Y ahora... ¿qué?

Decía usted en la anterior entrada: "En cuanto al Papa, yo no soy nadie para condenarlo ni para declararlo hereje. Eso sería una barbaridad y una verdadera necedad."
Pues parece ser que unos cuantos expertos, tan expertos que nadie replica el fondo de la acusación, sí que se consideran quienes, por su condición de católicos con buena doctrina, y no lo consideran, afortunadamente, ni una barbaridad ni una necedad. Yo ya me he adherido.
Entiendo que este artículo es una rectificación de su postura, que critiqué respetuosamente.
Ahora la pelota está en el tejado de los obispos, pero mucho me temo que van a hacer como que no va con ellos, que no son quienes.
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Pedro Luis Llera
Esto contestaba yo en la entrevista:
“En cuanto al Papa, yo no soy nadie para condenarlo ni para declararlo hereje. Eso sería una barbaridad y una verdadera necedad. En realidad, creo que nadie puede en este mundo hacer una cosa así. Y si alguien puede señalar errores en el Santo Padre, serán los obispos y los cardenales. El Papa es el Papa. Y no es impecable. Y puede caer en errores. El Papa solo es infalible cuando habla Ex Cátedra para fijar alguna verdad de fe. Y los papas hablan ex cátedra muy pocas veces. Pero el Papa no es infalible cuando da entrevistas, por ejemplo. El Papa no es el dueño de la fe. No puede cambiar el depósito de la fe. Nuestra fe es la misma que la de los apóstoles, la misma que la de los santos y doctores de la Iglesia; la misma fe que tenían los Padres de la Iglesia. Lo dijo Benedicto XVI: el Papa no es en ningún caso un monarca absoluto, cuya voluntad tenga valor de ley. El Papa es la voz de la Tradición; y sólo a partir de ella se funda su autoridad. La papolatría es pecado: es idolatría. Nuestro único Señor es Jesucristo.

Esto escriben los firmantes de la carta a los obispos:

A la luz de esta situación los autores invitan a los obispos de la Iglesia para que actúen...

“respetuosamente solicitan a los obispos de la Iglesia investigar las acusaciones contenidas en la carta, de modo que, si ellos juzgan que están bien fundadas puedan liberar a la Iglesia del presente desastre“.

“A pesar de la evidencia que hemos manifestado en esta carta, reconocemos que no nos corresponde a nosotros declarar al Papa culpable del delito de herejía de una manera que tendría consecuencias canónicas para los católicos.”

Juzgue usted mismo. Algo no ha debido de entender adecuadamene: o bien en mi contestación o bien en la carta a los obispos... porque yo no veo que digamos cosas muy distintas.

Pienso que no hay exhortacion apostolica o Enciclica o Carta de Francisco libre de herejias, ambiguedad, lenguaje ideologico de la ONU contrarios al Magisterio.. Tambien considero que sus actos contra la fe como no arrodillarse ante el Santisimo y durante la Consagracion estan impulsando a muchos del clero modernista que no creen en la Eucaristia como la Presencia de Cristo ahora se mantengan en pie y deseen que los fieles no adoren a Cristo en la Santa Misa.
Muchas practicas esotericas estan atras del sincretismo que un falso dialogo religioso con religiones orientales o ecologicas su Enciclica Laudato Si ha promovido.
Desgraciadamente la division se esta acentuando entre los catolicos y temo por el contagio del paganismo de esa falsa iglesia a nuestros hermanos protestantes que bastantes problemas tienen ya magisterio para hacerles dudar de que Cristo no es el Salvador proponiendo el pluralismo religioso y acabando con la oracion cristiana como se esta programando en instancias de la Iglesia local de Zurich o Alemania incluso en parroquias catalanas cercanas a la masoneria donde proponen la ideologia de genero y onu como forma de lograr y construir un mundo nuevo.
Nosotros denunciamos pero tambien oramos y renovamos la fe en la Santa Misa y en las comunidades de fe..habitats que nos empujan con alegria en lo que consideramos dones de Dios.

No los llamo tiempos dramáticos, a los nuestros, sino escatológicos, apocalípticos, finales del mundo anticristiano y ante-cristiano que termina, o sea,el que se originó a partir del pecado original, mundo del hombre viejo, pero, tiempos también de esperanza en el triunfo del Corazón Inmaculado de la Virgen, anunciado por Ella en Fátima, es decir,tiempos de victoria sobre el demonio, de preparación a la Segunda Venida de Cristo en Gloria, tiempos de la Aurora de María que irradia la Luz de la Gloria de Cristo que transfigura a la Iglesia, al hombre,y al universo. Mundo Nuevo que viene, en el que ha de cumplirse poco a poco, “la restauración de la armonía primitiva” (Pío XII), la instauración “del nuevo Paraíso terrenal” (Mens. de la Virgen al P. E. Gobbi), mundo al que debemos ingresar “Cruzando el Umbral de la Esperanza” (S. Juan Pablo II). Mundo contemporáneo nuestro en el que veremos caer la Babilonia para siempre, y a la Señora Vestida de Sol, la Virgen, pisar la cabeza del dragón infernal. Mundo colmado de realidades que nos sobrepasan, que sólo podemos entenderlas bajo las sombras del misterio que las envuelve, hasta que nuestros ojos se abran poco a poco, bajo la acción de la Gracia, a la visión de los abismos sacros.

