España
Nací en Asturias, por la gracia de Dios. Mi lengua materna es el asturiano (o, como lo denominan los listos y los finos, el “bable”). En mi aldea, los únicos que hablaban español cuando yo era pequeño, allá por los años 70 del siglo pasado, eran el cura y el maestro. Los del pueblo “hablábamos mal” o “no sabíamos hablar” o, simplemente, éramos aldeanos y hablábamos como tales. Los asturianos nos avergonzábamos de nuestra propia lengua y algunos todavía se avergonzarán hoy. Allá ellos. Yo me siento tremendamente orgulloso de ser asturiano y de hablar asturiano siempre que tengo ocasión; o sea, cuando estoy con asturianos y sé que me van a entender. No se me ocurre hablar asturiano con murcianos o con castellanos, porque sería una ridícula falta de educación y de sentido común.
Eso es lo que falta en esto de las lenguas: sentido común. Porque el sentido común se pierde cuando las ideologías se entrometen y empiezan a utilizar las cuestiones lingüísticas como arma política para dividir a las personas y establecer “hechos diferenciales” que consisten, básicamente, en exaltar las bondades de tu historia, tu cultura y tu lengua para despreciar al vecino y ahondar en lo que nos separa. “Nosotros bebemos sidra y jugamos a los bolos. En cambio, a los vecinos (esos bárbaros) les gusta el vino y juegan a la petanca…¡Qué distintos somos! ¡Dios nos libre de Castilla!”. Así razonan los fanáticos nacionalistas, sean asturianos, vascos, catalanes o uzbecos. Separar, dividir, insultar, manipular la historia… Como si amar tu tierra y tu lengua fuera incompatible con el amor al resto de las lenguas y culturas de las tierras de España. Yo amo a Asturias y al asturiano, porque esa es mi tierra y esa es la lengua que aprendí a hablar en mi casa. Pero amo con la misma pasión a España y al español. Amo la Hispanidad, amo las Españas y amo la lengua de Cervantes. Mi forma de ser español es siendo asturiano.
Porque ser español es mucho más que tener un pasaporte. España es mucho más que sus territorios peninsulares, insulares y norteafricanos; mucho más que sus cuarenta y siete millones de habitantes.
España es el Cantar de Mio Cid. Ser español es recordar a doña Jimena en el Monasterio de San Pedro de Cardeña, defender el honor de doña Elvira y doña Sol contra los traidores y cobardes Infantes de Carrión y combatir junto a Minaya Alvar Fáñez y Martín Antolínez, el burgalés de pro.
España es Gonzalo de Berceo y sus Milagros de Nuestra Señora y el monasterio de San Millán de la Cogolla y el de Santo Domingo de Silos; Ser español es cortejar con el Marqués de Santillana a aquella “moza tan fermosa” que era “la vaquera de la Finojosa”. O ir en busca de amores con el Arcipreste de Hita y la vieja Trotaconventos.
Ser español es mirarle a la cara sin miedo a la Muerte, como Jorge Manrique, con el aplomo y la resignación cristiana del Maestre don Rodrigo, “porque querer hombre vivir, cuando Dios quiere que muera, es locura”. Pero ser español también es compartir y disfrutar de un vaso de buen vino con la vieja Celestina y sus pupilas en una tasca de mala reputación.
España son las Églogas de Garcilaso de la Vega y su Soneto XXIII, el Cántico Espiritual de Juan de la Cruz y las andanzas y miserias de Lázaro de Tormes. España es la Oda a la vida retirada de fray Luis de León, los Ejercicios Espirituales de Ignacio de Loyola y la vida del Buscón de Quevedo. España son las soledades de Góngora y es cabalgar con don Quijote y Sancho Panza para desfacer entuertos y combatir malandrines y encantadores. Español es Peribáñez y Fuenteovejuna y Olmedo (“que de noche lo mataron al caballero, la gala de Medina, la flor de Olmedo”). España es Segismundo (“¡Ay mísero de mí, ay infelice!”) y el burlador de Sevilla y el Estudiante de Salamanca y el don Juan de Zorrilla.
España es Cadalso, Feijoo y Jovellanos. España son las rimas de Bécquer y las orillas del Sar de Rosalía. España es un canto a la libertad como la Canción del Pirata de Espronceda y es el dolor de Larra. España es la Benina de Galdós y la Ana Ozores de Clarín y la Pepita Jiménez de Valera.
