Sois los guerreros de Narnia: salid a combatir
Comparto el discurso que pronuncié ayer, jueves, 20 de junio - festividad del Corpus Christi - en el Acto de Graduación de los alumnos de 4º de ESO del Colegio Juan Pablo II de Puerto Real.
Sois los Guerreros de Narnia: salid a combatir
Permitidme que empiece mi discurso contándoos una historia. En el Primer Libro de Samuel, aparece la historia de Ana, una mujer que había sufrido mucho porque no podía tener hijos: era estéril. Pero ella le pidió al Señor tener un hijo y Dios se lo concedió.
Cuando el niño se hizo un poco mayor, Ana lo llevó al Templo para ofrecerle su hijo al Señor que se lo había dado y rezó así:
“Mi corazón se regocija en el Señor, tengo la frente erguida gracias a mi Dios. Mi boca se ríe de mis enemigos, porque tu salvación me ha llenado de alegría. No hay Santo como el Señor, porque no hay nadie fuera de ti, y no hay Roca como nuestro Dios.
Que no hablen con tanta arrogancia; que la insolencia no les brote de la boca, porque el Señor es el Dios que lo sabe todo, y es él quien valora las acciones. El arco de los valientes se ha quebrado y los vacilantes se ciñen de vigor; los satisfechos se contratan por un pedazo de pan, y los hambrientos dejan de fatigarse; la mujer estéril da a luz siete veces, y la madre de muchos hijos se marchita.
El Señor da la muerte y la vida, hunde en el Abismo y levanta de él. El Señor da la pobreza y la riqueza, humilla y también enaltece. Él levanta del polvo al desvalido y alza al pobre de la miseria, para hacerlos sentar con los príncipes y darles en herencia un trono de gloria; porque del Señor son las columnas de la tierra y sobre ellas afianzó el mundo. Él protege los pasos de sus fieles, pero los malvados desaparecerán en las tinieblas, porque el hombre no triunfa por su fuerza. Los rivales del Señor quedan aterrados, el Altísimo truena desde el cielo. El Señor juzga los confines de la tierra.”
Fin de la historia. Pensaréis que no viene a cuento. Pero sí que viene… Ya lo veréis.
Hoy os despedís del Colegio. Termina una etapa y comenzáis otra. Hoy es momento de recordar, tiempo de nostalgia… Y de más de una lágrima…
“¡Cuán presto se va el placer, cómo, después de acordado da dolor!. Cómo a nuestro parecer, cualquier tiempo pasado fue mejor.” (Coplas a la muerte de su padre. Jorge Manrique. Siglo XV).
Pero la vida sigue. Y os toca vivir en un mundo donde el mal y la mentira campan a sus anchas. Vivimos tiempos oscuros ciertamente. Sufrimos una plaga de super-hombres nietzscheanos que se creen que son como Dios, que pueden determinar por sí mismos lo que está bien y lo que está mal. Que os dirán que el vicio y el pecado son buenos; y que el bien y la virtud son malos. Para el superhombre satánico, el bien es el mal y el mal, el bien.
Os dirán que la verdad no existe. Ya nos lo advertía Chesterton: “Llegará un día en que habrá que desenfundar la espada para defender que la hierba es verde”. Ese día ya ha llegado. Así que aprestaos a la lucha.
Nosotros os hemos preparado para ello: estáis listos para el combate. Habéis aprendido a ser hombres y mujeres con principios, personas con honor, como el Cid Campeador. Sois descendientes de don Quijote y sabréis salir por el mundo a defender la justicia y la verdad para ayudar a los pobres y a los humildes y combatir a soberbios y depravados: Que no hablen con tanta arrogancia los hijos de Nietzsche; que la insolencia no les brote de la boca. El mal se destruye a sí mismo. No tienen nada que hacer. Tienen la guerra perdida.
El Señor protege los pasos de sus fieles y los malvados desaparecerán en las tinieblas porque el hombre no triunfa por sus fuerzas. Acordaos bien de esta lección: el hombre no triunfa por sus fuerzas. Solo con nuestras fuerzas no lograremos vencer en la batalla. No podemos cambiar el mundo nosotros solos. Pero nosotros no estamos solos. ¡No estamos solos! Y el Señor protege nuestros pasos. Los enemigos del Señor quedarán aterrados ante nuestro Rey, ante el Dios Todopoderoso que hizo el cielo y la tierra. Y quienes luchamos en su bando tenemos la victoria asegurada. Cristo es nuestra única esperanza.
