Proselitismo

Definiciones del Diccionario de la Real Academia Española de la Lengua (validas para todo el mundo de habla española):

proselitismo

1. m. Celo de ganar prosélitos.

celo

Del lat. zēlus ‘ardor, celo’, y este del gr. ζῆλος zêlos, der. de ζεῖν zeîn ‘hervir’.

1. m. Cuidado, diligencia, esmero que alguien pone al hacer algo.

2. m. Interés extremado y activo que alguien siente por una causa o por una persona.

prosélito, ta

Del lat. tardío prosely̆tus, y este del gr. προσήλυτος prosḗlytos.

1. m. y f. Persona incorporada a una religión.

2. m. y f. Partidario que se gana para una facción, parcialidad o doctrina.

El término “proselitismo”, desde el punto de vista católico, consiste en el cuidado, la diligencia y el interés extremado y activo por incorporar a todos a la única religión verdadera: a la Iglesia, que es una, santa, católica y apostólica. Los santos siempre han tenido un celo apremiante por llevar todas las almas a Cristo para que se salven.

Dice el Concilio Vaticano II en el Decreto sobre el apostolado de los laicos (Apostolicam Actuositatem, § 2):

La Iglesia ha nacido con este fin: propagar el reino de Cristo en toda la tierra para la gloria de Dios Padre, y hacer así a todos los hombres partícipes  de la redención salvadora y por medio de ellos ordenar realmente todo el universo hacia Cristo. Toda la actividad del Cuerpo místico dirigida a este fin, recibe el nombre de apostolado, el cual la Iglesia lo ejerce a través de todos sus miembros, aunque de diversas maneras. En efecto, la vocación cristiana es, por su misma naturaleza, una vocación también al apostolado. Así como en el conjunto de un cuerpo vivo no hay  miembros que se comportan de forma meramente pasiva, sino que todos participan en la  actividad vital del cuerpo, de igual manera, en el Cuerpo místico de Cristo,  que es la Iglesia «todo cuerpo crece según la operación propia  de cada uno de sus miembros» (Ef. 4,16). No sólo esto. Es tan estrecha la conexión y trabazón de los miembros en este Cuerpo, que el miembro que no contribuye según su propia capacidad al aumento del cuerpo entero, debe reputarse como inútil para la Iglesia y para sí mismo. Hay en la Iglesia diversidad de ministerios pero unidad de misión. A los Apóstoles y a sus sucesores Cristo les confió el encargo de enseñar, de santificar y de regir en su propio nombre y autoridad. Los seglares, por su parte, al haber recibido participación en el ministerio sacerdotal, profético y real de Cristo, cumplen  en la Iglesia y en el mundo, la parte que les atañe en la misión total del pueblo de Dios. Ejercen, en realidad, el apostolado con su trabajo por evangelizar y santificar a los hombres y por perfeccionar y saturar de espíritu evangélico el orden temporal,  de tal forma que su actividad en este orden dé claro testimonio de Cristo y sirva para la salvación de los hombres. Y como lo propio del estado seglar es vivir en medio del mundo y de los negocios temporales, Dios llama a los  seglares a que, con el fervor del espíritu cristiano, ejerzan su apostolado en el mundo a manera de fermento.

Fuera de la Iglesia no hay salvación (por supuesto, no todas las religiones son iguales ni todas son queridas por Dios) porque Jesucristo es su cabeza. No hay otro Redentor que Jesucristo. Sólo Él tiene palabras de vida eterna (Jn. 6, 68). Todo ha sido creado por Él y para Él (Col. 1, 16). Y en Él, vivimos, nos movemos y existimos (Hch. 17, 28).

La fuerza de Dios operó en Cristo, resucitándole de entre los muertos y sentándole a su diestra en los lugares celestiales, sobre todo principado y autoridad y poder y señorío y sobre todo nombre que se nombra, no sólo en este siglo, sino también en el venidero; y sometió todas las cosas bajo sus pies, y lo dio por cabeza sobre todas las cosas a la iglesia, la cual es su cuerpo, la plenitud de Aquel que todo lo llena en todo. Ef. 1, 20-23.

Porque escrito está: Vivo yo, dice el Señor, que ante mí se doblará toda rodilla y toda lengua confesará a Dios. (Rom. 14, 11).

“Tened vosotros los mismos sentimientos que Cristo: el cual, siendo de condición divina, no retuvo ávidamente el ser igual a Dios. Sino que se despojó de sí mismo tomando condición de siervo haciéndose semejante a los hombres y apareciendo en su porte como hombre; y se humilló a sí mismo, obedeciendo hasta la muerte y muerte de cruz. Por lo cual Dios le exaltó y le otorgó el Nombre, que está sobre todo nombre. Para que al nombre de Jesús toda rodilla se doble en los cielos, en la tierra y en los abismos y toda lengua confiese que Cristo Jesús es Señor para gloria de Dios Padre.” (Fil. 2, 5-11).

