Un Mundo sin Dios
Es evidente que el título de mi último artículo, Hitler ganó la guerra, era una provocación. Hitler no ganó ninguna guerra. Pero Nietzsche ha ganado a la postre la batalla de las ideas. Miremos a nuestro alrededor:
¿No ha triunfado el nihilismo? Nuestro mundo, nuestra sociedad, nuestros vecinos y compañeros de trabajo, ¿acaso no viven la mayoría de ellos como si Dios no existiera? ¿No se ha pretendido “matar” a Dios? ¿No ha triunfado el vitalismo nietzscheano? ¿No vivimos en una sociedad descreída en la que casi nadie cree que exista cielo o infierno; que nadie cree que Dios nos va a juzgar a todos con justicia?
La mayoría cree que Dios no existe. El mundo pretendió matar a Dios en nombre de la razón y de la ciencia. Y después de matar a Dios, mataron la razón y el sentido común y la realidad misma en nombre de la voluntad (de los deseos) irracional del individuo. El mundo perdió a Dios y al mismo tiempo, la razón; y se volvió loco de remate. Y un mundo sin Dios ni razón ni sentido común sólo puede engendrar monstruos.
El vitalismo nietzscheano ¿no es acaso esta pocilga hedonista en la que nos revolcamos cada día en el Occidente neopagano?
¿No quería Nietzsche destruir la moral católica? ¿Y acaso no lo ha conseguido?
¿No estamos rodeados de superhombres que desprecian a Dios y a sus Mandamientos?
¿Qué sentido tiene la vida de quienes se enfangan en los botellones, en la promiscuidad, en el sexo sin compromisos ni fidelidades? ¿No creen que ellos y su disfrute de la vida son su propio fin? ¿No es este el Reino de los Fines kantiano? ¿No es el “hágase mi voluntad” contra el “hágase Tu Voluntad”?
«Los débiles y malogrados deben perecer; tal es el axioma capital de nuestro amor al hombre. Y hasta se les debe ayudar a perecer» (El Anticristo, Nietzsche).
¿No es esta la justificación de la eutanasia o del suicidio asistido?
Según el concepto kantiano de dignidad, sólo las personas tienen derecho al respeto y sólo ante ellas pueden existir deberes morales, al tiempo, que, sin embargo, no todos los seres humanos son personas ni poseen, como tales, derecho al respeto. Sólo los seres racionales, capaces de autonomía y de establecer fines (esto es, su propio proyecto de vida personal y profesional), tienen un valor absoluto. Los seres humanos no racionales, que no son autónomos ni tienen capacidad de autodeterminar sus fines, no son propiamente personas y, en consecuencia, no poseen dignidad ni derecho al respeto. Y la sociedad no tiene deberes morales para con ellos. No la naturaleza del hombre, sino la “naturaleza racional existe como fin en sí mismo”. Sólo “los seres racionales autónomos se denominan personas”.
Si los derechos humanos sólo se aplican a las personas autónomas, los embriones o los fetos de niños no nacidos, en buena lógica, no tienen derecho alguno: son cosas. Y las cosas no tienen derecho a nada ni las personas tenemos obligaciones morales para con ellos ¿Acaso no es lo que está pasando ya? El parto marca la cesura entre la cosa sin derechos y el niño, que, como se parece a nosotros, como es uno de los nuestros, aunque no sea autónomo ni tenga uso de razón, ya es sujeto de derechos: no porque sea una persona digna, dotada de razón, de autonomía y responsabilidad, sino porque las personas extendemos magnánimamente nuestra dignidad a los niños que traemos al mundo. Les damos derechos a los niños recién nacidos por nuestra responsabilidad. Pero ese respeto a los niños nacidos no es propiamente una obligación moral que tengamos con ellos, sino un acto de magnanimidad hacia ellos.
Ese acto de generosidad no implica que, en un estadio posterior de la historia, en esta carrera cada vez más vertiginosa hacia la infamia que llamamos «progreso», no se pueda llegar a la legalización del infanticidio. Habría que establecer en ese caso unos plazos y legislar en qué año ponemos la frontera para que un ser humano pueda ser considerado persona dotada de dignidad y derechos: ¿A los 8 años, a los 10? ¿Dónde ponemos la meta de llegada al uso de razón que te convierte en persona racional, autónoma, libre, responsable de tus actos, digna y acreedora de derechos? Es el mismo debate del aborto, pero aplicado a los niños. Ahora debatimos hasta qué semana se puede abortar libremente a un feto. Luego, en este mundo sin Dios y sin moral, podríamos llegar a debatir hasta qué años podemos asesinar a un niño sin tener que dar explicaciones a nadie.