España es la agonía de Unamuno, la elegancia refinada de la princesa triste de la Sonatina de Rubén Darío y el sufrimiento y el espanto de Lo Fatal. España es el esperpento de Max Estrella y Valle-Inclán y son los Campos de Castilla de Antonio Machado. España es Andrés Hurtado y Zalacaín el Aventurero. España es la San Sebastián de Edad Prohibida de Torcuato Luca de Tena y la Asturias de Armando Palacio Valdés y su Aldea Perdida. España es el Macondo de los Cien años de soledad de Márquez y es La ciudad y los perros de Mario Vargas Llosa. España es también el México de Carlos Fuertes y la Cuba de José Martí y es el Chile de Pablo Neruda y la Nicaragua de Rubén Darío. España es la Pampa del gaucho Martín Fierro y es el Inca Garcilaso de la Vega y es un poema de amor de sor Juan Inés de la Cruz y es el Facundo de Domingo Sarmiento. España es la Comala de Pedro Páramo y es el Nuevo Mundo de Bernal Díaz del Castillo. España es un cuento de Borges o un relato de Cortázar.
España es un retrato de Velázquez, una pesadilla de Goya en su Quinta del Sordo y un arlequín de Picasso; España es una mujer asomada a una ventana contemplada por Dalí y un mural colorista de Miró. España es Gaudí y Tapies y Antonio López; es churrigueresco y herreriano, románico y gótico. España es el Museo del Prado y la Catedral de Burgos y la de Zamora y la de León y la de Oviedo y la de Palma de Mallorca y la de Palencia y la de Córdoba y la de Murcia y la Alhambra de Granada…
España tiene ritmo de pasodoble y de ranchera, de merengue y salsa, de muñeira, jota y sevillana. España es una sardana y una danza vasca. España suena a gaita y a guitarra flamenca y a mariachi mexicano y a música andina. España es Albéniz y Falla.
España es La Colmena de Cela y pasar Cinco horas con Mario junto a Miguel Delibes; es Lauro Olmo y la Historia de una escalera de Buero Vallejo. España es la poesía de Miguel Hernández y Celaya. España es Lorca, Aleixandre y Dámaso Alonso. España es la Razón de amor de Salina y el Ciprés de Silos de Gerardo Diego y la Meseta de Guillén.
España es la Plaza Mayor y la Universidad de Salamanca y la Plaza del Obradoiro y el Pórtico de la Gloria de Santiago de Compostela y la Sagrada Familia de Barcelona. España es Segovia y su Acueducto Romano y Ávila y sus murallas. España es el Monasterio del Escorial y la imaginería de Salzillo y de Gregorio Fernández y de Alonso Cano. España es Chillida y Gargallo, la luz de Sorolla y un paisaje de Zuloaga.
Español de España, español de América, español universal. España es su historia, su lengua, su literatura, su arte, sus acentos variados, su mestizaje y su fe. Ser español es un modo de creer en Dios, una manera de entender el mundo, una forma de rezar, de disfrutar, de sufrir y hasta de morir. Por eso los que odian a España lo primero que hacen es prohibir el español en las escuelas, exaltar lo que nos separa, sembrar el odio y la división. El nacionalismo es la guerra y sólo sabe de sangre y de destrucción: dos Guerras Mundiales lo atestiguan.
Los nacionalistas llevan años sembrando el odio a España con la complacencia de los gobiernos españoles: gobiernos cobardes y acomplejados; gobiernos pusilánimes e ignorantes. Los nacionalistas llevan décadas educando a los niños para que desprecien a España y odien a la patria común como enemiga de sus territorios. Los nacionalistas llevan años y años traicionando a España. Y los gobiernos españoles llevan años y años permitiendo que los nacionalistas insulten y desprecien a los españoles.
Pero España – su cultura, su literatura, su arte, su historia, su lengua – no se rinde ni se va a rendir. España es la sangre que han vertido nuestros antepasados por la patria. España no se rinde porque luchó durante muchos siglos por ser España: Covadonga, las Navas de Tolosa, Lepanto, Trafalgar, Bailén… Y aquí seguimos. Y seguiremos.