La Iglesia existe para un fin, para una misión concreta:

Por tanto, id, y haced discípulos a todas las naciones, bautizándolos en el nombre del Padre, y del Hijo, y del Espíritu Santo; enseñándoles que guarden todas las cosas que os he mandado; y he aquí yo estoy con vosotros todos los días, hasta el fin del mundo. Amén. (Mt. 28, 19-20).

Y les dijo: Id por todo el mundo y predicad el evangelio a toda criatura. El que creyere y fuere bautizado, será salvo; mas el que no creyere, será condenado. (Mc. 16, 15-16).

En los Hechos de los Apóstoles, capítulo 2, vemos y oímos a Pedro anunciar el Evangelio a los judíos. Era el día de Pentecostés y los Apóstoles parecía que estaban borrachos. Pedro se dirige a los judíos y les anuncia el Evangelio:

Israelitas, escuchad estas palabras: a Jesús el Nazareno, varón acreditado por Dios ante vosotros con los milagros, prodigios y signos que Dios realizó por medio de Él, como vosotros mismos sabéis, a este, entregado conforme al plan que Dios tenía establecido y previsto, lo matasteis, clavándolo a una cruz por manos de hombres inicuos. Pero Dios lo resucitó, librándolo de los dolores de la muerte, por cuanto no era posible que esta lo retuviera bajo su dominio […].

Por lo tanto, con toda seguridad conozca toda la casa de Israel que, al mismo Jesús, a quien vosotros crucificasteis, Dios lo ha constituido Señor y Mesías».

Al oír esto, se les traspasó el corazón, y preguntaron a Pedro y a los demás apóstoles: ¿Qué tenemos que hacer, hermanos?

Pedro les contestó: «Convertíos y sea bautizado cada uno de vosotros en el nombre de Jesús, el Mesías, para perdón de vuestros pecados, y recibiréis el don del Espíritu Santo. Porque la promesa vale para vosotros y para vuestros hijos, y para los que están lejos, para cuantos llamare a sí el Señor Dios nuestro». Con estas y otras muchas razones dio testimonio y los exhortaba diciendo: «Salvaos de esta generación perversa». Los que aceptaron sus palabras se bautizaron, y aquel día fueron agregadas unas tres mil personas. Y perseveraban en la enseñanza de los apóstoles, en la comunión, en la fracción del pan y en las oraciones.

Este es el dinamismo de la fe:

  1. anuncio de la muerte y resurrección del Señor;
  2. los no cristianos preguntan qué tienen que hacer para salvarse porque la predicación de Pedro “les transpasa el corazón"… Algo arde en su corazón (como una zarza que se quema sin consumirse) que les impulsa a buscar el camino de la salvación;
  3. y Pedro los conmina a la conversión y al bautismo en el nombre de Cristo.

 

¿Para que se tienen que convertir y para qué hace falta que se bauticen?

Para recibir el don del Espíritu Santo. Nada más y nada menos. Por el bautismo, recibimos al Espíritu Santo, recibimos la gracia santificante. Y con la gracia santificante, recibimos la semilla de la fe; una semilla que debe ir creciendo a lo largo de toda nuestra vida por la acción del mismo Espíritu, que nos va santificando y transformando nuestro corazón para que podamos amar a Dios sobre todas las cosas y al prójimo como a nosotros mismos. Por la gracia, nos unimos íntimamente a Dios. Por el bautismo recibimos la fe de la Iglesia.

 

¿Y qué es la fe?[1]

La fe es una virtud teologal infundida por Dios en el entendimiento, por la cual asentimos firmemente las verdades divinamente reveladas por la autoridad o testimonio del mismo Dios que revela.

La fe nos permite ver las cosas desde el punto de vista divino, tal y como Él las ve.

El acto de fe es libre, sobrenatural y meritorio. La voluntad, movida por la gracia, impone al entendimiento el asentimiento firme a las verdades de la fe. Y lo hace por la autoridad infalible de Dios que no nos puede engañar ni mentir.

La fe es no ver. Es incompatible con la visión intelectual o sensible. Por eso en el cielo desaparece la fe, porque lo que ahora creemos sin ver, allí lo veremos cara a cara.

La fe es el fundamento de todas las demás virtudes cristianas, aunque la caridad es más excelente porque sin amor, ninguna virtud puede ser perfecta.

Por lo tanto, resumimos:

  1. La fe es una virtud teologal que Dios infunde en el creyente.
  2. Por lo tanto, la fe es un don del Espíritu Santo.
  3. El don de la fe lo recibimos por el bautismo.