El niño nace, va creciendo poco a poco y los padres ven que no es suficientemente guapo, que su pelo o el color de sus ojos no responde a las expectativas, que no es tan listo y que no llegará a ser ingeniero como su padre: no cumple el estándar de calidad. Y entonces podrían liquidarlo. Tendríamos que discutir hasta qué meses o años se puede proceder al infanticidio sin incurrir en responsabilidad penal. Y desde luego, si el niño es tonto o feo o si ha nacido con alguna malformación o alguna tara congénita, estaría plenamente justificada su eliminación a cualquier edad. Sería el fin de los borderline, de los autistas y asperger, de los hiperactivos, de los no suficientemente inteligentes o guapos; igual que ahora está llegando el fin de los niños con Síndrome de Down. Un mundo feliz y sin Dios impondrá la eugenesia obligatoria para perfeccionar la especie humana, siguiendo la doctrina del darwinismo radical de Nietzsche. Así perfeccionaríamos la sociedad. Ya solo veríamos por las calles a personas inteligentes, guapas y atractivas. Y la sociedad se ahorrará dinero en sanidad, en educación y dependencia que podrá invertir en ciencia y tecnología.
¿A qué edad trasladaríamos la cesura entre el ser humano no autónomo sin derechos y la persona racional digna y sujeto de derechos? Podríamos hacer una ceremonia civil que marque ese paso al uso de razón, un acto social semejante a la primera comunión o a la puesta de largo, en la que celebraríamos la llegada a la edad de la consideración como persona del niño, cuya vida hasta entonces habría dependido exclusivamente de la voluntad de sus progenitores o de sus tutores legales uno y dos. A esa fiesta de la llegada a la edad legal para ser considerado persona se le podría llamar Fiesta de la Primera Polución o del Primer Orgasmo Clitoriano, por ejemplo (yo solo hago sugerencias), y se celebraría con un gran banquete y muchos regalos para dar la bienvenida a la nueva persona. Y el alcalde del pueblo o el párroco de la nueva Iglesia del Hombre y la Tierra (como el programa de televisión del entrañable Félix Rodríguez de la Fuente) le dará al nuevo ciudadano un certificado de racionalidad responsable y autónoma y la bendición de la Pachamama.
Imaginad un mundo sin tarados, sin drogadictos, sin vagabundos; sin viejos ni enfermos, sin dependientes… Porque cuando las personas dejaran de ser autónomas, se les daría matarile. Eso sí. Les haríamos también a ellos una fiesta de despedida: La Última Bacanal. Y después, las Clínicas de la Dignidad te proporcionarían un sueño profundo que te conduciría plácidamente y sin dolor a la comunión con el Universo (ya que todos somos polvo de estrellas) con escala previa en el crematorio.
Ni que decir tiene que la supresión de infantes indignos, discapacitados y viejos dependientes estaría cubierta por la seguridad social. El Estado del Bienestar debería garantizar que en todos los hospitales hubiera técnicos superiores en supresión vital digna (antiguamente verdugos).
La libertad y la autodeterminación de la persona también da autonomía a todo ser racional para decidir cómo quiere ser, qué fines quiere alcanzar en su vida personal y laboral (proyecto de vida). Sólo exclusivamente las capacidades para la autodeterminación, efectivamente existentes, califican a un ser como sujeto moral según los principios de una moral posconvencional. Y la Ideología de Género ha llevado ya la autonomía y la autodeterminación a su cénit, al separar la condición biológica de la orientación sexual y normalizar toda inclinación sexual por aberrante o disparatada que pueda resultar desde un punto de vista puramente racional. La libertad de la persona le permite al hombre y a la mujer ser lo que cada uno sienta que es. Yo ya no soy lo que soy biológicamente, sino que soy aquello que yo quiero, deseo y determino que soy. Así, la realidad acaba siendo una pura construcción mental: el mundo es lo que yo me imagino que es. La realidad la construye mi mente, a impulsos de la voluntad, y cada uno vive en el matrix que cada cual se ha montado en su cabeza.
Y como Dios ha muerto y yo soy un superhombre que legisla sus propias normas morales a su gusto (con permiso del Estado de Derecho), la vida ya no tiene una finalidad definida. Decía santo Tomás, siguiendo a Aristóteles, que todo ser humano tiene como fin último la felicidad. La felicidad del hombre debe satisfacer todos nuestros deseos pues de lo contrario no sería nuestro fin último. Lo que busca nuestro corazón es el bien absoluto y lo absoluto solo podemos hallarlo en Dios, pues toda criatura no pasa de ser un bien parcial y limitado.