Los que no aman a la patria son simplemente unos malnacidos. Los independentistas son simplemente traidores despreciables. Nuestro himno y nuestra bandera son sagrados y tenemos el derecho y el deber de defender nuestros símbolos. Tenemos una historia gloriosa y una cultura incomparable. Y tenemos el deber de honrar a nuestros antepasados, a nuestros héroes, a nuestros santos, a nuestros artistas, a nuestros escritores. Y todo ello pasa por combatir con la fuerza de la razón a quienes nos desprecian y nos odian. Ya está bien.
Porque amo a Cervantes, a Quevedo y a Góngora; porque amo a Unamuno, a Maeztu y a Baroja; porque amo a Velázquez y a Picasso y a Gaudí y a Zuloaga; porque amo a Pedro Salinas y a Lorca; porque amo a Neruda, a Gabriel García Márquez, a Mario Vargas Llosa y a Rubén Darío; a Garcilaso de la Vega y Santa Teresa de Jesús; a Galdós y a los hermanos Machado; a Ortega, a Pérez de Ayala y a Eugenio D’Ors; porque amo a todos los que han construido y defendido a España a lo largo de tantos siglos de historia,
¡Viva España!
52 comentarios
España también es que el cura peruano de mi parroquia en una homilía inste a sus feligreses a sentirse orgullosos, leer e imitar a San Ignacio de Loyola, Santa Teresa de Jesús y Santo Domingo de Guzmán.
Me ha emocionado su artículo, Sr. Llera. Saludos desde la más meridional región española, Andalucía, por otro nombre también conocida por algunos como Castilla la Novísima.
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Pedro L. Llera
Gracias, Rafael. Saludos desde Jerez de la Frontera de un asturiano que ama Andalucía, Murcia, Madrid, Burgos, León y el conjunto de España: la España europea y las Españas de América.
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Pedro L. Llera
Yo no promuevo el inmovilismo (que manden los de siempre), ni he dicho una sola palabra sobre la Unión Europea (aunque seamos europeos por ser españoles); ni defiendo privilegios de castellanos ni de catalanes ni de vascos ni de asturianos; ni propongo uniformidades (la Hispanidad es plural por definición); ni he dicho nada sobre la Constitución (España existía mucho antes que la Constitución y seguirá existiendo, si Dios quiere, después de esta Constitución).
Que se llame español al castellano no es ninguna ofensa ni menosprecio a las demás lenguas de España: empiezo haciendo un elogio del asturiano. Pero el español es la lengua común a toda España y a toda la Hispanidad y es la mayor riqueza que tenemos todos los españoles y todos los hermanos de lengua española.
Respecto a que "no nos preocupemos del día a día de tantas familias", lo dirá por usted. Yo sí me preocupo por los problemas de muchas familias que lo están pasando mal y hago cuanto está en mi mano para ayudar a esas familias.
España también es Alfonso X escribiendo en gallego las Cantigas.
Porque no queda muy coherente presumir de que su primera lengua era el bable y que es español por ser asturiano, y después decir que España es "su lengua" en lugar de sus lenguas.
El post está muy bien, pero estaría mejor si no fuera tan tendente a identificar español con castellano o hispanoamericano, que parece que sean más españoles los de Bogotá que los de Bilbao.
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Pedro L. Llera
Los que escribieron en catalán, en vasco o en gallego también son españoles. Pero hay una lengua en común que compartimos cientos de millones de personas que se llama español.
Y en Bilbao todo el mundo habla en español (algunos también en vascuence): igual que en Bogotá.
En fin, siempre que se reniega de Cristo, ya sea en la Madre Patria, ya en Iberoamérica, también se repudia a lo español, que de tantas maneras diferentes, pero armónicas, regiones, música y artes diversos, pero sin hostilidades, han entregado a la historia a una Teresa de Jesús, Juan de la Cruz, Ignacio de Loyola, Francisco Javier, Luis de León, Pizarro, Manuel de Falla,Isaac Albéniz, "La Verbena de la Paloma", "La Gran Vía" y tantos santos, escritores serios y picarescos, músicos sublimes.
España ha inspirado a Ravel, Debussy, Tchaikowsky, Bizet, J. IBert, Mozart, Rossini, Rimsky Korsakoff y tantos y tantos músicos, escritores y santos, sobre todo.
Y también es la literatura de las jarchas y la biblioteca andalusí de Tombuctú.
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Pedro L. Llera
Completamente de acuerdo. Los sefaditas son un ejemplo de amor a España. Pero me disculpará usted que en un artículo no quepa toda la historia de la literatura y del arte españoles...