Por eso nadie puede obligar a nadie a tener fe. Recibir la fe implica un acto libre de la voluntad, movida por la gracia de Dios. Imponer la fe a la fuerza a una persona o a un pueblo no es cristiano ni responde a la Voluntad de Dios ni se compadece con la praxis de la Iglesia.

La Iglesia anuncia y propone la fe; llama a la conversión y al bautismo; y los sacramentos son el cauce que transmite la gracia de Dios, que nos libra del pecado y nos conduce a la santidad, para gloria de Dios. Si vivimos en gracia de Dios, la Santísima Trinidad habitará en nosotros: “Si alguno me ama, guardará mi palabra y mi Padre le amará y vendremos a él y en él haremos nuestra morada” (Jn. 14, 23).

 

Conclusión

El proselitismo es caridad. El amor a Dios nos hace amar todo aquello que pertenece a Dios o en donde se refleja su bondad. Y es evidente que el prójimo es un bien de Dios y participa o puede participar de la eterna bienaventuranza.

La verdadera caridad consiste en desearle al prójimo los bienes sobrenaturales: desearle que se salve, que viva unido a Cristo; conducir su alma al Señor; llamarlo a la conversión y al bautismo para que pase a formar parte de la Iglesia, verdadera Arca de la Salvación. Hemos de odiar en los pecadores lo que tienen de pecadores; pero en cuanto hombres, son hechura de Dios y pueden alcanzar la vida eterna. Porque Dios quiere que todos los hombres de salven. Los pecadores son capaces todavía, por el arrepentimiento y la conversión, de la eterna bienaventuranza. Esto es amarlos verdaderamente con amor de caridad.

La Iglesia anuncia el Evangelio (evangeliza) y llama a todos los hombres a la conversión y al bautismo para que reciban el Espíritu Santo que es quien les infunde el don de la fe.

Los que aceptaron sus palabras se bautizaron, y aquel día fueron agregadas unas tres mil personas. Y perseveraban en la enseñanza de los apóstoles, en la comunión, en la fracción del pan y en las oraciones.

¡Tres mil personas se bautizaron en un día! Los apóstoles, después de recibir el Espíritu Santo ellos mismos en Pentecostés, salen a predicar, a anunciar el Evangelio. Pero no se limitan a eso: llaman a la conversión y al bautismo para que nuevas personas fueran agregadas a al Iglesia; nuevos prosélitos que perseveraban en la enseñanza de los apóstoles, en la comunión, en la fracción del pan y en las oraciones; es decir, en la vida de la Iglesia. ¡Bendito proselitismo!

La fe católica está constituida por las verdades reveladas y propuestas por Dios a todos los hombres para obtener la vida eterna. Estas verdades reveladas incluyen todo lo contenido de la Sagrada Escritura y en la Tradición. La fe definida afecta a todas las verdades que la Iglesia propone explícitamente a todos los fieles bajo pecado de herejía y pena de excomunión (por ejemplo, el dogma de la Inmaculada Concepción).

La fe no cambia. La verdad es la misma en los tiempos de la predicación del apóstol san Pedro que ahora. Y la fe no se adapta a los tiempos. Es el mundo quien se debe adaptar a la fe y no al revés. La fe no evoluciona porque, en palabras de Santa Teresa de Jesús, “Dios no se muda”. Dios es el mismo ayer, hoy y siempre. Y si alguien pretende cambiar o adulterar o corromper la fe de la Iglesia, cae en alguno de los pecados contra la fe, que, según santo Tomás de Aquino son los siguientes:

  1. la infidelidad o paganismo, que cuando es voluntario es el mayor de los pecados después del odio a Dios;
  2. la herejía, que niega pertinazmente algún dogma revelado o duda voluntariamente de él;
  3. la apostasía, que es el abandono total de la fe cristiana recibida en el bautismo;
  4. la blasfemia, sobre todo la que va contra el Espíritu Santo;
  5. y la ceguera del corazón y embotamiento de los sentidos, que se oponen al don de entendimiento.

Ante el próximo inicio del Sínodo sobre la Amazonia y ante el peligroso Sínodo de los obispos alemanes, conviene recordar estas cosas y aclarar conceptos.

Rezo por la Iglesia, especialmente por el Santo Padre, para que cumpla con su misión de conservar y transmitir íntegro el depósito de la fe. Y le sigo ofreciendo al Señor mi vida por la Iglesia y por el sucesor de Pedro en estos tiempos de oscuridad y de pecado, para que el Señor nos salve de esta “generación perversa”. ¡Ven, Señor Jesús! ¡No tardes! Mira, Señor, la barca de tu Iglesia en medio de la tempestad. Ven, Señor, que nos hundimos.