Pero los hijos de la modernidad han matado a Dios. Ya no hay un fin último para toda persona. Ahora cada uno es un fin en sí mismo. Cada uno decide cómo alcanzar la felicidad y qué sentido quiere darle a su vida. «Nadie me puede imponer su manera de ser feliz». Y así cada uno toma un rumbo y todo el mundo va como pollo descabezado en busca de no se sabe de qué sin saber a dónde ir ni qué hacer ni qué rumbo tomar en la vida. Y llegamos así al nihilismo actual: el hombre no cree en nada ni viene de ningún sitio ni va a ninguna parte porque somos fruto del azar y sabemos que nuestro final es la muerte y la nada. No hay más allá. No hay Cielo. No hay felicidad ni bien absolutos. Ahora el fin de cada hombre ya no es el bien, sino el placer. No encuentra otra forma de felicidad que no pase por el orgasmo, el empacho o el colocón. La vida es una gran bacanal y tras el último orgasmo y el último colocón, la nada.
Si no hay Dios, ¿por qué voy a tener que ser bueno o generoso? ¿Por qué no ser egoísta, avaricioso, soberbio o lujurioso? ¿Quién dijo que sólo podía tener una mujer y que debía serle fiel? ¿O que la vida del ser humano es sagrada? ¿Dios? Pero si Dios no existe, si no hay ningún Dios… Entonces, todo vale, nada es pecado, nada me está vedado: soy como un dios que puede hacer lo que le dé la gana en cada momento, sin leyes que cumplir ni restricciones morales. Soy libre y autónomo; soy racional y responsable de mis actos y, por ello, tengo dignidad. Y ninguna iglesia ni organización puede quitarme esa dignidad. Toda persona, racional y autónoma, es digna, aunque sea un canalla. Asesinar, robar o ser promiscuo o adúltero no afecta a tu dignidad, que es inalienable. Hasta un psicópata, asesino en serie, sigue manteniendo su dignidad. Antiguamente, el pecador era considerado indigno. Ahora ya nada es indigno. Igual es el pecador compulsivo que el santo o el místico. Todos somos hermanos y conformamos la fraternidad universal de la Cosmópolis Feliz sin más dios que la Persona Racional Autodeterminada.
Antes, había se sabía diferenciar el bien y el mal, el santo y el malvado.
Efesios 2, 3: «entre los cuales también nosotros en otro tiempo nos comportamos en los deseos de la carne, haciendo los deseos de la carne y de los pensamientos, y éramos por naturaleza hijos de ira, así como los demás».
Ahora ya no hay hijos de la ira. Ya nadie es pecador ni indigno. Somos todos impecables. Somos todos dioses soberbios, libres de cualquier coacción que nos impida correr tras los deseos de la carne.
El hombre moderno es el ánomos: un libertino sin moral. Se han invertido los valores, se ha dado la vuelta a la tortilla: lo que antes era malo, ahora es bueno; y viceversa. Si no tenemos más vida que esta, si no hay un fin último ni un más allá, lo que nos queda es revolcarnos en el hedonismo hodierno. Sexo, comida, bebida, lujo… Hay que disfrutar de la vida, porque vivimos cuatro días y hay que aprovecharlos para pasarlo lo mejor posible. Y el vitalismo dionisíaco de Nietzsche se ha extendido como una mancha de galipote, manchándolo todo a su paso… Botellones, orgías, pornografía, sexo en barra libre, prostitución…
No hay ley natural ni ley divina. Sólo se admite la ley positiva aprobada en el parlamento, donde está depositada la soberanía nacional, el poder del pueblo, la voluntad de las mayorías. Y son las mayorías las que establecen lo que es bueno y lo que es malo: nunca Dios (que no existe) ni los santos, ni los sabios (porque la moral y la filosofía suelen ser propias de minorías). Las mayorías manipuladas por la propaganda (televisión, redes sociales, películas, series, plataformas digitales…) imponen su ideología y su inmoralidad. Es el Estado de Derecho el nuevo dios que impone sus leyes por la fuerza de la estadística. Si la mayoría cree que el aborto es un derecho, el aborto es un derecho. Y así todo.
El mundo de los superhombres se ha convertido en un mundo de demonios en el que toda iniquidad tiene cabida. Por eso cada día tengo más nostalgia del cielo y más desprecio de este mundo. Este mundo sin Dios es un infierno, un lugar inhóspito, cruel, despiadado, inhumano, nauseabundo y pestilente.
