Dios escribe derecho con renglones torcidísimos
Sobre la pietas construyeron los romanos la sociedad primitiva, de carácter familiar, y sobre la aéquitas construyeron las leyes de ciudadanía. Es que no ha sido nada fácil construir al hombre. Los demás animales, nacen y así son. A los seres humanos en cambio, no nos basta nacer: además debemos hacernos. Y este hacernos tiene dos dimensiones: la individual familiar (basada en las relaciones de nacimiento) y la colectiva (basada en la voluntad de convivencia de colectivos e individuos distintos).
Pero no han sido sólo las instancias temporales las que se han ocupado de construir al hombre, sino también las instancias religiosas. Y en todas ellas, es Dios el que se apiada de la condición humana y decide intervenir en su restauración. En el judaísmo, Antigua Alianza , Dios hace un pacto con Abrahán para crear a partir de él y del pueblo que de él nacerá, un hombre nuevo. Su característica diferencial respecto a los demás pueblos, es iniciar el largo camino de retorno de la esclavitud. Para ello, Dios se hace Señor único de Israel y de sus hombres, a fin de que nadie más sea su señor.

Se ha explicado hasta la saciedad con múltiples ejemplos el carácter egocéntrico de quien se sienta actualmente de la cátedra de San Paciano y de cómo ha invertido el orden de los términos: es el obispado quién debe servir al obispo y no al revés. Vamos a demostrar estas afirmaciones.
Antes de la eclosión de los noticiarios gratuitos, el diario popular en Cataluña era El Periódico. Tan habitual era el medio en los ambientes más llanos que se le conocía como "El Periódico de todos los bares", dado que no había establecimiento que no tuviese el rotativo en su barra. Era un caso curioso y que solo sucedía aquí: en los bares no existía La Vanguardia , ni el Avui, ni las ediciones catalanas de El País o de El Mundo. Solo El Periódico de Catalunya. Podía haber diversidad en los deportivos, ya sea el Sport o el Mundo Deportivo, acaso el As o el Marca, pero en cuanto a diario generalista solo existía El Periódico. Una verdadera uniformidad. El hecho tenía su explicación: se trata de un diario muy simplista, lleno de titulares, sin profundidad, que se lee de forma muy fácil, mientras uno se toma un café o degusta una cerveza. Un acompañamiento, como si fuere el croissant o una tapa de ensaladilla. Con la muerte de Antonio Asensio, el rotativo se puso en venta e inició un lento declive. Incluso se han sucedido tres directores en pocos años. Por ahora, pese a múltiples rumores, sigue en manos de Grupo Zeta y mantiene el estilo fundacional. Uno de los vivos ejemplos de su simplismo se ha podido observar con la información publicada este sábado, con gran riqueza tipográfica, dedicada a Germinans . La pieza iba firmada por Jordi Casabella y se podía leer en
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