Mantengamos la esperanza, unidos a María al pie de la cruz. Ella es nuestra Madre. Y, aunque parece que la oscuridad se cierne sobre nosotros, “sabemos que a los que aman a Dios todo les sirve para el bien” (Rom. 8, 28); “porque estoy convencido de que ni la muerte, ni la vida; ni ángeles, ni principados; ni presente, ni futuro; ni potencias, ni altura, ni profundidad, ni ninguna otra criatura podrá separarnos del amor de Dios manifestado en Cristo Jesús, nuestro Señor.” (Rom. 8, 38). 

Amén


[1] Para saber más sobre el tema, lean el libro Teología de la Perfección Cristiana, ANTONIO ROYO MARÍN, BAC, “La virtud de la fe”, pág. 434 y ss.

27 comentarios

  
Miguel García Cinto
Completamente de acuerdo con el artículo de don Pedro Luis Llera, el proselitismo hay que cultivarlo sin imposición alguna, no estando de acuerdo con todos mis respetos con el Papa Francisco, quién expresa que el proselitismo no es cristiano, en mi opinión no basta sólo el testimonio sin la palabra, ni la palabra sin el testimonio.
Paz y bien en el Señor.
02/10/19 10:40 PM
  
Pantaleón
Creo que haciendo un esfuerzo se puede entender al Papa Francisco. El llama proselitismo en su acepción negativa, no se refiere al santo comportamiento de evangelizar, que vale que técnicamente equivale a proselitismo pero el Papa los distingue como cosas distintas precisamente para distinguir una forma buena y otra forma mala de evangelizar

No seamos tiquismiquis. El Papa no critica evangelizar sino otra cosa
02/10/19 11:42 PM
  
Juan Andrés
Nadie se convierte y recibe las virtudes teologales únicamente mediante el proselitismo ni tampoco, y mucho menos, por mero testimonio; verlo así sería pensar en resultados por la mera acción humana. Son aquellos meros instrumentos para que la gracia de Dios pueda actuar moviendo la voluntad coadyuvante del agente, caso contrario estaríamos en el campo de las sectas que movilizan por la sugestión, el atractivo, la fascinación, el sentimentalismo, todo ello ajeno a la evangelización. De allí que salvo una mentalidad de tinte pelagiana no se entiende tanta animadversión al proselitismo.
03/10/19 1:16 AM
  
Jorge Cantu
Queda claro que al Papa sostiene y se aferra a una noción unívoca, invariable y peyorativa de la palabra "proselitismo", asociándolo de manera simplista al estilo moderno de captación en sectas como los testigos de Jehová. Pero se equivoca al asimilar 'su' concepto o noción con la amplia, y en la mayoría de los casos positiva, significación y uso del término en la tradición de la Iglesia, muy asociado a la tarea de evangelizar.

Por desgracia, el concepto de evangelización del Santo Padre también parece adolecer de ímpetu e iniciativa (de garras), pues parece reducirse a evitar cualquier vehemencia e intento de convencer en la exposición de la fe a los no católicos, a portarse 'cool' y condescendiente con todos, no contradecir a nadie (especie de 'laissez faire' cristiano), y probablemente este buen comportamiento atraiga a alguien a someterse a las exigencias de la santidad cristiana.

Para paliar esta brecha semántica sugiero la elaboración de un utilísimo diccionario acomodaticio de 'argentinismos', 'buenagentismos' y 'francisquismos' de las lenguas española e itálica, para uso de clérigos y seglares de la Iglesia Católica. Podría ser publicado como una 'separata' en las Actae Apostolicae Sedis de las obras completas e incomprendidas del Papa Francisco I, editado en la Libreria Editrice Vaticana. Best Seller seguro. :)
03/10/19 1:29 AM
  
Guillermo PF
El problema, D. Pedro Luis, el agobiante y controvertido problema, es el de por qué algunos lo llaman proselitismo cuando quieren decir apologética. Que es como decir vamos a debatir esta cuestión difícil, pero partiendo de la base de que ya traemos precocinadas unas cuantas conclusiones a las que yo ya llegué hace tiempo y de las que no me pienso apear (porque además, encima, no estar de acuerdo conmigo es hasta pecado). Y así pues evidentemente no hay quien se tome en serio a nadie, al menos a nadie que sepas que jamás te va a poder decir algo parecido a que tal vez algo de razón puede que lleves. Alguien que admita, por una vez, por una sola, la posibilidad de que en alguna cuestión concreta exista tranquilamente un color gris.
03/10/19 1:42 AM
  
Oscar Alejandro CAMPILLAY PAZ
Don Pedro Luis ha actuado con lógica impecable. Ha "comenzado por el principio" que es definir conceptos.

Para entendernos en un diálogo, es imprescindible compartir un mismo código comunicacional. Y en esto es fundamental precisar qué significa para cada uno de los comunicantes el o los conceptos que se expresan en ese diálogo.
Sin estas aclaraciones, corremos el riesgo de estar oponiéndonos cuando quizás estamos en realidad compartiendo la misma idea. Me parece que aquí pasa esto.