A mí, que soy andaluza, me encanta la sidra, y es la bebida que acompaña mi comida. Ni vino ni cerveza: Sidra.
¡Viva España!
Porque es que además si te remontas hasta el acueducto de Segovia cuando no existía el español como lengua, y pasas por la Edad Media y también mencionas la Alhambra, pues resulta que en aquella época había mucha gente en la Península que no hablaba castellano ni sus dialectos como el asturiano o el leonés, sino que hablaban sólo galaico-portugués, vascuence, catalán, mallorquín, valenciano, árabe, etc.
Y ellos también fueron España.
España es Torquemada y también los sefardíes y los moriscos. Los que se echaron al monte con el Empecinado y los afrancesados, los realistas y los que lucharon con Bolívar, los que entraron triunfantes en Madrid en el 39 y los que marcharon al exilio. Vencedores y vencidos.
El español o castellano es la lengua común pero no la lengua única, matiz importante para distinguir entre unidad y uniformidad.
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Pedro L. Llera
Insisto en que amar a España y al español no impide amar el gallego, el asturiano, el catalán, el vasco y todas las demás lenguas y dialectos de España. La diferencia es que el español es la lengua común que nos une.
El español nace a la vez que el astur-leonés, que el catalán, que el gallego... Son lenguas románicas que proceden todas ellas del latín. El vascuence es la única lengua que no procede del latín en nuestra patria. Y considero que todas las lenguas de España son un valor y una riqueza. Pero el español es la lengua que nos hace universales. Y tiene un valor añadido porque sirve para unirnos a todos los españoles entre nosotros y con todos los hisponohablantes, que son hermanos nuestros desde el punto de vista cultural.
Por cierto: en la España musulmana también se hablaba en mozárabe, que era la lengua de los españoles en territorio andalusí. Y también era una lengua romance, como atestiguan las jarchas (siglo X).
Por otra parte, no busque usted partidismos ni sectarismo: entre los escritores y artistas citados los hay de los dos bandos de la Guerra Civil Española: España es de todos y el español, también.
Yo no sé si usted se ha saltado el primer párrafo de mi artículo o si no quiere leerlo de manera interesada: allá usted. Yo estoy tan orgulloso de hablar asturiano como lo pueda estar un catalán de hablar su propia lengua. Y me siento orgulloso de ser asturiano y de ser español.
Pero creo que tú al definir "España" te has quedado en la lengua común, que es el español o castellano, y creo que deberías haber mencionado a las otras lenguas que también son españolas.
Porque si dices que tu forma de ser español es ser asturiano, la forma de ser español de un catalán es ser catalán, y hablando catalán se puede ser tan español como hablando castellano.
Un peruano hablando español es "España" en el sentido cultural de nación española. Supongo que un peruano hablando quechua será "Perú" pero no "España".
Un catalán hablando catalán es " Cataluña" y también "España".
Así que España es Miguel de Cervantes y también Josep Pla.
Porque lengua común no es lo mismo que lengua única.
Y sí, la historia de España es impresionante, y a veces es difícil saber dónde poner el inicio. Y por nuestra pluralidad tenemos a veces muchos problemas de identidad.
Como nuestro legado mencionas el acueducto de Segovia aunque en aquella época lo que existía era Hispania.
Si el comienzo de " España" lo ponemos con los visigodos y creemos que la Reconquista era recuperar la unidad de aquel reino, pues resulta que estamos incompletos porque nos falta Portugal, y el sur de Francia, que también eran parte del reino visigodo.
Y durante la Edad Media ya sabemos que estuvimos ocho siglos divididos en reinos muchas veces enfrentados entre sí.
Esto nos lleva a la cuestión de que no es lo mismo nación que estado.
Estado se refiere a un territorio, y nación a un pueblo.
Estado es un territorio bajo el mismo gobierno y las mismas leyes.
Nación es un pueblo con la misma cultura, lengua y tradiciones.
Se puede ser de la misma nación y de estados distintos, como los ejemplos que has puesto de estados americanos que siguen perteneciendo a la nación española, porque el castellano es su lengua vernácula.
O los reinos cristianos medievales a quienes consideramos "españoles".
Pero no creemos que fueran españoles los italianos o flamencos de la época de los Hasburgo porque aunque tuviéramos el mismo soberano su lengua era otra.