La última palabra sobre la herejía de un papa la tiene, no ya los obispos, sino los cardenales, que son quienes nombran al papa, pero la primera la podemos tener, y hasta la debemos tener, por el bien de la Iglesia, los laicos que no ignoramos la doctrina católica, que gozamos de nariz católica y que tenemos, quizás como nadie, la capacidad de detectar que algo, o mucho, huele a podrido, a podridísimo. No seamos ingenuos: No va a haber una segunda ni una tercera palabra. A mí me basta con la primera para saber que la Iglesia Católica, desgraciadamente, si Dios no lo remedia, va camino de un modernismo, de un protestantismo en vías de extinción.

Si estudiamos a fondo el Magisterio del papa Francisco veremos que no hay herejía ninguna.

Le puedo dar yo contestación:
¿Alguien va a contestar a esta carta?
No, nadie.
¿Van a atreverse a empezar a dictar excomuniones a los firmantes?
No hay que excomulgar a nadie. Son solo unos pobres equivocados y preocupados por sus ingresos.
¿Van a seguir dando la callada por respuesta como con las Dubia o con la carta de Monseñor Viganò?
Sí. No merecen más
¿Se van a dedicar a descalificar personalmente a los firmantes sin entrar en el contenido de la misiva?
No. No hay que hacer leña del árbol caído.
A mandar

Si la pasion de Cristo fuera en este tiempo y hubiera sido publica, estariamos diciendo que Judas Izcarriote el traidor, porque no lo expulse Cristo de sus 12 apostoles, si el mismo Cristo sabe que Judas lo va a traicionar. Entonces si Cristo no expulse a Judas, significa que esta aceptando la traicion, entonces Cristo es un hereje. Este pensamiento es inaceptable.
Tambien el Papa es el representante de Cristo aqui en la tierra y fue elegido legitimamente. El papa es infalible cuando se sienta en excatedra y cuando no esta en excatedra se puede equivocar, pero jamas puede hacer herejia. El Papa es in santo y esta dirigido por el cielo, es el dulce Cristo aqui en la tierra.

JUAN FRANCISCO
Tu haz lo que te parezca, allá tu, pero respeta y deja de meterte con el Sr. Llera, un señor, un creyente, muy digno, nada que ver contigo.

Pienso que escribir cartas abiertas no es el camino más adecuado para establecer la Comunión en la Iglesia y menos hacer acusaciones heréticas al Papa. Existen cauces ya reglados en la Iglesia para el diálogo y la comunión eclesial, y el principal es la Unión de todos los Obispos con el Papa y no la arrogante postura de establecer cartas abiertas y públicas por muy en la verdad que se considere estar, nadie debe auto erigirse en Profeta, el Espíritu Santo guía y conduce a la Iglesia en la Unidad del Episcopado con el Papa

Al principio de su pontificado, viendo que era el secretario de la Conferencia de Aparecida, y su Papa a bordo entonces Benedicto, yo creí fielmente, que deseaba, compartir a toda la cristiandad, las conclusiones de La Conferencia de Aparecida.
Pero, cuando allí estudié que encontramos a Jesús de varias maneras... y ahora "sólo en el hermano, pobre"... ah, ya no esperé más... Luego vino lo de "Jesús por cuyas venas corrió sangre pagana", menos...y así... ¿Quién ahora lo duda? Ya no se me hace extrtaño! Se me hizo apenas de él, de su impósición argentina, lo de los mártires riojanos... y lo que venga ya no me va a extrañar.
Pues, ya he leído como 160 "equivocaciones" bien señaladas, del papa. Sí, se puede equivocar, si no es el teólogo de teólogos que fué su antecesor, BenedictoXVI papa emérito.
Yo sigo creyendo que es cuestión del español que habla que no es precisamente dependiente de la Real Academia; sino "argentinol" o sea, exageraciones en sus opiniones... cosa muy muy común en los argentinos; la soberbia (no la humildad) de "sus opiniones in-contradictorias"...
Lo malo, es que luego, lo acentúa, y según entiendo, pretende que todo el orbe lo sepa. Esperar. Seguir orando por La Iglesia. Es de Jesús y El la defenderá!

Noto entre muchos católicos un desconcierto notable ante la situación por la que está pasando la Iglesia en estos últimos seis años. Yo, por pura gracia, desde hace 14 años, tras mi vuelta a la Iglesia, comencé a leer los mensajes de las apariciones marianas, en las que María llama, invariable y urgentemente a la conversión ante la gran apostasía final de la Iglesia, la gran tribulación y la próxima Venida de su Hijo (La Salette, Heede, Lau, Ámsterdam, Fátima, Garabandal, Prado Nuevo, Civitavecchia, Trè Fontane, Kibeho, etc.).