Si por proselitismo entendemos el deseo de ganar adherentes para "mi" causa, haciendo "marketing religioso", olvidando que solo debemos "anunciar, proclamar" fielmente la Palabra que "Otro" nos ha encomendado, o si lo hacemos sin estar animado por una caridad delicada y respetuosa de la libertad del otro, que ni siquiera el mismo Dios vulnera; entonces todo buen discípulo del Señor convendrá que es malo hacer proselitismo y que en nada se parece a "evangelizar".

Si por proselitismo entendiésemos una actividad apostólica movida por el celo santo por salvar almas y el deseo ardiente de extender el Reino, recordando que la semilla crece por si sola, y si nuestra preocupación por el otro no finaliza con el bautismo y la "incorporación", y lo amamos no solo "con la lengua y de palabra, sino con obras y de verdad"; entonces sin ningún problema podríamos usar este término como sinónimo de "evangelización" que es el término genuino.

Saludos cordiales
03/10/19 2:51 AM
  
alma
A/a de Pantaleón:
Cuando los creyentes tenemos que recoger y aceptar no solo la literalidad de las palabras sino también las distintas acepciones y sentidos que existen sobre ella, es que algo no va bien. Es obligación del pastor hablar claro y no andar ni manejarse con segundas intenciones, pues todo ello es CONFUSION, y esto no es propio de los buenos pastores.
03/10/19 7:36 AM
  
Victoria
Me aclaraba una amiga uruguaya,que el término "proselitismo ", en Sudamérica, se usaba para las sectas que hacen prosélitos a ellas con cierta coaccion. Si es así, entiendo al Papa, pues en una beatificación decía de la beata que era muy apostólica pero no proselitista, cuando realmente si era muy proselitista en el concepto de la RAE.
Un cordial saludo,
03/10/19 8:43 AM
  
Pantaleón
Alma,

La verdad es que para el común de los mortales y de los católicos (muy poco formados) la palabra proselitismo tiene un significado negativo, porque desconocen el significado tradicional, con lo cual, no se preocupe, que el Papa cuando distingue entre hacer proselitismo y evangelizar es entendido por la inmensísima mayoría del Pueblo de Dios

Quienes creo que se pueden confundir son los que siempre le están buscando los 3 pies al gato cada vez que el Papa Francisco habla.
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Pedro L. Llera
La palabra proselitismo no tiene ningún significado negativo. Las palabras tienen el significado que tienen y no el que a mí me da la gana que tengan. El significado de "proselitismo" que yo conozco es el que viene en el diccionario. Claro que si usted a la palabra "mesa" le quiere dar el significado de la palabra "silla", los problemas de comunicación serán inevitables.
Si usted fuera tan amable de explicarme en qué consiste o cuál es esa acepción con un significado negativo de la palabra "proselitismo", se los agradecería de corazón. Porque según mi pobre saber y entender, no le encuentro significado negativo por ninguna parte.
03/10/19 10:17 AM
  
Pedro L. Llera
El problema es que los modernista presumen, por poner un ejemplo, de pasarse treinta años de misioneros en el Amazonas y no haber bautizado a nadie.
Hay quienes creen que la caridad pasa exclusivamente por las obras de misericordia corporales: dar de comer al hambriento, dar de beber al sediento, vestir al que está desnudo, etc. Y sí: eso está muy bien y es necesario.
Pero es más necesario salvar las almas. La salvación que Cristo ofrece no pasa por solventar las necesidades de este mundo. Si así fuera, la Iglesia sería una ONG, que es lo que algunos pretenden que sea.
Algunos herejes abogan por una iglesia que se ocupe exclusivamente del bienestar material del aquí y ahora. Pero la Iglesia de Cristo predica la vida eterna y su misión es la salvación de las almas.
Por eso ¿hay que dar de comer a los hambrientos y socorrer a los pobres en sus necesidades? Por supuesto que sí. Pero no solo de pan vive el hombre. La mayor pobreza del hombre es el hambre de Dios, el vacío existencial, la falta de esperanza, el egoísmo y el hedonismo que conducen al nihilismo más absoluto. La mayor pobreza es la falta de Dios.
Por eso, además de dar de comer y de vestir y de dar de beber, también hay que enseñar al que no sabe, consolar al triste, corregir al que yerra, rezar por los vivos y los muertos y soportar con paciencia los defectos del prójimo. Sólo Cristo tiene palabras de vida eterna. Él es el Pan de Vida. Él tiene el agua que sacia nuestra sed de vida eterna.
Danos, Señor, de beber de esa agua para no tener sed nunca más.
03/10/19 11:06 AM
  