Sólo Cristo acaba con el mal del mundo. Sólo Cristo puede hacernos santos con su gracia. Arrodillémonos en el confesionario y humillémonos ante el Señor. Arrodillémonos ante el Santísimo. Conversión y penitencia.
38 comentarios
La pregunta obvia es ¿cuando lo va a hacer? no veo que ni antes ni despues de Cristo, aceptando su existencia para el debate exclusivamente, haya cambiado nada en el mundo. Guerras, enfermedades, homicidios, violaciones, injusticias, accidentes, cataclismos y catastrofes...
Igual es que soy muy exiguente, pero ¿no podria verse algo de diferencia? ¿o eso tambien mermaria nuestro "libre albedrio"?
Una vez mas, mis conclusiones no son las mismas, pero si parecidas.
De lo que estamos rodeados es de enanos que se creen gigantes que odian a Jesucristo. Aceptan o toleran a Mahoma, Moisés, Buda, a la Santísima Materia, a Gea, o, a un mítico "Jesús histórico" que nada tiene que ver con el descrito en los Evangelios ni en ningún otro libro.
Como Fausto, muchos han vendido su alma al diablo y están felices por el acuerdo que tienen.
Para el filósofo, el cristianismo había ahondado en esta brecha y había perdido todo contacto con la realidad. Creía que en el propio cristianismo estaba la semilla de su decadencia por su principio nihilista. Pensaba que el ascetismo cristiano y su rechazo del mundo y la negación de valores fuera de Dios conducen a la ruina de la religión. Creía que el cristianismo es la negación de la vida, que se vuelve contra la religión y acaba por producir su disolución. Nietzsche pensaba que el cristianismo era una falsificación de las enseñanzas de Jesús, a quien consideraba el único cristiano verdadero.
Nietzsche era contrario a lo que él consideraba la “moral de esclavos” cristiana, que conducía a la resignación y el conformismo, y proponía un nuevo tipo de hombre, el llamado “superhombre”, que tiene el “sentido de la tierra”, se rige por su “voluntad de poder” y tiene plenitud de dominio.
Nietzsche no tiene nada que ver con el nazismo. Críticó el antisemitismo y el nacionalismo. Era individualista y estaba lejos de toda ideología colectivista. Fue su hermana Elisabeth y su cuñado Bernhard quienes manipularon el pensamiento de Nietzsche y lo vincularon a ideas nacionalistas y antisemitas. El nazismo hizo su propia lectura interesada de la filosofía de Nietzsche.
¿La ideología hoy dominante y el apocalíptico mundo que pinta Pedro Luis Llera es el triunfo del pensamiento de Nietzsche? La ideología dominante es el progresismo cultural, que es una confluencia de la contracultura norteamericana, el Mayo del 68, la escuela de Frankfurt y el posmodernismo. Es indudable que supone una ruptura con el cristianismo, pero la decadencia del cristianismo comenzó mucho tiempo antes. En algunos aspectos, Nietzsche es un precursor del posmodernismo y, en cierta medida, la ideología hegemónica hunde sus raíces en Nietzsche, pero el proceso de descristianización no comenzó con el posmodernismo con elementos nietzcheanos.
Yo creo, Pedro, que cuando dijiste que Hitler perdió la guerra, pero habían triunfado sus ideas fue algo más que una provocación. A mí me parece que pretendías criminalizar la ideología actual identificándola con el nazismo a través de la figura de Nietzsche. El artículo de hoy ofrece otra mirada del asunto, que estemos o no de acuerdo con él, me parece más honesta.
P.D. El mal llamado “darwinismo social” debería denominarse “spencerismo social”, pues fue Spencer quien lo formuló, extrapolando la teoría biológica de la evolución basada en la selección natural, a la sociedad. Darwin, aunque era racista, siempre fue contrario a que su teoría científica del más apto, es decir, de la supervivencia de los individuos biológicamente mejor adaptados al medio natural, se aplicara al orden social.
Que Dios nos permita Amar a los demás lo más parecido a como lo hace Él.
Alan, Cristo trajo la Redención para muchos (los que la acepten), no el fin de la guerra o del hambre... El Paraíso no está en este mundo. Aquí estamos de paso, creciendo entre cizaña. Las últimas apariciones marianas cuentan que desde que se dio la espalda a Dios, muchos más se condenan. Si está aquí puede que sea porque está en búsqueda.
___________________________________
Pedro L. Llera
Me refiero a los drogadictos de arrabal, a los yonquis que malviven en suburbios infrahumanos.
