En la Fiesta de la Hispanidad

El 12 de octubre celebramos la Fiesta Nacional de España, coincidiendo con la fecha del descubrimiento de América por Cristóbal Colón y con la festividad de la Virgen del Pilar. En otros tiempos o en otras latitudes se hablaba y se habla de la fiesta de la raza o la fiesta de la hispanidad. En realidad, es la fiesta de los españoles de la Península Ibérica y también de los españoles de América. Todos juntos hablamos, leemos, soñamos y rezamos en un mismo idioma: el español, lengua universal donde las haya. Por eso allí donde odian a España, odian igualmente el español y hacen cuanto pueden por marginar, prohibir y perseguir nuestra lengua. Dios los confunda.

Hoy en día, hablar de “descubrimiento” no es políticamente correcto. Los progres son multiculturales y a ellos no les gusta lo del descubrimiento. Les gusta hablar del encuentro de culturas o se preguntan quién descubrió a quién, como en la canción de Juan Luis Guerra.

Los pijos progres dicen que España fue una potencia invasora que impuso su lengua, su civilización eurocéntrica y su religión a los pueblos americanos, acabando con sus culturas y religiones autóctonas. Para esta banda de marxistas patéticos y de masones pretenciosos, los españoles fuimos unos bárbaros colonialistas, asesinos invasores de unas culturas que eran maravillosas y que nosotros, los españoles, destruimos. Se olvidan de que España fundó pueblos y ciudades; creó vías de comunicación y llevó las universidades al nuevo continente. Se olvidan de que España aprobó leyes para proteger a los españoles indígenas de América. Se olvidan de que, para los españoles, América es España: no una colonia. Los americanos eran españoles de pleno derecho y hoy en día muchos de nosotros seguimos considerando a nuestros hermanos americanos como españoles.

La única civilización que realmente se puede calificar como tal es la civilización cristiana: en nuestro caso, la Hispanidad. Todo lo demás es barbarie. Las culturas precolombinas vivían en la ignorancia; en la crueldad del infanticidio, de los sacrificios de seres humanos a los ídolos; en guerras inhumanas entre unas tribus y otras. El mito del buen salvaje es falso, es una gran mentira.

¿Que se cometieron injusticias y abusos durante la conquista de América? Pues claro que sí. ¿Qué sociedad no comete injusticias y abusos? ¿Miramos los que sufrimos todos hoy en día? Toda empresa humana está lastrada por nuestra condición de pecadores. No somos perfectos. Pero negar la grandeza de la gesta española en la conquista, civilización y evangelización de América ofende a la razón.

Y es que a los progres marxistas les encanta la dialéctica de buenos y malos, opresores y oprimidos, explotadores y explotados. Viven de eso: de propagar el odio desde una ideología simplista y maniquea que ofrece una pseudorredención puramente inmanente, in-transcendente, puramente materialista; porque para ellos no hay Dios ni “más allá”. Ellos quieren la felicidad de cortos vuelos en el “solo acá”; la felicidad del orgasmo y del lujo decadente. Engañan y estafan a la gente ofreciendo una felicidad falsa para así alcanzar el poder e imponer su ideología totalitaria a todos: a los que esperan ser redimidos por los ecocomunistas y a los que no. Y a los que no queremos ser redimidos por estos tipos nauseabundos ya sabemos lo que nos tienen reservado: los campos de reeducación y de trabajo para redimirnos de nuestra condición contrarrevolucionaria. Tienen ustedes una buena muestra de lo que les cuento en China, Corea del Norte, Cuba, Venezuela… Ese es su paraíso. Todo para ellos.

Los ecocomunistas odian España. Aspiran a destruir nuestra patria. Odian a España como odian a Dios. Son dos conceptos que para ellos van indisolublemente unidos. Quieren acabar con Dios y con España. Son los mismos: fíjense bien. Y a los que amamos a Dios y a España nos odian sobre todas las cosas: somos los “fachas”, la “extrema derecha”, los “franquistas” … Lo peor de lo peor.