Y si llegara el caso de una Cataluña independiente, más que les pese aunque fueran otro estado seguirían siendo parte de la nación española, pues Cataluña es bilingüe.
¿Y es ahora Cataluña una nación?.
Sí. Aquellos que aprendieron catalán en la casa, no como lengua de estudio sino de vida cotidiana como el castellano, pertenecen a la nación catalana, y su estado es España, una nación de naciones.
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Pedro L. Llera
Mira, Gringo. Respeto tus opiniones. Pero ya vale...
Los catalanes, los vascos y todos los españoles tienen el derecho y el deber de conocer el español, además de sus respectivas lenguas regionales. Y además de ser un derecho y un deber, es un orgullo.
¿Por qué no abres un blog y las expresas? Este es el mío y expreso las mías. Y aquí se trata de hacer comentarios sobre mi artículo, no de hacer exposiciones alternativas o paralelas. No trolees, anda...
No ha pretendido alcanzarnos una "Espasa" de lo español y sus particularidades, tanto provinciales, linguísticas, históricas o de cualquier otro tipo.
Es exagerada la insistencia, en querer derivar el tema en complementos, que se le podrían hacer en cantidad, pero que no cuentan en un breve artículo.
Ya que hablamos de España tengamos la fiesta en paz.
He comentado lo que has escrito en tu post y he dicho que me parece bien, sólo que creo que hubiera estado mejor si se hubiera mencionado otra literatura además de la castellana.
Y además creo que también se puede hacer una reflexión sobre cuándo empieza lo que llamamos España, si con los romanos, los visigodos, con la Reconquista, los Reyes Católicos.
Y no creo que sea malo hablar un poco sobre lo que es un estado y una nación, ahora que tanto se discute por lo de Cataluña.
En fin, lo dejaremos ahí si hay suspicacias.
Adiós. Agur. Adeu. Tchau.
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Pedro L. Llera
Si quieres hablar sobre lo que es un Estado o una Nación hazlo en tu blog. Los temas que propones son interesantísimos: si escribes tú sobre todo eso que propones, trataré de leerte. Respecto a lo que opino sobre los nacionalismos (catalán, vasco o bielorruso) creo que quedan pocas dudas después de leer el artículo.
Es curioso que cuando aparece un artículo como éste, en el que se expresa el amor a España y a su lengua, a menudo surgen comentarios en los que se afirma que las otras lenguas de España también son lenguas españolas, etc. Es cierto que el catalán, el vascuence, etc., son lenguas de España, pero el nombre de lengua española o español sólo le pertenece a una, que es la lengua hablada en todo el territorio, y la que nos une a todos los españoles. A estas personas, en realidad, les molesta que se haga una afirmación de patriotismo español. Por eso aparecen poniendo pegas a artículos como éste, que es impecable. Simplemente muchas de ellas son separatistas que tratan de confundir. Siendo catalán tengo experiencia de esto.
Feliz Día de la Fiesta Nacional a todos los españoles.
¡Viva España y viva Cristo Rey!
Remitente: MARCELINO MENÉNDEZ PELAYO Destinatario«CANTABRIA» Fecha28 noviembre 1907
Volumen 19 - carta nº 377
De MARCELINO MENÉNDEZ PELAYO
A «CANTABRIA»
[Madrid], 28 noviembre 1907
Muy estimados señores míos: Como español y como montañés no puedo menos de congratularme por la aparición del nuevo semanario Cantabria, que ustedes proyectan, y que será fehaciente testimonio de la vida intelectual que empieza a despertarse en la culta y floreciente villa de Reinosa.
Los que sentirnos con profunda sinceridad el amor a la gran patria española, tan necesitada hoy del concurso de todos sus hijos, no podemos mirar con recelo, sino antes bien aplaudir calurosamente estas manifestaciones de la actividad regional, que son al mismo tiempo poderosos indicios de vida y de expansión fecunda. No puede amar a su nación quien no ama a su país nativo y comienza por afirmar este amor como base para un patriotismo más amplio. El regionalismo egoísta es odioso y estéril, pero el regionalismo benévolo y fraternal puede ser un gran elemento de progreso y quizá la única salvación de España.
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Saludo a ustedes deseándoles el mejor éxito en su obra
M. Menéndez y Pelayo
Tomada de: Cantabria. Semanario Regional , Año 1, n. o 1, Reinosa, 1 diciembre 1907. Etc.
