas y simplezas de origenes conocidos.
Yo, por desgracia, ya he perdido la esperanza y sólo me queda esperar que el Señor actue porque los creyentes no pintamos nada en este escenario. Es más molestamos a sus ocurrencias y desvarios.
¡Qué lejos han quedados las llamadas a defender y difundir la Palabra de Dios que nos enseñaron en la juventud!... ¡Hoy, molestamos!
24/04/22 9:57 AM
  
Martin M Cavanna
Providence
Si el problema de la Iglesia fuera la dieta vegana, ¡cuanto mas facil seria la solucion...!
24/04/22 10:03 AM
  
Scintilla
Providence:
Hch 10, 9-16.
Al día siguiente, mientras ellos iban de camino y se acercaban a la ciudad, Pedro subió a la azotea a orar. Era casi el mediodía. Tuvo hambre y quiso algo de comer. Mientras se lo preparaban, le sobrevino un éxtasis. Vio el cielo abierto y algo parecido a una gran sábana que, suspendida por las cuatro puntas, descendía hacia la tierra. En ella había toda clase de cuadrúpedos, como también reptiles y aves. —Levántate, Pedro; mata y come —le dijo una voz. —¡De ninguna manera, Señor! —replicó Pedro—. Jamás he comido nada impuro o inmundo. Por segunda vez le insistió la voz: - Lo que Dios ha purificado, tú no lo llames impuro. Esto sucedió tres veces, y en seguida la sábana fue recogida al cielo.
La Iglesia, de hecho, no considera santos ni a Tertuliano ni a Orígenes, aunque convenga leerlos. Y mucho. También los mínimos (san Francisco de Paula), son vegetarianos, y los carmelitas de santa Teresa no comían más que verdura salvo los enfermos. Y es que la libertad del cristiano no está constreñida por la ideología de la que usted está imbuida que no cae en la cuenta de la contradicción que es pedir que nos hagamos vegetarianos como algo querido por Dios y luego que nos hartemos de complementos sintéticos. Eso es, permítame la expresión, una tontería.
Ya que estamos en Pascua: qué comió el Resucitado. Pescado. No le voy a enmendar la plana a mi Redentor ni a mi Creador. Con moderación como carne cuando se tercia. Como decía santa Teresa: si hay perdices, se come n perdices. Me fío de Dios y de los santos y no de los ideólogos.
24/04/22 12:13 PM
  
África Marteache
El Resucitado comió pescado, pero, antes de ser crucificado, comió cordero. Y aunque el Google se empeñe en decir que beber vino, siquiera con moderación, no es bueno, también bebía vino.

Jesucristo no le dio importancia a lo que entraba por la boca sino a lo que salía de ella y los cristianos debieron entenderlo así porque, con mucha rapidez, dejaron de poner trabas alimentarias más que los días llamados de abstinencia, la cual se se entendía como sacrificio. Teniendo unos Evangelios que dicen más de una vez lo que comía Jesús y lo que opinaba sobre la comida no voy a tomar como ejemplo a ningún vegano. Los problemas de la Iglesia no los arregla el veganismo y mucho menos la ideología que hay tras él, porque los cristianos que solo comen vegetales no están por eso más cerca del Reino de Dios.

24/04/22 4:42 PM
  
África Marteache
Por otra parte el especismo habla de animales en general, lo cual incluye a todos ellos. No veo por qué los virus y las bacterias no son también seres vivos, que lo son, y por lo tanto tampoco deberían ser combatidos. Este tipo de afirmaciones no tiene límites y van a más porque empieza por los mamíferos y acaba en los protozoos. Si el hombre es un mamífero, antes que ello es un animal y, según la teoría de Darwin, también pudo ser un protozoo, así que rompamos las barreras y no matemos a los piojos. Nadie sabe si los piojos sufren y ¿quiénes somos nosotros para hacerles sufrir?
24/04/22 4:52 PM
  