También trabajan por la destrucción de España los liberales masones, paganos y enemigos de Dios; liberales agnósticos o ateos; la derecha pagana que igual defiende el aborto que la ideología de género. Son globalistas, títeres de Macron y de Soros y del Bilderberg y de todas las agencias internacionales controladas por los gerifaltes del Nuevo Orden Mundial. Los masones llevan trescientos años tratando de destruir España. Y no se cansan: siguen. Estos son tan dañinos como los ecocomunistas, aunque por lo general son más aseados. Unos llevan rastas y coletas; los otros mandiles, compases y escuadras. Su factor común es el odio a Cristo. Para estos, quienes amamos a Dios sobre todas las cosas y a la Patria somos simplemente “meapilas” despreciables. Ellos pisan crucifijos, adoran a Lucifer y hablan de un Gran Arquitecto: apóstatas despreciables.

Los ecocomunistas y los masones tienen razón en una cosa: la identidad de España está intrínsecamente ligada a la fe católica. España es la Cruz frente a la media luna de los mahometanos que nos pretendieron imponer por la fuerza de las armas su religión y su tiranía durante casi ochocientos años. Si antes nombrábamos a Cuba o a China, ahora es obligado mencionar como ejemplos de estas teocracias tiránicas, bárbaras y despóticas a Arabia Saudí, a Irán, a Afganistán, a Pakistán, a Libia, a Argelia, a Marruecos… ¿Les gusta este tipo de sociedades? Pues váyanse ustedes a vivir allí.

España es la Cruz. Y sin la Cruz, España no es nada. Por eso todos los enemigos de España son enemigos de la Cruz. Lo vemos ahora con el caso de la tumba de Franco. Después de cuarenta años, los que perdieron la guerra civil han aprobado una ley – la Ley de Memoria Histórica – para ganarla. Franco ha sido derrotado por “la democracia”. Enhorabuena. Felicidades. Lo suyo resulta realmente patético. Están superando al esperpento más grotesco con su odio. Su estupidez resulta ciertamente de dimensiones cósmicas (y ridículamente cómica). Después de cuarenta años muerto, han derrotado a un cadáver y van a humillar sus restos mortales profanando su sepultura. ¡Héroes, que sois unos héroes!

Estos mamarrachos intelectuales creen que pueden cambiar la historia a su gusto a base de leyes y decretos. Quieren reavivar los odios y volver a enfrentar a los españoles entre sí porque creen que eso les da réditos electorales. Dan mucha lache[1].

En realidad, del Valle de los Caídos lo que les molesta no es la tumba de Franco, sino los benedictinos, fray Santiago Cantera y, sobre todo, la Cruz. Les encantaría dinamitar la Cruz del Valle, como les encanta rememorar sus hazañas cuando allá en el 34 dinamitaron la Cámara Santa de la Catedral de Oviedo o cuando fusilaron y dinamitaron la imagen del Sagrado Corazón del Cerro de los Ángeles. Odian a Dios y odian a España. Por eso los pijo-progres simpatizan con toda clase de separatistas: con los vascos de Bildu/ETA (con los que han pactado los socialistas en Navarra), con los independentistas catalanes (con los que pactaron para echar a la derecha pagana del gobierno), con los secesionistas valencianos, baleares, canarios… Hay que derribar cruces, incitar a la profanación de iglesias y catedrales, lanzar proclamas de odio como el famoso “arderéis como en el 36”; o esa otra tan sesuda de “la única Iglesia que ilumina es la Iglesia que arde”; y procurar la ruptura de España y la eliminación de la fe católica de sus tierras y sus gentes. Eso es lo que pretenden.

Pero algunos – pocos es verdad – resistimos.