Hace pocos días, todos nosotros hemos sido consagrados a Cristo, a su Sagrado Corazón. Somos suyos. Sois sus guerreros. Si lucháis bajo la bandera de la Cruz de Cristo, nada tenéis que temer. Nosotros, vuestros profesores, nos estamos dejando la vida y hasta la salud por Cristo. Nuestra misión es esta: llamaros al buen combate de la fe con Jesucristo como único Rey y Señor. Por Cristo y por vosotros merece la pena entregar la propia vida.
Aprovechad cada día. No permitáis que vuestra vida sea vulgar. Como diría Walt Whitman, no dejéis que termine el día sin haber crecido un poco, sin haber sido felices, sin haber alimentado vuestros sueños. No os dejéis vencer por el desaliento. No abandonéis las ansias de hacer de vuestra vida algo extraordinario.
Vuestra vida merece mucho la pena. No perdáis nunca la esperanza por muy mal que puedan estar las cosas. Dios no os abandonará nunca y cuando sea necesario, os enviará un angelito, aunque tal vez aún no se haya ganado las alas, y os enseñará, como al George Bailey de ¡Qué bello es vivir!, que el mundo es mucho más hermoso gracias a cada uno de vosotros. Vuestra vida es un regalo precioso que Dios nos ha hecho. Vosotros sois fundamentales en la vida de vuestros padres, de vuestros amigos, de vuestros compañeros, de vuestros profesores y de mí mismo. Vuestros padres no podrían concebir su vida sin vosotros. Ellos son tremendamente felices gracia a vosotros. Y hoy seguro que se sienten especialmente orgullosos.
Y mi vida también es mucho más hermosa gracias a vosotros. ¿Y sabéis por qué? Porque os quiero y porque sé que vosotros también me queréis a mí. Y el AMOR es lo que marca la diferencia. El amor es nuestra única arma; es el arma más poderosa del universo. Y es con la fuerza del amor con la que estáis llamados a combatir. La caridad es nuestra vacuna contra cualquier clase de fanatismo y de intolerancia. Nosotros combatimos el mal con amor. Luchamos contra el mal pero amamos al pecador. No juzgamos a nadie. No condenamos a nadie. El único Juez es Cristo. El Amor cambia el mundo y disipa el poder del demonio. Vosotros sois los guerreros de Narnia: luchad siempre con la espada de la caridad y defendeos con el escudo de la fe. La victoria es de Aslan, es de Cristo, que muriendo, derrotó al pecado y a la muerte.
Pues bien… ¿Sabéis que día es hoy? ¿Sabéis que fiesta celebra hoy la Iglesia? Aquí y en muchos sitios se ha trasladado al domingo, pero hoy, jueves, es la fiesta del Corpus Christi. Celebramos que el Señor está reamente presente en el Pan consagrado en la Eucaristía. Mirad cómo lo expresa Santo Tomás:
Te adoro con devoción, Dios escondido,
oculto verdaderamente bajo estas apariencias.
A Ti se somete mi corazón por completo,
y se rinde totalmente al contemplarte.
Al juzgar de Ti, se equivocan la vista, el tacto, el gusto;
pero basta el oído para creer con firmeza;
creo todo lo que ha dicho el Hijo de Dios:
nada es más verdadero que esta Palabra de verdad.
En la Cruz se escondía sólo la Divinidad,
pero aquí se esconde también la Humanidad;
sin embargo, creo y confieso ambas cosas,
y pido lo que pidió aquel ladrón arrepentido.
No veo las llagas como las vio Tomás
pero confieso que eres mi Dios:
haz que yo crea más y más en Ti,
que en Ti espere y que te ame.
¡Memorial de la muerte del Señor!
Pan vivo que das vida al hombre:
concede a mi alma que de Ti viva
y que siempre saboree tu dulzura.
Señor Jesús, Pelícano bueno,
límpiame a mí, inmundo, con tu Sangre,
de la que una sola gota puede liberar
de todos los crímenes al mundo entero.