alma
Sin ánimo de extenderme mas, si que es verdad que mi formación católica, sin ser superior, si que se basa en el sentido común.aquel que me dice que el modernismo y sus múltiples variantes (T. De la Liberación) no tienen nada que enseñarnos a los católicos.Acaso creen Uds ,los modernistas, que han descubierto la rueda? Acaso creen que todas las generaciones de católicos que nos precedieron tuvieron que esperar a que el marxismo les enseñará la verdad? Por favor, abandonen de una vez ese estatus de superioridad intelectual y moral en el que se han instalado. Dejen de "ningunear" y menospreciar todo aquello que no les de la razón ,porque realmente son muy cansinos, producen y provocan hartazgo. Vayanse con sus Guevara, Fidel, Chávez, Maduros y déjennos con Nuestro Señor Jesucristo, Hijo de Dios ,segunda persona de la Santísima Trinidad y comprendan de una vez que para un cristiano la caridad comienza en Dios, y solo a través de El, reconocemos a nuestros hermanos .No necesitamos manuales de revoluciones violentas y fracasadas, ni armas, ni instituciones mundiales que nos dirijan en sus oníricas revoluciones terrenas ya caducas , fracasadas y derrotadas por la llegada del Hijo de Dios.
03/10/19 12:32 PM
  
FANNI
Hay muchas palabras que no están en el diccionario y no por ello dejan de existir, y lo mismo pasa con palabras que existen pero en la calle se les da otro significado hasta que las vacas sagradas de la RAE tienen a bien recogerlo.
Busquen en el diccionario la palabra "vikingo" y sólo encontrarán que se trata de un señor escandinavo, no dice nada de que sea aficionado al Real Madrid.
El proselitismo en español y otras lenguas tiene una acepción negativa y en la Iglesia también se advierte contra el proselitismo mal entendido: "Nuestra fe no la imponemos a nadie. Semejante género de proselitismo es contrario al cristianismo" Benedicto XVI homilía del 10-09-2006.
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Pedro L. Llera
Lol
Pero sigo sin ver dónde está el sentido peyorativo de la palabra "proselitismo". Tengo 55 años y en todo los días de mi vida nunca he visto a nadie queriendo imponer la fe de la Iglesia a la fuerza a nadie.
Eso sí... Me he encotrado a multitud de personas que dicen alegremente que todas las religiones son iguales y que todos se salvan sean de la religión que sean. De estos sí me he encotrado a muchos. Y esa es una gran mentira, un engaño terrible que conduce a muchas almas a la perdición.
03/10/19 12:59 PM
  
Luis Fernando
Pantaleón:
Creo que haciendo un esfuerzo se puede entender al Papa Francisco.

El Papa, a jesuitas de Mozambique y Madagascar, en su reciente viaje:

Hoy sentí una cierta amargura cuando concluí el encuentro con los jóvenes. Una señora se me acercó con un joven y una joven. Se me indicó que formaban parte de un movimiento un poco fundamentalista. Ella me dijo, en perfecto español: «Santidad, vengo de Sudáfrica. Este muchacho era hindú y se convirtió al catolicismo. Esta chica era anglicana y se convirtió al catolicismo». Pero me lo dijo de manera triunfal, como si hubiese hecho una batida de caza, con el trofeo. Me sentí incómodo y se lo dije: «Señora, evangelización sí, proselitismo no».


Ahora vaya y cuéntele a otros lo del "esfuerzo" para entender al Papa.

En realidad, le entendemos perfectamente. Desprecia a quienes buscan la conversión a la fe católica de los no católicos. Y si se alegran de ello y lo cuentan... el desprecio aumenta considerablemente.

Si quiere le cuento qué pienso de alguien así...
03/10/19 2:39 PM
  
fulgencio
Muchas gracias, don Pedro Luis. Leo siempre sus artículos y he de decirle que me dan alegría entre tantas noticias tristes sobre la Iglesia. Aunque no es exactamente sobre el proselitismo mi comentario está relacionado con este tema. Usted remite en su artículo a otro suyo sobre la necesidad de la Iglesia para la salvación. Hice allí un pequeño comentario y vuelvo a hacerlo ahora aquí. Creo que para entender este dogma podemos cambiar la palabra Iglesia por Cristo: "Fuera de Cristo no hay salvación." La Iglesia recibe de Cristo la encomienda de continuar hasta que el vuelva su obra de salvación. Luego es verdad que fuera de la Iglesia no hay salvación.
Gracias.
03/10/19 3:22 PM
  