En un mundo feliz, tendremos soma para cuando nos dé el bajón. La sociedad española y occidental tiene un gasto brutal de ansiolíticos y antidepresivos, que no dejan de ser drogas legales con receta médica. Cada vez habrá más enfermos mentales y más consumo de ansiolíticos y antidepresivos.
"Lo más grave de todo es que este relativismo ya está ampliamente infiltrado también en la Iglesia, si no, miremos para Alemania."
No hay que ir tan lejos. No hay hoy nación ajena a esto.
Alguien me dijo un día que la sociedad postcristiana quiere dejar de locos a los católicos. Me refiero a los de verdad, no a los bautizados que en realidad se comportan como si no fueran católicos. Por locos quiero decir por enfermos mentales, no solo "locos" por cuidarnos y amarnos tanto, ser honrados, amar a los enemigos, poner la otra mejilla, etc. La persecución implica estar preparado para eso, para ataques que no solo puedan mermar muestra salud física, sino también la mental. No rechazaría de entrada ciertos medicamentos, con tal de que no nos separen del Amor de Dios.
Saludos cordiales.
"Es el problema eterno del Mal en el Mundo."
Mundo que, segun ustedes, creo Dios, por voluntad y siguiendo un plan en el que somos, nos guste o no, sus protagonistas principales.
¿En serio cree usted que no habia mejor manera de hacerlo? sin necesidad de llegar a ser omnipotente y centrandolo solo en nosotros, dejemos aparcadas, momentaneamente, las leyes del Universo ¿crearia usted una sociedad como la humana si pudiera elegir como deberia ser? No le digo que haya que elegir entre automatas biologicos y seres caoticos, ¿pero algo intermedio?
Las personas nos estamos convirtiendo en seres enfermos, tóxicos y pestilentes. Sin embargo esta realidad ha existido siempre aunque encubierta muchas veces porque no había tantas oportunidades antes como ahora para ejercer la perversión de una manera tan libre y además legal.
Me quedo con el sentimiento de que Dios está actuando en este nauseabundo mundo como nunca antes. A pesar de toda la basura existente, las conversiones suceden y el Amor de Dios sigue latiendo en este mundo cruel.
Muchas personas tienen ya en esta vida su propio infierno merecido así como hay muchas almas que se salvan y dan Gloria a Dios YA en este mundo.
Tenemos el cielo en la tierra en cada Sacramento de nuestra Santa Madre Iglesia y Dios hace tantos milagros en nuestras vidas, que el día q nos los cuente.....se nos va a partir el corazón pero estallaremos de Glorias y alabanzas a Dios....Aquí ya en esta vida alabamos a Dios muchas veces por su Amor, bondad, misericordia, poder....
A Dios no le para nada ni nadie y a su Santisima Madre, a Dios Gracias, nuestra Santisima Madre también, no la para nada ni nadie tampoco, así que me atrevo a pensar que el fin de la serpiente esta cerca.
Son muchos los mártires y Santos en nuestra iglesia triunfante que dieron su vida junto a nuestro Señor Jesucristo....también confío en su poderosísima intercesión....por último, mencionar al príncipe de la milicia celestial San Miguel Arcángel....¿ Quien como Dios??....ante semejante Glorioso panorama....la Esperanza es grandiosa!!!
Oremos.
“Sobre la Parusía, que nadie os engañe en modo alguno, porque antes ha de venir la Apostasía y ha de aparecer el hombre de la iniquidad, el destinado a la perdición, el adversario, que se levantará contra todo lo divino y todo lo que tenga carácter religioso, hasta llegar a sentarse en el santuario de Dios, haciéndose pasar a si mismo por Dios.
¿No os acordáis que ya os dije esto cuando estuve entre vosotros? Vosotros sabéis qué es lo que ahora le retiene, para que se manifieste en su momento oportuno. Porque el misterio de iniquidad ya está actuando. Tan sólo con que sea quitado de en medio el que ahora le retiene, entonces se manifestará el impío, a quien el Señor destruirá con el soplo de su boca, y aniquilará con la manifestación de su venida. (Parusía).
La venida del impío estará señalada por el influjo de Satanás, con toda clase de milagros, señales, prodigios engañosos, y todo tipo de maldades que SEDUCIRÁN a los que se han de condenar por no haber aceptado el amor de la verdad que les hubiera salvado. Por eso Dios les envía un poder seductor que les hace creer en la mentira, para que sean condenados todos cuantos no creyeron en la verdad y prefirieron la iniquidad.
Non Nobis.
Dios nos ha confiado su designio, avancemos.
La Aurora de María nos revela el Mundo Nuevo que viene, “que la fe sea la luz que os ilumine en los días de infortunio” (Mens. de La Saletrte, 30).