La sempiterna manía de asimilar lo común a lo que "une". Como si no hubiesen casos suficientes de pueblos con una misma lengua unificada, una misma cultura, etc. que se dan de tortas. El día que a este país le de por celebrar sus diferencias como parte misma de su identidad en vez de repetir el mantra que recoje el autor lo mismo nos ponemos a cosas mas urgentes.
Lo propio, regional, local, la jota, la sardana, la gaita, la castañuela, pero no menos la lengua común, las realizaciones históricas, que llevaron a cabo y en unión, tanto vascos como gaditanos o catalanes?
¿Es tan difícil concebir que la flauta es muy diferente del violín o el trombón del violoncelo y que...sin enbargo, pueden unirse en una sinfonía, interpretando una única partitura y bajo la batuta de un solo director de orquesta?
Yo también amo España y aunque sólo he estado tres veces en esa querida y hermosa tierra, he sentido mucho no haber encontrado estaciones de radio en que se pudiera escuchar la bellísima y emocionante música española. ¿Quién no ha vibrado al escuchar España Cañí? o gritando ¡Ole! en las fiestas taurinas.
Mis queridos españoles, no dejen su música para los festivales infantiles y la fiesta del pueblo. Escuchen nuevamente a esos artistas que dieron a conocer España al mundo.
=La gente canta con amor, ¡Que viva España! ... y España es lo mejor=.
En Monterrey, N.L., México, tenemos una estación de radio fundada por un español y tiene un programa que se llama "ecos de España". Así se sigue dando tributo a la Madre Patria. Me entristeció que sus radiofusoras estuvieran invadidas por canciones en inglés.
Aquí también las canciones en inglés nos inundan porque Estados Unidos es nuestro vecino , pero abundan las estaciones de música mexicana y música ranchera, son diferentes. Pero los mexicanos tenemos la oportunidad de escucharla según el estado de ánimo.
Gracias Apóstol Santiago por obedecer a la Sma. Virgen del Pilar y seguir evangelizando. ¿Qué sería de nosotros sin la fe que nos trajeron los conquistadores?
Feliz día de la Hispanidad.
Que todos los Santos, desde el apóstol Santiago, Santos, de todos los colores, Mártires,Héroes,le tengo mucha devoción a un pensador, que valia por un ejército por eso lo mataron!!!
Que reueguen por España, la Iglesia, en esté momento!!!!
En nuestro común amor a España y a la América hispana, reciba mi cordial afecto.
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Pedro L. Llera
Muchísimas gracias a usted, don Francisco.
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Pedro L. Llera
Te equivocas, Juan Mariner. Considerar que Asturias y Galicia son Castilla demuestra muy poco conocimiento de lo que estás diciendo. Asturias y Galicia ni tienen nada que ver culturalmente entre sí, ni tienen nada que ver con Castilla. Tienen que ver con España, pero pensar que Asturias o Galicia pertenecen a Castilla es como decir que Suecia pertenece a Hungría... O no conoces España o desconoces la realidad lingüística y cultural de Galicia y de Asturias por completo.
¡Viva España! ¡Viva Cristo Rey! ¡Viva la Virgen del Pilar!
Las lenguas y, por cierto, su enseñanza y aprendizaje son de interés cívico. Se recuerda la norma legal boliviana según la cual los funcionarios públicos deben manejar -además del castellano- uno de los 36 dialectos acorde con la comarca donde trabajen. Ello también invita a comentar que, en la España actual, las autoridades de Vasconia y Cataluña -atrincheradas tras las autonomías- presionan a los educadores para el aprendizaje, respectivamente, del euskaro y del catalán. Su uso, son obligatorios para la docencia y, en aula, se prohibe el castellano. La amenaza: si no cumplen serán destituidos.
Aquí no escapamos de la hipnosis "babélica". Se comienza con la fiebre del inglés. Los planteles privados que lo ofrecen desde el jardín infantil duplican matrícula. Nuestra siutiquería es potente. Además, la cartera del rubro brega por introducir el chino mandarín. Hoy se genera la asignatura de Interculturalidad. Ello permite contratar personas sin títulos habilitantes para enseñar dialectos aborigenes como el mapudungún. Ello mientras se descuida el idioma patrio cuyas falencias son notorias. Lo anotado da pie para relatar anécdota de que soy protagonista.