Federico
Lo felicito Don Pedro, una recopilación excelente del proceso de degradación que ha vivido el pensamiento occidental en cuanto al concepto de persona y su dignidad.
Si me permite, añadiré un comentario desde mi experiencia como economista católico: en general, los católicos sabemos contestar a la cultura de la muerte, y tenemos argumentos para oponernos al aborto o a la eutanasia. Pero en general, no veo demasiada formación en los católicos para oponerse a los errores económicos malthusianos, y justamente en esos errores se basa parte de la agenda ideológica que nos quieren imponer. Aún peor, existe un cierto "ecologismo católico" que aunque bienintencionado, asume como propio el concepto de Malthus de la escasez de recursos como una limitación exógena.
En resumen, me parece fenomenal que se fomente la formación filosófica de los cristianos para la defensa de la vida, pero en los tiempos que corren, creo que dedicar un rato a leer a economistas católicos (que los hay, y muy buenos) también puede aportar mucho.
24/04/22 5:35 PM
  
jp
No solo habría que dejar de comer carne sino que habria que matar a todas las especies de bovidos (como las vacas) de la sabana africana porque tambien se tiran pedos. Hay que salvar a la elite barbara a toda costa.La estupidez humana colectiva raya la paranoia. Y siguiendo con el razonamiento, igual que si se puede quemar madera porque segun los ecologetas el CO2 que produce su combustion ya lo ha absorbido en el crecimiento el arbol del que procede... Y entonces...los billones de toneladas que fijaron las plantas que generaron el petroleo¿esos no cuentan?. Nos hemos vuelto todos idiotas al seguir el discurso de las elites esclavistas progres y ecologetas. Paren el mundo que me quiero bajar...estamos en manos de politicos y clerigos imbéciles.
24/04/22 6:16 PM
  
Marta de Jesús
Curioso que los comentarios se centran en la que creen que debería ser nuestra alimentación, cuando el artículo nos habla de la negación de dignidad humana a algunas criaturas de Dios por parte de algunos, de eugenesia, etc. Cosas gravísimas de las que el resto fiel 💓✝️🕊️🛐 hemos de desmarcarnos. Aún sin pensar en los pecados, la dieta mediterránea, con la carne presente, pero no en exceso, se ofrece como una de las más saludables.

Al contrario que un comentarista, conservo toda la Esperanza. De esto ha de surgir, y de hecho está surgiendo, un resto fiel. Parece que de pocos. Eso que no nos importe, de los que sean. Pocos o muchos, fieles a Cristo. Anhelando ir y servir al Padre. De María a Jesús. De Jesús al Cielo.
24/04/22 7:44 PM
  
Marta de Jesús
Cuando escribí mi anterior mensaje no había leído todavía a África y a Scintilla. Me parecen buenos y acertados comentarios.

Saludos cordiales.
24/04/22 8:25 PM
  
Alberto GT
Tertuliano señala que los cristianos ‘ni siquiera tienen sangre de animales en sus platos de alimentos simples y naturales’

Los primeros cristianos no se abstenían de carne sino de sangre. Eso es lo que dice la cita.


Cita de Orígenes:
). Así, pues, ni con los judíos ni con nosotros tiene nada que ver eso de que los sacerdotes egipcios se abstengan no sólo de los cerdos, sino también de cabras, ovejas, bueyes y peces. No mancha al hombre lo que entra por la boca (Mt 15,11.17), ni la comida nos recomienda ante Dios (1 Cor 8,8); de ahí que no nos envanecemos demasiado por no comer, ni vamos tampoco a comer por mera gula
24/04/22 10:21 PM
  
Marta de Jesús
Federico, acabo de leerle y me surge una pregunta, podría decirnos a quién podríamos leer de esos buenos economistas católicos? Gracias de antemano.
24/04/22 10:56 PM
  