Como Cristóbal Colón hendía el mar ignoto a bordo de las tres carabelas, signos de las virtudes teologales de Fe, Esperanza y Caridad que lo impelían, entremos y naveguemos por el océano de los “nuevos tiempos de María” impelidos por el Espíritu Santo que zamarrea nuestro velamen y lo azota de diestra a siniestra con la fuerza de las tres virtudes.
Bajo el nombre del Nuevo Mundo, se oculta el anuncio profético del futuro Mundo Nuevo que emergería entre las brumas de nuestro tiempo ante la nave Capitana de María, Arca de la Nueva Alianza, que lo da a luz desde su Corazón Inmaculado que triunfa en el mundo.
Y al darlo a luz, se manifiesta en nosotros el “hombre nuevo” nacido en Cristo por el Bautismo, engendrado y dado a luz por el Corazón Inmaculado de María por obra del Espíritu Santo.
Sólo nuestro “hombre nuevo” está capacitado para trabajar en la nueva Edad del Reino de Cristo. Tarea magna a la que estamos llamados a participar asumiendo el señorío de soberanía que Cristo nos participa como a sacerdotes, reyes y profetas.
“Restablecer la armonía primitiva” (Pío XII), instaurar “la Civilización del Amor” (S. Pablo VI), “Cruzar el umbral de la Esperanza” (S.J.P.II).
¿es que hay un numero predefinido de gente a la que si se le puede mostrar?
---------------------------------
Que se le pueda no. Dios es libre de mostrar milagros a quien y como considera oportuno en el orden de la justicia y el amor que le es propio.
---------------------------------
Alan
"Es el problema eterno del Mal en el Mundo."
¿crearia usted una sociedad como la humana si pudiera elegir como deberia ser? No le digo que haya que elegir entre automatas biologicos y seres caoticos, ¿pero algo intermedio?
--------------------------------
La sociedad es creación humana. En cuanto al hombre, es de señalar la perfección de la obra de Dios. Las asombrosas capacidades intelectuales, capaces de comprender casi todo -excepto la perfección divina, claro-, las enormes habilidades motoras facultadas para construir complejísimos ingenios y la inclinación natural del hombre hacia su perfección en el amor de Dios.
"Muy buen análisis d. Pedro. Ha llegado bastante lejos en sus predicciones. Espero que este artículo no se convierta en una profecía, pues pinta de ella tiene .....y bastante."
No es profecía o futurismo, son las noticiss del día...
"Luego, en este mundo sin Dios y sin moral, podríamos llegar a debatir hasta qué años podemos asesinar a un niño sin tener que dar explicaciones a nadie.
El niño nace, va creciendo poco a poco y los padres ven que no es suficientemente guapo, que su pelo o el color de sus ojos no responde a las expectativas, que no es tan listo y que no llegará a ser ingeniero como su padre: no cumple el estándar de calidad. Y entonces podrían liquidarlo....."
Esta reflexión me parece que da en la Diana de lo que podría pasar...
No sabemos al final de los días de San José quién fue el que se hizo cargo de la carpintería, pero si fuera Jesús, eso no cambia nada a la figura del padre. ¡San José Bendito, protege a los padres e ilumina a los hijos para que cumplan con amor el 4º Mandamiento!.
La explicación de que Dios no nos quiere convertir en unos autómatas, por que desea el bien superior de nuestra libertad, no me convence. La auténtica libertad es la posibilidad de elegir entre dos bienes, la libertad de poder elegir el mal, no es un bien, es un mal. Los bienaventurados en el cielo no tienen libertad para hacer el mal, pero eso no les convierte en autómatas, pueden elegir entre diversas clases de bienes. Si nosotros para alabar a Dios pudiéramos elegir entre construir una catedral gótica o una románica, seriamos perfectamente libres dentro del bien. Pero desgraciadamente podemos construir un prostibulo. Conclusión Dios ha creado una categoría de seres finitos y falibles a los que puede castigar infinitamente por un solo fallo. Como tú dices misterio.
Créeme, Dios nos hizo para que eligiéramos el bien, pero ya desde Adán y Eva se ve que no hay una mano que te detenga si caes en la tentación de comer la manzana prohibida por lo que hay que admitir que aquello que Dios manda puede ser desobedecido y de esa desobediencia vienen todos nuestros males.
Me ha hecho gracia lo que tú consideras posibilidad de elección: construir una catedral gótica o una románica, cuando todo el mundo sabe que la arquitectura corresponde a un periodo de la historia y no hubiera sido posible para un medieval construir una catedral barroca, mientras que para alguien del siglo XVII se hubieran dado ambas posibilidades. ¡Qué cosa tan peregrina! Eso es algo así como decir que, excepto del árbol prohibido, Adán y Eva podrían haber comido igualmente una pera o una granada sin ofender a Dios.