Pues bien. En el día de la Fiesta Nacional, proclamo públicamente mi amor a Dios y a España. Me siento orgulloso de ser español y católico. No hay nada más grande que ser compatriota de Hernán Cortés y de Pizarro. Soy español como Juan Sebastián Elcano. Soy español como Cervantes, como Quevedo, como Góngora; católico como Santa Teresa de Jesús o San Juan de la Cruz; español como el Marqués de Santillana y como Jorge Manrique; como Velázquez y Zurbarán y Ribera y Picasso y Miró y Gaudí y Albéniz y Falla. Soy español como Ortega y Gasset, como Unamuno, como Miguel Hernández, como Alberti, como Pedro Salinas, como Gerardo Diego, como Jorge Guillén, como Juan Ramón Jiménez, como Azaña, como los hermanos Machado, como Valle-Inclán; católico y español como San Ignacio de Loyola y San Francisco Javier; como San Francisco de Borja y San Juan de Ávila; como la Madre Maravillas; como tantos y tantos poetas, artistas y santos; como tantos militares y tantos héroes que dieron su vida por Dios y por España desde Covadonga hasta el día de hoy. Me siento orgulloso de ser español. Me siento orgulloso de mi bandera. Me siento orgulloso de profesar la fe de mis antepasados: la de la Santa Madre Iglesia Católica, Apostólica y Romana. Me siento orgulloso de mis padres, de mis abuelos (que por cierto combatieron uno en cada bando durante la Guerra Civil), de todos mis antepasados como mínimo desde la época del Rey don Pelayo hasta hoy. Y me siento orgulloso de mis hijos. Y espero que mis nietos hereden intacto el legado cultural, histórico y religioso de España y también se sientan algún día orgullosos de ser españoles.

Estamos en deuda con nuestros héroes, con nuestros militares, con nuestra Guardia Civil y con nuestra Policía Nacional; y yo me siento en comunión con nuestros santos y con nuestros mártires.

Orgullosos de ser españoles.

 

¡Viva España! ¡Viva Cristo Rey! ¡Viva la Virgen del Pilar!

 



[1] En lenguaje “milenial”,  “lache” significa vergüenza.

21 comentarios

  
Mario
Amén
12/10/19 10:31 AM
  
Ana María
Amén¡¡¡
¡¡¡¡Viva Cristo Rey!!! Viva la Virgen del Pilar!!! ¡¡¡¡¡Viva España¡!!

🇪🇸🇪🇸🇪🇸+++.
12/10/19 11:35 AM
  
Santiago Pizano
¡Bravo, don Pedro!
12/10/19 3:12 PM
  
Palas Atenea
¡Felicitémonos D. Pedro! ¡Viva Cristo Rey! ¡Viva la Virgen del Pilar! ¡Viva España!
12/10/19 4:43 PM
  
Jorge Alberto
Aguerrido. Así de simple. Entre la luz y las tinieblas.
12/10/19 7:37 PM
  
Silvia Yolanda Ramos Sossa
Don Pedro, que reciba todas las bendiciones del cielo, por su estar HONESTO, por toda la sabiduría que ha logrado al paso de los años, y por el amor a su patria, la patria de todos los que nacieron aquí en España y los que no nacimos pero conocemos perfectamente nuestra ascendencia. Mi familia siempre tuvo la dicha de sentirse española, y como en todas las ocasiones de la vida siempre hay un ganador y un perdedor.
Los españoles de la época de la colonia, fueron valientes, y alcanzaron sus metas, y gracias a Dios y ellos sud América ahora es heredera de su idioma y mucho más.
12/10/19 10:54 PM
  
Javier
Dios quiera que muy pronto todos los españoles de ambos lados del Atlántico busquen caminar juntos y puedan gozar de la protección de una Iglesia fuerte y limpia. España, tu nombre envenena mi corazón.
13/10/19 12:28 AM
  
Maria Alejandra
¡Viva Cristo Rey!, ¡Viva la Virgen del Pilar!, ¡Viva España!, y ¡Viva usted, sr. Llera y todos los que compartimos estos amores!
13/10/19 1:36 AM
  
Cristiàn Yàñez Durán
Don Pedro,

Viva Nuestra Señora del Pilar y nuestra Madre Patria, España.
Un grupo de españoles americanos que nos hemos reunido en casa para celebrar, como Dios manda, esta fiesta odiada por la ciudad del hombre.