África Marteache
De todas maneras yo estoy en contra del epíteto "bárbaro" que se le dedica a todos estos. Los bárbaros, como explica bien Tácito en su "Germania", tenían virtudes y la barbarie era cuestión de mera tosquedad. Un bárbaro era un individuo, tal vez orgulloso, pero que entendía bastante bien su retraso cultural porque, en cuanto le daban la más mínima oportunidad, aprendía. Tampoco eran más crueles que los romanos como podemos observar por las prácticas de estos últimos.
Por lo tanto estas personas aquí citadas carecen de la capacidad de admiración y asombro que un bárbaro sí tenía. En el imaginario popular los bárbaros son jóvenes, en cambio estas ilustres personalidades son viejos, pero no viejos como yo, sino decrépitos por dentro. Ningún bárbaro de aquella época habría entendido un pimiento de todas estas galimatías malthusianas, veganas, animalistas, etc...Una cosa es tener el totem de un oso o de un águila como ejemplo de fuerza y otra es considerar que matar un lobo es lo mismo que matar a una persona. Los espartanos no eliminaban a los niños deformes por ninguna cuestión más que por el hecho de que se daban una vida tan dura que solo la podían soportar los sanos, lo cual no es nuestro caso porque cada vez somos más hedonistas. Por cierto, lo más probable es que los miembros de la Liga Monista hubieran sido incapaces de defender el Paso de las Termópilas que es lo que se exigía a un espartano. ¡Serán gilipollas!
24/04/22 11:48 PM
  
Néstor
Por eso, filosofía realista o muerte. Toda esta gente padece de un déficit filosófico en el plano de los primeros principios, están huérfanos de tomismo y claman inconscientemente como tierra reseca, agostada y sin agua. Hoy día dar clases de lógica es un acto revolucionario. También entre católicos, ahí está el "quid".

Leer a Santo Tomás y buena literatura tomista.

Saludos cordiales.
25/04/22 1:43 AM
  
hornero (Argentina)
.LOS BÁRBAROS Y LA CONVERSIÓN

Dn. Pedro: he leído con atención su objetivo y bien titulado artículo; una denuncia, una condena y una proclama: la Victoria de Cristo.

En una oportunidad, Ernesto Hello exclamó: "Acabo de pasar por delante de las Tullerías, ¡y aún no arden!. Los bárbaros tardan en llegar!...¿Qué hace pues Atila?" "He aquí que vino Atila y que las Tullerías fueron devoradas por el fuego" (E. Hello. El Hombre, Introducción de E. Lasserre).

Han llegado, arde la Iglesia, y arde el mundo.

Su artículo, es justo decirlo, ilumina y es iluminado juntamente ante el Rosario de los hombres de ayer en Madrid.

Porque la Victoria de Cristo se concreta mediante la Victoria del Corazón Inmaculado de María.

Mientras la barbarie “camina a la perdición” (Apoc 17, 11), aparecen los signos de un renacer cristiano. Nos “mantengamos firmes en la esperanza” (Rom 12, 12; Hebr 10, 23), trabajando incesantes por la conversión de nuestros hermanos bárbaros en ciencia, técnica, arte, política, cultura y demás ocupaciones, a lo que debe añadirse su barbarie religiosa y moral.

La conversión de los bárbaros salvará a la humanidad de la catástrofe total.



25/04/22 2:02 AM
  
Vivi
Todas esas ideologías tienen por finalidad rebajar a N.S. Jesucristo, por analogía con el hombre. Somos imagen y semejanza de Dios ,y es eso lo que les irrita.
25/04/22 2:29 AM
  
Lau
No son bárbaros...son monstruos!
+
25/04/22 12:26 PM
  
Lau
Marta de Jesús
Podría leer al Lic. en Economía a Dante A. Urbina:
- La economía Irracional
-Economia para herejes.
Lo puede encontrar en Amazon.
+
25/04/22 12:33 PM
  
África Marteache
Por otra parte la cara que ilustra el artículo no es la cara de un longobardo, un frisón, un tracio o un galo sino la de un demonio. Porque ni siquiera los vikingos, que eran el azote venido del mar, tenían ese aspecto. Aquella gente eran humana y éste es transhumano.
25/04/22 1:45 PM
  
hornero (Argentina)
LOS BÁRBAROS, UCRANIA Y LA CONVERSIÓN.

Bien mirado, los hechos de Ucrania, su guerra con Rusia, van más allá de estas dos naciones. Son fruto de la barbarie que asola la tierra toda.