El padre Malachi Martin, sacerdote irlandés con tres carreras, jesuita angustiado por la apostasía dentro de la Compañía de Jesús, pudo leer las palabras de la Virgen del Tercer Secreto de Fátima, aquéllas en las que comentaba la visión, pues se las alargó en un folio el Card. Bea, (del que era Secretario), cuando viajaba en coche con el papa Juan XXIII. Lo que leyó fue tan gordo que le dejó sin habla durante días. Y luego escribió un libro que le costó la vida (le asesinaron en Nueva York): Windswept House (El último papa, se tradujo en español), que todos deben leer para saber qué es lo que está pasando en la Iglesia: allí contó cómo la masonería entronizó a Satanás en la capilla de San Pablo del Vaticano, en junio de 1963, conjurándose los presentes a que en 50 años pondrían a uno de los suyos (masones luciferinos de la masonería eclesiástica) en el solio de Pedro para que, bajo la bandera de la obediencia, llevar a la Iglesia a la gran apostasía.

El instrumento para conseguirlo, cuenta el padre Martin, sería obligar a renunciar al papa reinante. Una falsa renuncia, claro, pues si ésta es obtenida con miedo, no es válida, a los que sucedería un falso cónclave donde no asistiría el Espíritu Santo sino el falso espíritu de Satanás, para obtener la elección de ese papa falso.

Lo intentaron con JPII cuando estaba tan enfermo con párkinson el final de sus días, pero el papa polaco, duro como pocos, sabiendo que querían meter al falso, aguantó hasta el final, a pesar de que la masonería eclesiástica llegó al extremo de quemarle las cuerdas vocales para que no pudiera hablar.

Con BXVI lo consiguieron, y el nuevo "papa" fue entronizado el 13-3-13, fecha masónica donde las haya, para quienes hemos estudiado la masonería. Y todo ello, pocos meses antes de que se cumplieran los 50 años. Como katejon, BXVI se quedó vestido de blanco (no había sotanas negras en el Vaticano ¡¡!!), con solideo, piscator, llamándose Su Santidad e impartiendo la bendición apostólica, algo que solo puede hacer el papa reinante, etc. Quien quiera entender, que entienda. No se puede tapar el Sol ni obviar todas estas informaciones que la Virgen y sus instrumentos en la tierra nos han ido dando para advertirnos de lo que tenía que pasar en la Iglesia y no nos cogiera por sorpresa ni nos escandalizáramos.

El card. Ciappi, que también leyó las palabras de la Virgen comentando la visión del Tercer Secreto, las resumió diciendo: "La gran apostasía, que saldrá desde la cima de la Iglesia". Y la propia Sor Lucía, preguntada por esas palabras de la Virgen dijo: "Lean los capítulos VIII y XIII del apocalipsis. Está todo ahí": es decir, castigos, Anticristo y falso profeta.

Sin estos mínimos conocimientos esjatológicos (escamoteados por la Iglesia, callados desde los púlpitos), ningún católico entendiende, por buena fe que tenga, lo que está ocurriendo en la Iglesia. E irán como pollos sin cabeza diciendo que todo lo arreglará el papa que le siga a Francisco, o diciendo que el fin de los tiempos será dentro de cientos de años...

La profecía de San Malaquías (tan querida por papas como Pío XII), tiene a BXVI como el penúltimo papa (De Gloria Olivae), tras cuya muerte será nombrado el último, Pedro romano, que verá el juicio de las naciones y la Parusía del Señor. El propio Pío XII, amigo personal de Bruno Cornacchiola, el vidente de Trè Fontane, exclamó, hablando con Jean Guitton, que quitarían el sacrificio perpetuo y la presencia real en la Iglesia (de la que habló el profeta Daniel). Y el propio Cornacchiola le habló de una invasión musulmana en Europa (como por cierto, vio una monja estigmatizada francesa, Julia Jahenny) junto a revoluciones comunistas e invasión rusa de Europa (algo también profetizado por la Virgen en La Salette) y un supuesto papa negando todas las verdades de la fe.

Mientras, la falsa Iglesia con su falso pastor, la gran prostituta de la que habla Apocalipsis, se embriagará con la sangre de los mártires del resto fiel, aliada con el comunismo ateo que es el Dragón rojo. E iba vestida de rojo y púrpura (cardenales y obispos apóstatas), de lo que se asombró mucho San Juan al contemplarlo, dirigidos por la bestia de la tierra o falso profeta, cuyos dos cuernos remiten a una mitra papal, aparentando ser un cordero pero que es en realidad un dragón.

Abran los ojos. Lo católico nunca fue cerrarlos sino clamar con cien mil lenguas (Santa Catalina), porque lo católico es defender a la grey del lobo, obedecer a Dios antes que a los hombres, no callar mientras el lobo, con piel de cordero, devora al rebaño. Como decía el Dante, los lugares más bajos del Infierno están reservados a los que, en tiempos de crisis espiritual, mantuvieron la equidistancia.

Esto que digo es propio de profetas, pero, como a todos los profetas, nos apedrean y denigran a los que advertimos de esto que hemos conocido, no por méritos, que ninguno tenemos, sino por pura gracia.