Cristián Yáñez Durán
13/10/19 2:57 AM
  
Pedro Amate
!!! Viva la Virgen del Pilar y Viva la Hispanidad !!! Todos los países de los cinco continentes que hablan en castellano,cómo así lo quiso la Reina Isabel I de Castilla.

Probablemente pudo haber sido el idioma catalán ; pero fue como así quiso y fue la voluntad de la Reina: " la religión católica y el idioma de Castilla ". La Historia es cómo es ; no cómo algunos quisieran qué hubiera sido. No se puede inventar otra historia ; sería absolutamente falsa.
13/10/19 3:36 PM
  
hornero (Argentina)
En verdad, este artículo de Pedro Llera expresa las hondas razones que alientan a su espíritu y lo vierten como a un río impetuoso hacia los ámbitos inconmensurables de la HISPANIDAD, fruto extraordinario de las intervenciones muchas que ha llevado a cabo la Madre de Dios por encargo de Su Hijo. El Señor edifica día a día su Reino entre nosotros, restablece de modo creciente el Paraíso que el demonio arrebató de las manos de nuestros primeros padres, Adán y Eva. Lo hace mediante María, a veces de modo visible, otras menos. Ella prepara el mundo para la Venida del Señor en gloria, término de la historia presente, antes de entrar en el tiempo de la eternidad. Tal misión la recibió María al pie de la Cruz, y desde ese momento la ejerce de modo eminente, como Madre y Reina de la Iglesia, Madre de todos los hombres, Capitana Invencible del ejército celestial que cantará Victoria sobre el dragón infernal. Primera Evangelizadora, Madre del Evangelio, Cristo; Ella obra maravillas como sólo puede hacerlo una pura creatura elevada a la unión Materna de orden hipostático con Su Hijo; colocada por arriba de toda la Creación, ángeles, hombres y cosmos. Tesorera de los Bienes de Cristo, los distribuye conforme a sus designios de solícita y celosa Servidora del Señor, cuya humildad la ha elevado a Trono y Santuario de la Santísima Trinidad, donde le es permitido entrar en los Abismos del Consejo del Rey y contemplar los augustos coloquios de la Vida Trinitaria.
Y bien, ¿será necesario decir que la Reina dio a luz la Hispanidad cuando en los años cuarenta se apareció y habló al Apóstol Santiago desde el Pilar de Zaragoza?, ¿será necesario recordar Lepanto, el Descubrimiento, la conquista, la evangelización y la civilización del Nuevo Mundo, para firmar de modo categórico que estamos frente a uno de los grandes prodigios que la Virgen a realizado de modo perfecto ejecutando la voluntad de Cristo?. Añadamos Guadalupe en Méjico, inicios de la Evangelización del Nuevo Mundo, añadamos las sucesivas y múltiples manifestaciones extraordinarias en el Continente de María, hasta las actuales en San Nicolás y en el Santuario de Lourdes en Alta Gracia (Córdoba). María lleva adelante un plan cuya magnitud aún no conocemos, forma parte necesariamente del Plan de la Salvación de Cristo, el cual comprende a TODA LA HUMANIDAD. Por ello, la Virgen une su misión entre los pueblos hispanos a su llamado a la CONVERSIÓN del mundo entero. Ella es la Puerta del Cielo y del nuevo Paraíso terrenal, al que nos invita entrar. Ella abre el camino de la Hispanidad hacia los “nuevos tiempos de María”.
Entiendo, en este sentido, que estamos llamados a un despertar de la inteligencia, a una transfiguración de su potencia intelectiva, según la medida participada de la Sabiduría divina mediante la Aurora de María. Vivimos las postrimerías del mundo del “hombre viejo” que ha agotado el camino del racionalismo, atrapado en el laberinto de las negaciones. La Virgen viene a liberarnos, a participarnos de la Sabiduría del Verbo del Padre, a preparar la humanidad a fin de que alcance la unidad de la gran familia de los hijos de Dios, y pueda así producir aquellos frutos óptimos que sólo el TODO puede producir, que NINGUNA DE LAS PARTES puede producir por sí misma.
La hispanidad tiene la palabra.