Veamos lo que el mundo admira y propone como ejemplo a seguir a los pueblos y sus naciones: el “progreso” moderno de las ciencias, técnica, economía, política, cultura, moral. También esta propuesta es acogida por el moderno-neolítico cristiano, esto es, por la barbarie cavernícola de los idólatras que creen posible compatibilizar a Dios y a Mammón (Mat 6, 24).

De ahí nacen las guerras y los males que nos aquejan. Se pretende conciliar dos reinos que están en guerra entre sí desde antes del tiempo: el Reino de Dios y el del demonio o anti-cristo.

Al extravío del racionalismo-materialista-ateo-nihilista que se ha alzado contra el ser, y por ello contra el hombre y la Creación, se suma el rechazo por parte del Papa y de los Pastores en general a la Intervención de la Virgen que viene con su Aurora a ayudar a la Iglesia y a la humanidad toda, a librarlas de la moderna Babilonia y a preparar el camino a la Parusía del Señor, mediante la CONVERSIÓN.

La hacen callar, se burlan de sus Apariciones y Mensajes, Si no se acepta la Misión de María, enviada por la Misericordia de Cristo, si la Iglesia y los bárbaros no se convierten, no se quejen de los males que han sobrevenido y de los que han de sobrevenir a una Iglesia y mundo corrompidos, pervertidos y apóstatas.

El mundo, es decir, la masonería y los poderes económico-militares que operan tras el NOM, el marxismo chino, la OTAN, los contubernios de toda laya de los enemigos de Cristo y de María presentes en los continentes de ambos hemisferios, e infiltrados en la Iglesia, es una caldera pronta a explotar.

Lo cual no impide el triunfo ya iniciado del Corazón Inmaculado de María en el mundo, porque si la caldera explota y es aniquilada una parte de la humanidad, la Virgen continuará adelante con su Misión en espera de la Venida INMINENTE de Su Hijo (ver mi comentario anterior).

Esta es la situación que vivimos, Ucrania es una advertencia de lo que nos amenaza a todos, si no respondemos al llamado a la conversión. El tiempo del Reino, el del árbol de mostaza que crece, no se detiene. El plan del Designio divino es inmenso, las pretensiones del mundo pagano-anticristiano no lo detienen.

Orientemos nuestro pensamiento y ocupaciones hacia la Aurora de María a fin de recibir la sabiduría, santidad y poder necesarios para secundar su Misión.



25/04/22 2:07 PM
  
Federico
Marta de Jesús, en mi opinión lo mejor que han dado los católicos al estudio de la economía es la Escuela de Salamanca, y hay muchos libros que resumen muy bien el pensamiento de los autores de esa escuela.
Si vamos a economistas más actuales, el profesor Jesús Huerta de Soto tiene trabajos muy interesantes sobre el tema de la escasez malthusiana. Veo que en un comentario anterior le han recomendado la lectura de dos obras de Dante Urbina, yo no puedo recomendarselo porque no he leído los libros, solo un artículo de presentación sobre ellos y sinceramente no me ha convencido.
25/04/22 3:30 PM
  
Carmen L
Se opone al chuletón probablemente porque a sus 76, ya no puede comerlos y la envidia que los demás si, lo carcome y le parece intolerable, alguien que acabe con el sufrimiento del pobre singer.
25/04/22 3:53 PM
  
hornero (Argentina)
POCO HABLAR, MUCHO HACER.
Es de bárbaros agitarse y vociferar. Es de sabios cultivar el ocio aristotélico y el recogimiento de los espirituales.

Cuando pensamos en el hacer advertimos la magnífica e ingente tarea que nos aguarda.

La evangelización de casi ocho mil millones de hermanos exige con urgencia ensanchar las fronteras de la Sagrada Liturgia. Así, es indispensable incluir en sus celebraciones del año litúrgico una Solemnidad y Tiempo en honor, gratitud y glorificación del Padre Eterno, que carece en absoluto de una referencia. Asimismo, la inclusión de los Santos del Antiguo Testamento con plenos derechos en la Liturgia aportaría la eficacia inestimable de su intercesión. La incorporación de la Creación como instrumento cuasi sacramental al servicio de la evangelización, es una tercera cuestión. Es un ejemplo de las amplias cuestiones que urge considerar.