"Este mundo sin Dios es un infierno, un lugar inhóspito, cruel, despiadado, inhumano, nauseabundo y pestilente".
Este mundo nunca es un mundo sin Dios. Hay mucha bondad, mucha generosidad en este mundo de Dios. Millones de ucranianos reciben cobijo, cariño, alimento, cama y hogar de mucha gente buena en Europa. Todos podemos ayudar. Ya nos llevará Jesús al Cielo si lo merecemos. Estamos aquí porque es su voluntad y podemos servirle haciendo lo que debemos.
Si uno mira hacia el clero y la alta jerarquía de nuestra Iglesia, hay motivos para desesperarse, pero en la sociedad aún hay motivos para la esperanza. Toda la filantropía, las fundaciones, los hospitales para los tetrapléjicos, el trato que reciben los niños en España son ejemplos demuestran que Dios no nos ha abandonado.
________________________________________
Pedro L. Llera
Yo no he dicho que no haya motivo para la esperanza. Mi esperanza es Cristo y no hay otra. Por eso llamo a la conversión.
Pues hasta los ángeles pecaron, pues no. Los demonios son demonios desde el instante mismo de su creación, fueron creados como demonios pues son ACTO no POTENCIA en términos aristotélicos o tomistas. En el más allá no existe ni el espacio ni el tiempo, ni el antes, ni el después, razón por la que dice Santo Tomas que los condenados quedan como petrificados en su elección. Los ángeles no pecaron, permanecen como ángeles desde su creación. Y si un ángel puede convertirse en demonio en teoría un demonio podría convertirse en ángel.
Entonces dónde está su libre albedrío, pues simplemente en que su eleccion constituye su esencia, el demonio fue creado demonio por que el quería ser demonio, de ahí que en esencia sea un NO a Dios, un “No Serviré” de lo que deriva la radicalidad de su oposición a Dios. El ángel fue creado como ángel por que su decisión que constituye también su esencia es la de “Si serviré”. La batallita entre Satan y San Miguel es una cuentito para almas simples como tú, una forma de explicar las cosas como él Génesis..Conclusión los ángeles nunca pecaron. Y te reitero, si la posibilidad de apartarse del bien supone la perfección de la libertad, entonces los ángeles y los bienaventurados que carecen ahora de tal poder serían menos perfectos que nosotros, de manera que el supuesto bien superior de libertad para hacer el mal, que según tu, hace que no seamos unos meros autómatas, en definitiva es un mal. Que sea producto del pecado de nuestros antepasados Adan y Eva, puede ser una explicación, para mí un poco pobre.
391 Detrás de la elección desobediente de nuestros primeros padres se halla una voz seductora, opuesta a Dios (cf. Gn 3,1-5) que, por envidia, los hace caer en la muerte (cf. Sb 2,24). La Escritura y la Tradición de la Iglesia ven en este ser un ángel caído, llamado Satán o diablo (cf. Jn 8,44; Ap 12,9). La Iglesia enseña que primero fue un ángel bueno, creado por Dios. Diabolus enim et alii daemones a Deo quidem natura creati sunt boni, sed ipsi per se facti sunt mali ("El diablo y los otros demonios fueron creados por Dios con una naturaleza buena, pero ellos se hicieron a sí mismos malos") (Concilio de Letrán IV, año 1215: DS, 800).
392 La Escritura habla de un pecado de estos ángeles (2 P 2,4). Esta "caída" consiste en la elección libre de estos espíritus creados que rechazaron radical e irrevocablemente a Dios y su Reino.
Tu te construyes tu relato porque es lo moderno, pero yo me limito a decir lo que la Santa Madre Iglesia ha dicho siempre. Es decir, esta simple se apoya en los Padres y Doctores de la Iglesia, mientras que tú te apoyas en tu propia opinión y, francamente, es una pérdida de tiempo contestar a alguien por una versión personal de tres al cuarto.
1) Un hombre dice que es una mujer y compite en un campeonato de natación femenino pulverizando todas las marcas. Hay que aceptar pulpo como animal de compañía.
2) Una persona escribe sobre cristianismo con ideas que no son del cristianismo, Hay que aceptar pulpo como animal de compañía.
3) La Sexta dice que los camioneros que han convocado la huelga son de ultraderecha. Hay que aceptar pulpo como animal de compañía.