Es 2004. Están, eufóricos los “copiones” mapochinos de la experiencia escolar española. La Península vive, a horcajadas de la Transición, el destape. La democracia se expresa en quemazones del pabellón patrio y la histeria de los particularismos regionales. Eso de “España una, grande y libre” se considera una zarandaja franquista. El terror de la ETA se acentúa, El afán por la “modernidad” envuelve a la sociedad española. En ese contexto nos visita, en el Ministerio de Educación, donde me desempeño como asesor, una “experta”, al parecer, catalana.
Dicta conferencia sobre la reforma educativa ibérica. La cierra manifestado “les agradezco la atención prestada. Sin embargo, pido disculpas por no usar el idioma del país, sino el castellano”. Quizás por fatiga nadie repara en el disparate. Constituyo la excepción. Me pongo de pie y expreso: “Discúlpeme la colega española, pero aquí el idioma nacional no es el mapudungún, sino el castellano. Me avalan Gabriela Mistral, Pablo Neruda y 15 millones de paisanos”. El silencio que se produce se podía cortar con tijera. Lo altera sólo la invitación del ministro a un cóctel.
Y luego dicen que la envidia es el pecado nacional, yo creo que los es más de afuera.
Precioso artículo, gracias. ¡Viva España!
De hecho en la Reducciones Guaraníes-en los que hubo un número de misioneros austríacos y bávaros- es llamativa la anécdota de uno de ellos que llevaba treinta años allí y recibió la visita de un compatriota que le hablaba en alemán. Al rato se vio obligado a decirle: "Padre, si no le importa hábleme en latín porque aquí sólo usamos el guaraní para las faenas cotidianas y el latín para la liturgia y ya me cuesta seguir toda la conversación en alemán". Las lenguas indias perdieron mucho con la Independencia.
La idea de que España impuso el español en América no es cierta tal como la cuentan. Hay que enterarse mejor.
Salvador de Madariaga en su libro: "España. Ensayo de historia contemporánea ", considera a los sefardíes como acérrimos enemigos de España. Tras su expulsión utilizan todos sus medios disponibles para destruír el Imperio Español y el catolicismo, contribuyendo a la creación y propaganda de la leyenda antiespañola, sobre todo los instalados en Holanda e Italia.
Quiero expresar mi gratitud por sus artículos.
Como bien dice el Catecismo, y usted ha reflejado en su anterior artículo, el amor y servicio de la patria (España, en el caso de los españoles) pertenece al orden de la caridad.
Caridad es lo que falta a los españoles que tienen rencores con su patria y con los que la defienden (ya sean religiosos o no). Siempre hay mil excusas para criticar o destruir.
Junto naturalmente a imperfecciones y errores cometidos, dudo que haya habido otras naciones que hayan servido más al Catolicismo, con la ayuda de Dios.
España ha tenido una historia gloriosa, y es deber de los españoles que la siga teniendo.
¡Viva España!
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Pedro L. Llera
¡Qué bien que seas tan feliz, "Miguel, Madrid"!
Pedro L. Llera
Pues me tiene en Puerto Real para servirle. Colegio Juan Pablo II - Santo Ángel
con su permiso lo comparto en Facebook, me ha emocionado
"Adio, adio, querida,
non quero la vida
me l´amargates tú
Tu madre cuando te parió
y te quitó al mundo
corazón ella no te dio
para amar segundo*.
Va buxcate otro amor
aharva otras puertas,
aspera otro ardor
que para mi sos muerta."
*Curiosa forma de decir "a nadie más".
Un palenque, por ejemplo, puede ser tres cosas:
1) Un reñidero de gallos en México.
2) Un poblado de negros cimarrones en Colombia
3) Un cercado para domar caballos en el Río de la Plata.
Pero todos estos significados tienen en común el hecho de ser un lugar cercado por palos para distintos usos.
El estudio de la etimología y los préstamos lingüisticos que usa cada comunidad de hablantes de castellano, o español si si quiere, es apasionante. Los serfadíes incluyen palabras sacadas del turco o el árabe; los andinos del quechua (yuyo en vez de hierba); los mexicanos del náhuatl (guajolote en vez de pavo). Es un paseo a través del mundo de manos de nuestro idioma que permite viajar con nuestros antepasados y con las distintas culturas con las que se encontraron y que nos mantiene en comunicación.
Ninguno de los otros idiomas que se hablan en España tiene tantas aportaciones porque América absorbió el habla de los primeros que llegaron y estos fueron en su mayoría andaluces, extremeños y castellanos, y es lo que prevalece en las hablas locales aunque la llegada posterior de asturianos y gallegos también aportara modismos.