13/10/19 5:58 PM
  
FANNI
Qué manía con dibujar siempre la Antiespaña.
El discurso de nosotros somos los únicos buenos españoles y los demás no.
Por lo visto no puedes ser buen español si eres musulmán, marxista, liberal, ecologista, feminista, masón, ateo o agnóstico.
Adjetivos que se pueden aplicar al 99% de los españoles. Así que pocos buenos españoles habrá entonces.
Y encima con los clichés decimonónicos ¿a estas alturas seguimos con que los masones adoran a lucifer y pisan crucifijos? ¿O que los de izquierda no se asean?.
Este artículo podría haberlo ladrado Millán-Astray hace ochenta años en Salamanca.
Pues nada, ahí están ustedes los puros los únicos que conservan las esencias dogmáticas de la Iglesia y del patriotismo español.
____________________________
Pedro L. Llera
Guau
Ustedes son el 99%. Felicidades. Yo solo con Cristo ya somos mayoría absoluta. No me hace falta más. ¿Qué hace usted aquí poniendo comentarios? ¿Qué sentido tiene? Ya son ustedes el 99%... Este es un blog insignificante. Váyase usted con ese 99% y déjeme en paz.
Dios la bendida, lo bendiga, etc.
13/10/19 8:06 PM
  
Miguel García Cinto
Si Francia tiene Lourdes y tiene Loreto Italia, España tiene el Pilar, que es la promesa más alta.
No la derriban los vientos ni la sepultan las aguas, mientras que exista esta piedra España será cristiana.
Sobre este Pilar bendito, que es el Pilar de la Patria, tiene su trono la Virgen, Reina y Señora de España.
COLVMNAM DVCEM HABEMUS. (tenemos por guía a una columna).
13/10/19 8:24 PM
  
hornero (Argentina)
Toda obra trascendente es iniciada por los pocos que la comprenden; sucedió con los doce Apóstoles, sucedió con Isabel y Fernando, con Colón, Hernán Cortés, Pizarro, Magallanes y El Cano,y tantos otros que realizaron proezas en el mundo a lo largo de los siglos. No importa cuántos somos, ni qué grado de comprensión tengamos de lo por hacer. La conciencia de la Hispanidad acerca de sí misma debe ser revelada en medida creciente como realidad católica y cultural, intelectual y política, misionera y escatológica, filosófica y teológica, capaz de elevarse sobre el presente sostenida por las virtudes teologales de Fe, Esperanza y Caridad, a fin de plantar la Cruz que transfigura los tiempos y las cosas, como línea divisoria de una historia que concluye , la del “hombre viejo”, y otra que inicia la nueva edad del Reino de Dios entre nosotros. Frontera colosal, ante la cual tiembla nuestra naturaleza caída, se nubla la visión, enmudecen las palabras ante lo Inefable, y arrojamos nuestro cuerpo de cara a la tierra para adorar este designio del Altísimo Señor que nos invita a entrar de Manos de Su Madre a la Tierra Prometida. “Restaurar la armonía primitiva”, insistía Pío XII; instaurar la “Civilización del Amor”, profetizaba S. Pablo VI; “Cruzar el umbral de la Esperanza”,alentaba S.J.P.II. Y una letanía de anuncios y promesas dadas por la Virgen desde Fátima, “Al fin triunfará Mi Corazón Inmaculado”, “el Paraíso terrenal será restaurado”, “Anuncio a Cristo, anuncio Su Reino, anuncio Su Amor”. En el más profundo silencio interior debemos considerar estas “magnalia Dei”, a imitación de María que preparaba su mente y su corazón para acoger en Ella el Acontecimiento Infinito. Somos testigos partícipes, como jamás lo hubo ni lo habrá después, de la tensión sobrehumana entre el tiempo que termina y la eternidad que nos convoca.