Podemos mencionar la conveniencia de que la Mariología examine el Misterio del Corazón Inmaculado de María, pues, Cristo ha depositado en él su Tesoro. Este Corazón es un abismo que contiene la Creación; desde él y por medio de él, Cristo conduce el universo hacia su Fin Último por la Eternidad.

Estas cuestiones están implícitas en los programas de tres últimos Papas. Pío XII: la restauración de la armonía primitiva; S.Pablo VI: la Civilización del Amor; S.J.P. II: Cruzar el umbral de la Esperanza.

Si atendemos a las demandas de nuestra morada la Tierra, aparece un listado: la necesidad de ordenar el clima haciendo habitables todas las regiones del planeta; que emerjan nuevos continentes desde los fondos oceánicos para ser habitados por una humanidad más numerosa que la actual; crear nuevas fuentes de energía, quizás de menor magnitud que las hoy empleadas, auxiliares supletorios de una técnica conducida por el espíritu bajo el gobierno de señorío de soberanía participado por Cristo; la unidad de la lengua, superada la confusión originada en la Torre de Babel; la comunicación espiritual de las inteligencias y voluntades entre los hombres cuando se manifieste nuestro “hombre nuevo” nacido en Cristo por el Bautismo (Col 3, 4), hecho posible por la aurora de María que manifiesta de modo creciente la Luz de la Gloria de Cristo (Cf Col 3, 4).

Si consideramos el cosmos o universo material, surgen cuestiones vitales, tales como la extensión del paraíso terrestre a los mundos espaciales. La posibilidad de la presencia de la vida vegetal y animal en aquellas distancias astronómicas por obra del gobierno del “hombre nuevo”, requiere la labor conjunta de varias disciplinas guiadas por la teología y la filosofía,
.
Todo ente material tiene participación por semejanza con el Ser divino desde el momento de su creación por el Verbo de Dios. Esta participación es ante todo de la Vida divina que late en todo ser material, desde el átomo a las galaxias. Existe, así, una vida mineral de orden diferente al orden biológico vegetal-animal, que podría quizás, por la intervención del cristiano, ser elevada en parte al orden biológico, dando origen a vegetales y animales en los mundos espaciales, luego de haber creado las condiciones del clima adecuadas.

Estamos hablando de la presencia actual de una era escatológica, traída por María en preparación de la venida de Su Hijo. Por esto no parece excesivo el reflexionar sobre cosas que parece están a nuestro alcance hoy o en el futuro inmediato de los “nuevos tiempos de María”.

“He aquí que hago todo nuevo” (Apoc 21, 5). ¿Participamos los cristianos de este Nuevo Hacer, como sacerdotes, reyes y profetas de Cristo?

¿Se manifiesta en nosotros nuestro "hombre nuevo", que hará posible lo que hoy no llegamos a considerar?

Por esto insisto: poco hablar, mucho hacer.



25/04/22 5:46 PM
  
Alex
Estimado Pedro L. Llera:

Me parece muy acertado el análisis que hace de varias corrientes morales ateístas y los desvaríos en que degeneran al no poder reconocer ningún valor singular e intrínseco a la vida humana (dada su negación de la ley divina y natural). De hecho, yo diría de que, si nos dejáramos llevar por la tesis de Singer de que matar solo es malo porque causa dolor entonces se podría incluso despenalizar el homicidio en ciertas circunstancias, ya que si una persona asesinara a otra pero en el acto de tal asesinato la muerte se produjese en un tiempo instantáneo y, por tanto, indoloro, entonces el mismo fundamento por el que Singer considera que matar debería estar mal no se aplica en ese caso.