Jesús, a quien ahora veo oculto, te ruego,
que se cumpla lo que tanto ansío:
que al mirar tu rostro cara a cara,
sea yo feliz viendo tu gloria.
Nada es casualidad. Os graduáis el día del Corpus, que es el día de la Caridad, del amor auténtico, el amor de verdad; el día de ese amor que se da hasta la muerte. Y si Cristo está con nosotros, no tenemos nada que temer: ni los problemas, ni las enfermedades, ni los disgustos, ni nada nos podrá separar del amor de Dios.
Yo solo os llevé a la capilla una vez. ¿Os acordáis? El humo de Satanás había entrado en clase… Fuimos a la capilla juntos, me arrodillé ante el Sagrario unos minutos en silencio. Luego os abracé a cada uno de vosotros. Seguro que os acordáis de lo que os dije. ¿A que sí? Hoy os digo lo mismo: os quiero mucho.
Sed dignos hijos de Dios y de María Santísima. Id por la vida con la frente erguida, con la cabeza bien alta. Así podréis decir como Ana: Mi boca se ríe de mis enemigos, porque tu salvación me ha llenado de alegría. No hay Santo como el Señor, porque no hay Roca como nuestro Dios. Cimentad vuestra vida sobre esa Roca que es Cristo. Así, aunque lleguen las tormentas, los huracanes y las inundaciones a vuestra vida, podréis resistir y seguir en pie contra viento y marea.
El Señor protegerá vuestros pasos.
Que Dios os bendiga.
23 comentarios
Si se reduce a la mitad, se dice lo mismo y se salvan almas. De verdad.
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Pedro L. Llera
Agnóstico, ateo o budista no se habrá usted hecho. Pero mal educado es usted un rato largo... Sobre gustos no hay nada escrito. Una persona bien educada, cuando lee algo que no le gusta, deja de leerlo y no hace comentarios impertinentes que rozan la grosería.
Un saludo en la Fe
En cuanto al señor José Ángel Antonio creo que no es aplicable aquí aquel dicho que habla de echarle margaritas a los animales. Y no es aplicable porque usted voluntariamente ha venido aquí a saciarse de estas margaritas.
Ojalá le aprovecharan.
Dios bendiga a esos muchachos.
Estan algunos tan acostumbrados a un lenguaje vacío y falso, que ya no soportan el hablar sincero de un corazón amante de Dios.
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Pedro L. Llera
Querida Mercedes: soy Pedro Luis, no Luis Pedro. Pero esto se lo perdono...
En cuanto a lo que escribir sobre ecologismo en las escuelas... ¿Se refiere a las escuelas amazónicas o a las del resto del mundo?
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Pedro L. Llera
Yo formo parte de la Iglesia discente. Los obispos son los que me tienen que enseñar a mí. Pobre de mí: ¿Qué le voy a enseñar yo a un obispo?
Por alguna de las vestimentas de las chicas, me consuelo porque veo que educar en el vestir es una asignatura pendiente de todos los católicos, no solo de los que veo en mi entorno.
Puede que haya gente que este lenguaje de combate,lucha y soldados les parezca inadecuado pero hoy estamos viviendo un ataque contra la fe, contra la Iglesia tanto desde fuera como desde dentro que nos obliga a defender el tesoro precioso que se nos ha confiado.
Y por cierto, creo que muchos miembros del clero de todos los estamentos deberían coger papel y lápiz y tomar apuntes de este discurso. Si muchas hablaran así a los fieles, otro gallo nos cantaría.
Que Dios te bendiga y que la Santísima Virgen te cubra con su manto.
Y que San Luis, segundo de tus santos patrones interceda por tí. 😊😊
Permítame felicitarlo. No tengo nada más que decir.
Segundo objetivo: CONSTRUIR un mundo conforme al proyecto de Dios.
TODO contando con la ayuda de Cristo y de nuestra Madre.
Sagrado Corazón de Jesús, en Vos confío.
Dulce e Inmaculado Corazón de María, sed nuestra Salvación
Mi más cordial enhorabuena.
Gracias por recordarnos que somos tan valiosos que hasta muere por nosotros.
Y nosotros, enredados con miles de cosas, nos olvidamos de agradecérselo.
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