14/10/19 1:46 AM
  
Juana de Arco
Feliz día de Nuestra Señora del Pilar a Infocatolica desde Estados Unidos. Lo mejor que nos ha pasado en Hispanoamérica es que España nos haya evangelizado y culturizado! Me siento muy orgullosa de ser 100% descendiente de españoles, vasca por mi padre y andaluza por mi madre. Y casada con bisnieto de españoles también. Que el Sagrado Corazón de Jesús, la Virgen Santísima, nuestra Santa Reina Isabel y el gran San Fernando bendigan a Todas las Españas!
14/10/19 3:12 AM
  
Salmanticus
Suscribo el artículo del principio al final. No puedo expresar mejor mis pensamientos y sentimientos.
14/10/19 12:41 PM
  
hornero (Argentina)
Hoy, toda iniciativa que no se enmarque en el orden escatológico, sufre el embate del mundo perverso que termina, al que gobierna satanás y los suyos. Si es trazada conforme a los módulos del orden temporal actual, queda expuesta a las conmociones de éste, y obligadamente terminará con éste, con frutos estropeados y escasos.
Por el contrario, si su mente y voluntad están abiertas a la eternidad, concientes de que las realidades presentes son transitorias en su apariencia, pero llamadas a ser transfiguradas, es decir, destinadas a participar en la libertad de la gloria de los hijos de Dios (Rom 8), entonces, todo lo que hagamos tendrá la aptitud para participar en la edificación del Reino; META ABSOLUTA de todos nuestros empeños. Así, la HISPANIDAD tiene la misión eminente de trabajar por la transfiguración del mundo, misión escatológica que la obliga a mirar más allá de la inmediatez; por ello, profética.
La Aurora de María es la Fuente que nos ofrece las gracias sobrenaturales necesarias para una tarea de tal magnitud. Porque Cristo se está manifestando en nosotros de modo casi invisible por medio de la Luz que irradia María y nos penetra, anticipando lo que afirma San Pablo: “Cuando se manifieste Cristo, que es vuestra vida, entonces vosotros os manifestaréis en gloria con Él” (Col 3,4). El trigo lleva en la semilla el germen de vida que le permitirá crecer, “manifestarse”, cuando por obra de la lluvia y de la luz del sol sea activado. Así, la vida de Cristo que recibimos en el Bautismo es “gérmen de la gloria” que se manifestará en nosotros (R. Garrigou-Lagrange, Las tres edades de la vida interior). Hoy, la Aurora de la Virgen irradia en lo profundo de nosotros, participa, comunica la creciente manifestación de Cristo. Ella es el canal por el que se nos comunica constantemente la Vida de Cristo, Vida de Dios, Vida Trinitaria. Cristo se manifiesta de modo creciente, como anticipo a Su Parusía, o plena Manifestación en Gloria, mediante la Aurora, Alba o Amanecer, según llama la Virgen a este Acontecimiento extraordinario y escatológico que se cumple en nuestro tiempo.
Por esto., la Virgen nos llama a la conversión auténtica a Cristo, la que implica la conversión a María, el reconocimiento del lugar eminente que le pertenece en la Iglesia, desde el que preside la batalla final contra el demonio. No hay otro ejército de Cristo que el que Él ha confiado a Su Madre. En María hallamos el más perfecto CRISTOCENTRISMO, el único VERDADERO. En María se halla el fundamento de toda RESISTENCIA; Ella resiste al demonio desde su Inmaculada Concepción, lo resiste y lo combate hasta que pise su cabeza. No hay resistencia sin la Conducción de la Virgen, sin alistarnos en su ejército invencible de las milicias angélicas y de bienaventurados, y de sus hijos fieles que combatimos tomados de sus Manos, bajo su Conducción.