Lo segundo a mencionar es que el único defecto que veo al artículo es que no hayas incluido también otra corriente más con una visión claramente degradadora del valor de la vida humana: el ateísmo materialista marxista. Y no lo sigo por tontear: El mismísimo Trotsky, en plena época de represión del régimen soviético (el llamado "Terror rojo") escribió un libro titulado ''La defensa del Terrorismo'' en el que argumentaba que, a la luz del materialismo histórico, bastaba con que la violencia "triunfase" para que se justificase su "rectitud", para lo cual se inspiró en una cita del propio Marx: ''La generación actual se parece a los judíos que Moisés condujo por el desierto. No solo debe conquistar un mundo nuevo, sino que también debe perecer para dejar lugar a las personas que son aptas para un mundo nuevo''.

Eso para que lo considere en futuros posts. Dios le bendiga.
25/04/22 9:41 PM
  
Cos
Hasta donde se el profesor Jesús Huerta de Soto desconoce que el poder temporal debe de convivir en sana cooperación con la Iglesia, y debe dejarse orientar en todo aquello que incumbe al terreno espiritual. No comprende la Doctrina Social de la Iglesia, y transmite una idea parcial, distorsionada, sobre los intelectuales salmantinos.
Diría también que desconoce la importancia de la realpolitik, que es al fin lo que ha conformado el mundo políticamente. De hecho, parece desconocer que la economía también es política. Aunque sean esferas diferentes hay correspondencias entre lo espiritual y lo económico, o entre lo económico y lo político, o entre lo espiritual y lo político, etc.

Por otro lado, conceptos sobre los que se basa la ciencia económica de Huerta de Soto -que yo creo que tiene mucho de ideología, aunque quizá él no se de cuenta-, como pueda ser el de orden espontaneo, son conceptos oscuros y hasta paradójicos. De hecho, si el orden espontaneo existiese ya se habría establecido de forma natural el modelo que propone su escuela. Lo importante es conocer que el hombre es pecador e imperfecto y que necesita de una guía, que no hay un orden espontaneo, como bien que es éste es fruto de la creación y proviene de Dios y del sometimiento a sus leyes.
Para evitar confusiones, añadiría que esto no significa que lo bueno sea la economía planificada desde un organismo político central. La libertad de comercio y emprendimiento es buena, como así lo ha entendido siempre la Iglesia, pero siendo una libertad verdadera, orientada hacia el bien, con la debida consideración hacia la dignidad humana y los deberes para con Dios. De la misma manera podríamos hablar acerca de la educación u otras actividades humanas.

Se trata de una tesis doctoral y por lo tanto no usa de un lenguaje divulgativo, así que la lectura puede resultar un poquito seca y a veces técnica, pero recomendaría:

"Fundamentos antropológicos y teoría económica: análisis comparado de escuelas de inspiración liberal y de inspiración católica". DAniel Ballesteros Calderón. 2015.
https://dialnet.unirioja.es/servlet/tesis?codigo=92980
https://www.educacion.gob.es/teseo/imprimirFicheroTesis.do?idFichero=k462iX5gdiI%3D

"Escuela de Salamanca y Escuela Austríaca, una vinculación fallida". Daniel Ballesteros Calderón.
https://ufvitoria.academia.edu/DanielBallesterosCalder%C3%B3n

"Liberalismo, escuela austríaca y catolicismo liberal. Entrevista a Daniel Marín Arribas"
https://www.youtube.com/watch?v=4uTE6Bfi_Bg

25/04/22 10:32 PM
  
Federico
Sobre el comentario anterior de Cos, solo quiero aclarar que he recomendado la lectura de Huerta de Soto sobre el tema de los recursos escasos y las teorías malthusianas, no en su totalidad. En este punto, su análisis a mi entender es bastante acertado.
26/04/22 5:27 PM

Dejar un comentario



No se aceptan los comentarios ajenos al tema, sin sentido, repetidos o que contengan publicidad o spam. Tampoco comentarios insultantes, blasfemos o que inciten a la violencia, discriminación o a cualesquiera otros actos contrarios a la legislación española, así como aquéllos que contengan ataques o insultos a los otros comentaristas, a los bloggers o al Director.

Los comentarios no reflejan la opinión de InfoCatólica, sino la de los comentaristas. InfoCatólica se reserva el derecho a eliminar los comentarios que considere que no se ajusten a estas normas.