Buenos Aires fue fundada finalmente en 1.580 por gente venida de la Asunción, que presumiblemente ya traían dos notas características del lenguaje "porteño", matriz en la que se vació el "dialecto argentino": el yeísmo extremeño (pronunciar las "ll" como "y"), y el "txé" valenciano, origen del "ché" que es nuestra marca nacional.
La semana pasada departí en la ciudad de Rosario con un empresario valenciano que habla perfectamente el castellano, pero que me dijo que con su madre y su hermana, él jamás recuerda haber hablado otra cosa que valenciano.
Y me confirmó que aún se usa el "txé" en el dialecto, con el mismo significado de nuestro "che": un vocativo genérico y familiar.
Por otro lado, suponer que un político aragonés, catalán, navarro o mallorquín, por el mero hecho de serlo, iba a cambiar algo la situación demuestra una ingenuidad sin límites (lo que los británicos llaman a wishful thinking) o, lo que es peor, exhibe el supremacismo que todo nacionalista catalán lleva dentro. Antes te he mostrado tres ejemplos de catalanes en las más altas instancias de gobierno, pero puedes seguir si quieres con Maura o Jover (mallorquines). Al primero se le atragantó Barcelona. El segundo pasó por el cargo sin pena ni gloria. Los catalanes, como el resto de los españoles, no tienen la solución a un problema por el simple hecho de aportar una visión (a veces) diferente del mismo. Muchos catalanes opinan igual que muchos madrileños (para bien o para mal). Lo sé no sólo porque conozco a bastantes, sino porque algunos se han manifestado así (Boadella). Y, por otra parte, la visión que un andaluz (pongamos por caso Cánovas) pueda tener del gobierno de España no es la misma que la que pueda tener un gallego (Dato). Ni la de un riojano (Sagasta) tiene forzosamente que ver con la que pueda tener un manchego (Espartero). Fin.
Los populistas le han buscado las vueltas a la democracia y han hecho del voto su única seña de identidad, como el descontento es mucho por unas cosas o por otras, al final la democracia va a entrar en rebajas ya que el asalto popular, si proviene del voto, no respeta ni leyes ni constituciones. Ya no es una democracia representativa sino directa, con las masas asamblearias queriendo un gobierno directo y apartando a los políticos. Así la UE colapsará.
Pero yo vivo en la planicie pampeana, tremendamente influenciada por la cultura porteña. En otras regiones como Cuyo, Misiones, Córdoba, Sgo. del Estero o Salta, perviven particularidades lingüísticas heredadas de diferentes corrientes inmigratorias hispánicas.
Al principio de la guerra civil, en el bando llamado nacional se formaron varias decenas de batallones (llamados "tercios", como los de la época imperial) de voluntarios tradicionalistas (carlistas), provientes de muchas regiones, pero sobre todo Navarra y las Vascongadas (y Andalucía, aunque a mucha gente le sorprenda enterarse). Naturalmente, en las regiones que quedaron bajo la autoridad de la república, los carlistas fueron represaliados, y únicamente los pocos que pudieron "pasarse" al otro lado estuvieron en condiciones de combatir.
Con los exiliados catalanes se formó uno de esos tercios, llamado naturalmente "Virgen de Montserrat". Pese a no llegar a 400 hombres, combatió con enorme pundonor en la batalla de Belchite (Aragón), donde logró contener a fuerzas veinte veces superiores en los primeros días de la sorpresiva ofensiva republicana, dando tiempo a que en la retaguardia se organizara una contraofensiva. Casi todos sus miembros murieron en la batalla, y fue la única unidad militar de todo el ejército que recibió dos cruces laureadas de san Fernando (la más alta distinción militar española) por su valor en combate.
Pues bien, en esta unidad, que enarbolaba con orgullo la bandera española y la catalana, no sólo se hablaba y rezaba en catalán exclusivamente, sino que muchos de sus miembros, los menos formados, apenas sabían hablar español y tenían dificultades para comunicarse con los mandos superiores (militares profesionales). En pleno siglo XX.
España son muchos pueblos y culturas. Orgullosos del castellano, que es la lengua franca o vehicular de la Hispanidad, pero sin olvidar ni despreciar al resto de lenguas y culturas hispanas.
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