14/10/19 7:23 PM
  
Javier Gutiérrez Fernández-Cuervo
No hay nada más grande que ser compatriota de Santa Rosa y San Martín de Porres, de San Juan Macías y Santo Toribio de Mogrovejo, de San Francisco Javier y Santa Teresa de Jesús, de nuestros reyes San Fernando y Santa Isabel. ¡Viva España y el Perú! ¡Viva la Virgen del Pilar! ¡Viva toda la Hispanidad!
16/10/19 3:42 PM
  
Francesc
Que viva la Pilarica, que viva la Guadalupana y que viva CRISTO REY¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡
16/10/19 6:30 PM
  
Vicente
viva Jesucristo y viva la Virgen del Pilar.
16/10/19 10:25 PM
  
Nasifacto
SABORES


Procuré yo cantar con los sabores
de la más pura lira castellana;
y en los vates pequeños y mayores
de la dorada España
busqué la inspiración para mi verso.
Pude fallar en ambición tamaña,
pero no en el trabajo y el esfuerzo;
y no tuve por fama
superar de esos tiempos las hazañas,
sino ser de sus obras un refuerzo:
Surgidas de las cuevas con Pelayo,
confirmadas después allá en Tolosa,
hechas Tizona briosa
por toda la ancha tierra de Castilla,
tuvieron en Manrique un joven rayo,
y en Isabel la más preciada silla;
siendo justo quebranto
del Turco cruel en aguas de Lepanto,
y luego en el gran paso americano
dando a mi tierra el corazón cristiano.


Feliz me siento, España, de haber sido
en tu sobrio regazo cobijado
y de tus senos leche haber bebido.
Desde una edad temprana tuve en mi abuelo preceptor severo,
no por el tono de su dulce trato,
sino por la prudencia y el esmero
que puso en mi cuidado ,
pues me enseñó con lengua castellana
las obras de la fe y del recato
que brotan del hispánico venero.
Y mi padre, después, me dio tu historia,
que en parte está en mis venas,
y mi alma yo le di y mi memoria.
Y mi hermano Agustín, sus manos llenas
de los dones que engendran la escritura,
en mi novel natura
sembró los vates del parnaso hispano,
y ,siendo conducido de su mano,
fui descubriendo su esplendor y altura.




En mis comienzos yo, tosco artesano,
llené las hojas de entusiastas versos
que torpes descendían por mi mano.
De ese cantar primero
pocas muestras perduran hoy en día,
y aunque mis ojos noten sus carencias
vean piadosos esa etapa mía;
y sin juicios adversos
de tono hinchado, áspero o severo,
recuerde humilde yo que esas cadencias
fundaron , al nacer, mi poesía .
No crea el genio que sin diario empeño
y sin ardua fatiga,
habrá de ser de su arte fácil dueño
o tendrá justa fama por amiga:
no abunda el fino oro en las arenas,
ni las flores amenas
cubren los surcos que el arado labra,
ni dice, la verdad, toda palabra,
ni sin sufrir las almas se hacen buenas.



Y un tiempo estuve en claustro religioso,
vistiendo el sayo del varón Benito,
que fue en el nombre y el obrar virtuoso;
de Europa, padre claro.
Allí un joven Prior ,con noble celo,
sembró en mi corazón buena semilla,
que hoy crece lenta ,al fin, buscando el cielo
tras el Fruto Bendito
que de todo es sustento y dulce amparo.
Y en esa casa donde también brilla
el humano saber con alto vuelo,
fui incitado al estudio cotidiano,
y en la lengua latina
leí al autor cristiano y al profano;
y después, con más fuerte disciplina,
así el arduo y antiguo idioma griego,
y cual dócil labriego,
años gasté en la esquiva asignatura,
hasta que me amigué con su natura,
comenzando a gustar sus mieles luego.