4) Putin dice que hay que desnazificar Ucrania y lo pone como condición para acabar la guerra. Hay que aceptar pulpo como animal de compañía.
5) Todos los presidentes del mundo mundial se presentan como demócratas puesto que la democracia es el bien sin mezcla de mal alguno. Hay que aceptar pulpo como animal de compañía.
6) La violencia contra la Iglesia no existe porque no hay una organización detrás de todo esto, la violencia contra la mujer sí existe aunque no haya ninguna organización detrás. Hay que aceptar pulpo como animal de compañía.
Es decir, sin definir nada, sin clasificar, sin un punto común donde comenzar un contraste de pareceres, el discutir un tema es un galimatías. Y en esas estamos. Los blogueros pueden elegir y hablar de lo que quieran y de la manera que quieran, pero comentar se está volviendo imposible porque una no habla por sí misma sino según Tradición y Doctrina y el otro habla de sus propias teorías, no siendo ni siquiera un pensador o un filósofo sino una persona del común, y por puro voluntarismo como el nadador hombre-mujer, la Sexta, Putin, la democracia universal y los no conspiranoicos-conspiranoicos, sus teorías personales tienen que ser aceptadas como universales.
Menos mal que en la Paz del Cielo Santo Tomás de Aquino no padecerá, porque si no sería como para desesperarse: toda una vida poniendo orden en el caos para que, al final, éste triunfe. ¿Y quién nos dice que el Fin del Mundo no se presentará así y no de otra manera como pensábamos? Siempre creímos que el resto fiel sería quién mantuviera la Fe, pero puede que sea también el que mantenga la Razón en un mundo de locos. Para juzgar la responsabilidad personal de aquellos que enloquecieron hay que ser Dios y me imagino que esa responsabilidad será medida por el abandono de Dios o, aún peor, por la persistencia de querer ocupar su lugar utilizando el voluntarismo.
El poder en la tierra ya está poseído totalmente por Satanás y está actuando sin freno, pese al grado de mentira y disimulo que ostentan.
Siento decir que la mayoría de católicos prefieren mantener su visión de las cosas dentro de su zona de confort antes que examinar todos los tópicos sociales y políticos con los que nos han adoctrinado y nos adoctrinan sin descanso.
No te molestes, Pedro 1, lo que el Catecismo diga a éste le importa un pimiento, si el cree que los demonios fueron creados malvados ¿quién es el Catecismo para contradecirle?
Versión de tres al cuarto? Es la Suma Teológica de Santo Tomas de Aquino. La potencia es la posibilidad de la sustancia para ser algo distinto de lo que es y no cabe en los seres espirituales. Entonces cuál es su decisión, pues su propia esencia inmutable. Y te reitero, es el más allá no existen los conceptos de espacio y tiempo, nosotros hablamos del futuro juicio final por que utilizamos conceptos derivados de nuestra limitada capacidad de comprensión. Desde el instante mismo de la creación tú estás salvada o condenada, pero en definitiva te salvas o condenas por tu libre elección.
Te cambio el anterior ejemplo, tu puedes decidir ser Clarisa u Oblata, dos elecciones dentro del bien, pero si decides ser hereje habrás elegido el mal. Consecuencia la libertad para hacer el mal no es un bien y no puedes considerar autómatas a seres espirituales superiores a nosotros que no pueden apartarse del bien. Por ello, Santo, Tomas de Aquino no respeta la libertad para hacerse hereje o cismatico.
Lo que no hay es una conspiración de gobiernos para que eso ocurra y que los culpables se vayan dd rositas. Ese pulpo que nos quieres vender como animal de compañía no lo aceptamos, África Marteache.
Tampoco aceptamos el pulpo de las bases de misiles nucleares que USA tiene instalados en Europa y cuya existencia solo tú conoces.
No cortes ni tergiverses mis palabras, las entrecomillo:
“El demonio es demonio desde el mismo instante de su creación, por que el libremente ha decidido ser demonio. Su decisión constituye su esencia, como ser espiritual no puede cambiarla pues carece de potencia. Como consecuencia al constituir su esencia el rechazo a Dios, su oposición a este es radical y absoluta, mayor que la de un hombre malvado incluso que la de un condenado”.
Si hay un teólogo por aquí, que diga si esta proposición es heretica.
Segunda “El Juicio Final es intemporal. En los términos de Dios, la creación y el final de los tiempos, son solo un instante”. Lo mismo.
Otra “La libertad es la posibilidad de elegir entre dos bienes. La posibilidad de optar por el mal, no es un bien superior, es consecuencia de nuestra corrupcion”. Ídem.
Los comentarios están cerrados para esta publicación.