Pantaleón
Luis Fernando

El Papa no le afeó la conversión de esos dos antiguos no creyentes, sino su actitud, como del que consigue un logro personal. Quizás el Papa pudo maljuzgar sus intenciones ymalinterpretó la forma en que lo dijo, pero se entiende la diferencia entre evangelización y proselitismo según dice el Papa. El le da un un significado negativo a proselitismo para distinguir. No se cómo puede resultarles tan problemático cuando en mis círculos católicos todo el mundo entiende a lo que se refiere el Papa con proselitismo. De acuerdo estoy en que es demasiado insistente con algo que creo que es más propio de las sectas protestantes, pero no deja de ser algo a tener en cuenta para purificar nuestros ánimos cuando hacemos algo por acercar a alguien a Cristo

Lógicos me parecen los esfuerzos por intentar denunciar o arreglar el desaguisado del 301 de AL, pero el conflicto con dos palabras que usa el Papa en su labor catequética me parece surrealista. Se lo digo, de corazón, sin acritud ninguna
03/10/19 3:25 PM
  
Pantaleón
Pedro L.Llera

Si queremos que las palabras se utilicen tal como aparecen en el diccionario o como ha sido "toda la vida" vamos a tener que instaurar códigos de lenguaje y policías lingüísticas igual que hacen las feministas y giliflautas del género. La Doctrina y la Verdad revelada no, pero el lenguaje, las palabras y sus usos cambian y evolucionan con el tiempo. No hagamos de minucias o irrelevancias problemas que bastantes conflictos hay en la Iglesia.

Y no hay lugar a la duda: el Papa acaba de convocar un mes misionero extraordinario. El Papa sigue llamando a la evangelización como todos los demás. No busquemos los 3 pies al gato.

Mi humilde opinión

Un saludo
03/10/19 3:29 PM
  
alma
El lenguaje usado como arma de la CONFUSION.
03/10/19 5:50 PM
  
Gerardo S. I.
De acuerdo con "Pantaleon".
03/10/19 6:45 PM
  
Perico
Don Pedro y LF:

Aquí andan demasiados hablando de demasiadas cosas sin decir claramente lo que es preciso decir. Es el tono habitual en la Iglesia, alguien dijo a alguien algo que me voy a callar.

Cuando el Papa critica el proselitismo, e incidiendo precisamente en la palabra proselitismo, se refiere específicamente al Opus Dei y su entorno. En la Iglesia, el único grupo relevante que ha venido usando e insistiendo en la palabra proselitismo para ganar adeptos ha sido el Opus Dei.

En el OD es una palabra de uso muy frecuente, mientras que en el resto de la Iglesia hace muchas décadas que no se usa, utilizando en su lugar, evangelizar, testimoniar, anunciar, educar en la fe, propagar, pero nunca hacer proselitismo o ganar prosélitos, que incluso es una palabra que actualmente se asocia más con la actividad de las sectas.

Al margen de lo que el Papa haya dicho ahora, la realidad es que proselitismo tiene un sentido más bien peyorativo en la sociedad actual. Por eso resulta llamativo que en el OD se siga usando con tanta insistencia hoy.

Ahora bien, el OD cuando hablan de proselitismo siempre hablan de ganar adeptos para su causa. El OD se mueve para ganar afiliados al OD, no para ganar simples católicos ni para que se metan a un convento. Y lo mismo muchos de los demás. El CN no habla de proselitismo, pero no me he encontrado a ningún kiko que invite a un amigo a charlas de otros grupos, ni a que conozca a la Iglesia en toda su riqueza. Siempre es lo suyo y solo lo suyo. Esto ha generado muchos problemas que sistemáticamente se ignoran en según que ambientes, y es a lo que el Papa mayormente se refiere, porque, además, acaba degenerando en una soberbia nada recomendable.

Ahora bien, algunas de las declaraciones o entrevistas publicadas sobre este asunto, son francamente desafortunadas y muy ambiguas, por lo que - como siempre - cada uno arrima el ascua a su sardina, y la confusión, de nuevo, está servida.


03/10/19 7:44 PM
  
Jose Ignacio
Muy bien. Completamente de acuerdo.
03/10/19 9:28 PM
  
Carlos Bockor
Aquí en Argentina no utiliza el Opus Dei ese término para nada. Así que no creo que sea para la Obra. Nosotros, yo soy cooperador, hablamos se llevar a otros el mensaje de Cristo. En realidad en lo que más se hace hincapié es la santidad. Pero proselitismo no lo usamos. Saludos cordiales.
04/10/19 12:15 AM
  