Los años me advirtieron que el servicio,
en tan sublime y fraternal milicia,
excedía mi don y mi ejercicio.
Vuelto al hogar paterno,
me entregué a la labor de mis mayores
vistiendo de la ley la negra toga,
e intenté producir obras mejores
con más arte y pericia,
tomando de lo viejo y lo moderno,
sin fijarme jamás si estaba en boga.
Pero poco duró mi tiempo ameno:
la tarde creció oscura,
y en las sombras sonaba el recio trueno
perdiendo mi bajel senda segura.
Y toda la armazón que había forjado
cedió ante el viento airado;
y sin yo darme cuenta fui cayendo,
como el otoño va desposeyendo
al árbol que termina desnudado.




Pobre Adán soy, y herido del pecado,
mis pasos yo perdí, y muchas veces
fui por él en mi carne derrotado.
Y el tiempo de esa herida
trajo los tonos negros de la muerte,
y ofuscó con sus sombras las regiones
donde ella puso su baluarte fuerte;
y hundido hasta las heces
lejos me vi de Dios y de la vida.
Desoí la verdad y sus razones,
y de vergüenza se tiñó mi suerte
y enmudeció la lira;
y olvidando el clamor de los poetas
del instinto seguí la tenaz mira
corriendo ciego tras erradas metas.
En hondo y mortal sueño yo dormido,
con el paso perdido,
iba en la noche de la selva oscura,
no sabiendo mi rumbo y mi ventura,
y el sol y el monte en el lejano olvido .

Pero el sonido de la Voz primera
que nunca cesa allí en la eterna Fuente ,
llegó en esa jornada lastimera;
y oyendo su llamada,
de pronto desperté del sueño horrendo,
y vi la tempestad rugiendo altiva
y el mar del caos en furor creciendo;
y luego de repente,
tras la voz vi brillar la llamarada
que en mi mortal deriva
el oriente mostró que iba naciendo,
y en las lejanas nubes,
como signo de Dios en esa hora,
vi llegando guardada por querubes
a quien hoy es mi dueña y mi señora.
Y poco a poco fui yo restituido
del infernal descuido ;
y volví a caminar las sendas buenas,
dejando atrás los cantos de sirenas,
de nuevo vuelto al sol mi rostro erguido.

Y fui a desenterrar la vieja lira
ya de tanto silencio destemplada,
y al numen yo busqué que su alma inspira:
Y tu numen , España,
volvió a reverdecer mi vieja hiedra
con el néctar de sabios trovadores,
fundados en el águila y la piedra:
la altura inigualada
que a Luis , Teresa y Juan siempre acompaña,
y el sólido sillar que alienta moles,
de Manriques, Quevedos y Saavedras
(porque el juglar hispano
-de la invención la principal figura-
manco escribió con una sola mano
del manchego Quijano la aventura).
¡Oh vuelo audaz del ave que asegura
en la profunda altura
aquello que del hombre es ciencia y vida!;
¡oh piedra que a la tierra siempre asida
revelas la perenne y fiel natura!.

Así volví a gustar yo nuevamente
las dos vertientes donde el hombre abreva:
el fugaz manantial, la eterna fuente.
Con sus dones diversos,
cada cual con su cauce y su medida,
van curando la sed abrasadora
que en el hombre causó la antigua herida;
y los ciervos dispersos
que un misterioso Viento llama y lleva,
van tras el agua pura y bienhechora
donde la ardiente sed será rendida.
¡Oh murmullo piadoso que allí suenas
más fuerte que los mares,
y que llegas de nuevo a mis arenas
con el canto de eternos hontanares!.
¡Dichoso el día aquel que restituido
fui a tan feliz sonido,
y como un pecador samaritano
hacia el Dios del amor tendí la mano,
y a su fuente de Vida fui atraído!.

29/10/19 1:13 AM

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