Estoy cansado
Las lenguas son estructuras vivas, y las academias cumplen la importante labor de estabilizar, en la medida de lo posible, la dinámica que las caracteriza.
De manera que la verdadera riqueza de la lengua no está en el claustro académico, sino en el gentilicio que expresa.
El significado de los vocablos es diverso, estén o no aceptados, o más bien, asimilados por la academia.
Nomás consideremos las palabras asimiladas por la Real Academia de la lengua Española en los úlltimos sesenta años, y delataremos que por sobre ella está la expresión de una facultad fundamental del ser humano: la comunicación por medio del lenguaje.
Asi pues, la eficacia comunicacional de ese lenguaje debe atenerse a las normas gramaticales primarias y, sobre todo, al significado real y efectivo de los términos.
De tal forma que el Papa, en cuanto comunicador por excelencia, debido a la eficacia de su mensaje y no a criterios intelectualmente pretenciosos, entre la acepción formal, asimilada por la academia, y la real, de uso ordinario en la comunidad, opta por el destinatario de su mensaje, toda vez que existe una terminología específica para dar a conocer la palabra de Dios y llevar a otras conciencias el mensaje de Cristo.
De esta forma, corta por lo sano el Santo Padre.
Proselitista tú y el politiquero sofista, yo predico la palabra de Dios y evangelizo...
Al César lo del César.
Cien puntos sobre cien, para el Papa en este caso. Es acertado desmarcarse de cierta terminología que está llevando a equívocos a los de afuera y a los de adentro...



04/10/19 5:51 AM
  
Perico
Carlos Bockor:

Pues poco sabe Vd. del OD. Para empezar, el libro de referencia del fundador, Camino, tiene un capítulo entero dedicado al proselitismo. ¿Tampoco ha oído hablar de Camino?.

Como todos deberíamos saber, eso se lee constantemente en todos los lugares donde está el OD, en Argentina también.

Tampoco me sorprende su afirmación. Hace tiempo que en la Iglesia se niega sistemáticamente realidades evidentes. Eso no ha pasado, eso no se ha dicho, eso no se ha hecho...

Luego vendrá el kiko diciendo que sus misas están abiertas para todos y el carismático que nunca ha visto usar una batería de rock en su grupo.

Si es que...
04/10/19 9:21 AM
  
Petra
" Proselitismo " es una expresión neutral.
Se pueden buscar prosélitos para el cristianismo, para el Islamismo. para la Masonería o para el diablo; incluso para el Barsa o el R. Madrid.
Unos se harán socios, otros sólo irán a los buenos partidos sin más y otros se pasarán al Manchester United.
Si a Su.Santidad, no le gusta la expresión, está en su derecho. También se puede optar por el " ¡Todo el mundo es bueno, con o sin Pachamama ! ", o por el " Pase de modelos ".
¡ Escoja el suyo !,
04/10/19 1:13 PM
  
Perico
Petra:

Proselitismo pudo tener una connotación neutral, hoy, en el 2019, no.

Nadie habla de prosélitos, se habla de afiliados, aficionados, miembros, socios, seguidores, fanes, pero nunca de prosélitos. No es algo discutible, es algo tangible.

Y esto es algo común que pasa con otras palabras. Ya no se habla de subnormales, ahora se habla de discapacitados psíquicos. Y otras muchas más.

Tiene una connotación algo peor que adepto y algo mejor que sectario.

La pena es que haya que dar estas explicaciones. Dice poco de nuestro estado como católicos.
04/10/19 4:51 PM
  
Juan Carlos R.
Soy un simple cristiano de a pie, pero pienso que el proselitismo nace casi naturalmente del que está en gracia de Dios y hace lo posible por santificarse, sobre todo dedicando tiempo a la oración, porque nadie da lo que no tiene.

Por desgracia tengo un hermano sacerdote que desde como cuatro años dejó por completo la vida espiritual, y se ha convertido en un "funcionario" de la Iglesia. Predica cosas buenas, porque él estudió teología de buenos autores, entre ellos el P. Royo Marín que usted cita al final del artículo, pero abandonó el rezo del breviario que tienen obligación de rezar los sacerdotes diariamente y toda práctica de oración. En pocas palabras, vive un ateísmo práctico. Como tiene cualidades oratorias la gente le felicita y eso le motiva, me imagino que por la alabanza que recibe, para seguir predicando cosas buenas, pero de nada le sirve si no está en gracia de Dios.

Creo que la crisis de la Iglesia hoy no pasa tanto por la confusión en la doctrina, sino por la crisis de vida espiritual que padece nuestra jerarquía eclesiástica, empezando por los sacerdotes. ¿Cómo puede un sacerdote contagiar a su feligresía ese aura espiritual, ese halo de divinidad que transmitían los santos y las santas si no se ora mucho todos los días?
04/10/19 7:14 PM
  
Francisco de México
«Señora, evangelización sí, proselitismo no»

Ojalá alguien se lo hubiera explicado bien a San Francisco Javier, que se le cansaba el brazo de bautizar. Según San Ignacio, estaba "hecho de la mas dura pasta que he manejado jamás" (cita de memoria).

Así que el santito era mas que necio (dura pasta), hacía proselitismo, bautizaba.... todo esto lo hizo hasta la muerte, lejos de casa en el lejano Oriente.... todo un arquetipo de carca.

04/10/19 8:05 PM

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